Necrópolis de Palacios de la Sierra: El Castillo, Prado de Nava, Prados de Bañuelos.

  • Tipos de ruta: circular.
  • Señalización: solo algunas balizas sueltas.
  • Distancia: 14,50 Km.
  • Dificultad: Fácil con exigencia baja.
  • Duración aproximada de la ruta: 4h-4.30 horas.
  • Desnivel: 244 m.
  • Altitud mínima: 1053 m
  • Altitud máxima: 1203 m

Reseña

Palacios de la Sierra, municipio ubicado en medio de una gran masa forestal, es un pueblo típico serrano y pinariego que se sitúa en una ramificación de la Sierra de la Demanda, en una solana de la Sierra de Neila, en la Comarca de la Demanda y Pinares, a 18 kms de Salas de los Infantes y a 73 de Burgos. Como expondremos más adelante, la localidad presenta importantes lugares de interés que intentamos visitar en este recorrido en el que descubriremos tres maravillosas necrópolis que hace mas de mil años formaban parte de poblados ya desaparecidos: Nava, Bañuelos y El Castillo, uno de las mayores cementerios altomedievales del país; pasaremos también por bellas zonas de recreo como el área de las piscinas y por parajes de gran interés ambiental como La Charca; veremos grandes praderas rodeadas de frondosos pinos silvestres, que crecen fácilmente gracias a los suelos poco profundos, magníficamente mezclados con robles rebollos; finalmente, nos perderemos en su casco urbano para ver sus casas nobles con escudos de los siglos XVI, VVII y XVIII, acercarnos a la Iglesia de Santa Eulalia y hacer una visita más exhaustiva, por largo tiempo deseada, al Centro de Visitantes Necrópolis del Alto Arlanza.

Como el recorrido es circular y puede hacerse en ambos sentidos, hemos elegido dirigirnos en primer lugar al Camino de Monasterio para hacer primero este largo trayecto por pista forestal de más de 5 kms hasta la Nava, que, a decir verdad, se hace un poco largo comparándolo con el tramo posterior que avanza por hermosas veredas, entre exuberantes pinos y bonitos robles. La ruta no está balizada y tan sólo tiene algunos carteles sueltos que nos indican la llegada a las necrópolis, pero, si exceptuamos los 400 metros que vamos campo a través desde el Camino de la Relumbrosa hasta la Charca, el trascurre por amplios caminos rodados o veredas bien marcadas por el uso de los senderistas. En resumen, una ruta fácil y muy recomendable para dar un largo paseo en familia o en grupo y meterse de lleno en pleno paisaje pinariego.

Descripción del recorrido.

Salimos de la Plaza Mayor de Palacios, tomando como referencia un track de nuestro amigo Juan Ángel, usuario Ledanías, que hace una ruta parecida, pero en sentido inverso desde la Dehesilla. Nos dirigimos primero a la Necrópolis de El Castillo, situada en lo más alto del pueblo. Ofrece un aspecto un tanto descuidado. Vemos primero los restos de una fortaleza del siglo V y la primitiva Iglesia románico-gótica de la localidad, Santa Olalla o Eulalia, que fue abandonada y expoliada. Un poco más adelante, una impresionante necrópolis altomedieval, con innumerables tumbas de diferentes estilos. Echamos de menos las estelas de los sepulcros que, posteriormente, leemos que están custodiadas en el Centro de Visitantes. Al terminar la visita, descendemos al pueblo y nos dirigimos hacia la carretera local CL-117. La cruzamos y avanzamos, durante unos 5.5 kms, por el Camino de Monasterio y un camino rodado que nos deja en la segunda necrópolis que vamos a visitar: Prado de Nava. Esquivando el ganado vacuno que pasta la pradera, llegamos a un pequeño prado vallado donde está el cementerio medieval. Aunque no está en el track, nos acercamos también a localizar los restos de la ermita y del poblado, que están próximos al área sepulcral. De nuevo en ruta, por otro camino rodado, entre robles rebollos y pinos perfectamente mezclados, bajamos hacia Bañuelos. Cruzamos el amplio Camino de la Relumbrosa y descendemos al río que da nombre a la necrópolis. Lo sorteamos por un paso de grandes piedras y, siguiendo los carteles, llegamos a la necrópolis de Prados de Bañuelos, donde fácilmente encontramos los restos de una ermita con 5 tumbas próximas y otras 6 algo alejadas. Desandamos el camino hasta la pista forestal y , unos 200 metros más adelante, nos adentramos en el bosque para, campo a través, llegar a La Charca. Lo abandonamos por un preciosa vereda que sale de la parte de atrás del muro del estanque y nos dirigimos hacia las piscinas, desde donde seguimos la pista asfaltada que nos baja a la carretera comarcal y nos devuelve a nuestro punto de partida.

Antes de abandonar el pueblo, hacemos un visita obligada al interesante Centro de Visitantes Necrópolis del Alto Arlanza, del que quedamos gratamente sorprendidos por su contenido y la gran cantidad de fósiles que se exponen.


Mapa y elevación

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Puntos de interés / Waypoints.

Conjunto Arqueológico de El Castillo

Investigaciones llevadas a cabo por el profesor Alberto del Castillo entre los años 1968 y 1975, con la estrecha colaboración de los vecinos Lino Juanes y el párroco Julián Manrique, nos dicen que El Castillo es un conjunto arqueológico cuyas ruinas denotan la existencia pasada de una fortificación, una iglesia-ermita y una necrópolis, suponiéndose también la vida de un poblado próximo aún sin descubrir.

  • Fortificación: situada en la parte accidental del cerro, de sus restos puede deducirse que se trataba de una torre cuadrangular de 8 metros de lado, que servía como centro de poder sobre la población, así como de vigilancia y control de las vías de comunicación del valle. Su construcción data del año 974, aunque otros historiadores creen que ya existía en el siglo V.
  • Iglesia-Ermita: conocida con el nombre de Santa Olalla o Eulalia, fue la primitiva iglesia de la localidad. Dejó de serlo cuando el culto se trasladó a la actual iglesia del pueblo en 1591, convirtiéndose en ermita. Por la cimentación se sabe que hubo dos fases constructivas, la primera de estilo románico, y la segunda, gótico. Situada en el centro de del cerro, solamente conserva la base de sus muros y los suelos. En ruinas desde 1816, fue completamente expoliada.
  • Necrópolis: con más de medio millar de enterramientos de diferentes estilos: de lajas, sarcófagos y excavadas en la roca, desarrollados entre los siglos XI y XIII, nos encontramos ante una de las mayores necrópolis altomedievales de Europa. La mayoría yacen en la ladera sur y junto a la iglesia. Muchas fueron halladas con estelas que presentaban el signo de la cruz e inscripciones. Hoy podemos ver algunos excelentes ejemplares en el Centro de Visitantes. Solo se excavaron 161, encontrándose restos intactos de seres humanos en 47. No se encontraron ajuares, pero sí clavos, lo que nos indica que también utilizaban ataúdes de madera.

