Monasterio de la Sierra : interior de la Ciudad Encantada, el Castillejo y Calderas de Matalhierro desde el pueblo (Opción A, Ruta VII)

  • Tipo de ruta: circular.
  • Distancia: 10,170 Kms.
  • Dificultad: fácil con exigencia media.
  • Duración aproximada de la ruta: 3h-3.30 horas
  • Desnivel: 273 m.
  • Altitud mínima: 1161 m
  • Altitud máxima: 1390 m

Reseña

El Castillejo (1390m), llamado también «La Ciudad Encantanda» por los caprichosos conglomerados silíceos del Cretácico que constituyen este conjunto rocoso, es un enclave singular, cada vez más conocido y visitado, que se encuentra en el paraje denominado «El Burrero», a los pies de las sierras de Trasomo y Neila, en el término municipal de Monasterio de la Sierra, a 12 kms de Salas de los Infantes y a 68 de Burgos. Por otro lado, las Calderas de Matalhierro son una serie de hoyas o marmitas que han sido esculpidas por las aguas del río Valladares. 

La ruta, un poco larga pero fácil de realizar para cualquier persona que esté acostumbrada a hacer ejercicio físico, está diseñada con un triple objetivo: visitar la ciudad encantada burgalesa, siempre espectacular y bellamente adornada de brezos púrpuras y blancos en el mes de mayo; pasear por la dehesa de este silencioso pueblo, repleta de hermosos robledales y hayas, y adornada con preciosos canchales de piedra cubiertos de musgo que hacen del lugar un espacio único y singular; finalmente, asomarnos a la impresionante garganta de Matalhierro y contemplar su modesta pero bella cascada.

El camino, que transcurre por preciosas veredas flanqueadas por una riquísima flora, es un entorno ideal para aquellos que quieran perderse, solos o en familia, en la serenidad y el silencio de la naturaleza y desconectar de toda su actividad diaria. ¡Bajaos el track y venid con nosotros!. Quedaréis encantados de este paraje burgalés.

Descripción del recorrido

Acompañados de un numeroso grupo de amigos de Hacinas, Salas, Castrovido y Barbadillo del Mercado, salimos del centro del pueblo y continuamos por las calles Mayor y Miguel de Cervantes hasta el denominado «Camino de Cargaduelo». Ascendemos por una amplia pista forestal que divide la dehesa. Nos salimos en el camino de Peñalrayo. Entre brezos, estepas, algunos helechos, gran cantidad de enormes robles albares a un lado y negrales al otro, cruzamos el río Valladares por un original puente de piedras, El Molar, y llegamos al punto donde arranca la vereda que nos subirá por todo el interior de la Ciudad Encantada. Cada cual más hermosa, vamos recorriendo las inimaginables formaciones una a una y comprobando que todas encajan perfectamente con el bellísimo paisaje y colorido de los brezos. Parada especial en lo más alto para ver, tocar a las reinas de la ciudad: Peña Amarilla y El Castillejo, e intentar adivinar donde se ubicaba el desaparecido pueblo de Butrón.
El lugar es único y de tal belleza que cuesta abandonarlo. Lo hacemos dirigiéndonos al camino forestal de Cargaduelo para continuar nuestra ruta por la derecha. Bajamos unos ochocientos metros y nos vamos en búsqueda de una angosta y escondida senda que nos da acceso a las calderas de Matalhierro. Encontramos la vereda a la parte derecha, unos pocos metros antes de llegar a un puente sobre el arroyo Valladares. La seguimos con cuidado, ya que, en algunos sitios, no es muy visible. Muy pronto encontramos la primera hoya. La cascada , que en otras épocas del año suele mostrarse silenciosa y con escasa agua, suelta un bello, inmenso y sonoro chorro de agua.
Cumplido nuestro segundo objetivo, iniciamos el regreso al pueblo por una angosta senda, bien marcada con múltiples hitos, que poco a poco se va convirtiendo en un camino rodado. En el trayecto, nos paramos a ver unas originales e interesantes colmenas rústicas o dujos, que aún siguen habitadas por las incansables abejas. Mientras seguimos avanzando, aún podemos contemplar preciosas vistas de la Ciudad Encantada y cruzar dos arroyos por dos puentes de piedra, únicos y muy representativos de la arquitectura popular de esta zona. Estamos ya desandando el camino inicial y de nuevo en el Camino de Cargaduelo, ahora en la otra dirección, que nos llevará hasta nuestro punto de partida.

Puntos de interés / Waypoints.

Dehesa de Monasterio.

Destaca esta tierra acotada y arbolada por tener una de las masas más extensas de roble albar (quercus petraea) del país, así como por el perfecto estado de conservación de una gran cantidad de estos bellos ejemplares únicos. Todo ello se debe fundamentalmente a que se trata de una especie que se adapta perfectamente al suelo y a las duras condiciones climatológicas que sufren estos montes. Lucen a su lado preciosas estampas de rocas musgosas, desprendidas de las cumbres próximas por la acción de los glaciares y traídas hasta aquí por los torrentes que azotan la zona.

Ciudad Encantada / Castillejo.

A plena vista o en recónditos rincones, tanto en el alto de el Burrero como a lo largo de todo el recorrido de la ruta, podemos encontrar espectaculares relieves y formas más pequeñas de piedra tales como setas, mesas, arcos, oquedades etc…, que se han ido puliendo a lo largo de millones de años por la acción del agua, el hielo y el viento, y que impresionan por su espectacular originalidad y belleza.

Calderas de Matalhierro.

Las Calderas de Matalhierro son unas concavidades cilíndricas de gran profundidad que han sido labradas en las rocas por la acción del agua del río Valladares a lo largo de millones de años. Durante la mayor parte del año, puede contemplarse en ellas una modesta pero preciosa cascada.

Elementos rústicos: colmenas o dujos, puentes de piedra etc… y más formaciones rocosas.

Monasterio de la Sierra (núcleo urbano)

Se trata de un pequeño pueblo de montaña que siempre fue lugar de paso de rutas ganaderas como las cañadas. Yace apartado en la ladera sur de la Sierra de Neila y está rodeado de espesos y preciosos bosques de roble albar, lo que le convierte en un lugar de una gran paz y un impresionante silencio. Esto, lejos de ser un óbice, le ha dado un enorme atractivo, siendo en estos momentos un enclave idóneo para el descanso y para estar en permanente contacto con la naturaleza.

El pueblo tiene numerosos monumentos, destacando el Monasterio de Alveinte (1440), que da nombre al pueblo. Apartado unos 3 kms, sólo conserva la iglesia y en un estado bastante ruinoso. Tiene también una hermosa iglesia: San Pedro Apóspol, una ermita: San Cosme y San Damián, unas tumbas antropomorfas traídas desde el antiguo pueblo medieval de Gozmediano o Aguamediano, y múltiples elementos que son un buen testimonio de la arquitectura que se ha desarrollado en la zona a lo largo de los años: una fuente de piedra maciza, un lavadero, un potro para herrar, una fragua, un abrevadero, chimeneas cónicas, la Torre del reloj, izada por los habitantes del pueblo, y un molino reconstruido.

Avisos y recomendaciones.

Esta ruta ha sido diseñada con un recorrido casi idéntico a la Opción B de este mismo usuario. Recomendamos esta Opción A para hacer la ruta, de una forma más segura, con niños, en familia o con un grupo, ya que, a diferencia de la Opción B, el tramo que va desde el primer colmenar (km 6,4) hasta el Camino de Peñalrayo (km 7,10) transcurre por el camino de arriba y evita avanzar junto al río Valladares, donde el camino es más difícil de seguir y es más peligroso porque las rocas próximas al río suelen estar mojadas y muy resbaladizas. El punto negativo de esta opción A es que nos perdemos un segundo colmenar rústico que es muy interesante. Tu decides qué opción tomar. Con niños, con un grupo, en épocas de lluvias y en invierno, no lo dudes: la opción A siempre es más segura.

La ruta es una variante a nuestra ruta VI, que no se adentra en la ciudad, para conocer el interior de la ciudad encantada de manera exhaustiva. Para ver los brezos en flor, debemos hacer la ruta en el mes de mayo.

La ruta es fácil y el desnivel no alcanza los 300 m. Debemos estar muy atentos al track, sobre todo en la zona de la caldera, ya que el sendero es un poco difuso y, a veces, difícil de seguir. Hay que tener mucho cuidado al acercarse a la caldera si se hace la ruta en época de lluvias. El suelo es muy resbaladizo y uno puede caerse al fondo de la caldera. Por todos estos motivos, la hemos calificado de exigencia media.

Si disponemos de tiempo, merece la pena hacer una breve visita a la iglesia parroquial, a las tumbas antropomorfas que reposan junto al templo, refrescarse en la fuente que nos recibe en su atrio y echar un vistazo a algunos elementos arquitectónicos del pueblo tales como el lavadero, el abrevadero, la fragua, el potro de herrar, la Torre del Reloj, la fuente de piedra y algunas chimeneas cónicas.

Más información en los siguientes enlaces:

Ayuntamiento de Monasterio de la Sierra: http://www.monasteriodelasierra.es/lugares-interes

https://es.wikipedia.org/wiki/Monasterio_de_la_Sierra

Monasterio de la Sierra : interior de la Ciudad Encantada, el Castillejo y Calderas de Matalhierro desde el pueblo (Opción B, Ruta VII)

  • Tipo de ruta: circular.
  • Distancia: 10,690 Kms.
  • Dificultad: fácil con exigencia media.
  • Duración aproximada de la ruta: 3h-3.30 horas
  • Desnivel: 349 m.
  • Altitud mínima: 1052 m
  • Altitud máxima: 1401 m

Reseña

El Castillejo (1390m), llamado también «La Ciudad Encantanda» por los caprichosos conglomerados silíceos del Cretácico que constituyen este conjunto rocoso, es un enclave singular, cada vez más conocido y visitado, que se encuentra en el paraje denominado «El Burrero», a los pies de las sierras de Trasomo y Neila, en el término municipal de Monasterio de la Sierra, a 12 kms de Salas de los Infantes y a 68 de Burgos. Por otro lado, Por otro lado, las Calderas de Matalhierro son una serie de hoyas o marmitas que han sido esculpidas por las aguas del río Valladares. 

La ruta, un poco larga pero fácil de hacer para cualquier persona que esté acostumbrada a hacer ejercicio físico, está diseñada con un triple objetivo: visitar la ciudad encantada burgalesa, siempre espectacular pero bellamente adornada de brezos púrpuras y blancos en el mes de mayo; pasear por la dehesa de este silencioso pueblo, repleta de hermosos robledales y hayas, y adornada con preciosos canchales de piedra cubiertos de musgo que hacen del lugar un espacio único y singular; finálmente, asomarnos a la impresionante garganta de Matalhierro y contemplar su modesta pero bella cascada.

