Monasterio de la Sierra (Ruta VI): Dehesa, El Castillejo/Ciudad Encantada y Calderas de Matalhierro.

  • Tipo de ruta: circular.
  • Distancia: 12,11 Kms.
  • Dificultad: moderada con dificultad baja.
  • Duración aproximada de la ruta: 3h-3.30 horas
  • Desnivel: 349 m.
  • Altitud mínima: 1176 m
  • Altitud máxima: 1464 m

Reseña

El Castillejo (1390m), llamado también «La Ciudad Encantanda» por los caprichosos conglomerados silíceos del Cretácico que constituyen este conjunto rocoso, es un enclave singular, cada vez más conocido y visitado, que se encuentra en el paraje denominado «El Burrero», a los pies de las sierras de Trasomo y Neila, en el término municipal de Monasterio de la Sierra, a 12 kms de Salas de los Infantes y a 68 de Burgos. A plena vista o escondidas en recónditos rincones, tanto en el alto de el Burrero como a lo largo de todo el recorrido de la ruta, podemos encontrar espectaculares relieves y formas más pequeñas de piedra tales como setas, mesas, arcos etc, que se han ido puliendo a lo largo de millones de años por la acción del agua, el hielo y el viento, y que impresionan por su espectacular originalidad y belleza. Por otro lado, las Calderas de Matalhierro son unas concavidades cilíndricas de gran profundidad que han sido labradas en las rocas por la acción del agua del río Valladares a lo largo de millones de años. Durante la mayor parte del año, puede contemplarse en ellas una modesta pero preciosa cascada.

La ruta, un poco larga pero fácil de hacer para cualquier persona que esté acostumbrada a hacer ejercicio físico, está diseñada con un triple objetivo: visitar la ciudad encantada burgalesa; pasear por la dehesa de este silencioso pueblo, repleta de hermosos robledales y hayas, y adornada con preciosos canchales de piedra cubiertos de musgo que hacen del lugar un espacio único y singular; finálmente, asomarnos a la impresionante garganta de Matalhierro y contemplar su modesta pero bella cascada.

El camino, que transcurre en sus inicios por la pista forestal de Cargaduelo, y, posteriormente, por preciosas veredas flanqueadas por brezos y estepas, es un entorno ideal para aquellos que quieran perderse, sólos o en familia, en la serenidad y el silencio de la naturaleza y desconectar de toda su actividad diaria.

Descripción del recorrido

Salimos del centro del pueblo y continuamos por la Calle Mayor hasta una bifurcación de caminos. Nos vamos a la izquierda por el denominado «Camino de Cargaduelo» y ascendemos por un amplio camino forestal, que divide la dehesa, entre brezos, estepas, algunos helechos, gran cantidad de enormes robles albares centenarios, y bastantes pinos en lo más alto, durante unos 4,5 kms. aproximadamente. Hemos dejado la tenada de Cargaduelo en ruinas a mitad de camino. Casi en la cima, nos paramos a contemplar las preciosas vistas del Castillejo que pueden verse desde la pista forestal. Avanzamos unos metros y nos vamos a la derecha para ver de cerca y tocar el Castillejo, Peña Amarilla y contemplar múltiples e inimaginables formaciones rocosas en el entorno. El lugar es único y de tal belleza que cuesta abandonarlo.
Lo hacemos regresando al camino forestal para continuar nuestra ruta por la derecha. Bajamos unos metros y nos vamos en búsqueda de una angosta y escondida senda que nos da acceso a las calderas de Matalhierro. La encontramos a la parte derecha, unos metros antes de llegar a un puente sobre al arroyo Valladares. La seguimos con cuidado ya que en algunos sitios no es muy visible y muy pronto encontramos la caldera. Nos acercamos con cuidado para ver su enorme garganta. La cascada , que en otras épocas del año suele soltar un bello, inmenso y sonoro chorro de agua, se nos muestra silenciosa y con escasa agua.
Cumplido nuestro objetivo, regresamos al pueblo por una angosta senda, bien marcada con múltiples hitos, que enlaza con el camino de Peñalrayo, mientras seguimos contemplando preciosas vistas de la Ciudad Encantada. Un poco más adelante, nos desviamos unos 200 metros para bajar a ver un precioso colmenar rústico que queda escondido a la izquierda del camino. Regresamos a la senda principal y continuamos la ruta por un amplio sendero que, tras cruzar dos hermosos puentes de losas de piedra, nos sube hasta enlazar de nuevo con el Camino de Cargaduelo que nos llevará, ahora en la otra dirección, hasta nuestro punto de partida.