Puente de La Dehesilla.

Rehabilitado en 2002, se trata de puente de cuatro ojos hecho de piedra arenisca, muy abundante en la zona. Investigaciones llevadas a cabo ese mismo año han concluido que, aunque siempre se le ha considerado de estilo renacentista, podríamos estar ante una construcción románica de los siglos XIII o XIV.

Necrópolis de Nava.

Situada junto al arroyo Barranco de las Gargantas, la necrópolis de Prado de Nava está como escondida en un robledal vallado. Aunque se cree que hubo más de 50, resaltan 25 tumbas de piedra musgosa, algunas antropomorfas y varios sarcófagos sin tapa. El cementerio pertenecía al poblado medieval de Nava, que ya aparece documentado en el año 1092. Muy próximo al área sepulcral, pueden identificarse los restos de una ermita y numerosas marcas en las rocas que atestiguan la existencia del poblado. Como objeto llamativo del poblado, una bañera labrada en una roca de gran tamaño, que curiosamente se mueve con una cierta facilidad, la cual bien podría haber servido para el lavado de los cuerpos previo al enterramiento.

Necrópolis de Bañuelos.

Situada junto a las aguas del río Bañuelos, en este conjunto arqueológico podemos encontrar los restos de una ermita con 5 tumbas simétricas, con capacidad para dos personas, próximas al santuario, y otras 6 tumbas antropomorfas desordenadas en el lado más apartado de la ermita. En el lado sur de la necrópolis, cabe destacar un baptisterio formado por una gran pila con desagüe que en aquellos tiempos pudo utilizarse para el bautismo por inmersión. En el entorno de la necrópolis, restos de estructuras antiguas pertenecientes al poblado con un aljibe rectangular de 2 m de largo como elemento más destacado.

La Charca

Paraje de gran interés medioambiental con un estanque situado en medio de un bonito pinar.

Las Piscinas

Incomparable paraje para disfrutar de un día en plena naturaleza, comer o darte un buen baño.

Palacios de la Sierra

De origen celtíbero y romano -se conservan varios vestigios que así lo constatan-, Palacios de la Sierra debe su nombre a los numerosas casas de nobles o palacios que tiene el pueblo. Tuvo su esplendor inicial en el siglo X cuando formaba parte del Alfoz de Lara y participaba de los privilegios del Fuero de Salas. Posteriormente, como muchas otras localidades de la comarca de Pinares, también destacó por su pertenencia a la Cabaña Real de Carreteros hasta el siglo XIX, fidelidad de mas de 4 siglos que le otorgó múltiples privilegios tales como el pasto para sus ganados, la corta de madera para la construcción de casas y caminos, la exención de las milicias, y la popular «suerte de pinos», de la que disfrutan la mayoría de los vecinos de la comarca.

Hoy en día, tiene unos 800 habitantes que basan su economía en la ganadería y en la explotación maderera. En su casco urbano, cuenta con dos lugares de gran interés:

  • Iglesia de Santa Eulalia: construida en estilo gótico-renacentista en el siglo XVI sobre otra anterior de estilo románico de la que aún se conserva gran parte de la torre y algunos canecillos. En su interior, hay una valiosa pila bautismal románica del siglo XII y pueden encontrarse también varias estelas medievales de la necrópolis de «El Castillo».
  • Centro de Visitantes Necrópolis del Alto Arlanza: recoge información muy relevante sobre todas las necrópolis del Alto Arlanza, además de una excelente colección de fósiles de la zona donada, en su mayoría, por el vecino de la localidad Lino Juanes. Puede visitarse de martes a sábado. Recomendable consultar horarios en internet, ya que suelen cambiar con frecuencia e, incluso, en el mismo día.

Por otro lado, la villa tiene un curioso lavadero, algunos elementos de arquitectura popular como chimeneas cónicas y otras dos necrópolis de menor entidad: San Miguel y Pajares, que no hemos podido incluir en la ruta por encontrarse muy distantes de nuestro recorrido.

Avisos y recomendaciones

La ruta es larga, pero no ofrece ninguna dificultad importante, salvo el pequeño tramo que va campo a través, y el desnivel apenas se supera los 200 m, por lo que la hemos calificado de fácil. No tiene apenas señalización, por lo que es imprescindible el uso de Wikiloc o GPS. Es recomendable en cualquier época del año, pero es en primavera y en otoño cuando mejor podemos disfrutar del colorido de la flora.

Más información en los siguientes enlaces:

Ayuntamiento de Palacios de la Sierra: http://www.palaciosdelasierra.es/

http://www.necropolisaltoarlanza.es/

https://es.wikipedia.org/wiki/Palacios_de_la_Sierra

Peña el Vaso: circular por Cueva Andrés desde Necrópolis de Cuyacabras.

  • Tipo de ruta: circular.
  • Señalización: hitos sueltos. Alguna baliza.
  • Distancia: 8,53 Kms.
  • Dificultad: fácil con exigencia baja.
  • Duración aproximada de la ruta: 2.30 -3 horas.
  • Desnivel: 400 m.
  • Altitud mínima: 1171 m
  • Altitud máxima: 1580 m

Reseña

La Necrópolis y el Poblado Medieval de Cuyacabras es considerada como uno de los ejemplos más significativos de la arquitectura medieval de nuestro país. Por otro lado, Cueva Andrés ha sido recientemente declarado Bien de Interés Cultural (BIC) , por tratarse de uno de los eremitorios más representativos de nuestro país y del mundo. Finalmente, la Peña el Vaso es una especie de «ciudad encantada», con un montón de formaciones rocosas caprichosas entre las que destaca una que tiene forma de copa invertida que da nombre al lugar. Están situados a unos 25 kms de Salas de los Infantes y a 80 de Burgos, en la Mancomunidad Alta Sierra de Pinares, en el sureste de la provincia de Burgos.

La ruta puede abordarse desde diferentes puntos o poblaciones, pero hoy hemos elegido partir desde Cuyacabras con la finalidad principal de hacer un recorrido corto, cómodo, interesante y cargado de historia que nos permita conocer el conjunto arqueológico de Cueva Andrés y la excepcional necrópolis de Cuyacabras, así como ascender hasta el impresionante paraje conocido como la «Peña el Vaso». Además, el paisaje que se observa, su riquísima flora con extensos bosques de pino albar, roble albar, roble melojo etc…, y su abundante fauna salvaje: corzo, jabalí, ciervo…, es una oportunidad única para pasar un rato inolvidable observando la perfecta armonía con la que se mezclan arqueología y naturaleza a partes iguales en todo el recorrido.