El camino, que transcurre por preciosas veredas flanqueadas por una riquísima flora, es un entorno ideal para aquellos que quieran perderse, solos o en familia, en la serenidad y el silencio de la naturaleza y desconectar de toda su actividad diaria.

Descripción del recorrido

Guiados por Ramón, lugareño y gran amante de la naturaleza, salimos del centro del pueblo y continuamos por la Calle Mayor hasta una bifurcación de caminos forestales. Nos vamos a la izquierda por el denominado «Camino de Cargaduelo» y ascendemos por una amplia pista forestal que divide la dehesa. Nos salimos en el camino de Peñalrayo y, entre brezos, estepas, algunos helechos, gran cantidad de enormes robles albares a un lado y negrales al otro, llegamos al punto donde arranca la vereda que nos subirá por todo el interior de la Ciudad Encantada. Cada cual más hermosa, vamos recorriendo las inimaginables formaciones, una a una, y comprobando que todas encajan perfectamente con el bellísimo paisaje y colorido de los brezos. Parada especial en lo más alto para ver y tocar a las reinas de la ciudad: Peña Amarilla y El Castillejo, e intentar adivinar donde se ubicada el desaparecido pueblo de Butrón.
El lugar es único y de tal belleza que cuesta abandonarlo. Lo hacemos regresando al camino forestal para continuar nuestra ruta por la derecha de la pista forestal. Bajamos unos ochocientos metros y nos vamos en búsqueda de una angosta y escondida senda que nos da acceso a las calderas de Matalhierro. La encontramos a la parte derecha, unos pocos metros antes de llegar a un puente sobre al arroyo Valladares. La seguimos con cuidado, ya que, en algunos sitios, no es muy visible. Muy pronto encontramos la primera caldera. La cascada , que en otras épocas del año suele mostrarse silenciosa y con escasa agua, suelta un bello, inmenso y sonoro chorro de agua.
Cumplido nuestro segundo objetivo, iniciamos el regreso al pueblo por una angosta senda, bien marcada con múltiples hitos, que va junto a los acantilados. En el trayecto hemos podido ver dos originales e interesantes colmenares rústicos. Mientras seguimos avanzando, podemos contemplar preciosas vistas de la Ciudad Encantada y cruzar dos arroyos por dos puentes de piedra, únicos y muy representativos de la arquitectura popular de esta zona. Estamos ya desandando el camino inicial y de nuevo en el Camino de Cargaduelo, ahora en la otra dirección, que nos llevará hasta nuestro punto de partida.

Puntos de interés / Waypoints.

Dehesa de Monasterio.

Destaca esta tierra acotada y arbolada por tener una de las masas más extensas de roble albar (quercus petraea) del país, así como por el perfecto estado de conservación de una gran cantidad de estos bellos ejemplares únicos. Todo ello se debe fundamentalmente a que se trata de una especie que se adapta perfectamente al suelo y a las duras condiciones climatológicas que sufren estos montes. Lucen a su lado preciosas estampas de rocas musgosas, desprendidas de las cumbres próximas por la acción de los glaciares y traídas hasta aquí por los torrentes que azotan la zona.

El Castillejo / Ciudad Encantada.

A plena vista o en recónditos rincones, tanto en el alto de el Burrero como a lo largo de todo el recorrido de la ruta, podemos encontrar espectaculares relieves y formas más pequeñas de piedra tales como setas, mesas, arcos, oquedades etc…, que se han ido puliendo a lo largo de millones de años por la acción del agua, el hielo y el viento, y que impresionan por su espectacular originalidad y belleza.





Calderas de Matalhierro.

Las Calderas de Matalhierro son unas concavidades cilíndricas de gran profundidad que han sido labradas en las rocas por la acción del agua del río Valladares a lo largo de millones de años. Durante la mayor parte del año, puede contemplarse en ellas una modesta pero preciosa cascada.

Elementos rústicos:: colmenas,puentes.

Monasterio de la Sierra (núcleo urbano)

Se trata de un pequeño pueblo de montaña que siempre fue lugar de paso de rutas ganaderas como las cañadas. Yace apartado en la ladera sur de la Sierra de Neila y está rodeado de espesos y preciosos bosques de roble albar, lo que le convierte en un lugar de una gran paz y un impresionante silencio. Esto, lejos de ser un óbice, le ha dado un enorme atractivo, siendo en estos momentos un enclave idóneo para el descanso y para estar en permanente contacto con la naturaleza.

El pueblo tiene numerosos monumentos, destacando el Monasterio de Alveinte (1440), que da nombre al pueblo. Apartado unos 3 kms, sólo conserva la iglesia y en un estado bastante ruinoso. Tiene también una hermosa iglesia: San Pedro Apóspol, una ermita: San Cosme y San Damián, unas tumbas antropomorfas traídas desde el antiguo pueblo medieval de Gozmediano o Aguamediano, y múltiples elementos que son un buen testimonio de la arquitectura que se ha desarrollado en la zona a lo largo de los años: una fuente de piedra maciza, un lavadero, un potro para herrar, una fragua, un abrevadero, chimeneas cónicas, la Torre del reloj, izada por los habitantes del pueblo, y un molino reconstruido.

Avisos y recomendaciones.

Esta ruta fue diseñada con un recorrido casi idéntico a la opción A de este mismo usuario.
Esta Opción B es diferente en el tramo desde el primer colmenar (km 6,4) hasta el Camino de Peñalrayo (km 7,10), ya que avanza junto al río Valladares. Aquí el camino es más obscuro y las rocas en invierno y en épocas de lluvia suelen estar mojadas y resbaladizas; en consecuencia, es más arriesgada y más difícil de seguir, pero más emocionante. Además, vemos un segundo colmenar rústico que es muy interesante. Tu decides qué opción elegir.

Esta ruta VII es una variante a nuestra ruta VI, que no se adentra en la ciudad, para conocer el interior de la ciudad encantada de manera exhaustiva. Para ver los brezos en flor, debemos hacer la ruta en el mes de mayo.

La ruta es fácil y el desnivel no alcanza los 400 m. Debemos estar muy atentos al track, sobre todo en la zona de la caldera, ya que el sendero es un poco difuso y, a veces, difícil de seguir. Hay que tener mucho cuidado al acercarse a la caldera si se hace la ruta en época de lluvias. El suelo es muy resbaladizo y uno puede caerse al fondo de la caldera. Por todos estos motivos, la hemos calificado de exigencia media.

Si disponemos de tiempo, merece la pena hacer una breve visita a la iglesia parroquial, a las tumbas antropomorfas que reposan junto al templo, refrescarse en la fuente que nos recibe en su atrio y echar un vistazo a algunos elementos arquitectónicos del pueblo tales como el lavadero, el abrevadero, la fragua, el potro de herrar, la Torre del Reloj, la fuente de piedra y algunas chimeneas cónicas.

Más información en los siguientes enlaces:

Ayuntamiento de Monasterio de la Sierra: http://www.monasteriodelasierra.es/lugares-interes

https://es.wikipedia.org/wiki/Monasterio_de_la_Sierra

Cañon del río Mataviejas (Ruta I actualizada): Ura, Castroceniza, Castro Celtibérico.

  • Tipo de ruta: circular.
  • Señalización: aunque tiene poca señalización, es fácil de seguir; hay que prestar atención al «track» en las intersecciones de sendas y caminos forestales.
  • Distancia: 7 kms.
  • Dificultad: Fácil con exigencia baaja
  • Duración aproximada de la ruta: 2h-2h30
  • Desnivel: 231 m.
  • Altitud mínima: 892 m
  • Altitud máxima: 1043 m

Reseña

El Cañon del río Mataviejas es un maravilloso espacio natural, tallado sorprendentemente por la acción erosiva de un río de escasa anchura y poco caudal. Está rodeado de impresionantes farallones y formaciones rocosas de conglomerados calcáreos y de calizas cretácicas llenas de cavidades, en las que algunas aves rapaces han encontrado un lugar idóneo para establecerse. El desfiladero se localiza en el Parque Natural de Sabinares del Arlanza-La Yecla, entre las pequeñas poblaciones de Ura y Castroceniza, a 44 kms de Burgos y a 11 kms de Covarrubias, en la provincia de Burgos.

Es una bella ruta de montaña, especialmente los dos primeros kilómetros y medio que transcurren por el cañón. Es ideal para pasear por una estrecha y serpenteante garganta rocosa que avanza junto al río, contemplar el vuelo de buitres leonados, alimoches etc que habitan el entorno, conocer el castro celtibérico y las ruinas de un viejo Castillo en el paraje de la Serna, ver curiosas formaciones geomorfológicas y disfrutar del colorido otoñal de su vegetación: nogales, sabinas, encinas, fresnos, chopos etc. El resto del recorrido transcurre en su mayor parte por estrechas veredas y alguna pista forestal, lo que no es impedimento para que siga siendo un paseo agradable entre encinas, sabinas, nogales y algunos chopos.

Descripción del recorrido

Guiados por nuestros amigos José Manuel y Yolanda, expertos senderistas de la zona, salimos desde el parking de Ura y, al final del pueblo, nos vamos a la derecha para adentrarnos en el desfiladero del Cañon del río Mataviejas. Nos cautiva una bella panorámica con altas paredes de conglomerados calcáreos y de calizas cretácicas, llenas de cavidades en las que anidan los buitres leonados que vemos volar en lo alto. En una de esas calizas, que está al lado del camino, podemos ver algunos petroglifos del neolítico (km 1,2). Flanqueados por verdes y amarillentos nogales, avanzamos por una vereda en paralelo al río que recorre el valle. En apenas media hora, tras pasar junto a un molino que dejamos a la derecha, llegamos al pueblo de Castroceniza. Nos sorprende la majestuosidad de su iglesia en lo alto y la arquitectura tradicional que aún conservan algunas casas. Pueden verse, no obstante, varios edificios en ruinas que afean bastante el precioso entorno de esta aldea.
Tras una breve visita a la iglesia, continuamos la ruta por la empinada cuesta de la iglesia, saliendo por detrás del templo. Entre una masa de sabinas y encinas, llegamos al término de las Arroturas. Atravesamos la zona por hermosas y estrechísimas veredas, mientras nos vamos acercando hacia el precioso paraje de la Serna. Antes, una breve parada para ver los escasos restos de una vieja carbonera que ha estado produciendo carbón vegetal hasta hace muy pocos años. Llegados a la Serna, en el km 5 aproximadamente, dejamos el sendero para subir a ver los restos de un castro celtibérico y de un castillo. Apenas hay vestigios del castro y del castillo, pero las vistas desde lo alto son espectaculares, por lo que merece mucho la pena hacer el esfuerzo de recorrer el kilómetro de ida y vuelta que tiene este promontorio. De vuelta a la senda, nos vamos por la derecha y bajamos por una senda, zigzagueante y repleta de pequeñas y resbaladizas piedras, que desemboca en la aldea que nos vio partir.