Puntos de interés / Waypoints

Dehesa de Monasterio

Destaca esta tierra acotada y arbolada por tener una de las masas más extensas de roble albar (quercus petraea) del país, así como por el perfecto estado de conservación de una gran cantidad de estos bellos ejemplares únicos. Todo ello se debe fundamentalmente a que se trata de una especie que se adapta perfectamente al suelo y a las duras condiciones climatológicas que sufren estos montes. Lucen a su lado preciosas estampas de rocas musgosas, desprendidas de las cumbres próximas por la acción de los glaciares y traídas hasta aquí por los torrentes que azotan la zona.

El Castillejo / Ciudad Encantada

Caldera de Matalhierro

Elementos rústicos de piedra: colmena,puente

Monasterio de la Sierra (núcleo urbano).

Se trata de un pequeño pueblo de montaña que siempre fue lugar de paso de rutas ganaderas como las cañadas. Yace apartado en la ladera sur de la Sierra de Neila y está rodeado de espesos y preciosos bosques de roble albar, lo que le convierte en un lugar de una gran paz y un impresionante silencio. Esto, lejos de ser un óbice, le ha dado un enorme atractivo, siendo en estos momentos un enclave idóneo para el descanso y para estar en permanente contacto con la naturaleza.

El pueblo tiene numerosos monumentos, destacando el Monasterio de Alveinte (1440), que da nombre al pueblo. Apartado unos 3 kms, sólo conserva la iglesia y en un estado bastante ruinoso. Tiene también una hermosa iglesia: San Pedro Apóspol, una ermita: San Cosme y San Damián, unas tumbas antropomórficas traidas desde el antiguo pueblo medieval de Gozmediano o Aguamediano, y múltiples elementos que son un buen testimonio de la arquitectura que se ha desarrollado en la zona a lo largo de los años: una fuente de piedra maciza, un lavadero, un potro para herrar, una fragua, un abrevadero, chimeneas cónicas, la Torre del reloj, izada por los habitantes del pueblo, y un molino reconstruido.

Avisos y recomendaciones

Esta ruta VI puede combinarse con la subida al Pico San Vicente (ver Ruta VIII), convirtiéndose en una ruta muy completa y atractiva.

Hay que tener mucho cuidado al acercarse a la caldera si se hace la ruta en época de lluvias. El suelo es muy resbaladizo y uno puede caerse al fondo de la caldera.

Si disponemos de tiempo, merece la pena hacer una breve visita a la iglesia parroquial, a las tumbas antropomorfas que reposan junto al templo, refrescarse en la fuente que nos recibe en su atrio y echar un vistazo a algunos elementos arquitectónicos del pueblo tales como el lavadero, el abrevadero, la fragua, el potro de herrar, la Torre del Reloj, la fuente de piedra y algunas chimeneas cónicas.

Más información en el siguiente enlace:

Ayuntamiento de Monastgerio de la Sierra: http://www.monasteriodelasierra.es/lugares-interes

Monasterio de la Sierra (Ruta V): Dehesa, Roble Singular, Pico/Cabeza San Vicente, Monasterio Alveinte.

  • Tipo de ruta: circular.
  • Distancia: 12, 760 Kms.
  • Dificultad: moderada con exigencia baja.
  • Duración aproximada de la ruta: 3h- 3.30 horas
  • Desnivel: 506 m.
  • Altitud mínima: 1052 m
  • Altitud máxima: 1348