Descripción del recorrido

Partimos del poblado medieval y de la necrópolis de Cuyacabras, un conjunto arqueológico único en España. En una de las primeras rocas del poblado puede verse excavado, en su parte alta, un pequeño agujero en el que se cree que tenía lugar el lavado de los cadáveres antes de su inhumación. En la necrópolis, llama la atención la gran variedad de tumbas antropomorfas – más de 183 están documentadas-, 16 nichos sobre las rocas y una pequeña iglesia de planta rectangular en el centro de este promontorio rocoso. Abandonamos la necrópolis por la parte sur y, continuando un bonito sendero, atajamos por una vereda sin señalizar y mal marcada que desemboca en el camino forestal que va hacia Cueva Andrés. Situado junto a un pequeño riachuelo y una reducida pradera, se trata de un eremitorio formado por una gran cavidad natural que ha sufrido un desprendimiento, una tumba, una alacena y un oratorio con un arco de herradura esculpido en relieve con una cruz tallada y una inscripción casi ilegible. Tras disfrutar de este hermoso lugar, subimos a la pista por una vereda bien marcada y , por el sendero soriano, nos dirigimos hacia el cruce de la Horca, desde donde arranca otra pista forestal que nos sube a la Peña el Vaso. La belleza de las múltiples formaciones rocosas del lugar y las excelentes vistas de la sierra bien merecen una larga estancia.
Abandonamos el lugar por la parte de atrás y, campo a a través y sin ninguna señalización, andamos unos 500 metros para encontrar un camino de arrastre de madera, perfectamente marcado por la acción de las máquinas, que nos baja hasta el río Torralba, primero, y hasta nuestro punto de partida, después, donde ponemos fin a un precioso paseo por algunas de las maravillas más exquisitas de la Península Ibérica.



Mapa y elevación

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Puntos de interés / Waypoints

Necrópolis y Poblado Medieval de Cuyacabras.

Eremitorio rupestre de Cueva Andrés.

Estamos seguramente ante uno de los eremitorios más bellos y más significativos de la península ibérica. Cuando llegas al lugar, pronto se comprende por qué los anacoretas eligieron este paraje para dedicarse a la contemplación y a la oración. Está lleno de paz y de sosiego y el silencio que lo envuelve es impresionante. El eremitorio está formado por una cueva que ha sufrido un desprendimiento, dos tumbas en la parte baja seguramente pertenecientes a monjes importantes del cenobio, una alacena y un oratorio con un arco de herradura esculpido en relieve, con una cruz tallada y una inscripción casi ilegible.

Peña el Vaso

Este lugar es un conjunto de formaciones de rocas areniscas talladas por la acción del agua, el hielo y el viento a lo largo de muchos milenios. Pueden contemplarse preciosas formaciones pétreas y sugerentes relieves emulando formas que dan pie a todo tipo de especulaciones. También, se puede disfrutar de preciosas vistas de la Campiña y de Quintanar, pasear entre las rocas y contemplar hermosas escenas provocadas por los rayos de luz que cruzan las oquedades de las rocas, recordándonos que estamos en un paraje de ensueño, cargado de belleza y de misterio. Su roca más significativa, El Vaso, es un verdadero icono del pueblo de Quintanar de la Sierra.

Catalogada como única y excepcional en España, . Puede datarse entre los siglos IX y XIII. En nuestro recorrido, primero encontramos el poblado. Localizado cerca de la iglesia y del cementerio como era habitual en la edad medieval, en él todavía pueden verse restos de estructuras y encajes cavados en las rocas para apoyar los muros y los puntales que sujetaban las casas. Se cree que había unas 10 casas, todas ellas con habitaciones y corrales a su alrededor. En una de las primeras rocas del poblado puede verse excavado, en su parte alta, un pequeño agujero en el que se cree que tenía lugar el lavado de los cadáveres antes de su inhumación.

En la necrópolis, con cronología entre los siglos IX y XI, llama la atención la gran variedad de tumbas – más de 183 están documentadas-. Las hay de tres tipos: con forma de bañera, antropomorfas y nichos cavados en las rocas. En el centro de este promontorio rocoso hay una pequeña iglesia de planta rectangular. De las oquedades que hay en el suelo, podemos deducir que en su diseño original tenía una cubierta de losas.

Avisos y recomendaciones.

Aunque la ruta es sencilla, en los primeros 500 metros de regreso desde la Peña el Vaso, hay que estar muy atentos al track para encontrar el camino de arrastre que baja hasta el río Torralba, ya que el sendero está totalmente ocupado por matorrales que dificultan nuestro andar.

Si se quiere hacer una ruta más completa, visitando también los conjuntos arqueológicos de La Cerca y Revenga, recomendamos hacer nuestra Ruta II desde Revenga.

Más información en los siguientes enlaces:

Ayuntamiento de Quintanar de la Sierra: http://www.quintanardelasierra.es/

https://es.wikipedia.org/wiki/Yacimiento_arqueol%C3%B3gico_de_Cuyacabras

https://www.diariodeburgos.es/noticia/ZD4C44664-CAC2-CA5A-7AA32A9997813C92/El-eremitorio-mozarabe-de-Quintanar-declarado-BIC?fbclid=IwAR1JjyJrbl-pw8qVZG7hEplVAX6UmvgYoRUub0NaoQbyiznH9m-PXO8zdyQ

Sendero de las necrópolis (Ruta II): Revenga, La Cerca, Peña el Vaso, Cueva Andrés y Cuyacabras.

  • Tipo de ruta: circular.
  • Señalización: balizada.
  • Distancia: 18,20 Kms.
  • Dificultad: Moderada con exigencia media por su largo recorrido.
  • Duración aproximada de la ruta: 5h-5.30 horas.
  • Desnivel: 576 m.
  • Altitud mínima: 1096 m
  • Altitud máxima: 1599 m

Reseña

El Sendero de las Necrópolis, que comprende algunos de los poblados, necrópolis y eremitorios altomedievales más importantes de nuestro país y del mundo, atraviesa el comunero de Revenga y las localidades de Quintanar de la Sierra, Canicosa de la Sierra y Regumiel de la Sierra. Por otro lado, la Peña el Vaso es una especie de «ciudad encantada», con un montón de formaciones rocosas caprichosas entre las que destaca una que tiene forma de copa invertida que da nombre al lugar. Están situados a unos 25 kms de Salas de los Infantes y a 80 de Burgos, en la Mancomunidad Alta Sierra de Pinares, en el sureste de la provincia de Burgos.