Mapa elevación

Enlace wikiloc

Puntos de interés / Waypoints

Ura

De origen medieval, debido a la gran afluencia de gentes procedentes del Norte, surgió junto a las ruinas de un castro celtibérico levantado por los Turmogos. Su nombre significa «río». En el siglo X, se convierte en cabeza del Alfoz de Ura, llegando a tener jurisdicción sobre Covarrubias, Retuerta, Puentedura etc… Hoy en día, es una pedanía del municipio de Covarrubias. Todavía pueden verse algunas muestras de arquitectura popular. Entre sus monumentos destaca la Iglesia de San Martín. De estilo gótico, se levantó sobre otra de estilo románico.

Fotos del Desfiladero del Mataviejas

Castroceniza

Hoy en día, el pueblo de Castroceniza es una pedanía del municipio de Quintanilla del Coco. Su nombre hace alusión a la existencia de un campamento romano que fue incendiado. Aunque pueden verse casas de nueva construcción y alguna que aún conserva su arquitectura popular, el precioso entorno en el que está enclavado se ve un tanto afeado por numerosas casas en ruinas. Quedaron en este estado por los incendios de 1995 y de 2008 que asolaron una buena parte de esta entidad local menor. Llama la atención que una población tan pequeña tenga varios personajes ilustres, destacando dos beatos: Lucas Martín Puente y Julio Alameda Camarero; y dos abades de Silos: Luciano Serrano y Pedro Alonso.

Destacan dos monumentos: la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, construida en estilo gótico tardío sobre otra de estilo románico, y la Ermita de San Roque.

Restos de carboneras

La producción de carbón vegetal siempre ha sido una actividad muy extendida en esta zona. De hecho, uno de los pocos productores que quedan en la provincia vive en un pueblo próximo a este ruta, concretamente en Retuerta. En el Monte Majadal, lugar que atravesamos y que es una propiedad compartida por las poblaciones de Ura, Castroceniza y Retuerta, todavía pueden verse demostraciones de su producción.

Avisos y recomendaciones

Es una bella y fácil ruta de montaña, especialmente los dos primeros kilómetros y medio que transcurren por el cañón y el paraje de la Serna. Aquí se encuentra el castro celtibérico, desde donde tenemos unas vistas maravillosas del cañón y del valle. El resto del recorrido transcurre en su mayor parte por senderos entre encinas y sabinas, lo que convierte al paseo en una experiencia natural maravillosa.
Muy recomendable para hacerla con niños o con escolares en cualquier época del año, siendo el otoño la estación ideal para disfrutar del precioso colorido de su vegetación. Si se hace con menores o escolares, es muy importante controlarles en la visita al castro o evitar esta parte del recorrido. También puede hacerse saliendo desde Castroceniza con la posibilidad de pasar por una carbonera (ver Ruta II). Esta ruta II no sube al castro.

Más información en los siguientes enlaces:

Ayuntamiento de Covarrubias: http://www.covarrubias.es/rutas

https://es.wikipedia.org/wiki/Castroceniza

https://es.wikipedia.org/wiki/Ura

Cañón del río Lobos: Senda de Gullurías, Ojo del Diablo, Ermita y Cueva de San Bartolomé, Colmenar de los Frailes.

  • Tipos de ruta: circular.
  • Señalización: marcas de PRC en una gran parte del recorrido.
  • Distancia: 12, 640 Km.
  • Dificultad: Fácil con exigencia media.
  • Duración aproximada de la ruta: 3.30h – 4 horas.
  • Desnivel: 438 m.
  • Altitud mínima: 1.123 m
  • Altitud máxima: 956 m

Reseña

Esta senda toma su nombre de una pequeña ave, la Alondra Totovía, que en esta tierra es conocida como Gulluría, probablemente una eufonía del significante gulloría o calandria, pájaro perteneciente a la familia de los alaúdidos, con su plumaje de color pardo y tono terroso, que guarda un gran parecido con el que podemos ver corretear entre las sabinas de este bellísimo bosque. El recorrido, que avanza principalmente por la bien señalizada Senda de Gullurías, nos permite tener una perspectiva diferente y de altura del popular Parque Natural del Cañón del Río Lobos (declarado en 1985), y evita el tradicional paseo desde el nacimiento del río Ucero hasta la Ermita de San Bartolomé y la Cueva Grande, siempre masificado y, a veces, intransitable e intranquilo.

Nos salimos del recorrido oficial hacia el km 3,5 para visitar unas curiosas oquedades, próximas a la ermita y la cueva, y adentrarnos, muy brevemente, en la transitada senda del cañón. Hacer Gullurías y recorrer este kilómetro del Cañon del río Lobos hasta el Colmenar de los Frailes es suficiente para disfrutar, tranquilamente, de la gran obra que han ido tallando las aguas del río Lobos sobre las rocas calizas de este singular desfiladero a lo largo de millones de años. Un accidente geográfico que atrae a miles de senderistas, ansiosos de pasear por un espacio natural que, además de un paisaje de gran belleza, guarda en su interior un auténtico tesoro botánico: sabinas albares o enebros para los lugareños, pinos silvestres y pudios, variedad típica del cañón, quejigos, plantas aromáticas como el espliego y el romero, plantas acuáticas como los nenúfares o medicinales como las gayubas; y una abundante fauna, representada, principalmente, por las aves rapaces: buitres leonados, unas pocas águilas reales, algún alimoche, y otras especies perfectamente integradas en su dominio como jabalíes, ardillas, tejones y nutrias.

Pero la Senda de Gullurías y esta pequeña parte del Cañon del Río Lobos es mucho más que unos relieves caprichosos o una deslumbrante riqueza botánica y biológica; es contemplar, primero desde arriba y posteriormente desde las riberas de los dos ríos, los grandes cortados anidados por una gran multitud de aves rapaces y adornados de abundante vegetación en sus pendientes rocosas; es conocer la historia y muchas de las costumbres que tenían las gentes que habitaron estas tierras. El Castillo de Ucero que dejamos a nuestras espaldas al inicio de la ruta, la historia que guarda la Ermita de San Bartolomé, los restos arqueológicos en forma de concha que pisamos por el camino, las colmenas clásicas de tronco y las antiguas caleras son magníficos vestigios de tiempos pasados y de la cultura y formas de vida de diferentes civilizaciones que han habitado estas tierras.

El lugar no es exótico ni de difícil acceso. El inicio de la ruta se encuentra junto a la Casa del Parque Natural del Cañon del río Lobos, paraje natural enclavado entre las provincias de Soria y Burgos, en el término municipal de Ucero, a 50 kms de Salas de los Infantes y a 62 de la capital soriana. Tomes el camino que tomes o recorras el cañón en parte o en su totalidad, nunca olvides que estás transitando por un conjunto paisajístico único, que está considerado como uno de los lugares más bellos de nuestro país. ¡No te pierdas este singular espacio natural y, si quieres evitar masificaciones, Gullurías es una buena alternativa¡.

Descripción del recorrido.

Tomando como modelo la sugerencia de nuestro amigo Raúl Peñaranda el Hontoriano, usuario «Senderos de la Comarca de Pinares», que propone hacer una extensión a la bien señalizada ruta del Sendero de Gullurías hasta la Ermita de San Bartolomé por la Senda del Calvario, salimos del Parking que hay en frente de la Casa del Parque Natural del Río Lobos, junto a la carretera SO-920. Bajo la atenta mirada del espectacular Castillo de Ucero, auténtica huella del poder medieval de la zona, vamos ascendiendo por una empinada cuesta y dejamos a la izquierda a Mónica, bella formación rocosa en la que suelen posarse los buitres leonados de la zona. Continuamos subiendo por el Barranco del Molino y , entre sabinas albares, llegamos a una calera, bien reconstruida y con amplia información sobre el proceso de elaboración, en estos pozos y a partir de la roca caliza, de la cal viva, antiguamente utilizada para blanquear las paredes de las casas.
Siguiendo las balizas que señalan perfectamente el camino, llegamos a una segunda calera, ésta en estado ruinoso. Sin hacer parada, perdidos en un impresionante silencio y en una hermosa paz, con multitud de buitres sobrevolando la zona, pasamos por un páramo, conocido como el Esplegar, y por varias vaguadas y, entre frondosas arboledas de enebros y pinos pudios, alcanzamos el Mirador de Gullurías. Tenemos unas maravillosas vistas de una pequeña parte del Cañon del río Lobos que no nos cansamos de fotografiar. Volvemos al Sendero de Gullurías y seguimos avanzando, ahora entre pinos silvestres y quejigos y con la presencia de algunas gayubas en las laderas, hasta un poco más adelante donde, haciendo caso omiso de las balizas del camino oficial, nos desviamos a la izquierda por un sendero que rodea el Monte Calvario y baja hasta la Ermita de San Bartolomé. Antes de llegar a la iglesia, hacemos dos paradas; una primera, para recorrer, con mucho cuidado, las bellas formaciones rocosas en las que se ubican una preciosa oquedad y el famoso Mirador de El Ojo del Diablo, desde el que tenemos unas magníficas vistas del sendero del Cañon del río Lobos. La segunda, en El Balconcillo junto a la ermita.
Ya en el templo, aprovechamos para visitarlo por dentro y nos acercamos a la Gran Cueva o Cueva de San Bartolomé. Regresamos al camino y nos vamos en dirección hacia el Puente de los Siete Ojos durante casi un kilómetro a ver, colgado sobre el acantilado, el hermoso Colmenar de los Frailes y los preciosos farallones y cantiles que lo protegen.
Desandamos el camino y volvemos sobre nuestros pasos hasta la ermita e iniciamos el camino de vuelta siguiendo una angosta senda que va por la parte derecha del río Lobos sin cruzar la pasarela. Por esta preciosa vereda, llegamos primero al Parking de Valdecea; después, al de Cueva Fría, y, finálmente, al paraje de Fuente Engómez, próximo al restaurante y al parking del Cañón del Río Lobos, teniendo que vadear varias veces el río por unas grandes rocas en forma de puente, bien dispuestas para cruzar el río por lugares seguros.
El resto del camino lo hacemos por la Senda del río Ucero, que nace en las proximidades del puente que cruza la carretera SO-920, Pasamos junto al camping y nos acercamos a nuestro punto de partida por la parte de atrás de la Casa del Parque.
En resumen, preciosa ruta con un paisaje único, de rica vegetación e impresionantes vistas de una buena parte de los acantilados del cañón del río Lobos que se han ido formando a lo largo de millones de años por la erosión fluvial y los fenómenos atmosféricos del agua, el hielo y el viento sobre las rocas. ¡Muy, muy recomendable!.

