Senda de los Batanes, Hayedo del Acebal, Senda de la Muñeca y Nacedero del río Oropesa desde Pradoluengo.

  • Tipo de ruta: circular.
  • Señalización: la ruta está señalizada con flechas direccionales y marcas de PRC.
  • Distancia: 15,600 kms.
  • Dificultad: Moderada con exigencia media-alta.
  • Duración aproximada de la ruta: 4:30-5 horas.
  • Desnivel: 627 m
  • Altitud mínima: 958 m
  • Altitud máxima: 1.588 m

Fotos: José Luis Benito y Julio Cámara

Reseña

Bañada por los ríos Tirón y Arlanzón y por los abundantes afluentes y arroyos que recorren el entorno; repleta de mágicos rincones, espectaculares sendas, paisajes muy variados en perfecto estado natural y magníficamente conservados, la zona norte de la Sierra de la Demanda destaca, en general, por su gran belleza natural y, en particular, por sus espectaculares y maravillosos hayedos. Nos hemos acercado a un lugar idóneo para disfrutar, de lleno, de un auténtico jardín botánico y apreciar, de cerca, la paz y el silencio de uno de los parajes más bellos de la provincia burgalesa.

La ruta parte de la villa de Pradoluengo, bella localidad situada en la vertiente septentrional de la Sierra de la Demanda, en la Comarca de Montes de Oca, a unos 47 kms al este de la capital de la provincia por las carreteras BU-825 y BU-820. Tiene la finalidad de realizar el agradable paseo de la Senda de los Batanes observando el patrimonio de la decadente industria textil de Pradoluengo; disfrutar de los colores propios de otoño en los hayedos del Acebal y de La Muñeca para contrastarlos con los que ya vimos en nuestra ruta primaveral; observar la belleza y la armonía en la que convive la rica flora de la zona, con abundantes hayas, pinos negrales, robles, acebos, serbales, sauces y chopos entre otros; visitar el hermoso paraje del nacedero y caminar al lado del río Oropesa o Pradoluengo para sentir el agradable rumor del agua del río.

Aunque es un poco larga, la ruta es maravillosa. Llama la atención por la gran variedad de habitats naturales que divisamos, sus frondosos y abundantes bosques, sus valles fluviales…, y despierta un gran interés ambiental. Los amantes de la naturaleza, en esta época primaveral y en otoño, pueden disfrutar de múltiples y auténticos cuadros impresionistas con mezclas de colores pocas veces vistas. Los amantes de la paz pueden imbuirse en un lugar singularizado por su impresionante silencio. Los que busquen literatura, nada más sencillo que perderse en la magia de la Muñeca y reproducir el cuento de Caperucita y el lobo en medio de estos bosques. Los apasionados de la historia, revivir la época de gloria de la frenética actividad textil en la Senda de los Batanes. Porque, aquí, todo es divino, asombroso, inexplicable. En resumen, una gran marcha que nunca olvidarás. En otoño, te cautivará.

Descripción del recorrido

Tomando como base un recorrido diseñado por Carlos Bacigalupe, experto senderista de la zona, iniciamos la ruta en la Plaza del Mercado de Pradoluengo, donde vemos los indicadores de las rutas Sendero del Nacedero y Sendero de la Muñeca, los cuales recorreremos en muchos de sus tramos. Antes de abandonar el pueblo y tomar la Senda de los Batanes en el Parque de los Patos, hemos dejado atrás la Plaza Clemente Zaldo, el Ayuntamiento, el Teatro, la vieja Plaza de Toros «El Frontal»… Ya en la hermosa y maravillosa senda de los Batanes, vemos, primero, el precioso camping de la Trapera, bonita transformación de un antiguo batán con una hermosa cascada; posteriormente, el Caserío y Ermita de San Antonio, el sombrío y misterioso Rincón de Lara, la Hilatura de la Pasada y varios restos de batanes, hilaturas y tintes que aprovechaban la fuerza de las aguas para mover las máquinas hidraúlicas o batanes que golpeaban, desengrasaban y enfurtían los paños.
En el Refugio de la Pasada nos vamos por un amplio y empinado camino forestal en busca del Hayedo del Acebal. A la llegada, llama la atención la variedad de colores propios de esta época otoñal y sorprenden el silencio y la inmensa paz que reinan en el lugar. Dejamos el hayedo y, por un pequeño cortafuegos con una empinada cuesta, avanzamos hasta el Cerro de San Antonio. Estamos llegando a nuestro gran objetivo: la Senda de la Muñeca. Entre hayas, primero; pinos negrales , después, y , de nuevo, entre hayas, por una hermosísima vereda cruzamos este lugar mágico, cargado de inmensa belleza y sosiego, de peculiares y agradables olores, y lleno de una luz brillante que, con la salida del sol, atraviesa los árboles haciendo hermosos reflejos y figuras. Descansamos y reponemos energías en la mesa que hay en el cruce del camino del Nacedero. Luego, toca bajar una cuesta muy pronunciada. Siguiendo las marcas de los árboles, alcanzamos fácilmente el nacedero. En el camino hasta la Pasada, vemos brotar el agua por todos los lados y son varios los arroyos que van engordando el cauce del rio Oropesa. También llaman la atención dos belenes bien conservados en una pequeña pradera rodeada de hayas. Un lugareño nos explica que el nacimiento se deja allí todo el año y que los senderistas lo respetan y lo cuidan.
De vuelta a Pradoluengo, tomamos de nuevo la delicada y preciosa senda de los batanes junto al puente en el que se funden el río Pradoluengo y el Arroyo Acebal para regresar a nuestro punto de partida por el mismo camino.

Mapa y elevación

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Puntos de interés / Waypoints

Senda de los Batanes.

Precioso y clásico sendero de unos 3 kilómetros que avanza junto al río Oropesa, en cuyos márgenes se edificaron los batanes, hilaturas y tintes que aprovechaban la fuerza de las aguas para mover las máquinas que dieron a Pradoluengo, desde el siglo XVI y de forma importante a partir de la primera mitad del siglo XIX, la época de oro de su industria textil. Aunque sí que se conservan algunas fábricas en mal estado, hoy en día apenas quedan unos retazos de las 20 construcciones documentadas; la mayoría de los batanes e hilaturas han desaparecido; varias conservan algunas ruinas y otras como La Trapera, viejo batán convertido en un precioso camping, han sido trasformadas.

La desaparición de la industria ha dado protagonismo a la naturaleza, resultando de este proceso un sendero que luce una belleza exquisita. Todo está perfectamente colocado: las fuentes, el camping, la abundante vegetación que habita junto al río, los setos de los prados, las múltiples pasarelas de madera – recientemente instaladas o recuperadas por carpinteros locales-, que nos ayudan a sortear el río, el recoveco que acoge el Rincón de Lara etc… ¡Qué maravilla pasear al lado del río y cruzar sus puentes, mientras te detienes a contemplar los destellos y el sinfónico ruido de las aguas!. ¡Una pasada y una experiencia única en uno de los paseos más populares y más bellos de toda la Sierra de la Demanda!.

Refugio de la Pasada.

El Refugio de la Pasada se encuentra situado en un cruce de caminos, a unos 2 kilómetros al sureste de la villa de Pradoluengo y al noreste de la Cruz de Guirnaldo, en la confluencia del río Oropesa con el Arroyo del Acebal, pertenecientes a la cuenca del Ebro. Se ubica en una apacible área recreativa con varias mesas, pero sin instalaciones para el uso del fuego. Se trata de una choza silvestre o refugio libre diseñado para protegerse del mal tiempo.

Hayedo del Acebal

Precioso y salvaje hayedo atravesado por un amplio camino que transcurre, entre oscuros y sombríos bosques de pinos silvestres y hayas que desprenden una curiosa humedad, por la parte alta del Arroyo del Acebal. A pesar de su nombre, llama la atención la escasa existencia de acebos a lo largo del hayedo, aunque pueden encontrarse algunas muestras en el sotobosque.

Senda de la Muñeca.

Intrigados por el nombre del lugar, pudimos averiguar que se trata de una leyenda sobre un lobo y una niña que los lugareños ubican en lo más profundo de un bosque repleto de connotaciones mágicas y misteriosas.

La Senda de la Muñeca es una estrecha vereda forestal, de unos dos kilómetros y medio, que avanza, entre pinos repletos de liquen e inmensas y hermosas hayas. Atraviesa amplias laderas, con bastante desnivel, que, en otoño, podemos ver cubiertas de hojas, troncos y preciosas piedras musgosas. Su recorrido angosto, serpenteando entre las hayas y pasando entre hileras de pinos perfectamente alineados, nos permite disfrutar de un magnífico paisaje, lleno de color, con una hermosa mezcla de los colores de las hayas: verdes-lima, amarillos, ocres, anaranjados y marrones, dependiendo de la época del año en que la recorramos, con los verdes intensos de pinos negrales y acebos.

Nacedero del río Oropesa.

Localizado en un profundo valle abierto de la Sierra de la Demanda, es en este lugar donde tiene su origen este modesto río, también llamado Pradoluengo, que tributa sus aguas cristalinas al río Tir´´on unos kilómetros más adelante.

Pradoluengo.

Habitada en su orígenes por tribus celtíberas como los berones y autrigones; refugio de muchos vasallos vascones que se asentaron en estas tierras burgalesas en los siglos IX y X, hoy la villa de Pradoluengo es conocida por su impresionante belleza natural y por la producción de calcetines y boinas de una industrial textil, exultante durante casi dos siglos, pero hoy tristemente venida a menos por culpa de una globalización que ha arrollado todas estas pequeñas industrias familiares. Llegó a tener casi tres mil habitantes en su época de prosperidad en el siglo XIX, cuando hoy su población apenas alcanza los 1.200 vecinos. Esto no ha sido óbice para que todavía conserve varios palacetes de estilo indiano y bellas casonas de los siglos XIX y XX en la zona que los propios lugareños conocen como «la acera de los ricos». Sus gentes destacan también por su apasionado amor a la música y a las tradiciones; ´tiene una de las bandas más antiguas de la provincia de Burgos y un Coro Parroquial que no han cesado de hacer música desde hace 200 años, así como un buen Grupo de Danzas.

Entre su patrimonio monumental, destacan su iglesia neorrenacentista, dedicada a la Asunción de Nuestra Señora, la Ermita de San Roque, y la Casa Consistorial de 1843.

Avisos y recomendaciones.

Se trata de una de los parajes más hermosos de la Sierra de la Demanda burgalesa, en el que vas a quedar deslumbrado por los paisajes singulares que vas encontrando por el camino. La ruta está bien señalizada, lo que facilita mucho la realización del recorrido. Aunque la hemos calificado de moderada por su desnivel (627m), la longitud del trayecto la convierten en una ruta bastante exigente. Si dispones de poco tiempo o no estás en buena forma, siempre tienes el recurso de hacer el trayecto de la Senda de los Batanes -5 kms ida y vuelta-, desde el Parque de los Patos ubicado en el pueblo.
La ruta puede realizarse en cualquier estación del año, pero, en otoño, es espectacular contemplar el colorido de las hayas y de los serbales. La primavera también es otra estación muy propicia para caminar por el lugar.

Más información en los siguientes enlaces:

Ayuntamiento de Pradoluengo: https://www.pradoluengo.es

Asociación de Montañeros de la Demanda: https://www.amlademanda.com/index.html?body4.html

http://www.turismoburgos.org

agalsa.es/localidades/pradoluengo/

Pozo Negro y Pico Otero desde el Refugio de Tres Aguas (Fresneda de la Sierra Tirón).