La ruta puede abordarse desde diferentes puntos o poblaciones, pero hoy hemos elegido Revenga con la finalidad principal de hacer un recorrido cómodo, interesante y cargado de historia que nos permita conocer los conjuntos arqueológicos de Revenga y La Cerca, el eremitorio de Cueva Andrés y la excepcional necrópolis de Cuyacabras, y ascender hasta el impresionante paraje conocido como la «Peña el Vaso». Además, el paisaje que se observa, su riquísima flora con extensos bosques de pino albar, roble albar, roble melojo etc…, y su abundante fauna salvaje: corzo, jabalí, ciervo…, es una oportunidad única para agotar la batería de nuestra cámara y retratar la perfecta armonía con la que se mezclan arqueología y naturaleza a partes iguales en todo el recorrido. Y como guinda, un pequeño paseo por la hermosísima vereda que acompaña al río Torralba hasta dejarnos en el camino forestal que nos devuelve a Revenga.

Descripción del recorrido

Partimos de la Ermita y albergue de Revenga , donde es interesante contemplar un rollo de justicia en la parte frontal y la Casa de la Madera al otro lado del camino forestal. Continuando por la parte derecha del parque infantil, pronto encontramos, en un montículo rocoso, la Necrópolis de Revenga. Tras una larga e interesante visita, salimos al camino forestal y, unos pocos metros más adelante, nos desviamos a la derecha para ascender hasta el Conjunto Arqueológico de La Cerca, que encontraremos a la izquierda del sendero en apenas un kilómetro de distancia. Por un acceso en el vallado de madera nos adentramos en el cenobio y recorremos sus múltiples escenarios. Aunque se puede continuar la ruta desde este alto, nosotros optamos por volver al sendero que nos trajo hasta aquí y desandar 200 metros para continuar por otra preciosa y bellísima senda que tomamos a la izquierda. Al llegar al vallado, seguimos subiendo por la senda que sale a la izquierda , la cual desemboca en un impresionante balcón natural, con unas vistas preciosas hacia un mar de pinos, desde donde continuamos hasta el alto del Calaverón. Estamos próximos a un cruce de caminos forestales denominado La Horca, donde confluyen los caminos que vienen de Regumiel y Quintanar. Al llegar aquí y dado que no hay ningún sendero bien marcado y limpio que nos lleve hasta la Peña El Vaso, iniciamos la subida por el camino forestal durante dos kilómetros hasta llegar a un pequeño parking desde donde parte, en la parte izquierda, una bellísima vereda que nos sube hasta la ciudad encantada de Quintanar. Antes de coronar, una doble y breve parada en el Mirador de El Almirón y en Peña Piquillo, risco original desde el que ya divisamos la Peña el Vaso.

El camino de vuelta hasta el cruce de La Horca lo hacemos por la misma pista. Llegados al cruce, tomamos ahora el camino forestal de la derecha, conocido como Sendero Soriano, antigua cañada de la Mesta, para descender hasta un indicador de madera que nos señala la ubicación de Cueva Andrés. Bajamos por una vereda bastante empinada y, a unos 400 metros, encontramos, junto a un pequeño riachuelo y una reducida pradera, el eremitorio. Subimos de nuevo a la pista por la misma vereda y avanzamos en dirección norte hasta un cruce. Tomamos el camino de la izquierda para encontrar, muy pronto, el poblado medieval y, 100 metros más adelante, la necrópolis de Cuyacabras. Abandonamos la necrópolis por la parte sur y, continuando un bonito sendero bien señalizado, llegamos a un camino forestal que, si lo cogiéramos a la izquierda, nos llevaría directamente a Revenga. Aunque esta es la ruta más habitual para volver al punto de partida, aprovechando que es verano y que puede cruzarse el río Torralba fácilmente, optamos por la senda que va por la parte izquierda de la pista y que enlaza con una preciosa vereda que , avanzando junto al margen izquierdo del río, nos devuelve a la carretera un kilómetro antes de la llegada. Estamos próximos a Revenga y a punto de finalizar un largo paseo por algunas de las maravillas más exquisitas de la Península Ibérica.

Mapa y elevación

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Puntos de interés / Waypoints

Conjunto arqueológico de Revenga

Junto a la ermita del siglo XVIII y el albergue de este comunero, que comparten, desde el siglo XVI, las localidades de Quintanar de la Sierra, Canicosa de la Sierra y Regumiel de la Sierra, es interesante contemplar un rollo de justicia en la parte frontal, la Casa de la Madera al otro lado del camino forestal y, en la parte trasesa de un parque infantil, la Necrópolis de Revenga sobre un montículo rocoso. Nos espera una interesante visita al conjunto arqueológico con 132 tumbas antropomorfas excavadas en las rocas, los restos de una iglesia de planta rectangular y ábside rupestre, una oquedad perfectamente conservada, que bien podría haber sido utilizada como baptisterio para bautizar por inmersión o para el lavado ritual de los cadáveres antes de ser amortajados; finalmente, 4 icnitas o huellas de dinosaurios.

Conjunto arqueológico de «La Cerca».

Este cenobio fue un eremitorio medieval. Está formado principalmente por una enorme cueva que tiene en su parte de adelante varios mechinales que nos indican que seguramente la cueva fue alargada para ser habitada por los monjes. En el exterior y en su parte derecha, aparece tallado un cubículo con varias cazoletas en el techo que representan motivos astrales simulando las constelaciones, una cruz y varias figuras grabadas en las rocas, y , en el suelo, una tumba antropomorfa que se cree fue la tumba del prior de la comunidad. El monasterio está repleto de grietas y numerosas cuevas en las rocas, todas ellas utilizadas por los eremitas como viviendas, lugares de culto o tumbas. Delante de la cueva principal y junto a un gran roble, es interesante visitar los restos de la iglesia rupestre, en los que fácilmente podemos identificar el altar con sus escaleras de acceso y otra gran cruz con un arco en su parte inferior. En los alrededores de la iglesia, pueden verse varias tumbas antropomorfas escondidas entre la vegetación. Desde lo más alto del monasterio rupestre, hay una bonita vista de la cumbre de la Campiña de Neila.

Cueva Andrés

Estamos seguramente ante uno de los eremitorios más bellos y más representativos de la península ibérica. Cuando llegas al lugar, pronto se comprende por qué los anacoretas eligieron este paraje para dedicarse a la contemplación y a la oración. Está lleno de paz y de sosiego y el silencio que lo envuelve es impresionante. El eremitorio está formado por una cueva que ha sufrido un desprendimiento, dos tumbas en la parte baja seguramente pertenecientes a monjes importantes del cenobio, una alacena y un oratorio con un arco de herradura esculpido en relieve, con una cruz tallada y una inscripción casi ilegible.

Peña el Vaso

Este lugar es un conjunto de formaciones de rocas areniscas talladas por la acción del agua, el hielo y el viento a lo largo de muchos milenios. Pueden contemplarse preciosas formaciones pétreas y sugerentes relieves emulando formas que dan pie a todo tipo de especulaciones. También, se puede pasear entre las rocas y contemplar hermosas escenas provocadas por los rayos de luz que cruzan las oquedades de las rocas, recordándonos que estamos en un paraje de ensueño, cargado de belleza y de misterio. Su roca más significativa, El Vaso, es un verdadero icono del pueblo de Quintanar.