Reseña

El Pico o Cabeza San Vicente es una estribación boscosa de la Sierra de Neila. Es una cima modesta con tan solo 1359m de altitud. Por otro lado, el Monasterio de Nuestra Señora de los Lirios de Alveinte, que da nombre al pueblo, es el monumento más importante del patrimonio cultural de Monasterio de la Sierra. A pesar de los esfuerzos de sus vecinos por limpiar la vegetación que lo rodea e intentar mantener en pie sus escasos restos, tiene el honor de ser ahora el primer monumento incluido en la Lista Roja del Patrimonio, elaborada por Hispania Nostra, debido a su total abandono por parte de los organismos públicos competentes. Está situado a unos 3,5 kms del núcleo urbano. Fue fundado en 1440 por los monjes franciscanos sobre otro edificio anterior; fue saqueado e incendiado por las tropas francesas en 1810, expropiado con la desamortización de Mendizábal y abandonado de forma definitiva en 1835. Desde entonces, ha sido frecuentemente expoliado, sabiéndose que, a principios del siglo pasado, fue destruido casi por completo para utilizar sus piedras en la construcción de una central eléctrica próxima al monasterio que alimentó durante varios años las fábricas madereras de Salas de los Infantes. Todo ello, ha tenido graves consecuencias en un edificio que ya tan solo conserva el altar la iglesia, la bóveda de crucería, algunos ventanales góticos y unos pocos muros a su alrededor. De su historia destacamos que fue refugio del Cura Merino y de la Junta Provincial de Defensa de Burgos durante la Guerra de la Independencia, y que, según la leyenda, este fue un lugar de castigo para los monjes: «Fraile, ¿qué hiciste, que Alveinte viniste?, te recitan los lugareños cuando te hablan del lugar. Recientemente hemos sabido que se salvó de las aguas del pantano porque se rebajó la altura de la presa. Ambos lugares de interés se encuentran en el término municipal de Monasterio de la Sierra, a 12 kms de Salas de los Infantes y a 68 de Burgos.

Diseñamos la ruta con un doble objetivo. En primer lugar, ascender al San Vicente y disfrutar desde esta cima de una impresionante panorámica. En segundo lugar, visitar las ruinas del monasterio y envolvernos en la paz, belleza y el silencio del lugar.

El camino, además, transcurre por una pista forestal primero y, posteriormente, por preciosas veredas rodeadas de robles albares y rebollos hermosísimos que lo hacen muy agradable. Tiene también otros dos grandes atractivos: un roble singular en la primera ladera del camino y preciosas formaciones rocosas sujetando la cumbre.

Aunque solo se suben unos 300 metros de altitud, el recorrido es complicado en uno de sus tramos, debido a que las veredas desaparecen entre los matorrales y hemos de avanzar campo a través. No obstante, la ruta es bastante recomendable para aquellos que quieran tener un contacto sereno con la naturaleza.

Descripción del recorrido

Salimos del centro del pueblo, junto a la iglesia, y continuamos por la Calle Mayor. Al llegar a una bifurcación, nos vamos por el camino forestal de la derecha y bajamos hasta un puente que cruza el arroyo Valladares. Aunque la ruta se puede seguir por el camino forestal, denominado, «Camino de Monasterio a Palacios», seguimos de frente y atajamos por una preciosa vereda que nos acerca a un enorme roble singular y nos sube hasta Peñalosa. Seguimos ascendiendo un poco más y , unos metros más adelante, dejamos el camino forestal y nos vamos a la derecha. Siguiendo una senda bien marcada, entre matorrales de roble y preciosas formaciones rocosas llegamos a la cima del Pico San Vicente.
Cumplido nuestro objetivo de coronar la cima, volvemos por el mismo camino y nada más abandonar la cumbre nos vamos por una vereda, bien señalizada con un hito, que parte a la izquierda. La senda es angosta pero hermosa para disfrutar de viejos robles, rebollos y múltiples plantas de brezo que adornan la bajada hasta el otro puente que cruza el arroyo Valladares. En el camino habremos dejado una vieja tenada en ruinas y un precioso árbol muerto de enormes dimensiones.
Ya en el camino forestal, tomamos el camino de la izquierda sin cruzar el puente y continuamos por él durante unos tres kilómetros y medio. Cerca ya de nuestro segundo objetivo, atravesamos una larga era redonda, Campo Cubillo, lugar en el que las gentes del lugar celebran la fiesta de la patrona del Monasterio; siguiendo todo recto, nos vamos acercando al Monasterio.
Podemos acceder a las ruinas por un sendero-arroyo que arranca en la parte derecha del camino. Lo hemos señalizado con un waypoint, pero lo más recomendable es seguir hasta un prado vallado, saltar la pared de piedra que rodea el portón y cruzarlo hasta el final. Salimos del prado y bordeando la pared por fuera, a unos 100 metros habremos llegado al Monasterio.
Realizada la visita, volvemos al portón para iniciar el regreso al pueblo por una vereda que arranca a la derecha. Al principio, la senda, aunque es angosta, está bastante limpia, pero, a partir del kilómetro 9 y hasta llegar al manantial que surtió de agua al monasterio durante muchos años (km 9.700) – hoy es un abrevadero, Pilones del Bardalón, y han desaparecido las canalizaciones que conducían el agua -, hay que prestar mucha atención al track porque la vereda, en algunos tramos, está oculta entre matorrales de roble. Lo mismo sucede hasta llegar a las Tenadas de Peñacorrales (Km 10.200).
Una vez aquí, un amplio sendero rodado nos sube hasta el Camino de Monasterio a Palacios por el que volveremos al pueblo siguiendo el mismo itinerario que habíamos realizado al principio de la ruta.
Llegados a Monasterio, sólo nos queda una visita a la iglesia parroquial, a las tumbas antropomorfas que reposan junto al templo, refrescarnos en la fuente que nos recibe en su atrio y echar un vistazo a algunos elementos arquitectónicos del pueblo tales como el lavadero, el abrevadero, la fuente de piedra, el potro, la fragua, la Torre del Reloj y algunas chimeneas cónicas.