Puntos de interés.

Caleras

Eran una especie de hornos que servían para producir la cal, sustancia alcalina que, hasta tiempos recientes, ha sido utilizada como conglomerante o para blanquear y encalar las paredes de las casas y de otras construcciones. Como materia prima, se utilizaban las rocas calizas que pueden encontrarse fácilmente en la zona. Como muy bien explica el panel informativo que encontramos en la puerta de acceso «la piedra caliza se transforma por la acción del calor, para lo cual el horno alcanzaba temperaturas superiores a los 900ºC, dando lugar a la cal, base fundamental de la arquitectura tradicional».

Mirador de las Gullurías

Colgado de los acantilados que forman el cañón, este balcón natural nos ofrece una panorámica espectacular desde lo alto. Contemplamos, en primer plano, la tierra de Pinares de Soria y de Burgos y, al fondo, el Sistema Ibérico con las inconfundibles siluetas de la Sierras de Urbión y Cebollera. Con un poco de suerte, también se pueden observar parejas o manadas de aves rapaces posadas o aleteando en el cielo.

El Balconcillo del Diablo u Ojo del Diablo.

Es éste el lugar más mágico y espectacular de todo el recorrido. Se trata de una curiosa oquedad, en forma de ventana, desde la que podemos avistar una preciosa estampa del cañón; observar, con suerte, el majestuoso vuelo de las aves rapaces o identificar la senda que viene por el río desde el Puente de los Siete Ojos. A su lado, hay también otra preciosa oquedad, sin salida, que llama la atención por su original relieve.

Ermita de San Bartolomé de Ucero y la Cueva Grande

Son, sin lugar a dudas, los símbolos más distintivos del Cañón de río Lobos. Cargados de magia y de múltiples leyendas, son visita obligada en nuestro paso por este enigmático y místico entorno.

La ermita, también conocida como San Bartolo por los lugareños, data de la primera mitad del siglo XIII y fue construida en un estilo de transición entre el románico y el gótico sobre un cenobio anterior del que tan sólo se conserva la capilla. Situada en el Comunero de San Bartolomé (Herrera de Soria, Navafría y Ucero), en un punto equidistante de los dos extremos de nuestro país , el Cabo Creus y el Cabo Finisterre, y céntrico respecto a los principales bastiones de los templarios en la Península Ibérica, son varios los elementos que nos permiten relacionarla con la Orden de los Caballeros del Temple, que eran propietarios del convento de San Juan de Otero, hoy desaparecido , ubicado a apenas unos metros del majestuoso Castillo de Ucero. Entre estos elementos de identificación, hemos de destacar algunos canecillos y capiteles, el rosetón de seis corazones entrelazados, las estrellas invertidas de cinco puntas, la losa de la salud etc.., que tienen símbolos o referencias muy frecuentemente utilizadas por la orden templaria.

Por otro lado, la Gran Cueva o Cueva de San Bartolomé, espacio de culto a la diosa gran madre, es una gran oquedad de unos 100 metros de profundidad, separada de la ermita por un puente de madera y un río adornado con preciosos nenúfares. Desde su interior, en el que encontramos algunos restos de grabados rupestres de la Edad del Bronce hechos mediante incisiones en las rocas, puede observarse cómo las paredes de la entrada sirven para enmarcar la ermita en una estampa única.

Colmenar de los Frailes. Ojo del Diablo.

Estas colmenas, pertenecientes a la comunidad templaria, son un buen testimonio de que la apicultura siempre ha sido un importante recurso, no solo para los monjes, sino también para los habitantes de estas tierras. Las que aquí podemos contemplar están colocadas en los resaltes de las rocas de un acantilado. Son colmenas clásicas, hechas de troncos huecos de árboles, con algunos agujeros para permitir la entrada de las abejas, y con una losa de piedra sobre la madera haciendo de tapa.

Casa del Parque Natural del Cañon del río Lobos

Este magnífico edificio de piedra, que, en tiempos pasados, se utilizó como fábrica de papel y de chocolate, de batán o de molino tradicional, está situado a la salida del pueblo de Ucero. Sus tres plantas son un buen punto de información para programar una buena visita al Parque Natural, ya que nos proporcionan claras e importantes aclaraciones sobre la riqueza de este espacio natural. Una maqueta del cañón, una exposición permanente, ilustrándonos sobre los principales ambientes y ecosistemas del parque, una colección de animales disecados y una «micoteca» son sus atractivos más importantes. En el exterior, hay una balsa de pesca y un canal naturalizado para el aprendizaje y práctica del arte de la pesca.

Avisos y recomendaciones:

La ruta, salvo en el paraje del Ojo del Diablo, donde es fácil resbalar, no ofrece ninguna dificultad importante. El recorrido, bien señalizado, ha sido renovado y ya no es necesario ir por la carretera en ningún tramo. La propuesta de ampliar el sendero de Gullurías por la Ermita de San Bartolomé nos parece acertadísima y hace la ruta mucho más interesante y atractiva.
Es recomendable en cualquier época del año, pero es en la primavera y en otoño cuando mejor podemos disfrutar del colorido del paisaje y de la vegetación.

Más información en los siguientes enlaces:

https://es.wikipedia.org/wiki/Ermita_de_San_Bartolom%C3%A9_(Comunidad_de_Herrera_de_Soria,_Nafr%C3%ADa_de_Ucero_y_Ucero)

https://patrimonionatural.org/casas-del-parque/casas-del-parque/casa-del-parque-del-canon-del-rio-lobos

https://www.xn--caondelriolobos-zqb.com/

https://www.soriaestademoda

Cañón del Ebro: circular desde Valdelateja por Cortiguera (alternativa al puente hundido).

  • Tipos de ruta: circular.
  • Señalización: algunas balizas.
  • Distancia: 11,42 Km.
  • Dificultad: Fácil con exigencia media.
  • Duración aproximada de la ruta: 3 h – 3.30 horas.
  • Desnivel: 299 m.
  • Altitud mínima: 622 m
  • Altitud máxima: 849 m

Reseña

Recorrer este Cañón del Ebro es, sobre todo, disfrutar, poco a poco, de la gran obra que han ido tallando las aguas del caudaloso río Ebro sobre las rocas calizas de este singular desfiladero de más de 200 metros de alto a lo largo de millones de años. Un accidente geográfico que atrae a miles de senderistas ansiosos de pasear por un espacio natural que, además de un paisaje de gran belleza, guarda en su interior un auténtico tesoro botánico: encinas, quejigos, enebros, hayas, acebos… en la parte alta, chopos, sauces, alisos… junto al cauce del río, y una abundante fauna, representada, principalmente, por las aves rapaces: buitres leonados, alimoches, águilas perdiceras, halcones peregrinos… y, en la ribera del río, nutrias nadando en sus limpias y esmeraldas aguas. Pero el Cañón del Ebro es mucho que unos relieves caprichosos o una deslumbrante riqueza botánica y biológica; es visitar pequeños pueblos con pintorescas y acogedoras casas de piedra, como los dos por los que pasamos en esta ruta: Valdelateja y Cortiguera, pertenecientes al municipio del Valle de Sedano, o entrar en alguna de las cuevas de los cortados que forman esta impresionante garganta. El lugar no es exótico ni de difícil acceso. Se encuentra en el Parque Natural de las Hoces del Alto Ebro y Rudrón, en el noroeste de la provincia de Burgos, en la comarca de Páramos, a 65 kms de la capital.

Hacemos la ruta con objetivo de patear parte de la senda del Cañon del Ebro (PRC-BU-1), disfrutando de sus magníficas riberas y de los variados y bien conservados bosques de encinas, robles y hayas; contemplar, primero desde abajo y posteriormente desde el páramo, los grandes cortados anidados por una gran multitud de aves rapaces y adornados de abundante vegetación en sus pendientes rocosas. Conocer, de paso, un poco mejor el pueblo de Valdelateja y la bella y sorprendente reconstrucción que está sufriendo el otrora abandonado pueblo de Cortiguera.

Aunque la ruta solía alargarse hasta Pesquera, mientras no se reconstruya el puente sobre el río Ebro que había frente a la central eléctrica, tendremos que conformarnos con hacer esta interesante variante que , en modo alguno, desmerece al viejo recorrido. Sea por un itinerario o por otro, nunca olvides que estás transitando por un conjunto paisajístico único, que está considerado como uno de los lugares más bellos de nuestro país. ¡No te pierdas un espacio natural, que a nadie deja indiferente!.

Descripción del recorrido.

Salimos del puente de Valdelateja, donde hay unos carteles explicativos, avisándonos que la pasarela esta hundida e indicándonos que hay una ruta alternativa que es la que hemos planificado realizar. Pasamos el puente y, en la iglesia, nos vamos por la izquierda para tomar la senda del Cañon del Ebro que va por la margen derecha del río hasta llegar al puente que hace unos años destruyó un torrente de agua. Como no se puede cruzar, continuamos por esta misma orilla hasta encontrar una angosta vereda -recientemente señalizada y habilitada-, que nos sube, por una empinada cuesta, hasta lo más alto del cañón, desde donde tenemos unas magníficas vistas de los cortados, del cañón y del Pico del Águila al otro lado del río. Vemos también una pequeña bandada de rapaces sobrevolando los cantiles. Tras recuperar fuerzas, sorteamos una finca por la parte derecha y salimos a un camino llano que nos lleva hasta Cortiguera. Lo callejeamos de un lado a otro y, tras una interesante y minuciosa visita, desandamos 1 km aproximadamente y nos vamos ahora por el páramo en dirección a Valdelateja. Una nueva parada en el Mirador del Ebro, donde tenemos otras preciosas vistas del cañón, del meandro del río y de la comunidad de aves rapaces que habitan este maravilloso enclave natural. Volvemos al camino y , casi sin darnos cuenta, estamos descendiendo por el GR-99 que, zigzagueando, nos baja hasta las proximidades de Valdelateja. En una intersección de caminos, existe la alternativa de ir directamente al punto de partida o desviarse por el camino de la izquierda que sube al despoblado de Siero, a Castrosiero, antiguo yacimiento arqueológico de época visigótica, y a una alta meseta en la que hay una pequeña ermita visigoda de color rojizo, posiblemente del siglo VIII, dedicada a las Santas Elena y Centola, y unos pocos restos de un viejo castillo que acreditan la existencia de un castro en sus inmediaciones.
Por haber estado previamente en la ermita, en esta ocasión optamos por regresar al pueblo, pero Castrosiero es una alternativa muy interesante si aún nos quedan fuerzas para ascender a esta altiplanicie. Gozaremos de una espectacular vista del cañón que forman los ríos Rudrón y Ebro.