Necrópolis y Poblado Medieval de Cuyacabras.

Catalogada como única y excepcional en España, es considerada como uno de los ejemplos más significativos de la arquitectura medieval de nuestro pais. Puede datarse entre los siglos IX y XIII. En nuestro recorrido, primero encontramos el poblado. Localizado cerca de la iglesia y del cementerio como era habitual en la edad medieval, en él todavía pueden verse restos de estructuras y encajes cavados en las rocas para apoyar los muros y los puntales que sujetaban las casas. Se cree que había unas 10 casas, todas ellas con habitaciones y corrales a su alrededor. En una de las primeras rocas del poblado puede verse excavado, en su parte alta, un pequeño agujero en el que se cree que tenía lugar el lavado de los cadáveres antes de su inhumación.

En la necrópolis, con cronología entre los siglos IX y XI, llama la atención la gran variedad de tumbas – más de 183 están documentadas-. Las hay de cuatro tipos: con forma de bañera, antropomorfas, sarcófagos y nichos laterales cavados en las rocas. También está documentada la existencia de tumbas de lajas en las proximidades de la plataforma rocosa. En el centro de este promontorio rocoso hay una pequeña iglesia de planta rectangular. De las oquedades que hay en el suelo, podemos deducir que en su diseño original tenía una cubierta de losas.

Avisos y recomendaciones

Aunque proponemos hacer el último tramo bordeando el margen izquierdo del río Torralba para recorrer un emocionante sendero entre helechales y matorros, si realizamos esta ruta en invierno o en época de muchas lluvias o deshielo, los últimos 3 kilómetros hemos de hacerlos por el camino forestal, ya que el final del recorrido exige cruzar el río Torralba, y puede resultar dificultoso.

Más información en los siguientes enlaces:

http://www.necropolisaltoarlanza.es/

Ayuntamiento de Quintanar de la Sierra: http://www.quintanardelasierra.es/

https://es.wikipedia.org/wiki/Yacimiento_arqueol%C3%B3gico_de_Cuyacabras

Sendero de las necrópolis (Ruta I): Revenga, La Cerca, Cueva Andrés y Cuyacabras.

  • Tipo de ruta: circular.
  • Señalización: balizada.
  • Distancia: 13,11 Kms.
  • Dificultad: fácil con exigencia baja.
  • Duración aproximada de la ruta: 3h30-4 horas.
  • Desnivel: 290 m.
  • Altitud mínima: 1090 m
  • Altitud máxima: 1294 m

Reseña

El Sendero de las Necrópolis, que comprende algunos de los poblados, necrópolis y eremitorios altomedievales más importantes de nuestro país y del mundo, atraviesa el comunero de Revenga y las localidades de Quintanar de la Sierra, Canicosa de la Sierra y Regumiel de la Sierra. Está situado a 25 kms de Salas de los Infantes y a 80 de Burgos, en la Mancomunidad Alta Sierra de Pinares, en el sureste de la provincia de Burgos.

Las necrópolis y eremitorios pueden abordarse desde diferentes puntos o poblaciones, pero hoy hemos elegido Revenga con la finalidad principal de hacer una ruta cómoda e interesante para conocer los conjuntos arqueológicos de Revenga y La Cerca, el eremitorio de Cueva Andrés y la excepcional necrópolis de Cuyacabras. Además, el paisaje que se observa, su riquísima flora con extensos bosques de pino albar, roble albar, roble melojo etc…, y su abundante fauna salvaje: corzo, jabalí, ciervo…, es una oportunidad única para agotar la batería de nuestra cámara y retratar la perfecta armonía con la que se mezclan arqueología y naturaleza a partes iguales en todo el recorrido. Y como guinda, un pequeño paseo por la hermosísima vereda que acompaña al río Torralba hasta dejarnos en el camino forestal que nos devuelve a Revenga.

Descripción del recorrido

Partimos de la Ermita y albergue de Revenga , donde es interesante contemplar un rollo de justicia en la parte frontal y la Casa de la Madera al otro lado del camino forestal. Continuando por la parte derecha del parque infantil, pronto encontramos, en un montículo rocoso, la Necrópolis de Revenga. Tras una larga e interesante visita, salimos al camino forestal y, unos pocos metros más adelante, nos desviamos a la derecha para ascender hasta el Conjunto Arqueológico de La Cerca, que encontraremos a la izquierda del sendero en apenas un kilómetro de distancia. Por un acceso en el vallado de madera nos adentramos en el cenobio y recorremos sus múltiples escenarios. Aunque se puede continuar la ruta desde este alto, nosotros optamos por volver al sendero que nos trajo hasta aquí y desandar 200 metros, para continuar por otra preciosa y bellísima senda que tomamos a la izquierda. Al llegar al vallado, seguimos subiendo por la senda que sale a la izquierda , la cual desemboca en un impresionante balcón natural con unas preciosas vistas de un enorme mar de pinos, desde donde continuamos hasta el alto del Calaverón. Estamos próximos a un cruce de caminos forestales denominado La Horca, donde confluyen los caminos que vienen de Regumiel y Quintanar.

Llegados al cruce, tomamos ahora el camino forestal que va a Quintanar, conocido como Sendero Soriano, antigua cañada de la Mesta, para bajar hasta un indicador de madera que nos señala la ubicación de Cueva Andrés. Bajamos por una vereda bastante empinada y, a unos 400 metros, encontramos, junto a un pequeño riachuelo y una reducida pradera, el eremitorio. Subimos de nuevo a la pista por la misma vereda y avanzamos en dirección norte hasta un cruce. Tomamos el camino de la izquierda para encontrar, muy pronto, el poblado medieval y, 100 metros más adelante, la necrópolis de Cuyacabras. Abandonamos la necrópolis por la parte sur y, continuando un bonito sendero bien señalizado, llegamos a un camino forestal que, si lo cogieramos a la izquierda, nos llevaría directamente a Revenga. Aunque esta es la ruta más habitual para volver al punto de partida, aprovechando que es verano y que puede cruzarse el río Torralba fácilmente, optamos por la senda que va por la parte izquierda de la pista y que enlaza con una preciosa senda que , avanzando junto al margen izquierdo del río, nos devuelve a la carretera un kilómetro antes de la llegada. Estamos próximos a Revenga y a punto de finalizar un largo paseo por algunas de las maravillas más exquisitas de la Península Ibérica.

