Monasterio de la Sierra: Dehesa, Calderas de Matalhierro y Ruinas de Gozmediano / Aguamediano.

  • Tipo de ruta: circular.
  • Distancia: 17,420 Kms.
  • Dificultad: moderada con exigencia media por su larga longitud.
  • Duración aproximada de la ruta: 4h- 4.30 horas
  • Desnivel: 437 m.
  • Altitud mínima: 1099 m
  • Altitud máxima: 1353

Reseña

Las Calderas de Matalhierro son unas concavidades cilíndricas de gran profundidad que han sido labradas por la acción del agua del río Valladares en la roca viva a lo largo de millones de años. Durante la mayor parte del año, puede contemplarse en ellas una modesta pero preciosa cascada. Por otro lado, Gozmediano, también denominado Bustomediano o Aguamediano, es un poblado surgido en el siglo XI (1044), ahora desaparecido. En él, apenas se conservan unas pocas tumbas antropomorfas. El resto de la necrópolis fue trasladado al atrio de la Ia Iglesia de Monasterio y a las escaleras de subida a la Iglesia de Santa María la Mayor de Salas de los Infantes en 1974. Por lo demás, el poblado está bastante deteriorado y es difícil encontrar vestigios que nos ayuden a reconstruir mentalmente el poblado.

La ruta es un poco larga pero no tiene grandes exigencias para cualquier persona que esté acostumbrada a hacer ejercicio físico; está diseñada con una cuádruple finalidad: ver las preciosas formaciones rocosas que podemos encontrar o avistar desde Peñalrayo hasta las calderas; asomarnos a la garganta de Matalhierro y contemplar la hoya y su bella cascada; visitar las ruinas del poblado medieval de Aguamediano, y ver un roble singular que encontraremos al final del recorrido.

El camino transcurre en sus inicios por preciosas veredas flanqueadas por brezos y estepas y, posteriormente, haremos un largo tramo por una pistal forestal y un cortafuegos. El regreso también avanza por otro precioso sendero denominado «Camino de Monasterio a Palacios». Excepto el tramo que va por el camino forestal y el cortafuegos, el resto de la ruta es un entorno ideal para aquellos que quieran perderse, sólos o en familia, en la serenidad y el silencio de la naturaleza y desconectar de toda su actividad diaria.

Descripción del recorrido

Guiados por un track de nuestros amigos de Hacinas – usuario Ledanías-, salimos del centro del pueblo y continuamos por la Calle Mayor hasta una bifurcación de caminos. Nos vamos a la izquierda por el denominado «Camino de Cargaduelo» y ascendemos por un amplio camino forestal, que divide la dehesa entre brezos, estepas y gran cantidad de enormes robles albares centenarios. Muy pronto, a un Km. de la salida aproximadamente, nos desviamos a la derecha por el denominado Camino de Peñalrayo. Bien señalizado por múltiples hitos, no lo dejaremos hasta alcanzar las calderas en el km 5, mientras vamos contemplando a nuestra izquierda la hermosa ciudad encantada. Nos acercamos con cuidado para ver la enorme garganta de la caldera. La cascada , que en otras épocas del año suele soltar un bello, inmenso y sonoro chorro de agua, se nos muestra silenciosa y con escasa agua.
Con un bello recuerdo de la garganta que hemos contemplado, andamos unos pocos metros y salimos a un amplio camino forestal. Nos vamos a la derecha, cruzamos un puente sobre el arroyo Valladares y , durante otros 5 kms, ahora entre pinos, avanzamos por la pista forestal y, posteriormente, por una especie de cortafuegos, que nos lleva hasta el cruce de esta pista con el Camino de Monasterio-Palacios que nos llevará de vuelta al pueblo. Antes de tomar la senda, aprovechamos para bajar hasta el río Pedrosillo, que está un poco más adelante, refrescarnos en sus limpias aguas y tomar un tentempié para recuperar energías.
Regresamos al cruce por el Camino de Monasterio-Palacios y, por un bellísimo sendero, que a veces se esconde entre matorrales que dificultan nuestro caminar, vamos en búsqueda de las ruinas del desaparecido poblado medieval. Las encontramos a la derecha kilómetro y medio más adelante. Tras dar varias vueltas, finálmente podemos encontrar 3 sarcófagos dispersos y un cuarto que hace de pila de una fuente junto al camino.
Cumplido nuestro objetivo, regresamos al pueblo por la misma angosta senda. Después, un amplio sendero rodado nos sube hasta lo más alto del Camino de Monasterio a Palacios por el que volveremos al pueblo. Una parada en Peñalosa para disfrutar de una buena panorámica y un poco más adelante para ver el roble singular. Seguimos bajando, pasamos el puente que cruza el río y continuamos hasta el puebo que nos espera un poco más adelante.
Llegados a Monasterio, sólo nos queda una visita a la iglesia parroquial, a las tumbas antropomorfas que reposan junto al templo, refrescarnos en la fuente que nos recibe en su atrio y echar un vistazo a algunos elementos arquitectónicos del pueblo tales como el lavadero, el abrevadero, el potro de herrar, la fragua, la Torre del Reloj y algunas chimeneas cónicas.