  • Tipo de ruta: circular.
  • Señalización: la ruta está señalizada con balizas y marcas de PRC.
  • Distancia: 16,700 kms.
  • Dificultad: Moderada con exigencia alta.
  • Duración aproximada de la ruta: 5:30-6 horas.
  • Desnivel: 945 m.
  • Desnivel acumulado: 1.050 m.
  • Altitud mínima: 1.105 m
  • Altitud máxima: 2.045 m

Reseña

Bañada por el río Tirón y por los abundantes afluentes y arroyos que recorren el entorno; repleta de mágicos rincones, espectaculares sendas, paisajes muy variados en perfecto estado natural y magníficamente conservados, la zona más septentrional de la Sierra de la Demanda destaca, en general, por su gran belleza natural y, en particular, por sus preciosos hayedos. Nos hemos acercado a un lugar idóneo para disfrutar, de lleno, de un espacio natural único: el Barranco del Pozo Negro y la Senda del Tejo, con una vegetación abundante y rica en robles, hayas, pinos, tejos, abedules y otras especies, y apreciar, de cerca, la paz y la tranquilidad de uno de los parajes más bellos de la provincia burgalesa. Subir al Pico Otero (2.045 m) por el Barranco del Pozo Negro y regresar por la Senda del Tejo es un clásico entre los montañeros burgaleses más exigentes y una de las rutas más emblemáticas de la Sierra de la Demanda. Magníficamente valorada, sobre todo, por su enclave en un entorno único e impresionante, por sus dos espectaculares hayedos y por los majestuosos paisajes montañeros que la rodean, es sin duda uno de los mejores y más duros senderos de la zona.

La caminata se inicia en el Refugio de Tres Aguas, al que se llega en coche siguiendo un camino forestal de unos 5,5 km que sale desde las proximidades de Fresneda, municipio situado a unos 62 kms de la capital burgalesa por las carreteras N-120 y BU-811, en la Comarca de Montes de Oca, a los pies de la Sierra de la Demanda y limitando con la Comunidad de la Rioja. Tiene el objetivo de disfrutar del espectacular Barranco del Pozo Negro, contemplar la preciosa laguna natural de origen glaciar, visitar el tejo milenario y coronar el Pico Otero. Aunque es un poco larga, la ruta es espectacular. Llama la atención por la gran variedad de habitats naturales que divisamos, sus frondosos y abundantes bosques, sus valles fluviales…, y despierta un gran interés ambiental. Los amantes de la naturaleza, en primavera y en otoño principalmente, pueden disfrutar de múltiples y auténticos cuadros impresionistas con mezclas de colores verdes, amarillos y ocres pocas veces vistas. Los amantes de la paz pueden imbuirse en un lugar en el que sólo el sonido del agua rompe el impresionante silencio. Los apasionados de la historia, pisar los montes que ya recorrieran civilizaciones tan importantes como celtíberos, vascones, romanos, visigodos, musulmanes etc… Porque, aquí, todo es divino, asombroso, inexplicable. En resumen, si buscas senderismo del bueno en un paisaje privilegiado, si necesitas aire puro en medio de una naturaleza salvaje, o, si quieres disfrutar de impresionantes vistas, esta es tu ruta. ¡Te encantará!. ¡En otoño, fliparás!..

Descripción del recorrido

La caminata arranca por detrás del refugio y marcha por otra cómoda pista, conocida como Camino de San Antonio, en el que se puede gozar de un exuberante jardín botánico con hayas, pinos, fresnos, avellanos y sauces como especies más abundantes. Siguiendo el trazado del GR-290, nos introduce en el angosto Barranco del Pozo Negro (km 3,5). El camino de subida, muy exigente y cada vez más pindio hasta que abandona el bosque muy cerca de la laguna natural del Pozo Negro, atraviesa un tupido y espectacular hayedo y discurre paralelo al arroyo del mismo nombre. Muere en un pequeño lago de origen glaciar cuyas aguas invitan a la contemplación y a la relajación: el Pozo Negro.

Cubierto el primer objetivo, el itinerario nos lleva, ahora, a coronar el Pico Otero (km 7,3). Separan ambos puntos de interés un kilómetro y medio de distancia y un desnivel de unos 280 metros. La estrecha vereda de subida se ofrece sin arbolado, supera todo el circo glaciar y alcanza el cordal cimero de la Sierra de la Demanda. Entre brezos, la ruta hace un camino de ida y vuelta hasta el Otero. Retrocede, después, por el cordal mencionado hacia las cimas de Poborlaza (1.942 m / Km 8,8) y Toborlaza o Zarzabala (1.901 m / km 10,4), donde abandona la cuerda para introducirse en el barranco de Zarzabala. En la bajada, pasa por unas pequeñas lagunillas, habitualmente hozadas y secas, y un collado bien llamado “Hermoso” por su magnífica panorámica. Se inserta, poco después, en un pinar de repoblación y en otro bonito hayedo, y visita el elemento más importante de la riqueza natural de Fresneda: el Tejo Milenario. Una bella cascada: los Chapatales y un nuevo barranco: Rehoyo, que confluye en Tres Aguas con el Barranco del Pozo Negro, son los últimos alicientes de una ruta larga, pero maravillosa y de enorme interés ecológico.

Mapa y elevación

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Puntos de interés / Waypoints

Refugio de Tres Aguas (1.115 m)

Tres Aguas está situado junto a la pista forestal que viene desde Fresneda de la Sierra Tirón, en un lugar estratégico desde el que salen varias rutas de montaña, en la zona conocida como Tirón, donde arranca el río de igual nombre que entrega sus aguas al Ebro en el municipio riojano de Haro. Este resguardo de tamaño medio, que toma su nombre de los tres barrancos que confluyen en este punto: Rehoyo o Reoyo -desciende desde Cabeza Aguilez-, Ticumbea -baja desde Remendía- y Pozo Negro -cae desde el Otero-, es libre y puede usarse sin necesidad de reservar. Eso sí, si está cerrado tendrás que pedir la llave en el bar de Fresneda. Su interior está en buen estado y muy bien habilitado para una estancia agradable en plena naturaleza. Dentro hay una chimenea y dos bancos de madera para comer; fuera, suele haber leña para poder hacer fuego.

Barranco, Hayedo y Laguna Glaciar del Pozo Negro.

Ascender por un barranco entre hermosas hayas y cruzar varias veces el torrente, lo que puede obligarnos a descalzarnos o a pisar, con cuidado y haciendo equilibrios, los troncos mojados que han sido colocados para ayudarnos a vadear, es una sensación placentera y dura que sólo puedes experimentar en un lugar tan exclusivo como el Barranco del Pozo Negro. El lugar es mágico, diferente, magnífico y encantador.

Por otro lado, el Pozo Negro, perla de la ruta y lugar de encuentro de los lugareños, aparece enclavado en la umbría del Pico Otero, lo que provoca que sus aguas parezcan oscuras y den, erróneamente, nombre a esta laguna glaciar. Porque sus aguas son cristalinas y, cuando el sol se proyecta sobre ellas, tienen un color verde turquesa cambiante, lo que da sentido a que , en épocas pasadas, fuera conocido como Pozo Verde. Está ubicado en una pequeña cubeta glaciar que tuvo su origen a finales del Cuaternario, a casi 1.800 metros de altitud, en la vertiente noroeste de la Sierra de la Demanda. De aguas muy frías y permanentes – es el único ejemplo de laguna de estas características en todo el cordal de la Sierra de la Demanda-, tiene un perímetro de unos 300 metros y una profundidad que aún no ha sido determinada. Rodeado por la típica vegetación de alta montaña, es un rincón ideal para disfrutar del gran espectáculo natural que rodea la laguna, y, si hay suerte, divisar algún tritón palmeado en sus apagadas aguas. Si el día lo permite y no hay remolinos, darse un baño también puede ser una placentera experiencia.

Pico Otero (2.045 m)

El Pico Otero es uno de los «dosmiles» que rozan el cielo de la Sierra de la Demanda. Ofrece, habitualmente, una amplia cumbre con un buzón cimero, mucho viento, frecuentes nieblas y una impresionante panorámica de la Sierra de la Demanda, destacando el Pico San Millán al este y el San Lorenzo al oeste. Por el poeta Gonzalo de Berceo y su libro Vida de San Millán de la Cogolla sabemos que, en el siglo XIII, había en esta cima una ermita nombrada como Santa María de la Cabeza del Otero.

Tejo Milenario de Zarzabala. Senda del Tejo.

En esta ruta vemos miles de hayas centenarias, pero hay un árbol que es la joya de la corona: el Tejo Milenario de Zarzabala. Se localiza en el Barranco de los Chapatales, en otro sendero que recorre parcialmente nuestra ruta, conocido como Senda del Tejo. Revisando los números del cartel informativo que lo custodia: 10 m de altura, 2,26 de diámetro, 7,20 de circunferencia…, fácilmente se comprende por qué estamos ante el segundo tejo más grande de Castilla y León – el mayor ejemplar de esta especie podemos encontrarlo en el Barraco (Ávila)-, y por qué ha sido declarado “árbol singular” en esta comunidad autónoma. A modo de curiosidad, un rutero del pueblo con el que coincidimos nos contó que «este árbol ya estaba ahí antes de que se fundara el pueblo».

Merece la pena echar un vistazo a este magnífico artículo de Francisco Javier Díez Rábanos, publicado en el nº 5 de la revista «Amigos de Fresneda» en diciembre de 2005, para entender mejor el origen e importancia de este árbol milenario en nuestra comunidad y en nuestro país, : https://www.fresnedadelasierra.com/rutas.html

Cascada de los Chapatales

Encontramos la Cascada de los Chapatales en el barranco del mismo nombre, escondida en un lugar de difícil acceso y localización. Para acercarse al hermoso rincón en el que está ubicado el salto, es necesario avanzar con precaución, trepar y esquivar las raíces de varias hayas. En verano, las frías aguas de la poza invitan a darse un chapuzón para refrescarse.

Avisos y recomendaciones.

Se trata de una de los parajes más hermosos de la Sierra de la Demanda burgalesa, en el que vas a quedar deslumbrado por los paisajes singulares que vas encontrando por el camino. Desde Tres Aguas hasta el cordal, la ruta está muy bien señalizada con marcas de GR, lo que facilita mucho la realización del recorrido. En cambio, en la bajada desde la cuerda hasta conectar con la Senda del Tejo, que vuelve a tener marcas de PRC, sólo nos guían algunos hitos, por lo que hay que estar muy atentos al track en este tramo de 2 kilómetros (km 10,4-12,4). Aunque la hemos calificado de moderada por su desnivel (945m), la longitud del trayecto junto con el desnivel acumulado (1.050 m) la convierten en una ruta bastante exigente y difícil.
La ruta puede realizarse en cualquier estación del año, pero, en otoño, es espectacular contemplar el colorido de las hayas. La primavera también es otra estación muy propicia para disfrutar del rumor de las aguas.

Más información en los siguientes enlaces:

https://www.fresnedadelasierra.com/rutas.html

Asociación de Montañeros de la Demanda: https://www.amlademanda.com/index.html?body4.html

http://www.turismoburgos.org

https://fresnedadelasierratiron.es/inicio

Agalsa

Castrovido: un paseo por su rica historia y sus singulares rincones .

  • Tipo de ruta: circular.
  • Distancia: 9,15 kms.
  • Señalización: No hay
  • Dificultad técnica: fácil con exigencia baja.
  • Duración aproximada de la ruta: 2:30-3 horas
  • Desnivel: 200 m
  • Altitud mínima: 966 m
  • Altitud máxima: 1138 m

Foto: José Luis Benito

Reseña

La ruta está ubicada en Castrovido, barrio de la ciudad burgalesa de Salas de los Infantes (Sierra de la Demanda) desde que se integrara en este municipio en el año 1970. Es la típica villa que crece a los pies de una torre medieval. Lugar muy apacible, fue un importante asentamiento celtíbero, pero llegó a su plenitud cuando los romanos hicieron pasar por esta localidad la calzada romana que unía, por un lado, Clunia con Tritium (actual Tricio de la Rioja), y el valle del Duero con el valle del Ebro por otro.

