Senda de los Batanes, Hayedo del Acebal, Senda de la Muñeca y Nacedero del río Oropesa desde Pradoluengo.


- Tipo de ruta: circular.
- Señalización: la ruta está señalizada con flechas direccionales y marcas de PRC.
- Distancia: 15,600 kms.
- Dificultad: Moderada con exigencia media-alta.
- Duración aproximada de la ruta: 4:30-5 horas.
- Desnivel: 627 m
- Altitud mínima: 958 m
- Altitud máxima: 1.588 m
Fotos: José Luis Benito y Julio Cámara
Reseña
Bañada por los ríos Tirón y Arlanzón y por los abundantes afluentes y arroyos que recorren el entorno; repleta de mágicos rincones, espectaculares sendas, paisajes muy variados en perfecto estado natural y magníficamente conservados, la zona norte de la Sierra de la Demanda destaca, en general, por su gran belleza natural y, en particular, por sus espectaculares y maravillosos hayedos. Nos hemos acercado a un lugar idóneo para disfrutar, de lleno, de un auténtico jardín botánico y apreciar, de cerca, la paz y el silencio de uno de los parajes más bellos de la provincia burgalesa.
La ruta parte de la villa de Pradoluengo, bella localidad situada en la vertiente septentrional de la Sierra de la Demanda, en la Comarca de Montes de Oca, a unos 47 kms al este de la capital de la provincia por las carreteras BU-825 y BU-820. Tiene la finalidad de realizar el agradable paseo de la Senda de los Batanes observando el patrimonio de la decadente industria textil de Pradoluengo; disfrutar de los colores propios de otoño en los hayedos del Acebal y de La Muñeca para contrastarlos con los que ya vimos en nuestra ruta primaveral; observar la belleza y la armonía en la que convive la rica flora de la zona, con abundantes hayas, pinos negrales, robles, acebos, serbales, sauces y chopos entre otros; visitar el hermoso paraje del nacedero y caminar al lado del río Oropesa o Pradoluengo para sentir el agradable rumor del agua del río.
Aunque es un poco larga, la ruta es maravillosa. Llama la atención por la gran variedad de habitats naturales que divisamos, sus frondosos y abundantes bosques, sus valles fluviales…, y despierta un gran interés ambiental. Los amantes de la naturaleza, en esta época primaveral y en otoño, pueden disfrutar de múltiples y auténticos cuadros impresionistas con mezclas de colores pocas veces vistas. Los amantes de la paz pueden imbuirse en un lugar singularizado por su impresionante silencio. Los que busquen literatura, nada más sencillo que perderse en la magia de la Muñeca y reproducir el cuento de Caperucita y el lobo en medio de estos bosques. Los apasionados de la historia, revivir la época de gloria de la frenética actividad textil en la Senda de los Batanes. Porque, aquí, todo es divino, asombroso, inexplicable. En resumen, una gran marcha que nunca olvidarás. En otoño, te cautivará.
Descripción del recorrido
Tomando como base un recorrido diseñado por Carlos Bacigalupe, experto senderista de la zona, iniciamos la ruta en la Plaza del Mercado de Pradoluengo, donde vemos los indicadores de las rutas Sendero del Nacedero y Sendero de la Muñeca, los cuales recorreremos en muchos de sus tramos. Antes de abandonar el pueblo y tomar la Senda de los Batanes en el Parque de los Patos, hemos dejado atrás la Plaza Clemente Zaldo, el Ayuntamiento, el Teatro, la vieja Plaza de Toros «El Frontal»… Ya en la hermosa y maravillosa senda de los Batanes, vemos, primero, el precioso camping de la Trapera, bonita transformación de un antiguo batán con una hermosa cascada; posteriormente, el Caserío y Ermita de San Antonio, el sombrío y misterioso Rincón de Lara, la Hilatura de la Pasada y varios restos de batanes, hilaturas y tintes que aprovechaban la fuerza de las aguas para mover las máquinas hidraúlicas o batanes que golpeaban, desengrasaban y enfurtían los paños.
