Monasterio de la Sierra (Ruta V): Dehesa, Roble Singular, Pico/Cabeza San Vicente, Monasterio Alveinte.

  • Tipo de ruta: circular.
  • Distancia: 12, 760 Kms.
  • Dificultad: moderada con exigencia baja.
  • Duración aproximada de la ruta: 3h- 3.30 horas
  • Desnivel: 506 m.
  • Altitud mínima: 1052 m
  • Altitud máxima: 1348

Reseña

El Pico o Cabeza San Vicente es una estribación boscosa de la Sierra de Neila. Es una cima modesta con tan solo 1359m de altitud. Por otro lado, el Monasterio de Nuestra Señora de los Lirios de Alveinte, que da nombre al pueblo, es el monumento más importante del patrimonio cultural de Monasterio de la Sierra. A pesar de los esfuerzos de sus vecinos por limpiar la vegetación que lo rodea e intentar mantener en pie sus escasos restos, tiene el honor de ser ahora el primer monumento incluido en la Lista Roja del Patrimonio, elaborada por Hispania Nostra, debido a su total abandono por parte de los organismos públicos competentes. Está situado a unos 3,5 kms del núcleo urbano. Fue fundado en 1440 por los monjes franciscanos sobre otro edificio anterior; fue saqueado e incendiado por las tropas francesas en 1810, expropiado con la desamortización de Mendizábal y abandonado de forma definitiva en 1835. Desde entonces, ha sido frecuentemente expoliado, sabiéndose que, a principios del siglo pasado, fue destruido casi por completo para utilizar sus piedras en la construcción de una central eléctrica próxima al monasterio que alimentó durante varios años las fábricas madereras de Salas de los Infantes. Todo ello, ha tenido graves consecuencias en un edificio que ya tan solo conserva el altar la iglesia, la bóveda de crucería, algunos ventanales góticos y unos pocos muros a su alrededor. De su historia destacamos que fue refugio del Cura Merino y de la Junta Provincial de Defensa de Burgos durante la Guerra de la Independencia, y que, según la leyenda, este fue un lugar de castigo para los monjes: «Fraile, ¿qué hiciste, que Alveinte viniste?, te recitan los lugareños cuando te hablan del lugar. Recientemente hemos sabido que se salvó de las aguas del pantano porque se rebajó la altura de la presa. Ambos lugares de interés se encuentran en el término municipal de Monasterio de la Sierra, a 12 kms de Salas de los Infantes y a 68 de Burgos.

Diseñamos la ruta con un doble objetivo. En primer lugar, ascender al San Vicente y disfrutar desde esta cima de una impresionante panorámica. En segundo lugar, visitar las ruinas del monasterio y envolvernos en la paz, belleza y el silencio del lugar.

El camino, además, transcurre por una pista forestal primero y, posteriormente, por preciosas veredas rodeadas de robles albares y rebollos hermosísimos que lo hacen muy agradable. Tiene también otros dos grandes atractivos: un roble singular en la primera ladera del camino y preciosas formaciones rocosas sujetando la cumbre.

Aunque solo se suben unos 300 metros de altitud, el recorrido es complicado en uno de sus tramos, debido a que las veredas desaparecen entre los matorrales y hemos de avanzar campo a través. No obstante, la ruta es bastante recomendable para aquellos que quieran tener un contacto sereno con la naturaleza.