Mapa y elevación

Enlace Wikiloc

Puntos de interés / Waypoints

Conjunto arqueológico de Revenga

Junto a la ermita del siglo XVIII y el albergue de este comunero, que comparten, desde el siglo XVI, las localidades de Quintanar de la Sierra, Canicosa de la Sierra y Regumiel de la Sierra, es interesante contemplar un rollo de justicia en la parte frontal, la Casa de la Madera al otro lado del camino forestal y, en la parte trasesa de un parque infantil, la Necrópolis de Revenga sobre un montículo rocoso. Nos espera una interesante visita al conjunto arqueológico con 132 tumbas antropomorfas excavadas en las rocas, los restos de una iglesia de planta rectangular y ábside rupestre, una oquedad perfectamente conservada, que bien podría haber sido utilizada como baptisterio para bautizar por inmersión o para el lavado ritual de los cadáveres antes de ser amortajados; finalmente, 4 icnitas o huellas de dinosaurios.

Conjunto arqueológico de «La Cerca».

Este cenobio fue un eremitorio medieval. Está formado principalmente por una enorme cueva que tiene en su parte de adelante varios mechinales que nos indican que seguramente la cueva fue alargada para ser habitada por los monjes. En el exterior y en su parte derecha, aparece tallado un cubículo con varias cazoletas en el techo que representan motivos astrales simulando las constelaciones, una cruz y varias figuras grabadas en las rocas, y , en el suelo, una tumba antropomorfa que se cree fue la tumba del prior de la comunidad. El monasterio está repleto de grietas y numerosas cuevas en las rocas, todas ellas utilizadas por los eremitas como viviendas, lugares de culto o tumbas. Delante de la cueva principal y junto a un gran roble, es interesante visitar los restos de la iglesia rupestre, en los que fácilmente podemos identificar el altar con sus escaleras de acceso y otra gran cruz con un arco en su parte inferior. En los alrededores de la iglesia, pueden verse varias tumbas antropomorfas escondidas entre la vegetación. Desde lo más alto del monasterio rupestre, hay una bonita vista de la cumbre de la Campiña de Neila.

Cueva Andrés

Estamos seguramente ante uno de los eremitorios más bellos y más representativos de la península ibérica, recientemente considerado como Bien de Interés Cultural. Cuando llegas al lugar, pronto se comprende por qué los anacoretas eligieron este paraje para dedicarse a la contemplación y a la oración. Está lleno de paz y de sosiego y el silencio que lo envuelve es impresionante. El eremitorio está formado por una cueva que ha sufrido un desprendimiento, dos tumbas en la parte baja, seguramente pertenecientes a monjes importantes del cenobio, una alacena y un oratorio con un arco de herradura esculpido en relieve con una cruz griega tallada y una inscripción casi ilegible.

Necrópolis y Poblado Medieval de Cuyacabras.

Catalogada como única y excepcional en España, es considerada como uno de los ejemplos más significativos de la arquitectura medieval de nuestro pais. Puede datarse entre los siglos IX y XIII. En nuestro recorrido, primero encontramos el poblado. Localizado cerca de la iglesia y del cementerio como era habitual en la edad medieval, en él todavía pueden verse restos de estructuras y encajes cavados en las rocas para apoyar los muros y los puntales que sujetaban las casas. Se cree que había unas 10 casas, todas ellas con habitaciones y corrales a su alrededor. En una de las primeras rocas del poblado puede verse excavado, en su parte alta, un pequeño agujero en el que se cree que tenía lugar el lavado de los cadáveres antes de su inhumación.

En la necrópolis, con cronología entre los siglos IX y XI, llama la atención la gran variedad de tumbas – más de 183 están documentadas-. Las hay de cuatro tipos: con forma de bañera, antropomorfas, sarcófagos y nichos cavados en las rocas. Las hay de cuatro tipos: con forma de bañera, antropomorfas, sarcófagos y nichos laterales cavados en las rocas. También está documentada la existencia de tumbas de lajas en las proximidades de la plataforma rocosa. En el centro de este promontorio rocoso hay una pequeña iglesia de planta rectangular. De las oquedades que hay en el suelo, podemos deducir que en su diseño original tenía una cubierta de losas.

Avisos y recomendaciones

Esta ruta puede completarse con la variante de la Peña el Vaso (ver Ruta II de este mismo usuario), donde podemos disfrutar de las impresionantes vistas que ofrece un balcón natural y de formaciones rocosas preciosas y únicas.
Aunque proponemos hacer el último tramo bordeando el margen izquierdo del río Torralba para recorrer un emocionante sendero entre helechales y matorros, si realizamos esta ruta en invierno o en época de muchas lluvias o deshielo, los últimos 3 kilómetros hemos de hacerlos por el camino forestal, ya que el final del recorrido exige cruzar el río Torralba, y puede resultar dificultoso.

Más información en los siguientes enlaces:

http://www.necropolisaltoarlanza.es/

Ayuntamiento de Quintanar de la Sierra: http://www.quintanardelasierra.es/

https://es.wikipedia.org/wiki/Yacimiento_arqueol%C3%B3gico_de_Cuyacabras

Monasterio de la Sierra (Ruta XI): Dehesa, Calderas de Matalhierro y Ruinas de Gozmediano / Aguamediano.

  • Tipo de ruta: circular.
  • Distancia: 17,420 Kms.
  • Dificultad: moderada con exigencia media por su larga longitud.
  • Duración aproximada de la ruta: 4h- 4.30 horas
  • Desnivel: 437 m.
  • Altitud mínima: 1099 m
  • Altitud máxima: 1353

Reseña

Las Calderas de Matalhierro son unas concavidades cilíndricas de gran profundidad que han sido labradas por la acción del agua del río Valladares en la roca viva a lo largo de millones de años. Durante la mayor parte del año, puede contemplarse en ellas una modesta pero preciosa cascada. Por otro lado, Gozmediano, también denominado Bustomediano o Aguamediano, es un poblado surgido en el siglo XI (1044), ahora desaparecido. En él, apenas se conservan unas pocas tumbas antropomorfas. El resto de la necrópolis fue trasladado al atrio de la Ia Iglesia de Monasterio y a las escaleras de subida a la Iglesia de Santa María la Mayor de Salas de los Infantes en 1974. Por lo demás, el poblado está bastante deteriorado y es difícil encontrar vestigios que nos ayuden a reconstruir mentalmente el poblado.

La ruta es un poco larga pero no tiene grandes exigencias para cualquier persona que esté acostumbrada a hacer ejercicio físico; está diseñada con una cuádruple finalidad: ver las preciosas formaciones rocosas que podemos encontrar o avistar desde Peñalrayo hasta las calderas; asomarnos a la garganta de Matalhierro y contemplar la hoya y su bella cascada; visitar las ruinas del poblado medieval de Aguamediano, y ver un roble singular que encontraremos al final del recorrido.

El camino transcurre en sus inicios por preciosas veredas flanqueadas por brezos y estepas y, posteriormente, haremos un largo tramo por una pistal forestal y un cortafuegos. El regreso también avanza por otro precioso sendero denominado «Camino de Monasterio a Palacios». Excepto el tramo que va por el camino forestal y el cortafuegos, el resto de la ruta es un entorno ideal para aquellos que quieran perderse, sólos o en familia, en la serenidad y el silencio de la naturaleza y desconectar de toda su actividad diaria.