Puntos de interés / Waypoints

Dehesa y Roble Singular.

Destaca esta tierra acotada y arbolada por tener una de las masas más extensas de roble albar (quercus petraea) del país, así como por el perfecto estado de conservación de una gran cantidad de estos bellos ejemplares únicos. Todo ello se debe fundamentalmente a que se trata de una especie que se adapta perfectamente al suelo y a las duras condiciones climatológicas que sufren estos montes. Lucen a su lado preciosas estampas de rocas musgosas, desprendidas de las cumbres próximas por la acción de los glaciares y traídas hasta aquí por los torrentes que azotan la zona.

Mirador de Peñalosa

Cabeza San Vicente

Desde esta modesta cumbre (1359m), podemos disfrutar de una impresionante panorámica; desde lo más alto, podemos contemplar numerosas localidades serranas, diferentes cumbres: Urbión, Campiña, Mencilla, San Millán, Peña Carazo, Pico Navas etc..,, y la nueva presa de Castrovido. Adornando la cima, podemos ver un vértice geodésico y una gran cruz de madera en el suelo con la inscripción «Dios te ama». También tenemos una preciosa vista de la escondida localidad de Monasterio.

Monasterio de Alveinte

Monasterio de la Sierra (núcleo urbano)

Se trata de un pequeño pueblo de montaña que siempre fue lugar de paso de rutas ganaderas como las cañadas. Yace apartado en la ladera sur de la Sierra de Neila y está rodeado de espesos y preciosos bosques de roble albar, lo que le convierte en un lugar de una gran paz y un impresionante silencio. Esto, lejos de ser un óbice, le ha dado un enorme atractivo, siendo en estos momentos un enclave idóneo para el descanso y para estar en permanente contacto con la naturaleza.

El pueblo tiene numerosos monumentos, destacando el Monasterio de Alveinte (1440), que da nombre al pueblo. Apartado unos 3 kms, sólo conserva la iglesia y en un estado bastante ruinoso. Tiene también una hermosa iglesia: San Pedro Apóspol, una ermita: San Cosme y San Damián, unas tumbas antropomórficas traidas desde el antiguo pueblo medieval de Gozmediano o Aguamediano, y múltiples elementos que son un buen testimonio de la arquitectura que se ha desarrollado en la zona a lo largo de los años: una fuente de piedra maciza, un lavadero, un potro para herrar, una fragua, un abrevadero, chimeneas cónicas, la Torre del reloj, izada por los habitantes del pueblo, y un molino reconstruido.