Descripción del recorrido

Salimos del centro del pueblo, junto a la iglesia, y continuamos por la Calle Mayor. Al llegar a una bifurcación, nos vamos por el camino forestal de la derecha y bajamos hasta un puente que cruza el arroyo Valladares. Aunque la ruta se puede seguir por el camino forestal, denominado, «Camino de Monasterio a Palacios», seguimos de frente y atajamos por una preciosa vereda que nos acerca a un enorme roble singular y nos sube hasta Peñalosa. Seguimos ascendiendo un poco más y , unos metros más adelante, dejamos el camino forestal y nos vamos a la derecha. Siguiendo una senda bien marcada, entre matorrales de roble y preciosas formaciones rocosas llegamos a la cima del Pico San Vicente.
Cumplido nuestro objetivo de coronar la cima, volvemos por el mismo camino y nada más abandonar la cumbre nos vamos por una vereda, bien señalizada con un hito, que parte a la izquierda. La senda es angosta pero hermosa para disfrutar de viejos robles, rebollos y múltiples plantas de brezo que adornan la bajada hasta el otro puente que cruza el arroyo Valladares. En el camino habremos dejado una vieja tenada en ruinas y un precioso árbol muerto de enormes dimensiones.
Ya en el camino forestal, tomamos el camino de la izquierda sin cruzar el puente y continuamos por él durante unos tres kilómetros y medio. Cerca ya de nuestro segundo objetivo, atravesamos una larga era redonda, Campo Cubillo, lugar en el que las gentes del lugar celebran la fiesta de la patrona del Monasterio; siguiendo todo recto, nos vamos acercando al Monasterio.
Podemos acceder a las ruinas por un sendero-arroyo que arranca en la parte derecha del camino. Lo hemos señalizado con un waypoint, pero lo más recomendable es seguir hasta un prado vallado, saltar la pared de piedra que rodea el portón y cruzarlo hasta el final. Salimos del prado y bordeando la pared por fuera, a unos 100 metros habremos llegado al Monasterio.
Realizada la visita, volvemos al portón para iniciar el regreso al pueblo por una vereda que arranca a la derecha. Al principio, la senda, aunque es angosta, está bastante limpia, pero, a partir del kilómetro 9 y hasta llegar al manantial que surtió de agua al monasterio durante muchos años (km 9.700) – hoy es un abrevadero, Pilones del Bardalón, y han desaparecido las canalizaciones que conducían el agua -, hay que prestar mucha atención al track porque la vereda, en algunos tramos, está oculta entre matorrales de roble. Lo mismo sucede hasta llegar a las Tenadas de Peñacorrales (Km 10.200).
Una vez aquí, un amplio sendero rodado nos sube hasta el Camino de Monasterio a Palacios por el que volveremos al pueblo siguiendo el mismo itinerario que habíamos realizado al principio de la ruta.
Llegados a Monasterio, sólo nos queda una visita a la iglesia parroquial, a las tumbas antropomorfas que reposan junto al templo, refrescarnos en la fuente que nos recibe en su atrio y echar un vistazo a algunos elementos arquitectónicos del pueblo tales como el lavadero, el abrevadero, la fuente de piedra, el potro, la fragua, la Torre del Reloj y algunas chimeneas cónicas.

Puntos de interés / Waypoints

Dehesa y Roble Singular.

Destaca esta tierra acotada y arbolada por tener una de las masas más extensas de roble albar (quercus petraea) del país, así como por el perfecto estado de conservación de una gran cantidad de estos bellos ejemplares únicos. Todo ello se debe fundamentalmente a que se trata de una especie que se adapta perfectamente al suelo y a las duras condiciones climatológicas que sufren estos montes. Lucen a su lado preciosas estampas de rocas musgosas, desprendidas de las cumbres próximas por la acción de los glaciares y traídas hasta aquí por los torrentes que azotan la zona.

Mirador de Peñalosa

Cabeza San Vicente

Desde esta modesta cumbre (1359m), podemos disfrutar de una impresionante panorámica; desde lo más alto, podemos contemplar numerosas localidades serranas, diferentes cumbres: Urbión, Campiña, Mencilla, San Millán, Peña Carazo, Pico Navas etc..,, y la nueva presa de Castrovido. Adornando la cima, podemos ver un vértice geodésico y una gran cruz de madera en el suelo con la inscripción «Dios te ama». También tenemos una preciosa vista de la escondida localidad de Monasterio.

Monasterio de Alveinte

Monasterio de la Sierra (núcleo urbano)

Se trata de un pequeño pueblo de montaña que siempre fue lugar de paso de rutas ganaderas como las cañadas. Yace apartado en la ladera sur de la Sierra de Neila y está rodeado de espesos y preciosos bosques de roble albar, lo que le convierte en un lugar de una gran paz y un impresionante silencio. Esto, lejos de ser un óbice, le ha dado un enorme atractivo, siendo en estos momentos un enclave idóneo para el descanso y para estar en permanente contacto con la naturaleza.

El pueblo tiene numerosos monumentos, destacando el Monasterio de Alveinte (1440), que da nombre al pueblo. Apartado unos 3 kms, sólo conserva la iglesia y en un estado bastante ruinoso. Tiene también una hermosa iglesia: San Pedro Apóspol, una ermita: San Cosme y San Damián, unas tumbas antropomórficas traidas desde el antiguo pueblo medieval de Gozmediano o Aguamediano, y múltiples elementos que son un buen testimonio de la arquitectura que se ha desarrollado en la zona a lo largo de los años: una fuente de piedra maciza, un lavadero, un potro para herrar, una fragua, un abrevadero, chimeneas cónicas, la Torre del reloj, izada por los habitantes del pueblo, y un molino reconstruido.

Avisos y recomendaciones

Esta ruta V aglutina las Ruta II y Ruta III de este mismo usuario. Recomendamos hacerla en esta dirección, porque, aunque la ruta está bien marcada por hitos o señuelos en casi toda su recorrido, entre el kilómetro 9 y el 10 hay varias veredas que están tapadas por matorros. Siguiendo el track en esta dirección, desde el portón que da acceso al Monasterio de Alveinte, es muy fácil encontrarlas; en cambio, si lo hacemos en la dirección contraria, podemos perdernos fácilmente en esa parte del recorrido.

Más información en el siguiente enlace:

Ayuntamiento de Monsterio de la Sierra: http://www.monasteriodelasierra.es/lugares-interes


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