Descripción del recorrido

Guiados por un track de nuestros amigos de Hacinas – usuario Ledanías-, salimos del centro del pueblo y continuamos por la Calle Mayor hasta una bifurcación de caminos. Nos vamos a la izquierda por el denominado «Camino de Cargaduelo» y ascendemos por un amplio camino forestal, que divide la dehesa entre brezos, estepas y gran cantidad de enormes robles albares centenarios. Muy pronto, a un Km. de la salida aproximadamente, nos desviamos a la derecha por el denominado Camino de Peñalrayo. Bien señalizado por múltiples hitos, no lo dejaremos hasta alcanzar las calderas en el km 5, mientras vamos contemplando a nuestra izquierda la hermosa ciudad encantada. Nos acercamos con cuidado para ver la enorme garganta de la caldera. La cascada , que en otras épocas del año suele soltar un bello, inmenso y sonoro chorro de agua, se nos muestra silenciosa y con escasa agua.
Con un bello recuerdo de la garganta que hemos contemplado, andamos unos pocos metros y salimos a un amplio camino forestal. Nos vamos a la derecha, cruzamos un puente sobre el arroyo Valladares y , durante otros 5 kms, ahora entre pinos, avanzamos por la pista forestal y, posteriormente, por una especie de cortafuegos, que nos lleva hasta el cruce de esta pista con el Camino de Monasterio-Palacios que nos llevará de vuelta al pueblo. Antes de tomar la senda, aprovechamos para bajar hasta el río Pedrosillo, que está un poco más adelante, refrescarnos en sus limpias aguas y tomar un tentempié para recuperar energías.
Regresamos al cruce por el Camino de Monasterio-Palacios y, por un bellísimo sendero, que a veces se esconde entre matorrales que dificultan nuestro caminar, vamos en búsqueda de las ruinas del desaparecido poblado medieval. Las encontramos a la derecha kilómetro y medio más adelante. Tras dar varias vueltas, finálmente podemos encontrar 3 sarcófagos dispersos y un cuarto que hace de pila de una fuente junto al camino.
Cumplido nuestro objetivo, regresamos al pueblo por la misma angosta senda. Después, un amplio sendero rodado nos sube hasta lo más alto del Camino de Monasterio a Palacios por el que volveremos al pueblo. Una parada en Peñalosa para disfrutar de una buena panorámica y un poco más adelante para ver el roble singular. Seguimos bajando, pasamos el puente que cruza el río y continuamos hasta el puebo que nos espera un poco más adelante.
Llegados a Monasterio, sólo nos queda una visita a la iglesia parroquial, a las tumbas antropomorfas que reposan junto al templo, refrescarnos en la fuente que nos recibe en su atrio y echar un vistazo a algunos elementos arquitectónicos del pueblo tales como el lavadero, el abrevadero, el potro de herrar, la fragua, la Torre del Reloj y algunas chimeneas cónicas.

Mapa y elevación

Enlace Wikiloc

Puntos de interés / Waypoints

Dehesa de Monasterio: robledales.

Destaca esta tierra acotada y arbolada por tener una de las masas más extensas de roble albar (quercus petraea) del país, así como por el perfecto estado de conservación de una gran cantidad de estos bellos ejemplares únicos. Todo ello se debe fundamentalmente a que se trata de una especie que se adapta perfectamente al suelo y a las duras condiciones climatológicas que sufren estos montes. Lucen a su lado preciosas estampas de rocas musgosas, desprendidas de las cumbres próximas por la acción de los glaciares y traídas hasta aquí por los torrentes que azotan la zona.

Elementos rústicos de piedra: puente, colmena

Formaciones rocosas: Peñalrayo

Caldera de Matalhierro

Ruinas poblado medieval Gozmediano/Aguamediano

Mirador de Peñalosa

Roble Singular

Monasterio de la Sierra (núcleo urbano)

Se trata de un pequeño pueblo de montaña que siempre fue lugar de paso de rutas ganaderas como las cañadas. Yace apartado en la ladera sur de la Sierra de Neila y está rodeado de espesos y preciosos bosques de roble albar y negral, lo que le convierte en un lugar de una gran paz y un impresionante silencio. Esto, lejos de ser un óbice, le ha dado un enorme atractivo, siendo en estos momentos un enclave idóneo para el descanso y para estar en permanente contacto con la naturaleza.

El pueblo tiene numerosos monumentos, destacando el Monasterio de Alveinte (1440), que da nombre al pueblo. Apartado unos 3 kms, sólo conserva la iglesia y en un estado bastante ruinoso. Tiene también una hermosa iglesia: San Pedro Apóspol, una ermita: San Cosme y San Damián, unas tumbas antropomórficas traidas desde el antiguo pueblo medieval de Gozmediano o Aguamediano, y múltiples elementos que son un buen testimonio de la arquitectura que se ha desarrollado en la zona a lo largo de los años: una fuente de piedra maciza, un lavadero, un potro para herrar, una fragua, un abrevadero, chimeneas cónicas, la Torre del reloj, izada por los habitantes del pueblo, y un molino reconstruido.

Avisos y recomendaciones

Hay que tener mucho cuidado al acercarse a la caldera si se hace la ruta en época de lluvias. El suelo es muy resbaladizo y uno puede caerse al fondo de la caldera. Por lo demás, la ruta es fácil y cómoda y el paisaje espectacular, sobre todo en los primeros 5 kms. y en los 6 últimos. El tramo medio que transcurre por un amplio camino forestal y una especie de cortafuegos se hace un tanto anodino.

Más información en el sigiente enlace:

Ayuntamiento de Monasterio de la Sierra: http://www.monasteriodelasierra.es/lugares-interes

https://es.wikipedia.org/wiki/Monasterio_de_la_Sierra

Monasterio de la Sierra (Ruta IX): Dehesa, Roble Singular, Ruinas de Gozmediano / Bustomediano o Aguamediano, Cabeza San Vicente.

  • Tipo de ruta: circular.
  • Distancia: 13,180 Kms.
  • Dificultad: moderada con exigencia baja
  • Duración aproximada de la ruta: 3h30- 4h
  • Desnivel: 421 m.
  • Altitud mínima: 1110 m
  • Altitud máxima: 1350 m

Reseña

Gozmediano, también denominado Bustomediano o Aguamediano, es un poblado surgido en el siglo XI (1044), ahora desaparecido. En él, apenas se conservan unas pocas tumbas antropomorfas, El resto de la necrópolis fue trasladado al atrio de la Ia Iglesia de Monasterio y a las escaleras de subida a la Iglesia de Santa María la Mayor de Salas de los Infantes en 1974. Por lo demás, el poblado está bastante deteriorado y es difícil encontrar vestigios que nos ayuden a reconstruir mentalmente el poblado.