Avisos y recomendaciones

Esta ruta V aglutina las Ruta II y Ruta III de este mismo usuario. Recomendamos hacerla en esta dirección, porque, aunque la ruta está bien marcada por hitos o señuelos en casi toda su recorrido, entre el kilómetro 9 y el 10 hay varias veredas que están tapadas por matorros. Siguiendo el track en esta dirección, desde el portón que da acceso al Monasterio de Alveinte, es muy fácil encontrarlas; en cambio, si lo hacemos en la dirección contraria, podemos perdernos fácilmente en esa parte del recorrido.

Más información en el siguiente enlace:

Ayuntamiento de Monsterio de la Sierra: http://www.monasteriodelasierra.es/lugares-interes

Monasterio de la Sierra (Ruta IX): Dehesa, Roble Singular, Ruinas de Gozmediano / Bustomediano o Aguamediano, Cabeza San Vicente.

  • Tipo de ruta: circular.
  • Distancia: 13,180 Kms.
  • Dificultad: moderada con exigencia baja
  • Duración aproximada de la ruta: 3h30- 4h
  • Desnivel: 421 m.
  • Altitud mínima: 1110 m
  • Altitud máxima: 1350 m

Reseña

Gozmediano, también denominado Bustomediano o Aguamediano, es un poblado surgido en el siglo XI (1044), ahora desaparecido. En él, apenas se conservan unas pocas tumbas antropomorfas, El resto de la necrópolis fue trasladado al atrio de la Ia Iglesia de Monasterio y a las escaleras de subida a la Iglesia de Santa María la Mayor de Salas de los Infantes en 1974. Por lo demás, el poblado está bastante deteriorado y es difícil encontrar vestigios que nos ayuden a reconstruir mentalmente el poblado.

Por otro lado, el Pico o Cabeza San Vicente es una modesta cumbre (1359m), situada en el término municipal de Monasterio de la Sierra, a 12 kms de Salas de los Infantes y a 68 de Burgos. En él, pueden encontrarse vestigios de un castro prerromano y de un cementerio. Destacar la impresionante panorámica que tenemos desde su cima. Desde lo más alto, podemos contemplar numerosas localidades serranas, diferentes cumbres: Urbión, Campiña, Mencilla, San Millán, Peña Carazo, Pico Navas etc..,, y la nueva presa de Castrovido. Adornando la cima, podemos ver un vértice geodésico y un gran cruz de madera en el suelo con la inscripción «Dios te ama».

La ruta se inicia en una pista forestal que sale del pueblo y, posteriormente, avanza por preciosas veredas rodeadas de robles albares y rebollos hermosísimos que la hacen muy agradable. Además de una excelente panorámica, tiene también tres grandes atractivos un roble singular en la primera ladera del camino, las tumbas antropomorfas del poblado medieval ya citadas, y las preciosas formaciones rocosas que sujetan la cumbre de San Vicente.

A pesar de subir casi 300 metros, el itinerario es muy sencillo, y la ascensión, bastante tendida. Sólamente la longitud del recorrido hace que la clasifiquemos con una exigencia media, pero es totalmente asequible a todo tipo de públicos, siempre y cuando estén acostumbrados a hacer ejercicio físico de forma habitual.