El recorrido es muy sencillo y puede hacerse con niños perfectamente, siempre y cuando estén acostumbrados a hacer ejercicio físico. Es ideal para pasear un buen rato, conocer el precioso pueblo de Castrovido, disfrutar del interior del Castillo y de las impresionantes vistas que pueden verse desde lo más alto de la torre: Salas, Valle del Arlanza, Peña Carazo, Campiña, Mencilla, Pantano etc.., sin olvidarnos de los singulares rincones y de los interesantes elementos de arquitectura popular que encontramos en Castrovido.

Descripción del recorrido

El recorrido, diseñado por nuestros amigos Carmela y Emilio, vecinos de Castrovido, sale del centro del pueblo y se dirige hacia el este por la Calle San Martín. Pasa junto a una piedra coladera con un interesante cartel que nos informa sobre los pasos y secretos de “hacer la colada” en tiempos ya pasados. Deja a su izquierda la Iglesia de San Martín Obispo y abandona la pista para desviarse a la derecha unos metros más adelante. Recorre, ahora, la bonita Senda del Tenao, que, haciendo honor a su nombre, nos lleva a una tenada en ruinas y a otra en buen estado: Camarmas. Progresa, después, por la popular y fascinante Senda del Fraile, en la que se encuentran Peña Matanzas y la primera cantera de piedras coladeras: Las Loberas. Al final del sendero, el camino tuerce a la izquierda hacia las tenadas de Resellana. Desde aquí, merece la pena hacer el recorrido de ida y vuelta a Peña Madalé, hermoso balcón natural desde el que se pueden ver el embalse de Castrovido y varias grandes cumbres al fondo. ¡El lugar es maravilloso!. De vuelta a Resellana, nuestra caminata se dirige al Camino de la Quemada; pasa por la deteriorada Fuente del Hierro y la segunda cantera coladera: Peñalta, para conducirnos a la joya de la corona: el Castillo, donde uno no puede dejar de subir a lo alto de la fortaleza para contemplar las maravillosas vistas de los alrededores. Queda aún descender y visitar la Ermita del Carmen y bajar al pueblo para dar un último paseo por su pintoresco y bien rehabilitado casco urbano.

Mapa y elevación

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Puntos de interés / Waypoints

Senda del Fraile: Tenada de Camarmas, Peña Matanzas y Cantera de Las Loberas.

La Senda del Fraile, cuyo nombre parecer tener su origen en haber sido el camino que recorrían algunos frailes cuando se acercaban a Salas desde el Monasterio de Alveinte, pequeño monasterio de estilo gótico construido por los Velasco y en ruinas desde la desamortización de Mendizábal, es uno de los senderos más fascinantes y populares de esta zona de Salas. En él podemos encontrar una tenada en buen estado: Camarmas, Peña Matanzas, peñasco en el que una cruz grabada y una oquedad  acreditan que se trata de un lugar sagrado probablemente utilizado por celtas y cristianos, y la primera cantera de piedras coladeras: Las Loberas, en la que son muy visibles varios hoyos en los que fueron extraídos algunos pedruscos y piedras coladeras casi acabadas que quedaron sin arrancar.

Resellana. Tenadas. Peña Madalé.

De propiedad municipal, las tenadas de Resellana o Rasallana son resquicios de las construcciones que se hicieron en la zona para proteger a los pastores y al ganado lanar, sobre todo ovejas merinas, de las duras inclemencias del tiempo y de animales depredadores tales como los lobos, muy frecuentes en esta zona en el pasado. Fueron construidas desde la Edad Media, aunque las actuales datan del siglo XVIII.

Peña Madalé es un magnífico lugar para contemplar una estampa completa de la presa de Castrovido desde lo alto, y perder la mirada en las grandes cumbres que se divisan al fondo: Mencilla, Otero, Mogosa etc..

Fuente del Hierro. Cantera de piedras coladeras: Peñalta

Castillo. Torre Medieval

Esta fortaleza es una de las torres más importantes en la defensa de las calzadas de la zona en época de los romanos y de los árabes. De hecho, la historia nos narra una importante derrota de Almanzor en tierras de Castrovido cuando volvía de su campaña por la Rioja, aunque otros investigadores como Abilio Abad opinan que procedía de la zona de Valdelaguna. De la fusión de Castro y Víctor o Vito surgió el nombre actual de villa: Castrovido. La construcción que podemos ver en la actualidad data del siglo XIV, no obstante, la original, que según el historiador Alberto Bengoechea tenía un pequeño cerco con saeteras para los ballesteros, fue levantada en el siglo IX por Don Victor, amigo de Gonzalo-Gustios, Señor de Salas a quien el Conde de Castilla Garci Fernández encargara su repoblación. Fue utilizada al menos hasta el siglo XIV, siglo en el que pasó a ser propiedad de la familia Velasco. Ha sido reconstruido recientemente gracias al gran trabajo de la Asociación de Amigos del Castillo de Castrovido. Desde lo más alto pueden contemplarse unas maravillosas vistas de la comarca de Salas; puede entenderse, también, por qué este promontorio fue elegido para vigilar las aceifas del califato de Córdoba y defender las calzadas que conducían a  Valdelaguna y la Rioja.

Puente Romano

Aunque ha sido restaurado recientemente, tiene su origen en la época de dominación romana. Sobre él pasaba la calzada romana que unía Clunia con Tritium-Magallum. Cruzar este estrecho puente es uno más de los encantos que nos ofrece esta humilde, pero preciosa villa.

Castrovido

Además de las dos grandes joyas que ya hemos comentado: Castillo y Puente Romano, Castrovido tiene dos monumentos religiosos destacados: la Ermita de la Virgen del Carmen (siglo XI, aunque ha sido restaurada recientemente) y la Iglesia de San Martín Obispo, que es una construcción moderna asentada sobre otra anterior, e importantes muestras de arquitectura popular castellana: ​tres molinos, un abrevadero con fuente, un potro, las piedras coladeras, chimeneas cónicas etc…., lo que hace que la visita a este bello y singular paraje castellano se convierta en un recuerdo inolvidable.

Avisos y recomendaciones

No olvidar coger la llave del Castillo en el bar Macanas antes de partir para visitar el interior de la torre medieval.
Es una ruta fácil y con el suelo en buen estado, por lo que es ideal para hacerla solo, en familia o con escolares.
Para disfrutar plenamente del paisaje y de su rica vegetación, es recomendable realizarla en primavera o en otoño.
En época de caza mayor, son frecuentes las monterías en el Camino de la Quemada. Consultar en la página de la Junta de Castilla y León: medioambiente.jcyl.es/web/es/caza-pesca(plataforma pública cacerías colectivas

Más información en los siguientes enlaces:

Asociación de Amigos del Castillo de Castrovido: https://www.facebook.com/pg/amigoscastillocastrovido/posts/

Castillos del Olvido: https://castillosdelolvido.com/?s=castrovido

Circular al Pico/Risco Zurraquín y Picos de Urbión desde la Laguna Negra de Vinuesa. Nacedero del Duero.

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  • Tipo de ruta: circular.
  • Señalización: muy buena, con marcas de GR y tablillas, excepto la subida al Zorraquín (hitos)
  • Distancia: 10,300 Km. 14,150 km. desde el primer aparcamiento.
  • Dificultad: moderada con exigencia media.
  • Duración aproximada de la ruta: 4h-4.30
  • Desnivel positivo: 653 m.
  • Altitud mínima: 1742 m
  • Altitud máxima: 2228 m

Reseña

Querer visitar la Laguna Negra soriana y el Pico Urbión es irse a la comarca soriana de Pinares, en la parte septentrional del Sistema Ibérico, y rondar el corazón de un espacio natural protegido que, en el año 2010, fue proclamado Parque Natural Laguna Negra y Circos Glaciares del Urbión e incorporado , posteriormente, a la Red Natura 2000. Su territorio, de casi 5000 hectáreas repartidas en territorios situados a más de 1.700 metros de altitud, pertenece a los municipios de Duruelo, Covaleda y Vinuesa, y se extiende por los valles de Revinuesa y del río Duero. Presenta un paisaje típico de la alta montaña, en el que destacan los pastizales, las lagunas, los ríos, los arroyos y las morrenas. Como vegetación, sobresalen las coníferas y las hayas, siendo el pino albar el rey de los bosques de esta zona. Como núcleos importantes, presiden el parque el Pico/Risco Zurraquín (2.105m), los Picos o Muela del Urbión (2228 m) y la Laguna Negra, lugar de partida que siempre recomendamos. El primero es frecuentemente relegado al anonimato por muchos senderistas; la Muela es seguramente la cumbre más popular entre los senderistas y montañeros de la comarca soriana, sin embargo, la legendaria Laguna Negra, situada en el núcleo de la Comarca de Pinares, en la Soria verde, en el término municipal de Vinuesa, a unos 50 kms de la capital y a unos 75 kms de Salas de los Infantes, es la que ha dado una gran fama a este Parque Natural, repleto de admirables y singulares paisajes.

Es una bellísima ruta de montaña en la que seguramente vas a encontrar todo lo que puedes esperar de un largo e ideal paseo por la naturaleza: impresionantes acantilados y parajes, paisajes idílicos, lagunas con encanto, bravos arroyos, preciosas veredas, coloridos bosques, abundante vegetación etc… Salvo en épocas de nieve en las que debemos ir con mucha precaución y bien equipados con utensilios para el hielo, la ruta no es dura. Tiene, no obstante, algunos desniveles importantes en varias partes del recorrido, por lo que sólo se la recomendamos a senderistas que estén acostumbrados a trepar y bien dispuestos a disfrutar de nuevas sensaciones en un entorno de magia.

Descripción del itinerario

Aunque es muy habitual empezar en el primer aparcamiento (Paraje de la Serna), que es el parking más cercano hasta el cual se permite el acceso en coche a cualquier hora del día, iniciamos la ruta en el segundo aparcamiento. Para llegar aquí, hay que coger un autobús que te sube hasta la laguna desde el Paraje de la Serna (sólo hace el trayecto los fines de semana de verano y en fechas muy puntuales), o bien tomar la opción de los buenos senderistas: caminar por la carretera o seguir un precioso sendero turístico, la Senda del Bosque, que va junto al Arroyo de la Laguna durante unos dos kilómetros desde el Paraje de la Serna -este tramo no está incluido en el track, ya que, en esta ocasión, nosotros lo hicimos andando por la carretera-.

Como decíamos, la ruta comienza en el aparcamiento de arriba. Deja la mágica laguna para el final e inicia un suave ascenso hacia el Zurraquín. Entre pinos de gran porte y una enorme alfombra de brezos y helechos, avanza por una escondida vereda, bien señalizada con hitos. Poco a poco nos va enseñando los riscos del primer “dosmil”. En la cumbre (1,7 km) ofrece un panorama impresionante de los montes y valles que lo rodean. Sin dejar la loma, la excursión baja  hasta el Collado Zurraquín y  enlaza con la otra ruta que viene desde la Laguna Negra por el sendero ibérico soriano (GR 86.1).  Sus marcas  rojas y blancas nos guían hasta la Laguna Larga. En verano, su escaso nivel de agua contrasta con la imagen helada o el llenado que presenta esta cubeta en otras épocas del año. El camino remonta hasta el Portillo Arenoso y se dirige hacia la Muela (km 4,9). A sus pies, yacen una cruz y una gran ventana rocosa con espléndidas vistas al Valle de Revinuesa. Nos encaramamos hasta la cima, que con sus dos cúspides ha dado a esta montaña el nombre de “Picos”, por una angosta brecha. Vemos la segunda laguna: Urbión, que da origen al río del mismo nombre, y el circo que conforman Peñas Claras y el Camperón; más al fondo, Tres Provincias y Muñalba. La panorámica es espectacular y las sensaciones, inmejorables.