Mapa y elevación

Enlace Wikiloc

Puntos de interés.

Valdelateja.

Encontramos esta tranquila y preciosa localidad en el fondo del valle del Rudrón, asentada sobre tierras del Cretácico Superior, en un maravilloso enclave en el que el río Rudrón entrega sus aguas a su hermano mayor, el Ebro. Dentro de su casco histórico, sobresalen sus pintorescas casas de piedra y, sobre todas ellas, el elemento más importante del patrimonio arquitectónico de esta localidad: una iglesia, dedicada a Santa Eulalia, que fuera ampliada en el siglo XX sobre una pequeña ermita de origen gótico. En sus proximidades, además de la ermita y de los yacimientos visigóticos ya mencionados, hay un viejo balneario de aguas curativas que data de finales del siglo XIX. Como dato curioso, un lugareño nos contó que el pueblo no tiene cementerio y que sus gentes son enterradas en Siero, pueblo de gran importancia histórica -fue cabeza de un alfoz castellano desde el siglo X hasta que fuera desplazado por Sedano-, situado a unos 600 metros del pueblo en la ladera del peñasco en el que se encuentra la Ermita de las Santas Centola y Elena, el cual quedó despoblado en el año 1914, cuando sus dos últimos habitantes se bajaron a vivir a Valdelateja. Desde luego, el pueblo invita a una vida tranquila, en armonía con la naturaleza, por lo que es un sitio ideal para descansar o vivir en una profunda paz.

Cortiguera

Colgado de los acantilados que forman el cañón, abandonado durante décadas, este interesante pueblo alberga todavía ruinas de edificios y casas blasonadas -algunos de ellos conservan las fechas de su construcción-, que dan fe de que esta localidad gozó de una gran prosperidad en los siglos XVI, XVII y XVIII. Con pena, puede observarse que su iglesia de estilo gótico tardío está en completo estado de ruina e invadida por la vegetación. Con agrado, también puede observarse que algunas de sus casas están siendo reconstruidas de forma elegante y fiel a la arquitectura tradicional de la zona. Como curiosidad, esta pequeña aldea inspiró a Miguel Delibes su famosa novela, posteriormente llevada con gran éxito al cine, El Disputado voto del Seño Cayo.

Avisos y recomendaciones

La ruta no ofrece ninguna dificultad. Apenas alcanza los 300 metros de desnivel positivo y los 500 metros de nivel acumulado, por lo que es muy apta para excursiones con niños y mayores. Es fácil de seguir y muy recomendable tanto si , en su final, se va directamente al pueblo como si se sube a Castrosiero.

En espera de que se vuelva a poner la pasarela que cruzaba el río Ebro, ésta es la mejor opción para recorrer una buena parte del cañón.

Más información en los siguientes enlaces:

http://www.valledesedano.org/

https://es.wikipedia.org/wiki/Valle_de_Sedano

Ruta por el cañón del Ebro entre Valdelateja y Pesquera siguiendo el PRC-BU 1

Monasterio de la Sierra (Ruta VII/variante corta): interior de la Ciudad Encantada y Calderas de Matalhierro desde el Castillejo.

  • Tipo de ruta: circular.
  • Distancia: 4,330 Kms.
  • Dificultad: fácil con exigencia baja.
  • Duración aproximada de la ruta: 1h.30-2 horas
  • Desnivel: 186 m.
  • Altitud mínima: 1231 m
  • Altitud máxima: 1394 m

Reseña

El Castillejo (1390m), llamado también «La Ciudad Encantanda» por los caprichosos conglomerados silíceos del Cretácico que constituyen este conjunto rocoso, es un enclave singular, cada vez más conocido y visitado, que se encuentra en el paraje denominado «El Burrero», a los pies de las sierras de Trasomo y Neila, en el término municipal de Monasterio de la Sierra, a 12 kms de Salas de los Infantes y a 68 de Burgos. Por otro lado, las Calderas de Matalhierro son una serie de hoyas o marmitas que han sido esculpidas por las aguas del río Valladares. 

La ruta es fácil de hacer para cualquier persona que esté acostumbrada a hacer ejercicio físico. Está diseñada con un doble objetivo: visitar la ciudad encantada burgalesa, siempre espectacular pero especialmente adornada de preciosos brezos púrpuras y blancos en el mes de mayo, y asomarnos a la impresionante garganta de Matalhierro para escuchar su suave canto y contemplar su modesta pero bella cascada.

El camino, que transcurre por preciosas veredas flanqueadas por una riquísima flora, es un entorno ideal para aquellos que quieran perderse, solos o en familia, en la serenidad y el silencio de la naturaleza y desconectar de toda su actividad diaria.

Descripción del recorrido

Para hacer la ruta, hemos de llegar hasta Monasterio y conducir después por el Camino de Cargaduelo hasta el alto de El Castillejo (1390 m). Para ello, salimos en coche -mejor si es un todoterreno, pero un coche alto es suficiente-, del centro del pueblo y continuamos por la Calle Mayor hasta una bifurcación de caminos forestales. Nos vamos a la izquierda por el denominado «Camino de Cargaduelo» y ascendemos por una amplia pista forestal, que divide la dehesa, durante unos 5 kms, hasta el El Castillejo.
En lo alto, pronto percibimos que el lugar es único y que tiene unas vistas de tal belleza que te quedas extasiado. Dejamos el Castillejo para el final y, sin mucha demora, iniciamos el paseo regresando al camino forestal y continuando por la derecha. Bajamos unos ochocientos metros y nos vamos en búsqueda de una angosta y escondida senda que nos da acceso a las calderas de Matalhierro. La encontramos a la parte derecha de la pista, unos pocos metros antes de llegar a un puente sobre al arroyo Valladares. La seguimos con cuidado ya que en algunos sitios no es muy visible y muy pronto llegamos a la primera caldera. La cascada , que en otras épocas del año suele soltar un bello, inmenso y sonoro chorro de agua, se nos muestra silenciosa y con escasa agua.
Cumplido nuestro primer objetivo, nos vamos en dirección al pueblo por una angosta senda, bien marcada con múltiples hitos. En el trayecto hasta la zona de Peñalrayo, donde está la senda de subida a la Ciudad Encantada, hemos podido ver un original e interesante colmenar rústico, cruzar por un puente de piedras, único y muy representativo de la arquitectura popular de esta zona, y seguir contemplando preciosas vistas de la Ciudad Encantada.
Estamos ya en el punto donde arranca la vereda que nos subirá por todo el interior de la Ciudad Encantada. Cada cual más hermosa, vamos recorriendo las inimaginables formaciones una a una y comprobando que todas encajan perfectamente con el bellísimo paisaje y colorido de los brezos. Largas paradas en lo más alto para ver, tocar, inmortalizar a las reinas de la ciudad: Peña Amarilla y El Castillejo, e intentar adivinar donde podía ubicarse el desaparecido pueblo de Butrón.
Cumplidos los objetivos, regresamos en coche a Monasterio por el mismo Camino de Cargaduelo, mientras vamos disfrutando de la rica flora de robles albares, brezos, estepas y algunos helechos que flanquean ambos lados de la pista forestal.

Puntos de interés / Waypoints.

Calderas de Matalhierro.

Las Calderas de Matalhierro son unas concavidades cilíndricas de gran profundidad que han sido labradas en las rocas por la acción del agua del río Valladares a lo largo de millones de años. Durante la mayor parte del año, puede contemplarse en ellas una modesta pero preciosa cascada.

Elementos rústicos: colmenar, puente de losas.

Ciudad Encantada / El Castillejo.

A plena vista o en recónditos rincones, tanto en el alto de el Burrero como a lo largo de todo el recorrido de la ruta, podemos encontrar espectaculares relieves y formas más pequeñas de piedra tales como setas, mesas, arcos, formas de animales etc, que se han ido puliendo a lo largo de millones de años por la acción del agua, el hielo y el viento, y que impresionan por su espectacular originalidad y belleza.

Monasterio de la Sierra (núcleo urbano)

Se trata de un pequeño pueblo de montaña que siempre fue lugar de paso de rutas ganaderas como las cañadas. Yace apartado en la ladera sur de la Sierra de Neila y está rodeado de espesos y preciosos bosques de roble albar, lo que le convierte en un lugar de una gran paz y un impresionante silencio. Esto, lejos de ser un óbice, le ha dado un enorme atractivo, siendo en estos momentos un enclave idóneo para el descanso y para estar en permanente contacto con la naturaleza.

El pueblo tiene numerosos monumentos, destacando el Monasterio de Alveinte (1440), que da nombre al pueblo. Apartado unos 3 kms, sólo conserva la iglesia y en un estado bastante ruinoso. Tiene también una hermosa iglesia: San Pedro Apóspol, una ermita: San Cosme y San Damián, unas tumbas antropomorfas traídas desde el antiguo pueblo medieval de Gozmediano/Bustomediano o Aguamediano, y múltiples elementos que son un buen testimonio de la arquitectura que se ha desarrollado en la zona a lo largo de los años: una fuente de piedra maciza, un lavadero, un potro para herrar, una fragua, un abrevadero, chimeneas cónicas, la Torre del reloj, izada por los habitantes del pueblo, y un molino reconstruido.

Avisos y recomendaciones.

Esta variante de la Ruta VII es la forma más sencilla de conocer el Castillejo y el hermoso paraje de rocas que conforman su entorno. La hemos diseñado exclusivamente para hacerla en familia y para aquellas personas que no tengan buena forma física y les cueste caminar. Para todos los demás, recomendamos hacer la Ruta VII íntegra, que es más completa y nos permite pasear por la singular dehesa de Monasterio.
Sin lugar a dudas, se trata de una de las rutas más bellas de la zona de Salas. No está balizada y, aunque el itinerario está repleto de hitos o señuelos, como los denominan los lugareños, hay que estar atentos al track para coger algunos senderos que están poco visibles.
Hay que tener mucho cuidado al acercarse a la caldera si se hace la ruta en época de lluvias. El suelo es muy resbaladizo y uno puede esbarar y precipitarse al fondo de la caldera. Por lo demás, la ruta es fácil y cómoda y el paisaje espectacular.
Es muy recomendable hacerla en el mes de mayo para disfrutar plenamente del colorido púrpura y blanco de los brezos.
Si disponemos de tiempo, merece la pena parar en el pueblo a la vuelta y hacer una breve visita a la iglesia parroquial, a las tumbas antropomorfas que reposan junto al templo, refrescarse en la fuente que nos recibe en su atrio y echar un vistazo a algunos elementos arquitectónicos del pueblo tales como el lavadero, el abrevadero, el potro de herrar y algunas chimeneas cónicas.