Por otro lado, el Pico o Cabeza San Vicente es una modesta cumbre (1359m), situada en el término municipal de Monasterio de la Sierra, a 12 kms de Salas de los Infantes y a 68 de Burgos. En él, pueden encontrarse vestigios de un castro prerromano y de un cementerio. Destacar la impresionante panorámica que tenemos desde su cima. Desde lo más alto, podemos contemplar numerosas localidades serranas, diferentes cumbres: Urbión, Campiña, Mencilla, San Millán, Peña Carazo, Pico Navas etc..,, y la nueva presa de Castrovido. Adornando la cima, podemos ver un vértice geodésico y un gran cruz de madera en el suelo con la inscripción «Dios te ama».

La ruta se inicia en una pista forestal que sale del pueblo y, posteriormente, avanza por preciosas veredas rodeadas de robles albares y rebollos hermosísimos que la hacen muy agradable. Además de una excelente panorámica, tiene también tres grandes atractivos un roble singular en la primera ladera del camino, las tumbas antropomorfas del poblado medieval ya citadas, y las preciosas formaciones rocosas que sujetan la cumbre de San Vicente.

A pesar de subir casi 300 metros, el itinerario es muy sencillo, y la ascensión, bastante tendida. Sólamente la longitud del recorrido hace que la clasifiquemos con una exigencia media, pero es totalmente asequible a todo tipo de públicos, siempre y cuando estén acostumbrados a hacer ejercicio físico de forma habitual.

Descripción del recorrido

Salimos del centro del pueblo, junto a la iglesia, y continuamos por la Calle Mayor. Al llegar a una bifurcación, nos vamos por el camino forestal de la derecha y bajamos hasta un puente que cruza el río Valladares. Aunque la ruta se puede seguir por el camino forestal denominado «Camino de Monasterio a Palacios», seguimos de frente y atajamos por una preciosa senda que nos acerca a un enorme roble singular y nos sube hasta Peñalosa. Seguimos ascendiendo un poco más y , unos metros más adelante, dejamos el camino forestal y nos vamos a la izquierda por el camino de Monasterio a Palacios. Por otro camino forestal, poco después convertido en una bellísima vereda que se esconde a veces entre los matorrales que dificultan nuestro caminar, nos vamos en búsqueda del desaparecido poblado de Aguamediano. Lo encontramos a la izquierda hacia el km 6 del recorrido. Trás dar múltiples vueltas, finálmente podemos encontrar 3 sarcófagos dispersos y un cuarto que hace de pila de una fuente junto al camino.
Cumplido el objetivo, regresamos al pueblo por la misma angosta senda y el camino rodado que lo continua. Al llegar al km 10, nos desviamos a la izquierda para ascender al Pico San Vicente. Siguiendo una senda bien marcada, entre matorrales de roble y preciosas formaciones rocosas llegamos a la cima del Pico San Vicente. Desde su vértice geodésico y las rocas que lo rodean, nos perdemos en la contemplación de una bellísima panorámica de varias cimas: San Lorenzo, San Millán, Humarrero, Peña Carazo etc., y del pueblo de Monasterio.
Cumplido nuestro segundo objetivo de coronar la cima, volvemos por el mismo camino y, nada más abandonar la cumbre, nos vamos por una vereda, bien señalizada con un hito, que parte a la izquierda. La senda es angosta pero hermosa para disfrutar de viejos robles y múltiples plantas de brezo que adornan la bajada hasta el otro puente que cruza el arroyo Valladares. En el camino habremos dejado una vieja tenada en ruinas y un precioso árbol muerto de enormes dimensiones.
Ya en el camino forestal, una breve ojeada a las piedras de moler, traídas desde el molino y abandonadas en la parte izquierda del camino junto al río, y subida al pueblo por una empinada cuesta que, a través de la Calle Miguel de Cervantes, nos lleva a nuestro punto de partida.
Llegados al pueblo, sólo nos queda una visita a la iglesia parroquial, a las tumbas antropomorfas que reposan junto al templo, refrescarnos en la fuente de San Pedro que nos recibe en su atrio y echar un vistazo a algunos elementos arquitectónicos del pueblo tales como el lavadero, el abrevadero, el potro de herrar, la fragua, la Torre del Reloj y algunas chimeneas cónicas.

Puntos de interés / Waypoints

Dehesa y Roble singular.

Destaca esta tierra acotada y arbolada por tener una de las masas más extensas de roble albar (quercus petraea) del país, así como por el perfecto estado de conservación de una gran cantidad de estos bellos ejemplares únicos. Todo ello se debe fundamentalmente a que se trata de una especie que se adapta perfectamente al suelo y a las duras condiciones climatológicas que sufren estos montes. Lucen a su lado preciosas estampas de rocas musgosas, desprendidas de las cumbres próximas por la acción de los glaciares y traídas hasta aquí por los torrentes que azotan la zona.

Mirador de Peñalosa

Poblado medieval de Gozmediano / Bustomediano o Aguamediano

Cabeza San Vicente

Monasterio de la Sierra (núcleo urbano).

Surgido al pie de los montes Cucurucho y San Vicente, se trata de un pequeño pueblo de montaña que siempre fue lugar de paso de rutas ganaderas como las cañadas. Yace apartado en la ladera sur de la Sierra de Neila y está rodeado de espesos y preciosos bosques de roble albar y negral, lo que le convierte en un lugar de una gran paz y un impresionante silencio. Esto, lejos de ser un óbice, le ha dado un enorme atractivo, siendo en estos momentos un enclave idóneo para el descanso y para estar en permanente contacto con la naturaleza.

El pueblo tiene numerosos monumentos, destacando el Monasterio de Alveinte (1440), que lo da nombre. Apartado unos 3 kms, sólo conserva la iglesia y en un estado bastante ruinoso. Tiene también una hermosa iglesia: San Pedro Apóspol, una ermita: San Cosme y San Damián, unas tumbas antropomórficas traidas desde el antiguo pueblo medieval de Gozmediano o Aguamediano, y múltiples elementos que son un buen testimonio de la arquitectura que se ha desarrollado en la zona a lo largo de los años: una fuente de piedra maciza, un lavadero, un potro para herrar, una fragua, un abrevadero, chimeneas cónicas, la Torre del reloj, izada por los habitantes del pueblo, y un molino reconstruido.

Avisos y recomendaciones

En la vereda que va a Gozmediano, hay que ir muy atentos al track o a los hitos. A veces, están escondidos y podemos despistarnos fácilmente.

Más información en el siguiente enlace:

Ayuntamiento de Monasterio de la Sierra: http://www.monasteriodelasierra.es/lugares-interes