De vuelta a la senda principal, la cercanía del nacedero del Duero nos invita a una rápida visita. Cuesta imaginar que un pobre manantial sea la fuente nuestro gran río. La ruta regresa a la pista que viene de Covaleda y tuerce hacia la Laguna Helada más adelante (km 7,1). Protegido por la Sierra del Mojón Alto, el tercer lago de montaña toma su nombre de la gelidez de sus aguas, transformadas en puro hielo en los crudos inviernos. Por una quebrada senda, la aventura llega al Portillo. Nos detiene el maravilloso paisaje de la Laguna Negra desde un balcón natural magníficamente situado. Fuerte descenso y parada en un puente  de madera que mira hacia una bella cascada. Antes de concluir, larga estancia en la orilla de la laguna para admirar cómo el circo rocoso y los impresionantes peñascos se reflejan en sus verdes y plácidas aguas, y  comprender por qué este misterioso paraje se ha convertido en el lugar más visitado de Soria y  en musa de literatos tan importantes como Antonio Machado o Gerardo Diego. .


Mapa y elevación

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Puntos de interés / Waypoints

Pico o Risco Zurraquín o Zorraquín (1.105 m)

Quizás la Muela haya apagado la luz de este precioso risco, pero hay que recorrerlo para descubrir un entorno maravilloso. A nuestro juicio, es un complemento ideal para hacer una ruta intensa y completa de los lugares más sublimes de la Sierra de Urbión. En la cumbre podemos aventurarnos hasta lo más alto de las enormes rocas, pero no es necesario trepar para identificar las sierras del entorno: Urbión, Cebollera, la Demanda, o perderse en la contemplación de los impresionantes alrededores que rodean esta cima. A su lado, hay una hermosa altiplanicie con un curioso “cementerio” de lajas bellamente dispuestas horizontal y verticalmente por los caminantes que transitan la zona.

Laguna Larga

Situada a una altura de 2.011 m y a una distancia aproximada de 1,5 kms de la cima del Urbión, tiene el mismo origen glaciar que la Laguna Negra. De escasa profundidad, sus aguas son aprovechadas por el ganado y los animales salvajes para abrevar, y por las aves para habitar junto a la abundante vegetación que guarda en su interior.

Picos o Muela de Urbión (2228ms)

Los Picos de Urbión (2228 m), así denominados porque en su cumbre pueden verse dos salientes, es la montaña más alta de la Sierra de Urbión y una de las más elevadas del Sistema Ibérico. En su cima hay un belén y una cruz que invita a trepar para fotografiar e inmortalizar el momento. La sierra se localiza entre las comunidades de La Rioja y Castilla y León, dividiendo las tres provincias que lo limitan: Soria, Burgos y La Rioja. Abarca otras cumbres importantes tales como Zurraquín (2.105 m), Muñalba (2073 m) y Tres Provincias (2049 m). En sus alrededores pueden encontrarse varias lagunas de origen glaciar, entre las que cabe destacar las cuatro lagunas que visitamos en nuestro recorrido: Laguna Negra, Laguna Helada, Laguna Larga y Laguna de Urbión.

Nacedero del Duero

Es éste el lugar donde tiene su origen el río más importante del noroeste de nuestro país y el tercero más largo de de la península ibérica. Sus primeras aguas brotan de unas fuentes que se encuentran a unos 600 metros del Pico Urbión y a una altura de 2.160 m.

Laguna Helada

Del mismo origen que las lagunas Negra y Larga, se trata de otro recuerdo natural del periodo glaciar del Cuaternario. Precioso paraje que se encuentra a unos 2050 m de altitud y a unos 2 kilómetros de la Laguna Negra.

Laguna Negra de Vinuesa.

De origen glaciar, está ubicada en el centro mismo del Parque Natural Sierra de Urbión, entre las localidades de Vinuesa y Covaleda, y se ha alcanzado una profundidad de entre 8 o 10 metros. Encajada entre tres grandes cimas: Zurraquín, Urbión y Los Llanos y situada a unos 1.700 metros de altura, es seguramente una de las lagunas más elevadas de España. Está rodeada de hermosos y enormes pinares que han dado nombre a la comarca. Habitan en ella numerosas leyendas tales como que no tiene fondo -Antonio Machado hizo alusión a este aspecto en su libro Los hijos de Alvargonzález-, y que se comunica con el mar a través de corrientes subterráneas. Algunos naturales hablan también de la existencia de un animal devorador en el fondo, lo que , emulando al Lago Ness de Escocia, sólo podemos interpretar como una forma de evitar que los niños desprotegidos se aproximaran a sus peligrosas aguas. Acercarse a ella siempre es enigmático: contemplar el color cambiante de sus aguas, encontrar nieve en las paredes graníticas que la custodian o pasear por los pinares que la rodean siempre es una sorpresa que atrae la atención de muchos senderistas y miles de viajeros cada año. Antonio Machado escribe esto sobre la singularidad del lugar:

«Llegaron los asesinos hasta la Laguna Negra, agua transparente y muda que enorme muro de piedra, donde los buitres anidan y el eco duerme, rodea; agua clara donde beben las águilas de la sierra, donde el jabalí del monte y el ciervo y el corzo abrevan; agua pura y silenciosa que copia cosas eternas; agua impasible que guarda en su seno las estrellas«

Si eres amante de la naturaleza, es un lugar que no puedes dejar de visitar y, si eres aficionado a la natación o un buen nadador, no puedes perderte la travesía a nado que se celebra en sus aguas, desde hace 40 años, el primer domingo de agosto. !Un emocionante y singular espectáculo¡.

Avisos y recomendaciones

Si bien en la mayor parte del año la ruta no presenta ninguna dificultad y está muy bien señalizada con los signos de un GR y por hitos, en épocas de nieve y hielo es más difícil seguirla. Especialmente el recorrido de ida es MUY PELIGROSO por transcurrir, en alguno de sus tramos, paralelo a los acantilados. Por ello, recomendamos el USO DE CRAMPONES Y PIOLET o hacer tanto la ida como la vuelta por la Laguna Helada.

Si buscamos paisaje o disfrutar de una gama de colores verdes en pastizales y prados, la mejor época es la primavera.

Ayuntamiento de Vinuesa: http://www.vinuesa.es/

Ayuntamiento de Covaleda: http://www.covaleda.es/zona-pinares/senderismo-y-rutas

Ayuntamiento de Duruelo: http://www.duruelodelasierra.es/

https://es.wikipedia.org/wiki/Parque_natural_de_la_Laguna_Negra_y_los_Circos_Glaciares_de_Urbi%C3%B3n

Pico San Millán: subida por la cara norte y descenso por el Barranco de Abanza.

  • Tipos de ruta: circular.
  • Señalización: hitos sueltos; alguna baliza.
  • Distancia: 15,99 Kms.
  • Dificultad: difícil con exigencia media-alta.
  • Duración aproximada de la ruta: 6.30-7 horas.
  • Desnivel: 1.251 m.
  • Altitud mínima: 1.040 m
  • Altitud máxima: 2.131 m

Reseña

También conocido como El Torruco o el Pontón por muchos lugareños, el Pico San Millán (2.131 m) es la cumbre más elevada de la provincia burgalesa y el segundo en altitud de la Sierra de la Demanda, únicamente superado por el San Lorenzo (2.271 m) en su pendiente riojana. Este gigante burgalés, localizado en la Sierra de la Demanda, entre las poblaciones de Pineda de la Sierra, Barbadillo de Herreros y Santa Cruz del Valle Urbión, ofrece un gran contraste en sus dos vertientes. Su cara norte es bastante vertical y cortada y, en ella, pueden verse claramente los efectos del glaciarismo, del agua y del viento que la azotan desde el septentrión. Su cara sur, en cambio, es más extendida, redondeada y con vegetación más abundante. La cima puede abordarse desde el Puerto del Manquillo, opción más asequible, o desde cualquiera de las poblaciones citadas, pero hoy hemos elegido la más dura y completa: su lado norte, con el objetivo de ascender con nieve y hielo al techo de la provincia de Burgos, cruzar el circo glaciar completamente nevado, superar el paso del Portillo, pasear por el cordal helado y, si el día está despejado, disfrutar de las impresionantes vistas que pueden contemplarse desde su vértice geodésico.

Es una bellísima ruta de montaña, que, en invierno, la estimamos muy dura y nada recomendable para montañeros que no estén en buena forma y tengan un gran dominio de los materiales necesarios para ascender entre nieve y hielo. Además, en los dos últimos kilómetros se hace más exigente todavía, ya que hemos de subir un desnivel muy acusado de más de 500 metros en una distancia corta. El camino por el cordal es bastante cómodo. La bajada, por otra parte, no presenta ninguna dificultad, ya que transcurre por amplios descampados y sendas muy bien protegidas. En resumen, que la ruta es un gran reto en invierno y un buen aliciente para pasar un gran día de montaña en cualquier otra época del año. Teniendo cuidado de elegir un día despejado para gozar de las magníficas panorámicas del entorno y equipándose bien, de acuerdo a la época del año en que la realizamos, el recorrido puede cubrir muy bien las expectativas de los montañeros más exigentes.

Descripción del recorrido

Ver video de la subida a la cima con Relive

Nota del autor sobre el video: este día no pudimos coronar y hacer la ruta completa por culpa de la densa niebla, la escasa visibilidad , el fuerte viento y el pésimo estado del suelo. Lo logramos unos días después, aunque con menos nieve.

Salimos por el área recreativa, cruzamos el puente que sortea el río Urbión, que nos acompañará durante un buen tramo del recorrido de subida, y nos vamos hasta una intersección en la que tenemos la opción de ascender por las Cascadas de Altuzarra o seguir el camino por el Valle del río Urbión. Tomamos esta segunda opción. Seguimos avanzando y cruzaremos el Puente Tres Aguas y algunos puentes más, que nos van cambiando de un margen al otro del río. En el km 2,7, encontramos una choza peculiar que los lugareños denominan: Laguarra. Entramos en su interior para comprobar que es un lugar muy pequeño, pero idóneo para salvar las inclemencias del tiempo. Retomamos el camino y vamos pegados al cauce del río. En algunas ocasiones nos vemos obligados a vadear el río de roca en roca procurando no resbalar. Poco a poco, el camino se endurece. Pasamos por el haya de Enrique del Rivero, cruzamos el arroyo de la Tejera y alcanzamos otro pequeño refugio o choza: El Palancar (km 4,7). Nos toca cruzar otro arroyo: El Mayor, justo un poco antes del abandonar el bosque. Unos metros más y llegamos a la Majada de San Millán, donde vemos un tercer refugio (km 5,9), que toma el mismo nombre que la cumbre, y la bonita cascada del arroyo Mayor que lanza un chorro importante. Estamos a punto de coronar y toca tomar la decisión de si hacerlo por la central o por el Portillo. Como el tiempo es claro y hoy hay menos nieve y más blanda que el día anterior en el que tuvimos que abandonar cerca de la cumbre, el Portillo parece la mejor opción. Este kilómetro y medio se hace duro, pues hemos de salvar casi 400 metros de desnivel en tan corta distancia. Una vez en el Portillo, nos queda la parte más arriesgada y difícil de toda la subida: ascender otros 100 metros de desnivel en apenas 300 metros, salvar una pequeña brecha con nieve y alcanzar el cordal que nos llevará al techo de Burgos (2.131m). Como hoy el día está despejado, nos tomamos un buen tiempo para descansar, reponer energías y gozar de las impresionantes vistas. Para la bajada, volvemos al cordal que va en dirección a los Trigazas; a unos 500 metros, vemos abajo una laguna, cuyo nombre hace también honor al techo de Burgos. Acostumbrados a verla casi seca en otras épocas del año, en esta ocasión nos hace ilusión contemplarla helada y resplandeciente. Continuamos camino y pasamos primero por el Collado Flecho (1.900m) y, poco después, por el Collado de Sierra Llana (1.983m), donde unos hitos nos invitan a abandonar la cuerda e irnos por la derecha. Tomamos la loma de descenso hacia la Majada de los Carneros. El camino, con poca nieve y blanda, es tan limpio y fácil que, casi sin darnos cuenta, hemos hecho estos dos kilómetros hasta la Majada de Garrula, alto en el que vemos varios vestigios de que estamos en una zona de pastoreo. Desde un pequeño collado, próximo a una choza, tenemos unas impresionantes vistas de los de los Picos Trigaza y San Millán.
La ruta sigue descendiendo y nos vamos al otro lado de la majada, donde arranca una angosta y preciosa vereda que baja hasta el Barranco de Abanza. Cruzamos el arroyo por una pasarela, recientemente renovada aunque en frágil estado; la senda da paso, poco a poco, a un amplio camino que nos llevará de regreso al refugio Zarcia, donde damos por concluida esta intensa y maravillosa ruta invernal.