Mapa y elevación

Enlace Wikiloc

Puntos de interés / Waypoints

Dehesa de Monasterio: robledales.

Destaca esta tierra acotada y arbolada por tener una de las masas más extensas de roble albar (quercus petraea) del país, así como por el perfecto estado de conservación de una gran cantidad de estos bellos ejemplares únicos. Todo ello se debe fundamentalmente a que se trata de una especie que se adapta perfectamente al suelo y a las duras condiciones climatológicas que sufren estos montes. Lucen a su lado preciosas estampas de rocas musgosas, desprendidas de las cumbres próximas por la acción de los glaciares y traídas hasta aquí por los torrentes que azotan la zona.

Elementos rústicos de piedra: puente, colmena

Formaciones rocosas: Peñalrayo

Caldera de Matalhierro

Ruinas poblado medieval Gozmediano/Aguamediano

Mirador de Peñalosa

Roble Singular

Monasterio de la Sierra (núcleo urbano)

Se trata de un pequeño pueblo de montaña que siempre fue lugar de paso de rutas ganaderas como las cañadas. Yace apartado en la ladera sur de la Sierra de Neila y está rodeado de espesos y preciosos bosques de roble albar y negral, lo que le convierte en un lugar de una gran paz y un impresionante silencio. Esto, lejos de ser un óbice, le ha dado un enorme atractivo, siendo en estos momentos un enclave idóneo para el descanso y para estar en permanente contacto con la naturaleza.

El pueblo tiene numerosos monumentos, destacando el Monasterio de Alveinte (1440), que da nombre al pueblo. Apartado unos 3 kms, sólo conserva la iglesia y en un estado bastante ruinoso. Tiene también una hermosa iglesia: San Pedro Apóspol, una ermita: San Cosme y San Damián, unas tumbas antropomórficas traidas desde el antiguo pueblo medieval de Gozmediano o Aguamediano, y múltiples elementos que son un buen testimonio de la arquitectura que se ha desarrollado en la zona a lo largo de los años: una fuente de piedra maciza, un lavadero, un potro para herrar, una fragua, un abrevadero, chimeneas cónicas, la Torre del reloj, izada por los habitantes del pueblo, y un molino reconstruido.

Avisos y recomendaciones

Hay que tener mucho cuidado al acercarse a la caldera si se hace la ruta en época de lluvias. El suelo es muy resbaladizo y uno puede caerse al fondo de la caldera. Por lo demás, la ruta es fácil y cómoda y el paisaje espectacular, sobre todo en los primeros 5 kms. y en los 6 últimos. El tramo medio que transcurre por un amplio camino forestal y una especie de cortafuegos se hace un tanto anodino.

Más información en el sigiente enlace:

Ayuntamiento de Monasterio de la Sierra: http://www.monasteriodelasierra.es/lugares-interes

https://es.wikipedia.org/wiki/Monasterio_de_la_Sierra

Monasterio de la Sierra: Dehesa, El Castillejo/Ciudad Encantada, Calderas de Matalhierro, Pico San Vicente. Demandasaurus 2017

  • Tipo de ruta: circular.
  • Distancia: 15,520 Kms.
  • Dificultad: moderada con exigencia media.
  • Duración aproximada de la ruta: 3h30- 4 horas
  • Desnivel: 597 m.
  • Altitud mínima: 1172 m
  • Altitud máxima: 1458

Reseña

El Castillejo (1390m), llamado también «La Ciudad Encantada» por los caprichosos conglomerados silíceos del Cretácico que constituyen este conjunto rocoso, es un enclave singular, cada vez más conocido y visitado, que se encuentra a los pies de las sierras de Trasomo y Neila, en el término municipal de Monasterio de la Sierra, en la Comarca de la Sierra de la Demanda, a 12 kms de Salas de los Infantes y a 68 de Burgos. A plena vista o escondidas en recónditos rincones, tanto en el alto de El Burrero como a lo largo de todo el recorrido de la ruta, podemos encontrar espectaculares relieves y formas más pequeñas de piedra tales como setas, mesas, arcos etc…, que se han ido puliendo a lo largo de millones de años por la acción del agua, el hielo y el viento, y que impresionan por su espectacular originalidad y belleza.