Más información en los siguientes enlaces:

Ayuntamiento de Monasterio de la Sierra: http://www.monasteriodelasierra.es/lugares-interes

https://es.wikipedia.org/wiki/Monasterio_de_la_Sierra

Presa de Alba: circular desde la Ermita de Nuestra Señora de Oca. Castro de Somoro. Desfiladero de la Hoz.

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  • Tipo de ruta: circular.
  • Señalización: la ruta no está bien señalizada. Es necesario un track.
  • Distancia: 10,480 kms.
  • Dificultad: Fácil con exigencia baja.
  • Duración aproximada de la ruta: 3.30h-4horas.
  • Desnivel: 362 m.
  • Altitud mínima: 968 m
  • Altitud máxima: 1118 m

Reseña

Situada en el borde oriental de los Montes de Oca, la Presa de Alba se localiza junto al pueblo jacobeo de Villafranca Montes de Oca, a unos 35 kms de la capital burgalesa, en la Comarca de la Demanda y Pinares. Consta de un enorme muro de 45 metros de altura, que apenas provoca impacto medioambiental y paisajístico al haber sido bien aprovechada la garganta rocosa que el río Oca ha ido tallando a lo largo de los siglos. De hecho, cuando uno la mira desde el ensanche de la carretera de acceso, desde el Castro de Somoro o desde cualquiera de los múltiples miradores que la rodean, tiene la sensación de estar contemplando un lago natural.

La ruta es maravillosa y muy asequible. Podemos disfrutar, en un solo recorrido, de un embalse con impresionantes cortados y espectaculares efectos de luz sobre el agua y de dos hayedos, que lucen un colorido otoñal bellísimo; podemos visitar el pueblo abandonado de Alba, rodeado de rica y abundante vegetación, y observar el anidado y vuelo de rapaces tales como buitres y halcones en el Desfiladero de la Hoz. En resumen, un lugar ideal para gastar nuestro ocio en las múltiples oportunidades que nos ofrece este bello paraje y pasar unas horas inolvidables en la naturaleza.

Descripción del recorrido

Para realizar esta ruta es necesario acercarse al pueblo de Villafranca Montes de Oca, por la carretera nacional N-120, y tomar un desvío que hay poco antes de llegar al pueblo, si llegamos desde Burgos.
La ruta parte de la Ermita de Nuestra Señora de Oca, donde hay una zona recreativa en la que es fácil aparcar. Como está prohibido el paso en las proximidades del muro de la presa, nos dirigimos hacia la carretera que sube hasta lo más alto del embalse. Durante un kilómetro y medio, hacemos este inevitable y feo tramo de asfalto y de subida que queremos concluir cuanto antes. Ya en el ensanche de arriba, gozamos de una bonita perspectiva de la presa y de su entorno, pudiendo comprobar que esta impresionante obra apenas destaca y tiene impacto medioambiental en su entorno. Nos vamos por un camino rodado que parte a la derecha y, bordeando la presa, llegamos al pueblo abandonado de Alba. Llama la atención que, por culpa de la maleza, apenas son perceptibles las ruinas de esta aldea. Tan solo es claramente identificable un lavadero con una curiosa inscripción: «prohibido lavar los hombres …». Dejamos este melancólico lugar y , un poco más adelante, nos adentramos en el pequeño Hayedo de Alba, donde los suelos cubiertos de hojarasca y el colorido otoñal de las hayas nos obligan a gozar de una larga e intensa estancia. Descenso hacia el río Oca y nueva parada para quedar atónitos ante la vista del Desfiladero de la Hoz de Punegro que se abre sobre la presa. Cruzamos el río y, ahora, entre robles rebollos, iniciamos la subida por un amplio camino forestal que nos sube hasta la Laguna de Valliciruelas, que encontramos sorprendentemente seca. Seguimos un poco más adelante hasta encontrar una intersección de caminos. De frente, a unos 500 metros, está el Castro prerromano de Somoro. Hacemos el camino de ida y vuelta y, luego, bajamos por una vereda que nos introduce en el segundo hayedo. Quedamos cautivados por el silencio y la paz que desprende uno de sus rincones. Seguimos descendiendo y estamos próximos al Lago o Pozo de San Indalecio, fuente y pequeño manantial. Estamos muy próximos a la ermita, pero, antes, nos desviamos hacia del Desfiladero de la Hoz. Por un sendero tallado en la roca, nos adentramos hasta la base de la presa, mientras disfrutamos de una bonita cascada y de impresionantes cortados con varias oquedades en lo alto –Cueva de los Moros-. La observación de varias aves rapaces pone fin a nuestra visita a este hermoso rincón, e iniciamos el camino de vuelta hasta nuestro punto de partida.

Mapa y elevación

Enlace Wikiloc

Puntos de interés / Waypoints

Ermita de Nuestra Señora de Oca.

Se encuentra situada al sur de la villa de Villafranca Montes de Oca, en una zona llana que ocuparon los visigodos y los romanos que poblaron la ciudad de Auca (Oca romana). Aunque ha sufrido constantes reformas de época gótica y posteriores, nos muestra algunos elementos arquitectónicos tales como el aparejo de la parte inferior, algunas construcciones del ábside, el óculo lobulado incrustado en la espada que sostiene el doble campanario y varias piedras incrustadas que nos indican que estamos ante una monumento de origen prerrománico. Junto a la ermita, hay unas fuentes en una de las cuales, según la leyenda, puede estar enterrado San Indalecio. Los historiadores dan poco validez histórica a esta creencia. También, podemos ver un amplia área recreativa con mesas y campo de fútbol que los lugareños utilizan frecuentemente para fiestas y romerías.

Presa

Diseñada principalmente para dar suministro de agua potable a varias localidades del Valle de Oca y de la Bureba -puede almacenar hasta 4.500 millones de litros-, para evitar riadas y facilitar el riego de la comarca, fue inaugurada a principios de 1996 gracias al patrocinio de la Diputación de Burgos, su actual propietario, y de la Junta de Castilla y León. Como mencionamos anteriormente, llama la atención el escaso impacto medioambiental en la zona.

Poblado de Alba. Castillo.

Pueblo abandonado que da nombre a la presa. Los 20 vecinos que los habitaban lo abandonaron en los años cincuenta tras sufrir un aparatoso incendio que lo dejó casi devastado. Hoy en día, apenas pueden verse algunos vestigios tales como los muros de la iglesia y de unas pocas casas, un lavadero con una curiosa inscripción: «prohibido lavar los hombres…», y un abrevadero fuente. El resto ha sido devorado por la maleza y las hiedras.

Está documentada -aún pueden verse algunos restos tales como un aljibe en mal estado, parte de un muro de mampostería, ladrillos macizos etc.-, la existencia de un Castillo-fortaleza o Castro de la Pedrera, que data de 1040 y que estuvo situado en un crestón calizo sobre el pueblo de Alba, en el margen izquierdo del Desfiladero del Oca.

Hayedo de Alba

Cerca de las ruinas de Alba y junto al roquedo podemos caminas bajo enormes y centenarias hayas. Muy cerca de este hayedo nace el río Oca para después avanzar por el interior del desfiladero.

Castro de Somoro (1104 m)

Esta enorme piedra, que se asoma sobre el embalse, ofrece hermosísimas vistas de la presa desde diferentes balcones naturales; también pueden avistarse la Sierra de la Demanda y los Montes Obarenes. Se sitúa en la margen derecha del desfiladero de Oca. Fue un lugar estratégico en la época romana gracias a sus excelentes condiciones defensivas.

Hayedo

Pozo o Lago de San Indalecio

Se trata de un pequeño estanque en el que la leyenda nos dice que fue martirizado San Indalecio, primer obispo de la diócesis de Auca durante el siglo III. Auca fue sede episcopal desde tiempos visigodos hasta su traslado a Gamonal y, posteriormente, a Burgos en el año 1075.

Desfiladero de la Hoz

Este pequeño cañón, tallado por el río Oca entre grandes peñascos, nos conduce hasta la base de la presa. Lugar recóndito en el que podemos ver como el río se nutre del desagüe del embalse, nos ofrece una preciosa cascada, numerosas oquedades en lo alto -Cueva de los Moros y Caldera-, una rica vegetación de álamos, un moderno puente y la posibilidad de avistar buitres y otras aves rapaces en lo alto.

Avisos y recomendaciones

La ruta puede realizarse en cualquier estación del año, pero, en, otoño es espectacular contemplar el colorido de las hayas. El único óbice es que el embalse tiene poca agua. No es recomendable en épocas de muchas lluvias porque hay que cruzar el río Oca y éste suele llevar mucho caudal, a no ser que no nos importe descalzarnos.

De los diferentes recorridos que podemos hacer para conocer los alrededores de esta presa, éste es bastante asequible y bonito. Solo queda afeado por el tramo que transcurre por asfalto.
Hay una variante a la ruta, consistente en empezar el recorrido por el interior del Desfiladero de la Hoz y subir por las escaleras del muro del embalse hasta una carretera que nos lleva al mismo ensanche en lo alto de la presa. No recomendamos esta opción porque está prohibido el tránsito por el interior de la presa.

Más información en los siguientes enlaces:

Ayuntamiento de Villafranca Montes de Oca: http://www.villafrancamontesdeoca.es

http://www.condadodecastilla.es/lugares/oca

Las Calderas (Ruta III): desde las Lagunas de Neila.

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  • Tipo de ruta; circular
  • Señalización: no está señalizada, y hay que guiarse por el track y algunos hitos sueltos que hay en el acceso a las Calderas.
  • Distancia: 13,730 Kms.
  • Dificultad: moderada con exigencia alta (trepar, senda del arroyo en mal estado).
  • Duración aproximada de la ruta: 5h- 5.30 horas.
  • Desnivel: 605 m.
  • Altitud mínima: 1658 m
  • Altitud máxima: 2083 m

Reseña

Situadas en la Sierra de Neila, a 88 kms de Burgos y a 33 de Salas de los Infantes, en el Parque Natural de las lagunas glaciares de Neila, las Calderas son un cortado en el desfiladero del arroyo Palazuelos que se ha formado a lo largo de millones de años por la acción del viento y del agua, originando preciosas formaciones rocosas y pozas a lo largo de todo el cauce. Este fenómeno sólo puede explicarse por las duras condiciones climáticas de la zona que originan hielos capaces de cortar y abrir grandes agujeros en las rocas. El resultado es un conjunto de farallones, callejones, agujeros y enormes piedras montadas sobre las rocas, en un curioso equilibrio, que conforman un paisaje singular. Pero si las rocas son impresionantes, la belleza particular del lugar la ponen las cascadas y las hermosas ollas que, además de dar el nombre a este maravilloso paraje, adornan todo el curso del arroyo.