Mapa y elevación

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Puntos de interés / Waypoints

Refugio de Zarcia ( 1.040 m)

El refugio de Zarcia, pequeña choza sin más, es el punto de partida de varias rutas que conducen al Pico San Millán y a las Lagunas de Altuzarra. Situado a unos 4 kilómetros del pueblo de Santa Cruz del Valle Urbión y a 45 de la capital burgalesa, es un bonito lugar para pernoctar e iniciar la ruta al día siguiente. A su lado, hay un área recreativa con mesas, sillas y agua que nos ayudará mucho a disfrutar de nuestra estancia en este precioso entorno natural.

Hayedo del río Urbión y Choza Laguarra ( 1.155 m)

Avanzando junto al bravío y cristalino río Urbión encontramos este precioso valle repleto de hermosas hayas -una de ellas dedicada al historiador y fotógrafo burgalés Enrique del Rivero-, bien conservadas y, hoy, completamente nevadas y ofreciendo imágenes inimaginables. Justo en la confluencia entre el río y el arroyo Itúrbero se encuentra una pequeña choza, popularmente conocida como Laguarra, bien preparada para acogernos en caso de tener la necesidad de refugiarnos por el mal tiempo.

El Palancar y el Arroyo Mayor

Preciosa zona, también habitada por hayas principalmente, en la que encontramos un refugio bien equipado e ideal para protegerse de las inclemencias del tiempo, El Palancar (1.395 m). Junto al camino, nos acompaña el Arroyo o Río Mayor, que entrega sus aguas al río Urbión, deleitándonos con maravillosas imágenes de agua, nieve y vegetación mezclándose misteriosamente.

Pico San Millán (2.132 m)

El San Millán o Torruco forma parte de la Sierra a la que da nombre, conjunto montañoso que pertenece al Sistema Ibérico, sirviendo de frontera natural a las comarcas de Montes de Oca y la Demanda. Es la cumbre más alta (2131 m) y una de las más emblemáticas de Burgos. En su cima, podemos disfrutar de todos los elementos que adornan el techo de una provincia: un vértice geodésico, un belén, una cruz, una placa conmemorativa y varios buzones correspondientes a varios grupos de montaña; parece ser que, antaño, también hubo una ermita, perteneciente a Santa Cruz, que habría desaparecido por las dificultades de acceso al lugar. Desde su cúspide, tenemos una bellísima panorámica con impresionantes vistas del Valle del Urbión y de sus praderas al fondo, de la Sierra del Mencilla, Sierra de la Demanda, Sierra de Urbión, y, en días claros, no es extraño que podamos avistar la Montaña Palentina y el Sistema Central.

Collados Flecho (1.900 m) y Sierra Llana (1.983 m)

Camino de los Trigazas, atravesamos estos dos collados desde donde tenemos, a nuestra derecha, unas preciosas vistas del circo glaciar y del Valle del río Urbión.

Majadas de los Carneros (1.630) y de Garrula (1.530).

Barranco de Abanzo

Avisos y recomendaciones

Se trata de una de los parajes más hermosos de la Sierra de la Demanda burgalesa, en el que vas a quedar deslumbrado por los paisajes singulares que vas encontrando por el camino. La ruta sólo esta señalizada en algunos tramos iniciales, lo que nos obliga a estar muy atentos al track.
Subir el Pico de San Millán por la cara norte es difícil en cualquier época del año; en invierno, es especial, sorprendente y muy arriesgado porque suele haber grandes capas de nieve y hielo; exige llevar ropa de abrigo y material adecuado: piolet, crampones …, y no olvidar que es una zona peligrosa en la que todas las precauciones son pocas.. Ya ha habido varios accidentes mortales en este lado de la montaña.

Más información en los siguientes enlaces:

Ayuntamiento de Pineda de la Sierra: http://www.pinedadelasierra.es/lugares-interes

https://es.wikipedia.org/wiki/Pineda_de_la_Sierra

https://www.wikiburgos.es/wiki/Pineda_de_la_Sierra

https://www.arteguias.com/iglesia/pinedasierra.htm

Caminata desde Rabanera del Pinar a La Aldea entre bosques de pinos y robles.

  • Tipo de ruta: semicircular.
  • Distancia: 11,360 Km.
  • Dificultad: fácil con exigencia baja.
  • Duración aproximada de la ruta: 3h-3h.30 horas
  • Desnivel: 215 m.
  • Altitud mínima: 1070 m
  • Altitud máxima: 1166 m

Reseña

Esta ruta rinde homenaje a dos preciosos pueblos, Rabanera del Pinar y La Aldea del Pinar,  que comparten una rica micología de especies tales como el boletus, el níscalo o la senderilla o “culubruja” y una belleza urbanística que les ha hecho merecedores del Premio Provincial de Conservación del Patrimonio Urbano. Tomando como referencia el camino de ida de la antigua Ruta del Boletus y el camino de regreso al pueblo de la nueva Ruta del Boletus,  una gran carrera nocturna y una caminata en plena naturaleza que el Ayuntamiento de Rabanera organiza cada verano con la finalidad de sensibilizar a la sociedad sobre la enfermedad de la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA). Discurre entre las poblaciones de Rabanera del Pinar y La Aldea del Pinar, localidades ambas situadas en la Comarca de Pinares. El punto de partida en el frontón de Rabanera se encuentra a 21 kms de Salas de los Infantes, y a 76 km al sureste de la capital de provincia, Burgos.

La ruta es fácil de hacer para cualquier persona que esté acostumbrada a hacer ejercicio físico. Está diseñada con varias finalidades: conocer diferentes trazados de la Ruta del Boletus, modificado en diferentes ediciones; recorrer estos dos pueblos entre bosques de belleza paisajística singular, y visitar varios elementos interesantes de su arquitectura popular tales el Campanario exento roqueño y la Casa Consistorial de Rabanera, o las Casas Carreteras y el Museo de la Fragua en La Aldea del Pinar. El camino, que transcurre por amplias pistas forestales, flanqueadas por ricos bosques de pinos albares, robles rebollos, helechos etc…, es una magnífica oportunidad para acercarse a las sencillas y valientes gentes de estas tierras, e ideal para aquellos que quieran perderse, solos o en familia, en la serenidad y el silencio de esta Comarca de Pinares.

Descripción del recorrido

Tomando como base los tracks de varias Rutas del Boletus, que Roberto Martínez, vecino de Rabanera y Coordinador Deportivo de la zona, diseña con gran esmero, salimos del frontón siguiendo la dirección del centro del pueblo y torcemos a la izquierda para avanzar sobre la vieja vía del tren Burgos-Soria que atravesó el pueblo hasta los años 70. A la altura de un abrevadero y dos lavaderos, nos desviamos a la izquierda para coger un camino ancho que, durante 3 km, nos lleva hacia la Cruz de la Lobera -este camino es común a la antigua y la nueva Ruta del Boletus-. Sin llegar a la cruz, abandonamos la pista para seguir por la izquierda por otro camino forestal que, haciendo el recorrido de la vieja Ruta del Boletus y pasando por la Cruz de Valderrejas, nos conduce hasta el bonito pueblo de la Aldea del Pinar. Antes de llegar, hemos dejado a la izquierda un llamativo molino, al cual no podemos acceder por su carácter privado. Ya en el pueblo, fácilmente podemos comprobar por qué esta pequeña aldea ha sido reconocida, dos veces, con el Premio a la Conservación del Patrimonio Urbano Rural. La existencia de una gran casa carretera para albergar carros, de varias casas carreteras de tipo señorial o artesanal, de un Museo dedicado a la Fragua, junto con la magnífica conservación del lavadero y de numerosas casas de piedra bien dan fe de la justicia de estos premios.
Abandonamos la Aldea del Pinar por la Calle de Burgos y ascendemos por una estrecha y mal marcada senda hasta tomar de nuevo el camino de la ida. Lo desandamos durante unos tres kilómetros. Tenemos cuidado de no tomar un primer sendero que tiene una indicación a Rabanera del Pinar. Seguimos unos 400 metros y, ahora sí, nos vamos a la izquierda para dirigirnos hacia la Torre-campanario del pueblo. Las vistas desde esta torre-vigía son espectaculares y la estampa del pueblo, preciosa. Bordeando el campanario, descendemos hasta la Iglesia de San Juan Bautista y, posteriormente, hasta el bonito edificio del Ayuntamiento, desde donde nos vamos acercando a nuestro punto de partida.

Puntos de interés / Waypoints.

Rabanera del Pinar

Extendido sobre un hermoso vallejo, Rabanera esta dividido por el río Laisa en dos amplios barrios, a los que también separó, hasta los años 70, la antigua vía del tren Santander-Mediterráneo.

Aunque se sabe que estuvo habitado desde el siglo VI a.C. por los celtíberos pelendones, su fundación real no fue documentada hasta el año 1075. Hoy en día, su población supera ligeramente los 100 habitantes, pero, su magnífico emplazamiento y su belleza paisajística singular atraen a más de 500 personas en el periodo estival y en otras épocas vacacionales del año. Contribuye también a esta afluencia de convecinos y turistas, la magnífica conservación de sus casas, que brillan, principalmente, por su construcción en piedra arenisca, arrancada de las propias canteras que han existido hasta hace muy poco en el pueblo. Como curiosidad leemos en Wikipedia que «se encuentra en una de las zonas con menor peligro sísmico de la zona».

Posee y mantiene numerosos monumentos de interés tales como la Iglesia de San Juan Bautista, de finales del siglo XVI; la Casa Consistorial, tipo lonja, del siglo XVIII; su Campanario, tipo torre vigía, sobre un bellísimo paraje rocoso; sus tres lavaderos y sus fuentes de gran valor etnográfico; una cruz del siglo XV, situada a la entrada del pueblo etc…. ; elementos todos ellos que, junto a su bonito caserío y su patrimonio industrial bien ejemplificado en la vieja estación del ferrocarril, dan al pueblo una belleza urbanística que bien mereció el Premio Provincial de Conservación del Patrimonio Urbano (en su categoría B), que, en el año 2001, les otorgó la Diputación Provincial de Burgos.