Por otro lado, las Calderas de Matalhierro son unas concavidades cilíndricas de gran profundidad que han sido labradas en las rocas por la acción del agua del río Valladares a lo largo de millones de años. Durante la mayor parte del año, puede contemplarse en ellas una modesta pero preciosa cascada.

Finálmente, el Pico o Cabeza San Vicente es una modesta cumbre (1359m), situada en el mismo término municipal, que nos ofrece unas impresionantes vistas de la zona. Desde lo más alto, podemos contemplar numerosas localidades serranas, diferentes cumbres: Urbión, Campiña, Mencilla, San Millán, Peña Carazo, Pico Navas etc..,, y la nueva presa de Castrovido. Adornando la cima, podemos ver un vértice geodésico y la peana de una gran cruz de madera que, tras caer al suelo, ha sido retirada.

La ruta, un poco larga pero fácil para cualquier persona que esté acostumbrada a hacer ejercicio físico, está diseñada con una cuádruple finalidad: pasear por la dehesa de este silencioso pueblo, repleta de hermosos robledales y hayas, y adornada con preciosos canchales de piedra cubiertos de musgo que hacen del lugar un espacio único y singular; visitar el Castillejo (1390 m) o Ciudad Encantada y ver de cerca las impresionantes formaciones rocosas, rodeadas en primavera de bellísimos brezos en flor con sus colores púrpuras y blancos; asomarnos a la garganta de Matalhierro y contemplar su modesta, pero bella cascada; ascender al pico San Vicente y disfrutar de la bella panorámica que desde allí se ofrece.

El camino, que transcurre en sus inicios por la pista forestal de Cargaduelo, y, posteriormente, por preciosas veredas flanqueadas por brezos, estepas y esquenos, es un entorno ideal para aquellos que quieran perderse, solos o en familia, en la serenidad y el silencio de la naturaleza y desconectar de toda su actividad diaria.

Descripción del recorrido

Salimos del centro del pueblo y continuamos por la Calle Mayor hasta una bifurcación de caminos. Nos vamos a la izquierda por el denominado «Camino de Cargaduelo» y ascendemos por una amplia pista forestal que divide la dehesa durante unos 4,5 kms aproximadamente; avanzamos entre brezos, estepas, algunos helechos, gran cantidad de enormes robles albares centenarios, y bastantes pinos en lo más alto. Hemos dejado la tenada de Cargaduelo en ruinas a mitad de camino. Casi en la cima, nos paramos a contemplar las preciosas vistas del Castillejo que pueden verse desde la pista forestal. Coronamos y nos vamos a la derecha para ver de cerca y tocar el Castillejo, Peña Amarilla y contemplar múltiples e inimaginables formaciones rocosas en el entorno. El lugar es único y de tal belleza que cuesta abandonarlo.
Lo hacemos regresando al camino forestal. Bajamos unos metros y nos vamos en búsqueda de una angosta y escondida senda que nos da acceso a las calderas de Matalhierro. La encontramos a la parte derecha, unos metros antes de llegar a un puente sobre al arroyo Valladares. La seguimos con cuidado, ya que en algunos sitios no es muy visible. Muy pronto topamos con la caldera. Nos acercamos con cuidado para ver su enorme garganta. La cascada , que en otras épocas del año suele mostrarse silenciosa y con escasa agua, hoy suelta un bello, inmenso y sonoro chorro.
Cumplido nuestro primer objetivo, vamos a por el segundo: subir al Pico San Vicente. Para ello, regresamos en dirección al pueblo por una angosta senda, bien marcada con múltiples hitos, que enlaza con el camino de Peñalrayo; mientras, seguimos contemplando preciosas vistas de la Ciudad Encantada a nuestra derecha. Un poco más adelante, nos desviamos unos 200 metros para bajar a ver un precioso colmenar rústico que queda escondido a la izquierda del camino. Regresamos a la senda principal y continuamos la ruta por un amplio sendero que cruza dos hermosos puentes de losas de piedra. Por este mismo camino y poco antes de llegar a un arroyo, normalmente seco, nos desviamos a la izquierda, bajamos campo a través por el Burrero, cruzamos el Arroyo Valladares y, por el camino de la izquierda, iniciamos el ascenso al Pico San Vicente.
Aunque la ruta se puede seguir por el camino forestal, denominado, «Camino de Monasterio a Palacios», seguimos de frente y atajamos por una preciosa vereda que nos acerca al paraje de Fuente Umbría, donde hay un enorme roble singular, y nos sube hasta Peñalosa. Seguimos ascendiendo un poco más y , unos metros más adelante, dejamos el camino forestal y nos vamos a la derecha. Siguiendo una senda bien marcada, entre matorrales de roble y preciosas formaciones rocosas, llegamos a la cima del Cabeza San Vicente. Desde su vértice geodésico y las rocas que lo rodean, nos perdemos en la contemplación de una bellísima panorámica de varias cimas: Mencilla, San Millán, Humarrero, Peña Carazo etc., y de varios pueblos de la Sierra., con una preciosa estampa de Monasterio abajo en las faldas del pico.
Cumplido nuestro objetivo de coronar la cima, desandamos camino y nada más abandonar la cumbre nos vamos por una vereda, bien señalizada con un hito, que parte a la izquierda. La senda es angosta, pero hermosa para disfrutar de viejos robles y múltiples plantas de brezo que adornan la bajada hasta el otro puente que cruza el arroyo Valladares. En el camino, habremos dejado una vieja tenada en ruinas y un precioso árbol muerto de enormes dimensiones.
Ya en el camino forestal, una breve ojeada a las piedras de moler, traídas desde el molino y abandonadas en la parte izquierda del camino junto al río, y subida al pueblo por una empinada cuesta que, a través de la Calle Miguel de Cervantes, nos lleva a nuestro punto de partida.