En el Refugio de la Pasada nos vamos por un amplio y empinado camino forestal en busca del Hayedo del Acebal. A la llegada, llama la atención la variedad de colores propios de esta época otoñal y sorprenden el silencio y la inmensa paz que reinan en el lugar. Dejamos el hayedo y, por un pequeño cortafuegos con una empinada cuesta, avanzamos hasta el Cerro de San Antonio. Estamos llegando a nuestro gran objetivo: la Senda de la Muñeca. Entre hayas, primero; pinos negrales , después, y , de nuevo, entre hayas, por una hermosísima vereda cruzamos este lugar mágico, cargado de inmensa belleza y sosiego, de peculiares y agradables olores, y lleno de una luz brillante que, con la salida del sol, atraviesa los árboles haciendo hermosos reflejos y figuras. Descansamos y reponemos energías en la mesa que hay en el cruce del camino del Nacedero. Luego, toca bajar una cuesta muy pronunciada. Siguiendo las marcas de los árboles, alcanzamos fácilmente el nacedero. En el camino hasta la Pasada, vemos brotar el agua por todos los lados y son varios los arroyos que van engordando el cauce del rio Oropesa. También llaman la atención dos belenes bien conservados en una pequeña pradera rodeada de hayas. Un lugareño nos explica que el nacimiento se deja allí todo el año y que los senderistas lo respetan y lo cuidan.
De vuelta a Pradoluengo, tomamos de nuevo la delicada y preciosa senda de los batanes junto al puente en el que se funden el río Pradoluengo y el Arroyo Acebal para regresar a nuestro punto de partida por el mismo camino.

Mapa y elevación
Enlace a Wikiloc
Puntos de interés / Waypoints
Senda de los Batanes.
Precioso y clásico sendero de unos 3 kilómetros que avanza junto al río Oropesa, en cuyos márgenes se edificaron los batanes, hilaturas y tintes que aprovechaban la fuerza de las aguas para mover las máquinas que dieron a Pradoluengo, desde el siglo XVI y de forma importante a partir de la primera mitad del siglo XIX, la época de oro de su industria textil. Aunque sí que se conservan algunas fábricas en mal estado, hoy en día apenas quedan unos retazos de las 20 construcciones documentadas; la mayoría de los batanes e hilaturas han desaparecido; varias conservan algunas ruinas y otras como La Trapera, viejo batán convertido en un precioso camping, han sido trasformadas.
La desaparición de la industria ha dado protagonismo a la naturaleza, resultando de este proceso un sendero que luce una belleza exquisita. Todo está perfectamente colocado: las fuentes, el camping, la abundante vegetación que habita junto al río, los setos de los prados, las múltiples pasarelas de madera – recientemente instaladas o recuperadas por carpinteros locales-, que nos ayudan a sortear el río, el recoveco que acoge el Rincón de Lara etc… ¡Qué maravilla pasear al lado del río y cruzar sus puentes, mientras te detienes a contemplar los destellos y el sinfónico ruido de las aguas!. ¡Una pasada y una experiencia única en uno de los paseos más populares y más bellos de toda la Sierra de la Demanda!.
Refugio de la Pasada.
El Refugio de la Pasada se encuentra situado en un cruce de caminos, a unos 2 kilómetros al sureste de la villa de Pradoluengo y al noreste de la Cruz de Guirnaldo, en la confluencia del río Oropesa con el Arroyo del Acebal, pertenecientes a la cuenca del Ebro. Se ubica en una apacible área recreativa con varias mesas, pero sin instalaciones para el uso del fuego. Se trata de una choza silvestre o refugio libre diseñado para protegerse del mal tiempo.



Hayedo del Acebal
Precioso y salvaje hayedo atravesado por un amplio camino que transcurre, entre oscuros y sombríos bosques de pinos silvestres y hayas que desprenden una curiosa humedad, por la parte alta del Arroyo del Acebal. A pesar de su nombre, llama la atención la escasa existencia de acebos a lo largo del hayedo, aunque pueden encontrarse algunas muestras en el sotobosque.
Senda de la Muñeca.
Intrigados por el nombre del lugar, pudimos averiguar que se trata de una leyenda sobre un lobo y una niña que los lugareños ubican en lo más profundo de un bosque repleto de connotaciones mágicas y misteriosas.