La Aldea del Pinar

Aldea del pinar es un pequeño pueblo, perteneciente al municipio de Hontoria del Pinar, en el que hoy en día apenas habitan unos veinte habitantes, lo que contrasta con los más de 100 hogares que había en el pueblo en la época de gloria en la que sus gentes se dedicaban a la carretería. Sabemos que el pueblo celta de los Pelendones habría habitado sus tierras hace unos 2500 años y que los romanos también habrían pasado por aquí. El Pozo Airón, pequeña y legendaria laguna de origen kárstico que encontramos cerca del pueblo, y varios castros situados en los alrededores son claros vestigios de su origen celta; el Puente Soriano, de la influencia de los segundos. No hemos podido recoger, no obstante, el año exacto de su fundación. El pueblo se localiza en medio de una gran masa forestal de pinos, que dan el apellido al pueblo, mezclados con una rica vegetación de robles rebollos. Destaca, también, su rica micología, destacando especies tales como el boletus, el níscalo y la senderilla.

En su casco urbano, y a pesar de haber sufrido dos incendios a mediados del siglo pasado, llama poderosamente la atención la magnífica conservación de su caserío en piedra arenisca de la zona, con abundantes sillares y mampuestos, así como la extraordinaria adaptación de los edificios modernos a la vieja arquitectura. Sobresalen entre todas sus construcciones: la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, obra de estilo barroco del siglo XVII, varias casas carreteras de tipo señorial y artesano, y una gran casa carretera, de grandes dimensiones para albergar carros y corrales para los bueyes en su interior; es la más antigua que se conserva en la zona y un buen testimonio de que la carretería fue un importante medio de vida para esta zona desde que los Reyes Católicos decidieran establecer la Real Cabaña de Carreteros en la Comarca de Pinares.

Cuando paseas por el pueblo, fácilmente puedes comprobar por qué esta pequeña aldea ha sido dos veces reconocida con el Premio a la Conservación del Patrimonio Urbano Rural por la Diputación de Burgos. La buena conservación de las viviendas, ya mencionada, la existencia de abundantes elementos de arquitectura popular: un museo dedicado a la Fragua, el lavadero, un molino, un potro de herrar, una carreta etc…, dan buena fe de la justicia de estos premios.

Avisos y recomendaciones.

Esta ruta del boletus es un recorrido ideal para encontrar la paz, en medio de preciosas zonas boscosas, y conocer la amabilidad y la hospitalidad de las gentes de los dos pueblos que visitamos. No está balizada ni se ven hitos en el recorrido, por lo que es imprescindible hacer uso de un buen track para no perderse en un laberinto de caminos forestales que se cruzan continuamente .
Es muy recomendable hacerla en primavera para disfrutar plenamente del colorido de los bosques.
Si disponemos de tiempo, merece la pena visitar tranquilamente todos los lugares de interés que hemos mencionado. Os sorprenderán gratamente.

Como recomendaciones más importantes señalaríamos que, en verano o épocas de mucho calor, es recomendable hacer el recorrido a primera hora para evitar los mosquitos. También, no olvidéis coger una clave de acceso al Museo de la Fragua en la página http://www.museosvivos.com. Es gratuito.

Más información en los siguientes enlaces:

Ayuntamiento de Rabanera del Pinar: http://www.rabaneradelpinar.es/lugares-interes

https://es.wikipedia.org/wiki/Rabanera_del_Pinar

https://es.wikipedia.org/wiki/Aldea_del_Pinar

http://www.aldeadelpinar.com/historia/carreteria/generalidades/carreteria.html

Necrópolis Altomedievales de Castrillo de la Reina.

  • Tipo de ruta: circular
  • Señalización: sólo algunos tramos.
  • Distancia: 15,240 Kms.
  • Dificultad: fácil con exigencia media.
  • Duración aproximada de la ruta: 4h-4h30
  • Desnivel: 230 m.
  • Altitud mínima: 965 m
  • Altitud máxima: 1040 m

Reseña

Esta preciosa ruta se inicia y tiene su fin en la villa de Castrillo de la Reina, localidad que se encuentra en el sureste de la provincia de Burgos, en la Sierra de la Demanda, a 6 kms de Salas de los Infantes y a 61 de Burgos. Castrillo es bien conocido por la excelente conservación de sus casas, por el mimo que ponen sus gentes en la elaboración y exhibición de sus preciosos trajes regionales, por haberse hallado en sus tierras huellas de dinosaurios y magníficos ejemplares de árboles fósiles como el de Matalaguna, y, sobre todo, por su pasión por el teatro: en agosto, los vecinos del pueblo, dirigidos por el profesor e investigador Abilio Abad, hacen una magnífica representación de la obra “Los Siete Infantes de Lara” enfrente del atrio de su iglesia. Pasa desapercibido, no obstante, que este bonito pueblo está rodeado de interesantes necrópolis del Alto Medievo: La Covacha de Santiuste, El Villar, La Cueva de los Moros o de las Monjas, Veguillas del Mercado, Saélices o San Felices y Santa Ana.

La caminata de hoy tiene, precisamente, el objetivo de descubrir o topar con  las ruinas de estas seis necrópolis que forman parte del patrimonio arqueológico de este término municipal, a la vez que vamos contemplando la bonita mezcla de robles, pinos, estepas, helechos y especies animales que conforman el cautivador hábitat natural de esta bella localidad serrana. No hemos incluido la necrópolis de Hornillos ni la de Aguamediano o Gozmediano por encontrarse a desmano y en terreno de Ledanías; no obstante, la primera puede visitarse fácilmente en coche, ya que se encuentra ubicada junto al observatorio de aves que hay en la presa de cola de Los Vados y al lado de una tenada en ruinas. La segunda es mejor abordarla desde Monasterio de la Sierra.

El recorrido que os proponemos es sencillo, aunque un poco largo. Debido a su escasa señalización, ofrece la dificultad de tener que ir muy atentos al track, y de tener que andar por algunos tramos en mal estado, dificultad que se ve altamente compensada por la cantidad de atractivos naturales, paleontológicos e históricos que nos ofrecen el pueblo y sus alrededores. En apenas cinco horas, podemos acercarnos a un lugar tan evocador como la Cueva de los Moros, pasear entre bonitos robledales, perdernos en la contemplación de preciosas vistas desde el balcón natural de la Muela, visitar peculiares habitats naturales, disfrutar de un paisaje original y diferente, o relajarnos en un lugar cargado de múltiples atractivos, sobre todo, en las épocas de primavera y otoño.

Descripción del recorrido.

Asesorados por Abilio Abad, natural de la villa, investigador y gran conocedor de la historia de Castrillo y Ledanías; acompañados de nuestro amigo Alberto Carretero, también vecino del pueblo y frecuente compañero de ruta y corredor de carreras de montaña, salimos de la Plaza de Felipe VI, donde está el Ayuntamiento y la Iglesia de San Esteban. Nos dirigimos por la carretera comarcal CL-117 a lo alto del pueblo, donde está situada la primera necrópolis: la Covacha de Santiuste. Pronto vemos un panel informativo que nos explica que se trata de un yacimiento religioso-funerario, de los siglos IX-X, formado por una ermita semirupestre cavada en la roca, cinco tumbas antropomorfas y algunos vestigios de habitáculos. Tras esta primera visita, bajamos a la carretera, la cruzamos y nos acercamos a un precioso lavadero, magníficamente conservado, y a una fuente que «los de Castrillo» distinguen como «de arriba». La ruta puede continuarse por un amplio camino, pero tomamos una bonita vereda, que avanza sobre las rocas primero y entre una gran cantidad de matorrales de roble y estepas después, que desemboca en un camino rodado que llega casi hasta la carretera comarcal CL-117. Al llegar a la calzada, nos desviamos a la derecha para aproximarnos a una inmensa cantera de piedra arenisca, que podemos ver desde lo alto y, posteriormente, desde la puerta de entrada. Seguimos descendiendo y, en una pequeña pradera, cogemos una angosta senda que nos llevará a la necrópolis de El Villar, primero, y hasta la Covacha de los Moros después.
En el pequeño trayecto de ida y vuelta a la Covacha, vemos las ruinas del Molino del Soto, de escaso interés, y una gran vega repleta de chopos. En la cueva, nos sorprende el perfecto estado de la mayoría de las tumbas antropomorfas, teniendo la sensación de que nos encontramos en un cementerio de lujo. Larga parada para disfrutar de la paz y el silencio del lugar y regreso en dirección a Castrillo. Desandamos algo más de un kilómetro y, en la pradera en la que nos habíamos desviado anteriormente, nos vamos ahora por el camino tradicional que viene desde Castrillo. Tendremos, un poco más adelante que nos encontramos en un cruce de caminos (km 6,3), la posibilidad de hacer la ruta básica de sólo 4 necrópolis y regresar a Castrillo por un camino de zahorra que nos lleva directamente al acceso a la Muela; sin embargo, la aventura sigue y no deberíamos abandonar. Torcemos a la izquierda para visitar el molino de Valcornejo, éste bien reconstruido y habitado, y salimos a la carretera de Moncalvillo, BU-V-8222. Desde la confluencia con el camino ascendemos por la izquierda para buscar el despoblado más complicado: Veguillas del Mercado. En él, sólo queda una tumba antropomorfa, aunque intuimos que pudo haber habido más estructuras altomedievales que no están documentadas. Para seguir con nuestra andanza, volvemos a la carretera, la cruzamos y nos vamos por el camino que hay al otro lado. Pronto vemos las vías que aún siguen ahí desde que dejara de funcionar el ferrocarril en 1975. Seguimos una bonita senda que va paralela a las vías, primero por la izquierda y luego por la derecha, hasta llegar al río Saelices. Hoy, tenemos suerte y su bajo caudal nos permite vadearlo fácilmente. Apenas unos 400 metros y habremos llegado a los restos del despoblado de Saelices o San Felices. Ya sólo nos queda Santa Ana. Como el cementerio está situado en lo alto del Cerro de la Muela, nos dirigimos hacia el pueblo por un camino rodado y una pista forestal que desemboca junto a la Calle Mayor, donde cogemos una angosta vereda que nos sube hasta la ermita. Tras una placentera estancia en el banco que desde la parte trasera de la ermita mira a la Peña de Carazo, descendemos hasta la Plaza Mayor, entramos en el atrio de la iglesia para ver detenidamente su bella portada, y damos por finalizada la ruta.

Mapa y elevación

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Necrópolis de Santiuste.

Localizada en un montículo situado en la parte alta de Castrillo de la Reina, se trata de un yacimiento religioso-funerario, de los siglos IX-X, formado por una ermita semirupestre, cinco tumbas antropomorfas y algunos vestigios de habitáculos. Popularmente se la conoce como Covacha de Santiuste.

Necrópolis de El Villar.

Situada a unos dos kilómetros al Suroeste de Castrillo. Conserva El Villar o, lo que es lo mismo, despoblado de Villanueva de Turón 9 tumbas antropomorfas y algunas de lajas. Con dificultad, también pueden localizarse las improntas de lo que pudo ser una antigua ermita.

Cueva de los Moros o de las Monjas.

Situada a dos kilómetros al sureste de Castrillo, esta cueva natural sorprende por el buen estado de  sus 9 tumbas antropomorfas, teniendo la sensación de que visitamos un cementerio de lujo. Llaman la atención los hermosos relieves en el techo y defrauda la imposibilidad de leer el cartel informativo que preside este eremitorio rupestre. Está documentada la existencia de un poblado, al que pertenecía el cementerio, conocido como Valdefornos. En algunos documentos antiguos también se le menciona con el nombre de San Salvador.