Por otro lado, las lagunas de Neila son un conjunto de lagos de origen glaciar, rodeados de altas cumbres entre las que destaca la Campiña (2049ms), que visitaremos en este recorrido, a cuyos pies yacen 7 de los 11 embalses naturales que las conforman: Laguna Negra, Laguna Larga, Laguna Corta, Las Cascadas, Las Pardillas, Brava y de los Patos. Tienen su origen en el deshielo de los glaciares que tuvo lugar hace unos 12000 años durante la última glaciación del Pleistoceno.

Hay varias formas de acercarse a las Calderas: desde Quintanar, la ruta más cómoda y fácil (ver Ruta II en este mismo blog); desde la cola del embalse de Castrovido o desde Palacios, la ruta a pie se hace demasiado larga y, si vamos en coche, necesitaremos un todo terreno ya que el camino está en muy mal estado; finalmente, desde las Lagunas de Neila, que es la que aquí les proponemos y es la que recomienda la Web de información turística de la zona. A nuestro juicio, esta es la forma más atractiva de acercarse a este maravilloso paraje, pero se hace muy dura, ya que tenemos que andar unos 5 kms entre peñascos o por veredas apenas sin señalizar hasta llegar a la base del cañón, Lo mismo sucede cuando nos adentramos en el desfiladero; el camino es complicado, ya que tenemos que bajar a la caldera de arriba por una canal en muy mal estado y llena de vegetación, atravesar por el estrecho agujero de una roca y bajar por unas cuerdas que nos ayudan a salvar algunas peñas. Finalmente, subir de nuevo hasta el alto de la Campiña, lo que resulta bastante duro después de toda la travesía. Por todo ello, no es recomendable para senderistas que no tengan una buena forma física. Sin embargo, si estás bien preparado y tienes experiencia en la montaña, merece la pena perderse en una aventura que, nos resultará dura, pero también divertida, muy atractiva e inolvidable.

Descripción del itinerario

Iniciamos el recorrido en el parking de las lagunas de Neila. Avanzamos por un camino forestal que sale a la derecha. Primero, vemos un cartel informándonos de la laguna de la Cascada en la parte baja del cortado que hay a la derecha. Después, rodeamos las lagunas Larga y Negra por su parte derecha y ascendemos por una estrecha vereda hasta el cordal. Fotos de rigor para inmortalizar las preciosas vistas de las lagunas y de otras cimas que tenemos desde el Pico de la Laguna. Seguimos unos metros y, guiados por unos escasos hitos, nos adentramos en una zona muy rocosa y agreste. Descendemos siguiendo el curso del arroyo Palazuelo. El camino es tremendamente incómodo debido a la gran cantidad de piedras que lo forman y a las grandes rocas que van apareciendo a ambos lados del río a medida que nos vamos acercando a las Calderas.
El recorrido de las hoyas lo hacemos desde la parte izquierda, para la cual abandonamos el curso del río y subimos a la parte más alta del cortado. Hay que estar atentos al track para encontrar un gran hito que nos indica la bajada a la caldera de arriba. El descenso es muy farragoso e incómodo, ya que tenemos que trepar en algunas rocas; dificultad, no obstante, que olvidamos tan pronto como alcanzamos la hermosísima poza y cascada de arriba. Por unas cuerdas nos adentramos en su interior para contemplar el rincón más hermoso del cañón. Desde aquí, seguimos el curso del arroyo y , tras arrastrarnos por una pequeña grieta y descender por otras cuerdas, llegamos a la hoyas inferiores. Disfrutamos de sus preciosas cascadas y del color de sus aguas y salimos del cañón por la parte derecha.
Llegados a la parte baja del barranco, buscamos un hito que nos indica el sendero que nos subirá hasta el camino forestal que va a Fuentelsaz (Quintanar). Avanzamos entre pinos por la parte sur de la sierra hasta llegar a un sendero que sube, con un desnivel acentuado y bien señalizado con marcas en los árboles y algunos hitos, hasta el vértice geodésico del Alto de la Campiña. Siguiendo el cordal por su parte derecha, tomamos una estrecha vereda que nos baja, entre piedras, al paraje de las lagunas Brava y de los Patos, desde donde nos dirigimos a nuestro punto de partida.

Mapa y elevación

Enlace Wikiloc

Puntos de interés / Waypoints

Lagunas Corta, Larga y Negra.

Se encuentran ubicadas en el circo glaciar más grande, más de 3000 metros de longitud y 150 de altura, y de formación más perfecta de todo el Sistema Ibérico. De la Laguna Corta, sólo podemos decir que es frecuente verla seca en épocas de verano. De aguas oscuras, la Larga y la Negra son las más grandes y las de mayor altitud, 1915 y 1900 metros respectivamente, de todas las lagunas de Neila. Sobre la Negra, existe la leyenda de haberse tragado a Doña Lambra, la tía de los 7 Infantes de Lara que les traicionó y les condujo a la muerte.

Alto de La Laguna (2004 m)

Muy cerca de este alto tomamos la senda que nos bajará hasta las Calderas por el curso del arroyo Palazuelo.

Formacionnes rocosas

Las Calderas: cañon y hoyas.

Panorámica

Pico Campiña (2049 m.)

Lagunas la Brava, de los Patos y de las Pardillas

Próximo al circo glaciar de Campiña, está su hermano menor: el circo glaciar de El Contadero, bajo cuyo risco yacen dos hermosas lagunas: La Brava y la de Los Patos. Junto a la primera, encontramos un precioso refugio con un cartel de «se alquila». Están situadas a una altitud media, 1850 y 1880 metros respectivamente. Muy cerca de ambas, hay otra pequeña laguna: la de Las Pardillas, que suele secarse en veranos muy calurosos.

Avisos y recomendaciones

La mejor época para realizar esta ruta es la primavera; en verano, podremos bañarnos en las frescas aguas de las pozas, pero los saltos echan muy poco agua. En épocas de muchas lluvia o nieve, el lugar es espectacular, pero peligroso para andar por las rocas que hay junto al arroyo Palazuelo, así como por el interior de las Calderas. Más aún, hay sitios en el interior del desfiladero por los que no se puede pasar.

Es importante llevar agua abundante sobre todo si hace calor, ya que no encontramos ninguna fuente en el trayecto. También recomendamos algún producto energético que nos ayude a recuperarnos del gran esfuerzo físico que exige la ruta.
Les ofrecemos otra ruta desde Fuentelsaz (Quintanar de la Sierra) que, a nuestro juicio, es la forma más sencilla y agradable de ir andando a las Calderas (ver Ruta II en este mismo blog).

Más Información en el siguiente link:

Casa del Parque del Parque Natural Lagunas Glaciares de Neila: http://www.villaneila.com/web/index.php/turismo/casaparque

Ayuntamiento de Neila: http://www.neila.es/rutas/las-calderas

Las Calderas (Ruta II): desde Quintanar de la Sierra (Fuentelsaz).

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  • Tipo de ruta: ida y vuelta
  • Señalización: no está señalizada, y hay que guiarse por el track y algunos hitos sueltos que hay en el acceso a las Calderas.
  • Distancia: 9,160 Kms.
  • Dificultad: moderada con exigencia media (trepar).
  • Duración aproximada de la ruta: 3.30- 4h
  • Desnivel: 324 m.
  • Altitud mínima: 1619 m
  • Altitud máxima: 1776 m

Reseña

Situadas en la Sierra de Neila, a 88 kms de Burgos y a 33 de Salas de los Infantes, en el Parque Natural de las lagunas glaciares de Neila, las Calderas son un cortado en el desfiladero del arroyo Palazuelos que se ha formado a lo largo de millones de años por la acción del viento y del agua, originando preciosas formaciones rocosas a lo largo de todo el cauce. Este fenómeno sólo puede explicarse por las duras condiciones climáticas de la zona que originan hielos capaces de cortar y abrir grandes agujeros en las rocas. El resultado es un conjunto de farallones, callejones, agujeros y enormes piedras montadas sobre las rocas, en un curioso equilibrio, que conforman un paisaje singular. Pero si las rocas son impresionantes, la belleza particular del lugar la ponen las cascadas y las hermosas ollas que, además de dar el nombre a este maravilloso paraje, adornan todo el curso del arroyo.

Aunque nuestra ruta favorita y primeramente recomendada por la Web de información turística de la zona sugiere hacerla desde las lagunas de Neila, a nuestro juicio, ésta propuesta desde Fuentelsaz es la forma más cómoda de acercarse a este maravilloso paraje. Tenemos que andar unos 4 kms para llegar a la base del cañón, pero el camino está en muy buenas condiciones y no ofrece ninguna dificultad. No sucede lo mismo cuando nos adentramos en el desfiladero. El camino se complica de tal manera que tenemos que subir por rocas resbaladizas, avanzar entre la espesa vegetación, trepar o destrepar por cuerdas para salvar algunas peñas o atravesar por una pequeña oquedad en una roca, por lo que no es recomendable para senderistas que no tengan una buena forma física. Con todo, merece la pena perderse en una aventura que, nos resultará dura, pero también divertida e inolvidable.

Descripción del itinerario

Para llegar al inicio de la ruta, salimos en coche desde Quintanar, exactamente desde una plazuela sin nombre en la que confluyen las calles El Cerro, La Iglesia y Colegio Juventus. Bajamos por la C/ Transcastrillo y continuamos por esta carretera durante unos 8.5 kms hasta el término denominado Fuentelsaz, donde aparcamos en una pequeña pradera.
Comenzamos el recorrido a pie en la vereda que arranca al fondo de la pradera. Pasamos una zanja y ascendemos por una empinada cuesta que nos conduce hasta un camino rodado que nos llevará, tras haber andado unos 3 kms, directamente hasta un pequeño parking en el que confluyen el camino forestal que viene de la Presa de los Vados con el de Quintanar. Nos adentramos en el bosque y seguimos otra vereda, que identificamos por algunos hitos desperdigados y por estar desgastada por el uso de los caminantes. Apenas 1 km y estaremos en la parte baja de Las Calderas.
El recorrido de las hoyas puede hacerse de dos formas:

a) Subir por la parte derecha de las calderas durante unos 500 ms. hasta encontrar un gran hito que nos indica la bajada a la caldera de arriba. El descenso es muy farragoso e incómodo, ya que tenemos que gatear en algunas rocas, dificultad que olvidamos tan pronto como alcanzamos la hermosísima poza y cascada de arriba. Por unas cuerdas nos adentramos en su interior para contemplar el rincón más hermoso del cañón. Desde aquí, seguimos el curso del arroyo y , tras arrastrarnos por una pequeña grieta y descender por otras cuerdas, llegamos a la hoyas inferiores. Disfrutamos de sus preciosas cascadas y del color de sus aguas y salimos del cañón por la parte derecha. Llegados a la parte baja del barranco, buscamos un hito que nos indica el sendero de vuelta para volver hasta el coche por el mismo camino que nos trajo hasta aquí.
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b) Adentrándose desde la parte izquierda -hay un pequeño hito señalizando la entrada a las calderas de abajo-, para continuar el recorrido siguiendo el curso del arroyo Palazuelos en sentido ascendente. Tendremos que trepar con la ayuda de unas cuerdas para superar uno de los accesos y alcanzar la caldera de arriba. La vuelta la hacemos por el mismo sitio. Esta opción exige una tener una buena forma física.