Descripción del recorrido

Salimos del centro del pueblo, junto a la iglesia, y continuamos por la Calle Mayor. Al llegar a una bifurcación, nos vamos por el camino forestal de la derecha y bajamos hasta un puente que cruza el río Valladares. Aunque la ruta se puede seguir por el camino forestal denominado «Camino de Monasterio a Palacios», seguimos de frente y atajamos por una preciosa senda que nos acerca a un enorme roble singular y nos sube hasta Peñalosa. Seguimos ascendiendo un poco más y , unos metros más adelante, dejamos el camino forestal y nos vamos a la izquierda por el camino de Monasterio a Palacios. Por otro camino forestal, poco después convertido en una bellísima vereda que se esconde a veces entre los matorrales que dificultan nuestro caminar, nos vamos en búsqueda del desaparecido poblado de Aguamediano. Lo encontramos a la izquierda hacia el km 6 del recorrido. Trás dar múltiples vueltas, finálmente podemos encontrar 3 sarcófagos dispersos y un cuarto que hace de pila de una fuente junto al camino.
Cumplido el objetivo, regresamos al pueblo por la misma angosta senda y el camino rodado que lo continua. Al llegar al km 10, nos desviamos a la izquierda para ascender al Pico San Vicente. Siguiendo una senda bien marcada, entre matorrales de roble y preciosas formaciones rocosas llegamos a la cima del Pico San Vicente. Desde su vértice geodésico y las rocas que lo rodean, nos perdemos en la contemplación de una bellísima panorámica de varias cimas: San Lorenzo, San Millán, Humarrero, Peña Carazo etc., y del pueblo de Monasterio.
Cumplido nuestro segundo objetivo de coronar la cima, volvemos por el mismo camino y, nada más abandonar la cumbre, nos vamos por una vereda, bien señalizada con un hito, que parte a la izquierda. La senda es angosta pero hermosa para disfrutar de viejos robles y múltiples plantas de brezo que adornan la bajada hasta el otro puente que cruza el arroyo Valladares. En el camino habremos dejado una vieja tenada en ruinas y un precioso árbol muerto de enormes dimensiones.
Ya en el camino forestal, una breve ojeada a las piedras de moler, traídas desde el molino y abandonadas en la parte izquierda del camino junto al río, y subida al pueblo por una empinada cuesta que, a través de la Calle Miguel de Cervantes, nos lleva a nuestro punto de partida.
Llegados al pueblo, sólo nos queda una visita a la iglesia parroquial, a las tumbas antropomorfas que reposan junto al templo, refrescarnos en la fuente de San Pedro que nos recibe en su atrio y echar un vistazo a algunos elementos arquitectónicos del pueblo tales como el lavadero, el abrevadero, el potro de herrar, la fragua, la Torre del Reloj y algunas chimeneas cónicas.

Puntos de interés / Waypoints

Dehesa y Roble singular.

Destaca esta tierra acotada y arbolada por tener una de las masas más extensas de roble albar (quercus petraea) del país, así como por el perfecto estado de conservación de una gran cantidad de estos bellos ejemplares únicos. Todo ello se debe fundamentalmente a que se trata de una especie que se adapta perfectamente al suelo y a las duras condiciones climatológicas que sufren estos montes. Lucen a su lado preciosas estampas de rocas musgosas, desprendidas de las cumbres próximas por la acción de los glaciares y traídas hasta aquí por los torrentes que azotan la zona.

Mirador de Peñalosa

Poblado medieval de Gozmediano / Bustomediano o Aguamediano

Cabeza San Vicente

Monasterio de la Sierra (núcleo urbano).

Surgido al pie de los montes Cucurucho y San Vicente, se trata de un pequeño pueblo de montaña que siempre fue lugar de paso de rutas ganaderas como las cañadas. Yace apartado en la ladera sur de la Sierra de Neila y está rodeado de espesos y preciosos bosques de roble albar y negral, lo que le convierte en un lugar de una gran paz y un impresionante silencio. Esto, lejos de ser un óbice, le ha dado un enorme atractivo, siendo en estos momentos un enclave idóneo para el descanso y para estar en permanente contacto con la naturaleza.

El pueblo tiene numerosos monumentos, destacando el Monasterio de Alveinte (1440), que lo da nombre. Apartado unos 3 kms, sólo conserva la iglesia y en un estado bastante ruinoso. Tiene también una hermosa iglesia: San Pedro Apóspol, una ermita: San Cosme y San Damián, unas tumbas antropomórficas traidas desde el antiguo pueblo medieval de Gozmediano o Aguamediano, y múltiples elementos que son un buen testimonio de la arquitectura que se ha desarrollado en la zona a lo largo de los años: una fuente de piedra maciza, un lavadero, un potro para herrar, una fragua, un abrevadero, chimeneas cónicas, la Torre del reloj, izada por los habitantes del pueblo, y un molino reconstruido.

Avisos y recomendaciones

En la vereda que va a Gozmediano, hay que ir muy atentos al track o a los hitos. A veces, están escondidos y podemos despistarnos fácilmente.

Más información en el siguiente enlace:

Ayuntamiento de Monasterio de la Sierra: http://www.monasteriodelasierra.es/lugares-interes