Despoblado de Veguillas del Mercado

Está muy escondido y sólo queda una tumba antropomorfa, aunque pudo haber habido más estructuras altomedievales que permanezcan enterradas.

Necrópolis de Saélices o San Felices.

Se localiza junto al río Saélices, a 3 kilómetros al sur de Castrillo de la Reina y en dirección a Hacinas. En la necrópolis pueden contarse veinte tumbas antropomorfas, algunas de ellas dobles, sobre el borde del cortado rocoso.

Ermita y necrópolis de Santa Ana

Este cementerio está ubicado en el Cerro de la Muela, el recinto más querido y frecuentado por los castrillenses.  Junto a la Ermita que preside el Alto de la Muela, hay cinco tumbas que certifican que estamos ante otra necrópolis. El lugar es hermoso y tiene unas fantásticas vistas de varios pueblos de alrededor. En el recinto, podemos comprobar que estamos en un pueblo caracterizado por sus árboles fósiles y que las vistas de la Peña de Carazo, del Gayubar y de la Sierra de Mencilla son fascinantes.  

Castrillo de la Reina

La ruta sólamente está señalizada con algunas marcas azules y blancas el algunos tramos de la primera parte de la ruta, por lo que hemos de estar muy pendientes al track para poder seguir el recorrido. El acceso a Veguillas del Mercado está bastante cerrado por la vegetación, por lo que es importante llevar vestimenta larga para no hacerse rasguños o heridas en las piernas. La entrada más común a Saélices está cortada por la caída de un árbol. Hemos de rodearlo para llegar a lo alto de la peña que guarda las tumbas.
En épocas de calor, no debemos olvidar llevar mucha agua, ya que no encontramos fuentes en todo el recorrido. En épocas de lluvias y en invierno, el río Saélices baja bastante caudal y cuesta cruzarlo, por lo que es mejor hacer la ruta en primavera o en otoño. En verano, hace mucho calor y hay muchos mosquitos que hacen el camino muy molesto.

Más información en los siguientes enlaces:

Ayuntamiendo de Castrillo de la Reina: http://www.castrillodelareina.es/

Castrillo de la Reina: https://es.wikipedia.org/wiki/Castrillo_de_la_Reina

Sierra de las Mamblas: Pico Castillejo, Ermita y Muela de las Mamblas desde Covarrubias.

  • Tipo de ruta: circular.
  • Señalización: algún hito suelto.
  • Distancia: 14,500 Kms.
  • Dificultad: Moderada con exigencia media-alta
  • Duración aproximada de la ruta: 4:30-5 horas.
  • Desnivel: 700 m.
  • Altitud mínima: 884 m
  • Altitud máxima: 1.376 m

Reseña

La Sierra de las Mamblas, pequeño macizo de característico perfil con forma de seno que nos regala unas maravillosas vistas tanto de las Tierras de Lara como del Valle del Arlanza, se sitúa en el Parque Natural de Sabinares del Arlanza-La Yecla, junto a las poblaciones de Hortigüela, Mambrillas de Lara, Cuevas de San Clemente, Mecerreyes y Covarrubias, en la comarca de Arlanza, a 40 kms de Burgos y a 26 de Salas de los Infantes. Hoy recorremos dos de las cuatro alturas significativas que tiene la serranía: Muela del Castillejo (1347) y su máxima altura, la Muela de las Mamblas (1376 m); las otras dos: Cerro San Cristóbal y Peña la Torca las hacemos en nuestra Ruta II saliendo desde Hortigüela.

La sierra puede abordarse desde diferentes puntos o poblaciones, pero, en esta ocasión, hemos elegido Covarrubias con la finalidad principal de recorrer la parte occidental de la Sierra de las Mamblas, pasando por la Muela del Castillejo y la Muela de las Mamblas; contemplar vistas fantásticas de varias poblaciones medievales, así como de la Sierra de Lara, Picos Mencilla y un trozo del Trigaza al norte, y el Pico Campiña, la Peña de Carazo, el Gayubar y las Peñas Cerveras al otro lado; disfrutar del tesoro botánico que guardan estas tierras: extensos bosques de sabina albar, encina y quejigo, y de la abundante fauna salvaje que habita en estos montes: : rapaces, corzos, jabalíes etc… Y como guinda, hacer una visita a la histórica villa de Covarrubias que pondrá broche a un día inolvidable por la cuna de Castilla.

Descripción del recorrido.

Salimos de un parking que hay junto a la Calle Barbadillos y muy próximo al Puente Medieval de la villa de Covarrubias. Subimos a lo alto del parking y, por un arco que atraviesa por debajo de la carretera BU-905, pasamos al otro lado de la calzada. Dejando varios pabellones industriales a la izquierda, vamos ascendiendo, poco a poco, por una pista forestal flanqueada por nogales, encinas, quejigos y sabinas albares, hasta llegar al Valle de Enmedio. Tan pronto como vemos la cima de la Muela del Castillejo, nos estamos acercando a la Ermita de Nuestra Señora de las Mamblas, situada en la cara sur del Pico Castillejo. Desde la parte occidental de la ermita parte una preciosa vereda que, por un camino bien marcado, bastante empinado y muy recto en su final, nos lleva hasta la cima del Castillejo, así denominada por su forma de torre. Arriba, hay una panorámica espectacular, un pequeño foso, y es frecuente ver un pequeño rebaño de cabras sueltas.

Tras disfrutar, un buen rato, del impresionante paisaje, volvemos a la ermita por la misma vereda. Pasamos por delante de su puerta principal y, por el este, tomando un camino forestal, nos dirigimos al Collado de la Muela. A partir de este punto, no hay camino marcado; sólo unos pocos hitos desperdigados y la vista de la meseta de la muela nos guían hasta su cima. La subida es campo a través, cruzando un bosque de pinos donde tenemos la sensación de caminar sin rumbo. Ya casi arriba, buscamos un estrecho canal que nos ayuda a salvar el pequeño acantilado. Llegados a la meseta, avanzamos por la derecha en dirección a la cresta. Podemos adivinar los restos de la antigua muralla de un castro celtibérico que cubría toda la llanura, y fotografiar un precioso mojón de piedras, cuya utilidad desconocemos, que nos queda a la derecha junto al acantilado. En la cima de la muela, un pequeño refugio de piedras, un vértice geodésico, una cruz de piedras en el suelo y, lo más llamativo de todo, unas vistas aún más deslumbrantes que las del Castillejo, ya que, a las anteriores, se suman, al este, la Sierra de Gayubar y la Sierra de la Demanda con la Campiña como pico más destacado.

Para continuar, el itinerario sigue la dirección de la cruz de piedras.  El hito que señala el descenso yace en un pedregal junto a los restos de la muralla celtibérica. Le siguen otras marcas sueltas que nos bajan a la pista forestal que une Quintanilla de las Viñas con Covarrubias. En este camino, que continúa por la derecha, atravesamos el Valle de la Esculla, mientas vamos dejando a los lados algunos indicadores del GR-82 y de la ruta de San Olav. Llegados a una intersección, nos da la opción de desviarnos a la Ermita de San Olav o continuar hasta Covarrubias por el Camino del Cerro. Tomamos la segunda opción -San Olav lo dejamos para otra ocasión y para otra ruta-, a fin de no alargar demasiado el recorrido y disponer de más tiempo para ver despacio todos los interesantes monumentos que tiene uno de los pueblos más bonitos de España.

Mapa y elevación

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Puntos de interés / Waypoints

Ermita de Nuestra Señora o Virgen de las Mamblas.

La primera mención de este santuario data del siglo X, concretamente del año 972, cuando es mencionada en una donación de tierras que hace el Abad de Covarrubias al Conde Fernán González. Ha sufrido varias restauraciones lo que hace que ofrezca un estado de conservación excelente. Es un buen ejemplo de la arquitectura religiosa de la época. Todos los años se celebra una romería de gracias el primer fin de semana de septiembre; los vecinos de los pueblos de alrededor suben caminando hasta ella.

Muela de «El Castillejo» o Mambla de las Peñas Amarillas (1347 m).

Toma su nombre de «Castillejo» de la roca que hay en su cima, la cual parece una torre cuando la observamos desde una cierta distancia. Desde ella, como desde la de su hermana la Muela de las Mamblas, se divisa una tierra con densa historia medieval en la que pueden verse varios pueblos milenarios y algunas montañas bien conocidas: por el sur, Cervera y Valdosa, siendo este último el pico más alto de las Peñas de Cervera; un poco más a la derecha, el Pico de la Sierra situado sobre el cercano pueblo de Tejada; por el norte, la Sierra del Mencilla, un pedazo del Trigaza y la Sierra de Peñalara con su Picón en ruinas; al este, una bonita estampa de su hermana la Muela de las Mamblas, Peña Carazo y Fuerte San Carlos; a los pies del Castillejo, el impresionante Sabinar del Arlanza. En su cima hay una enorme cárcava.

Muela de las Mamblas (1376 m).

Es la cota más alta de toda la Sierra de las Mamblas. En su cima encontramos los restos de un castro celtibérico que rodeaba la meseta y un curioso mojón de piedras. En lo más alto de la meseta, un vértice geodésico, un refugio excavado y una gran cruz de piedras sobre el suelo. Desde este punto, además de las cimas ya mencionadas en la otra Muela, sobresale hacia el oeste, una preciosa estampa del Castillejo; hacia el este, una preciosa vista de las otras dos alturas de la Sierra de las Mamblas: la Peña Torca y el Cerro San Cristóbal, y de la Sierra del Gayubar; hacia el sureste, la Peña de Carazo al fondo.

Covarrubias

De origen medieval, conocida como la cuna de Castilla, la villa fue fundada sobre los restos de un antiguo castro romano por el rey visigodo Chindasvinto en el siglo VII. Toma su nombre de las cuevas rojizas que pueden verse en sus alrededores. Tuvo su auge en la época del Conde Fernán González, que encontró en ella su verdadero lugar de descanso, y de su hijo Garcí Fernández, que la convirtió en un gran lugar independiente en lo jurisdiccional, en lo civil y en lo religioso. Hoy en día, destaca por ser uno de los mejores ejemplos de arquitectura popular castellana, y por presentar un casco urbano perfectamente conservado. Hay en él abundantes monumentos entre los que cabe destacar:

Torreón Fernán González (siglo X): mandado construir por Fernan González, es de estilo mozárabe y está considerado como un magnífico ejemplo de la arquitectura medieval altomedieval. Según la leyenda, aquí tuvo lugar el asesinato de la Infanta Urraca, motivo por el que también se le conoce con el nombre de Torreón de doña Urraca.

Colegiata de San Cosme y San Damián (siglo XV): en su interior sobresalen un Tríptico de la Adoración de los Reyes Magos, un órgano del siglo XVI que todavía se sigue utilizando en las ceremonias importantes de la villa y un bello claustro, también del siglo XVI.

Casa de Doña Sancha (siglo XV): con su fachada de adobes, su entramado de madera y su balcón mirando al sur para aprovechar la luz solar, es una de las muestras más significativas de la arquitectura popular castellana.

Murallas (siglos X-XII): solo se conserva un trozo en la parte sur del pueblo, ya que el resto fue derribado en el siglo XVI, por orden de Divino Vallés, para evitar los malos olores que había dentro del recinto amurallado.