Mapa y elevación

Enlace Wikiloc

Puntos de interés / Waypoints

Las Calderas: cañon y hoyas.

Farallones y formacionnes rocosas

Panorámica

Avisos y recomendaciones

La mejor época para realizar esta ruta es en primavera; en verano, podremos bañarnos en las frescas aguas de las pozas, pero los saltos lanzan muy poco agua.

El recorrido hasta la parte baja del barranco donde está situado el cañón es muy fácil, pero el tramo que recorre el interior de las pozas es complicado y exige una buena preparación física. En épocas de mucha lluvia o nieve, el lugar es espectacular, pero peligroso para andar por las rocas. Más aún, hay sitios en el interior del desfiladero por los que no se puede pasar. Nosotros concretamente no pudimos acceder, en esta ocasión, por el agujero de la roca por estar completamente tapado por el agua. Además, el óculo es muy estrecho y difícil de superar para personas que tengan obesidad o un gran volumen. En resumen, estamos en uno de los parajes más peligrosos de la zona, y antes de ir, debemos informarnos bien y tomar las precauciones necesarias.

Desaconsejamos hacer la ruta desde la Presa de los Vados, a no ser que tengamos un todo terreno. El estado del camino forestal es lamentable e imposible para un vehículo normal. Andando se hace interminable.

Perdimos la señal a la vuelta y hay un pequeño tramo que es lineal. No hay ninguna duda, ya que debemos avanzar siempre por el camino forestal.
En este mismo blog les ofrecemos otra ruta que combina las Calderas con las Lagunas de Neila pasando por la Campiña (Ruta III). Es un poco dura, pero sencillamente espectacular y muy recomendable para los más aventureros.

Más Información en el siguiente link:

Casa del Parque del Parque Natural Lagunas Glaciares de Neila: http://www.villaneila.com/web/index.php/turismo/casaparque

Ayuntamiento de Neila: http://www.neila.es/rutas/las-calderas

Monasterio de la Sierra (Ruta XI): Dehesa, Calderas de Matalhierro y Ruinas de Gozmediano / Aguamediano.

  • Tipo de ruta: circular.
  • Distancia: 17,420 Kms.
  • Dificultad: moderada con exigencia media por su larga longitud.
  • Duración aproximada de la ruta: 4h- 4.30 horas
  • Desnivel: 437 m.
  • Altitud mínima: 1099 m
  • Altitud máxima: 1353

Reseña

Las Calderas de Matalhierro son unas concavidades cilíndricas de gran profundidad que han sido labradas por la acción del agua del río Valladares en la roca viva a lo largo de millones de años. Durante la mayor parte del año, puede contemplarse en ellas una modesta pero preciosa cascada. Por otro lado, Gozmediano, también denominado Bustomediano o Aguamediano, es un poblado surgido en el siglo XI (1044), ahora desaparecido. En él, apenas se conservan unas pocas tumbas antropomorfas. El resto de la necrópolis fue trasladado al atrio de la Ia Iglesia de Monasterio y a las escaleras de subida a la Iglesia de Santa María la Mayor de Salas de los Infantes en 1974. Por lo demás, el poblado está bastante deteriorado y es difícil encontrar vestigios que nos ayuden a reconstruir mentalmente el poblado.

La ruta es un poco larga pero no tiene grandes exigencias para cualquier persona que esté acostumbrada a hacer ejercicio físico; está diseñada con una cuádruple finalidad: ver las preciosas formaciones rocosas que podemos encontrar o avistar desde Peñalrayo hasta las calderas; asomarnos a la garganta de Matalhierro y contemplar la hoya y su bella cascada; visitar las ruinas del poblado medieval de Aguamediano, y ver un roble singular que encontraremos al final del recorrido.

El camino transcurre en sus inicios por preciosas veredas flanqueadas por brezos y estepas y, posteriormente, haremos un largo tramo por una pistal forestal y un cortafuegos. El regreso también avanza por otro precioso sendero denominado «Camino de Monasterio a Palacios». Excepto el tramo que va por el camino forestal y el cortafuegos, el resto de la ruta es un entorno ideal para aquellos que quieran perderse, sólos o en familia, en la serenidad y el silencio de la naturaleza y desconectar de toda su actividad diaria.

Descripción del recorrido

Guiados por un track de nuestros amigos de Hacinas – usuario Ledanías-, salimos del centro del pueblo y continuamos por la Calle Mayor hasta una bifurcación de caminos. Nos vamos a la izquierda por el denominado «Camino de Cargaduelo» y ascendemos por un amplio camino forestal, que divide la dehesa entre brezos, estepas y gran cantidad de enormes robles albares centenarios. Muy pronto, a un Km. de la salida aproximadamente, nos desviamos a la derecha por el denominado Camino de Peñalrayo. Bien señalizado por múltiples hitos, no lo dejaremos hasta alcanzar las calderas en el km 5, mientras vamos contemplando a nuestra izquierda la hermosa ciudad encantada. Nos acercamos con cuidado para ver la enorme garganta de la caldera. La cascada , que en otras épocas del año suele soltar un bello, inmenso y sonoro chorro de agua, se nos muestra silenciosa y con escasa agua.
Con un bello recuerdo de la garganta que hemos contemplado, andamos unos pocos metros y salimos a un amplio camino forestal. Nos vamos a la derecha, cruzamos un puente sobre el arroyo Valladares y , durante otros 5 kms, ahora entre pinos, avanzamos por la pista forestal y, posteriormente, por una especie de cortafuegos, que nos lleva hasta el cruce de esta pista con el Camino de Monasterio-Palacios que nos llevará de vuelta al pueblo. Antes de tomar la senda, aprovechamos para bajar hasta el río Pedrosillo, que está un poco más adelante, refrescarnos en sus limpias aguas y tomar un tentempié para recuperar energías.
Regresamos al cruce por el Camino de Monasterio-Palacios y, por un bellísimo sendero, que a veces se esconde entre matorrales que dificultan nuestro caminar, vamos en búsqueda de las ruinas del desaparecido poblado medieval. Las encontramos a la derecha kilómetro y medio más adelante. Tras dar varias vueltas, finálmente podemos encontrar 3 sarcófagos dispersos y un cuarto que hace de pila de una fuente junto al camino.
Cumplido nuestro objetivo, regresamos al pueblo por la misma angosta senda. Después, un amplio sendero rodado nos sube hasta lo más alto del Camino de Monasterio a Palacios por el que volveremos al pueblo. Una parada en Peñalosa para disfrutar de una buena panorámica y un poco más adelante para ver el roble singular. Seguimos bajando, pasamos el puente que cruza el río y continuamos hasta el puebo que nos espera un poco más adelante.
Llegados a Monasterio, sólo nos queda una visita a la iglesia parroquial, a las tumbas antropomorfas que reposan junto al templo, refrescarnos en la fuente que nos recibe en su atrio y echar un vistazo a algunos elementos arquitectónicos del pueblo tales como el lavadero, el abrevadero, el potro de herrar, la fragua, la Torre del Reloj y algunas chimeneas cónicas.

Mapa y elevación

Enlace Wikiloc

Puntos de interés / Waypoints

Dehesa de Monasterio: robledales.

Destaca esta tierra acotada y arbolada por tener una de las masas más extensas de roble albar (quercus petraea) del país, así como por el perfecto estado de conservación de una gran cantidad de estos bellos ejemplares únicos. Todo ello se debe fundamentalmente a que se trata de una especie que se adapta perfectamente al suelo y a las duras condiciones climatológicas que sufren estos montes. Lucen a su lado preciosas estampas de rocas musgosas, desprendidas de las cumbres próximas por la acción de los glaciares y traídas hasta aquí por los torrentes que azotan la zona.

Elementos rústicos de piedra: puente, colmena

Formaciones rocosas: Peñalrayo

Caldera de Matalhierro

Ruinas poblado medieval Gozmediano/Aguamediano

Mirador de Peñalosa

Roble Singular

Monasterio de la Sierra (núcleo urbano)

Se trata de un pequeño pueblo de montaña que siempre fue lugar de paso de rutas ganaderas como las cañadas. Yace apartado en la ladera sur de la Sierra de Neila y está rodeado de espesos y preciosos bosques de roble albar y negral, lo que le convierte en un lugar de una gran paz y un impresionante silencio. Esto, lejos de ser un óbice, le ha dado un enorme atractivo, siendo en estos momentos un enclave idóneo para el descanso y para estar en permanente contacto con la naturaleza.

El pueblo tiene numerosos monumentos, destacando el Monasterio de Alveinte (1440), que da nombre al pueblo. Apartado unos 3 kms, sólo conserva la iglesia y en un estado bastante ruinoso. Tiene también una hermosa iglesia: San Pedro Apóspol, una ermita: San Cosme y San Damián, unas tumbas antropomórficas traidas desde el antiguo pueblo medieval de Gozmediano o Aguamediano, y múltiples elementos que son un buen testimonio de la arquitectura que se ha desarrollado en la zona a lo largo de los años: una fuente de piedra maciza, un lavadero, un potro para herrar, una fragua, un abrevadero, chimeneas cónicas, la Torre del reloj, izada por los habitantes del pueblo, y un molino reconstruido.

Avisos y recomendaciones

Hay que tener mucho cuidado al acercarse a la caldera si se hace la ruta en época de lluvias. El suelo es muy resbaladizo y uno puede caerse al fondo de la caldera. Por lo demás, la ruta es fácil y cómoda y el paisaje espectacular, sobre todo en los primeros 5 kms. y en los 6 últimos. El tramo medio que transcurre por un amplio camino forestal y una especie de cortafuegos se hace un tanto anodino.

Más información en el sigiente enlace:

Ayuntamiento de Monasterio de la Sierra: http://www.monasteriodelasierra.es/lugares-interes

https://es.wikipedia.org/wiki/Monasterio_de_la_Sierra