La Senda de la Muñeca es una estrecha vereda forestal, de unos dos kilómetros y medio, que avanza, entre pinos repletos de liquen e inmensas y hermosas hayas. Atraviesa amplias laderas, con bastante desnivel, que, en otoño, podemos ver cubiertas de hojas, troncos y preciosas piedras musgosas. Su recorrido angosto, serpenteando entre las hayas y pasando entre hileras de pinos perfectamente alineados, nos permite disfrutar de un magnífico paisaje, lleno de color, con una hermosa mezcla de los colores de las hayas: verdes-lima, amarillos, ocres, anaranjados y marrones, dependiendo de la época del año en que la recorramos, con los verdes intensos de pinos negrales y acebos.
Nacedero del río Oropesa.
Localizado en un profundo valle abierto de la Sierra de la Demanda, es en este lugar donde tiene su origen este modesto río, también llamado Pradoluengo, que tributa sus aguas cristalinas al río Tir´´on unos kilómetros más adelante.


Pradoluengo.
Habitada en su orígenes por tribus celtíberas como los berones y autrigones; refugio de muchos vasallos vascones que se asentaron en estas tierras burgalesas en los siglos IX y X, hoy la villa de Pradoluengo es conocida por su impresionante belleza natural y por la producción de calcetines y boinas de una industrial textil, exultante durante casi dos siglos, pero hoy tristemente venida a menos por culpa de una globalización que ha arrollado todas estas pequeñas industrias familiares. Llegó a tener casi tres mil habitantes en su época de prosperidad en el siglo XIX, cuando hoy su población apenas alcanza los 1.200 vecinos. Esto no ha sido óbice para que todavía conserve varios palacetes de estilo indiano y bellas casonas de los siglos XIX y XX en la zona que los propios lugareños conocen como «la acera de los ricos». Sus gentes destacan también por su apasionado amor a la música y a las tradiciones; ´tiene una de las bandas más antiguas de la provincia de Burgos y un Coro Parroquial que no han cesado de hacer música desde hace 200 años, así como un buen Grupo de Danzas.
Entre su patrimonio monumental, destacan su iglesia neorrenacentista, dedicada a la Asunción de Nuestra Señora, la Ermita de San Roque, y la Casa Consistorial de 1843.
Avisos y recomendaciones.
Se trata de una de los parajes más hermosos de la Sierra de la Demanda burgalesa, en el que vas a quedar deslumbrado por los paisajes singulares que vas encontrando por el camino. La ruta está bien señalizada, lo que facilita mucho la realización del recorrido. Aunque la hemos calificado de moderada por su desnivel (627m), la longitud del trayecto la convierten en una ruta bastante exigente. Si dispones de poco tiempo o no estás en buena forma, siempre tienes el recurso de hacer el trayecto de la Senda de los Batanes -5 kms ida y vuelta-, desde el Parque de los Patos ubicado en el pueblo.
La ruta puede realizarse en cualquier estación del año, pero, en otoño, es espectacular contemplar el colorido de las hayas y de los serbales. La primavera también es otra estación muy propicia para caminar por el lugar.
Más información en los siguientes enlaces:
Ayuntamiento de Pradoluengo: https://www.pradoluengo.es
Asociación de Montañeros de la Demanda: https://www.amlademanda.com/index.html?body4.html
agalsa.es/localidades/pradoluengo/



























































































































































































































































































