Puntos de interés / Waypoints

Dehesa de Monasterio

Destaca esta tierra acotada y arbolada por tener una de las masas más extensas de roble albar (quercus petraea) del país, así como por el perfecto estado de conservación de una gran cantidad de estos bellos ejemplares únicos. Todo ello se debe fundamentalmente a que se trata de una especie que se adapta perfectamente al suelo y a las duras condiciones climatológicas que sufren estos montes. Lucen a su lado preciosas estampas de rocas musgosas, desprendidas de las cumbres próximas por la acción de los glaciares y traídas hasta aquí por los torrentes que azotan la zona.

El Castillejo

Calderas de Matalhierro.

Dehesa de Monasterio

Mirador de Peñalosa

Cabeza / Pico San Vicente

Monasterio de la Sierra (núcleo urbano)

Se trata de un pequeño pueblo de montaña que siempre fue lugar de paso de rutas ganaderas como las cañadas. Yace apartado en la ladera sur de la Sierra de Neila y está rodeado de espesos y preciosos bosques de roble albar, lo que le convierte en un lugar de una gran paz y un impresionante silencio. Esto, lejos de ser un óbice, le ha dado un enorme atractivo, siendo en estos momentos un enclave idóneo para el descanso y para estar en permanente contacto con la naturaleza.

El pueblo tiene numerosos monumentos, destacando el Monasterio de Alveinte (1440), que da nombre al pueblo. Apartado unos 3 kms, sólo conserva la iglesia y en un estado bastante ruinoso. Tiene también una hermosa iglesia: San Pedro Apóspol, una ermita: San Cosme y San Damián, unas tumbas antropomórficas traidas desde el antiguo pueblo medieval de Gozmediano o Aguamediano, y múltiples elementos que son un buen testimonio de la arquitectura que se ha desarrollado en la zona a lo largo de los años: una fuente de piedra maciza, un lavadero, un potro para herrar, una fragua, un abrevadero, chimeneas cónicas, la Torre del reloj, izada por los habitantes del pueblo, y un molino reconstruido.

Avisos y recomendaciones

Esta ruta VIII es un combinado de nuestras rutas II y VI con el objeto de hacer la cima y la ciudad encantada en un solo recorrido (ver Ruta II) y ( Ruta VI) de este mismo usuario, y hacer con ambas una ruta muy completa y atractiva.

Si se hace la ruta en época de lluvias, hay que tener mucho cuidado al acercarse a la caldera. El suelo es muy resbaladizo y uno puede caerse al fondo de la caldera. Otra dificultad en épocas de muchas lluvias y de deshielo es que hay que cruzar el río, Este puede llevar bastante agua, por lo que recomendamos no hacerla en pleno invierno o hacer una alternativa sin tener que cruzar el río Valladares (haciendo la ruta VI primero y luego la II por separado haríamos prácticamente el mismo itinerario).

Si disponemos de tiempo, merece la pena hacer una breve visita a la iglesia parroquial, a las tumbas antropomorfas que reposan junto al templo, refrescarse en la fuente que nos recibe en su atrio y echar un vistazo a algunos elementos arquitectónicos del pueblo tales como el lavadero, el abrevadero, la fragua, el potro de herrar, la Torre del Reloj, la fuente de piedra y algunas chimeneas cónicas.

Más información en el sigiente enlace:

Ayuntamiento de Monasterio de la Sierra: http://www.monasteriodelasierra.es/lugares-interes