Otros monumentos: Plaza de Doña Urraca con su Ayuntamiento o Antiguo Palacio del Conde Fernán González, Puerta del Archivo del Adelantamiento de Castilla (siglo XV), Iglesia de Santo Tomás (siglo XII), Casa del Obispo Peña (siglo XVI), Tumba del Conde Fernán González, Antigua Botica, Rollo de Justicia (siglo XVI), Monumento a la Princesa de Noruega

Avisos y recomendaciones

Esta ruta de montaña es bellísima, pero un poco dura, porque tiene constantes subidas y bajadas, así como muchos cantos rodados y piedras sueltas en las veredas de subida a las muelas que la hacen incómoda. Además, aunque la primera parte no presenta dificultad en su seguimiento, la subida a la Muela de las Mamblas es tediosa en algunos momentos en los que tienes la sensación de caminar sin rumbo. Aparte de esto, la ruta es fácil de seguir y es una oportunidad única para perderse en un entorno único del Parque Natural de Sabinares.

En épocas de nieve y hielo, es más difícil seguirla y, especialmente en la Muela de las Mamblas; es muy aconsejable llevar un buen calzado para evitar resbalones que puedan precipitarnos hacia los acantilados que miran al norte.

La ruta también puede realizarse por la variante de la Ermita de San Olav, pero, a nuestro juicio, es menos recomendable porque el recorrido es demasiado largo.

Más información en los siguientes enlaces:

Ayuntamiento de Covarrubias: http://www.covarrubias.es/content/oficina-de-informacion

https://www.arlanza.com/

https://es.wikipedia.org/wiki/Covarrubias

La Fuentona, Cascada de la Hoz y Alto de la Peñota desde Muriel de la Fuente.

  • Tipos de ruta: circular.
  • Señalización: balizas y marcas de PRC
  • Distancia: 16,400 Km.
  • Dificultad: fácil con exigencia baja-media por su longitud.
  • Duración aproximada de la ruta:
  • Desnivel: 301 m.
  • Altitud mínima: 1009 m
  • Altitud máxima: 1246 m

Reseña

El Monumento Natural La Fuentona, que se extiende por tierras de Cabrejas del Pinar y Muriel de la Fuente, en la Comarca de Pinares, es uno de los parajes más bellos y curiosos de la provincia de Soria. En él se encuentra uno de los seis monumentos naturales de Castilla y León, conocido popularmente como La Fuentona. Este embudo geológico de origen kárstico, declarado Monumento Nacional en 1.988 por la espectacular belleza de sus aguas turquesas y cristalinas y por los altos atractivos naturales y ecológicos que alberga, es el valor central del parque y, probablemente, uno de los acuíferos más profundos y enigmáticos de todo nuestro país. La laguna, también conocida como Ojo de Mar, tiene una surgencia que es el nacedero del río Abión o Avión.

Muy cerca, a unos 700 metros, en épocas de lluvia y después del deshielo, podemos ver un maravilloso espectáculo, la Cascada de la Fuentona, también llamada de la Hoz o Chorro de Despeñalagua, lanzando dos grandes chorros de agua desde lo alto de las rocas sobre una preciosa poza del río Cabrejas o Arroyo de la Hoz. Ambos parajes pertenecen al término municipal de Cabrejas, aunque su acceso más fácil es desde la población de Muriel de la Fuente.

El recorrido, bien señalizado con balizas y marcas blancas y amarillas de PRC en la mayoría de sus tramos, se acerca al Alto de la Peñota, lugar de observación desde el que hay unas maravillosas vistas del Valle del río de Muriel Viejo. El punto de partida de la ruta está a menos de un kilómetro de Muriel de la Fuente, en la Comarca de Pinares, en pleno corazón de la provincia de Soria. Discurre sin grandes desniveles, pasa junto a una ermita románica dedicada a la Virgen del Valle, la Atalaya del Monte Umbriazo (1.109 m), numerosas tenadas en ruinas, un interesante centro de interpretación…, y atraviesa un páramo hermosamente adornado con bastantes pinos negrales y cientos de sabinas albares o enebros, árboles que han sido un distintivo de nuestras tierras castellanas desde el Periodo Terciario.

Pero la finalidad de nuestra visita a esta tierra va mucho más allá. Dada su cercanía, queremos aprovechar el viaje para conocer varios municipios que, además de ser destinos atractivos para los amantes de la naturaleza, destacan por su historia y pasión en el mantenimiento de su arquitectura popular y sus tradiciones. Nos acercaremos a Muriel de la Fuente, a Abioncillo de Calatañazor, un pueblo-escuela en el que varios profesores ofrecen talleres-escuela para aprender a disfrutar de la naturaleza, y visitaremos el Castillo y la localidad de Cabrejas del Pinar; emplearemos un buen espacio de tiempo en recorrer la villa medieval de Calatañazor para conocer bien la perfecta conservación del entramado medieval de sus casas y soportales, sus calles empedradas, su muralla defensiva, su desafiante castillo y la iglesia románica de una localidad que tiene el galardón de conjunto histórico-artístico. En resumen, naturaleza, historia, tradiciones…, todo un aliciente para perderse en la zona y conocer escenarios de ensueño e imágenes de esas que quedan para siempre en la retina.

Descripción del recorrido.

La ruta arranca en el parking que hay junto a la Casa del Parque del Sabinar y la Fuentona, situada a la entrada de la localidad soriana de Muriel de la Fuente. Cruza el río Abión y toma el Camino de la Fuentona que sale a la derecha. A unos 500 metros se encuentra la Ermita Virgen del Valle, y , a 1 km, un poste informativo que nos indica que hemos de abandonar el camino principal para ascender a la Atalaya del Monte Umbriazo. Esta pequeña subida es muy exigente, ya que ganamos 100 metros de altura en apenas 600 metros. El recorrido continua por la cresta del monte y atraviesa un páramo de rocas calizas que nos lleva al mirador de la Peñota.

Para el regreso, el itinerario desanda unos 4 kilómetros; aunque no está señalizado, tenemos la opción de hacerlo circular siguiendo un camino verde que avanza próximo al borde de los acantilados de la Visera de la Peñota y de la Sierra de Umbriazo. El sendero, flanqueado por innumerables tenadas en ruinas, es mucho más bonito que el de ida y merece la pena tomar esta alternativa en la ida o en la vuelta.

La caminata baja, ahora, por una empinadísima cuesta con 100 metros de desnivel en apenas 800 metros, al valor más importante de todo este espacio natural: La Fuentona. Es precioso ver cómo sale el agua cristalina de las rocas kársticas; es hermoso contemplar cómo sus aguas refractantes son tan nítidas y transparentes que permiten ver con toda claridad la flora y fauna que habita en el estanque natural y en el fondo del río; cuesta imaginar que este pozo pueda alcanzar una profundidad de más de 100 metros y que el origen de este manantial siga siendo un misterio. Desde aquí, una senda de ribera nos conduce a la Cascada de la Fuentona o Chorro de Despeñaelagua. Como es primavera, la cascada nos premia con un chorro abundante y con imágenes del agua alucinantes y sorprendentes, ya que el verano anterior tuvimos la triste experiencia de verla completamente seca. La senda regresa al puente de madera por el mismo camino y tuerce a la izquierda para coger el río Abión como compañero de viaje Cruzando varios puentes, sigue el curso de sus aguas cristalinas por su margen derecho, primero, y por el izquierdo, después, hasta encontrar el punto de partida en la Casa del Parque.

Mapa y elevación

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Ermita románica de la Virgen del Valle.

Construcción levantada en el siglo XII bajo los parámetros del estilo románico como atestiguan la puerta original del templo, el ábside y algunos canecillos. Está documentada la existencia de una necrópolis con siete enterramientos en el exterior de la cabecera de la ermita. Está cerrada y no se puede acceder al interior. Presenta un mal estado y varias grietas en sus muros.

El Mirador de Umbriazo (1.109 m).

Uno de los atractivos que tiene la ruta es subir a la atalaya de Umbriazo, avistar el vuelo de los buitres leonados y halcones en lo alto, descubrir las ruinas de un torreón de vigilancia y el vértice geodésico, observar los bellos desfiladeros que nos miran desde el norte, y contemplar una bella panorámica del pueblo de Muriel de la Fuente y de los campos floreciendo en esta época primaveral.

Páramo y Mirador de la Peñota (1.246m).

La meseta que va desde la Atalaya al punto más alto de la ruta es un terreno yermo, raso y desabrigado de unos tres kilómetros de distancia, en el que es frecuente ver aves rapaces que anidan en los acantilados del desfiladero sobrevolando el páramo y el valle. El páramo está habitado por numerosas tenadas de ganado, la mayoría en ruinas, verdes pastizales y un precioso y enorme sabinar que, más adelante, se mezcla con pinos pudios y algún pino albar, adornando y animando la tediosa pista forestal que nos lleva hasta el Mirador de La Peñota. El balcón natural está presidido por una gran torre de vigilancia de incendios. Dos carteles informativos nos ayudan a identificar la flora del valle: sauce, chopo, pino resinero, pino silvestre, abedul …, así como la ubicación de la Sierra de Ayllón, Sierra de Neila y el Cañón de río Lobos entre otros montes. El paisaje desde aquí es espectacular y bien merece una larga estancia.

La Fuentona.

La Fuentona es el rincón más significativo de todo este espacio natural. Es el resultado de un entramado de cuevas y galerías por las que fluyen aguas subterráneas que salen a la luz por un sifón que las deposita en esta especie de sima, desde donde fluyen por el río Abión hasta su desembocadura en el río Ucero en la localidad del Burgo de Osma. La laguna y las orillas del río tienen una riquísima vegetación y una excelente fauna que bien acreditan el título de Monumento Nacional con el que han sido galardonados. Destaca la presencia de la trucha común, la nutria, abundantes anfibios y reptiles etc…

El pozo es precioso y singular, pero gélido y muy peligroso, como lo demuestra el hecho de que 5 personas hayan dejado su vida en el reto de llegar al fondo, por lo que es comprensible y está bien justificado que el baño esté totalmente prohibido. Ha sido explorado varias veces, habiéndose alcanzado la profundidad de 115 metros de manos de los espeleobuceadores Amaia Olea y David Santamaria en el año 2010, pero su hondura sigue siendo un misterio.

El lugar tampoco es ajeno a las leyendas que corrían de boca en boca predicando que había monstruos en sus aguas, seguramente con la sana finalidad de persuadir a los niños de que no se acercaran a una laguna tan insegura y arriesgada.

La Cascada de la Fuentona o de la Hoz, o Chorro de Despeñalagua.

Antes de nada, recomendar que, si queremos ver la cascada con agua hemos de ir en primavera o en otoño. En verano suele estar seca. En la época del deshielo y en temporada de lluvias de considerable duración los dos saltos que brotan desde lo alto del barranco son impresionantes y muy vistosos.

Casa del Parque del Sabinar y la Fuentona.

La Casa del Parque es un centro de interpretación, ubicado en el antiguo Palacio de Santa Coloma. Diseñado para la investigación y conservación de los dos espacios naturales que lo rodean: el Monumento Natural de la Fuentona y la Reserva Natural del Sabinar de Calatañazor , es un buen punto de información y un lugar fantástico para disfrutar de juegos, fotografías, videos y pantallas táctiles sobre el entorno. Los niños lo pasan en grande.

Avisos y recomendaciones

La ruta es larga, pero no ofrece ninguna dificultad. Apenas alcanza los 300 metros de nivel acumulado, por lo que es muy apta para excursiones en familia. Para hacerla con niños, escolares etc…, recomendamos acortar el camino de ida y vuelta que va a la Peñota, bajar directamente a la Fuentona y dejarla en unos 8 kms.

Es recomendable en cualquier época del año, pero es en primavera cuando mejor podemos disfrutar el colorido de la Fuentona y el chorro de la cascada.

Si se dispone de tiempo, es muy recomendable hacer una visita a todos los pueblos que os hemos mencionado en nuestra reseña. Si estáis interesados en una visita a la Casa del Parque, recordad que sólo abre los viernes y sábados todo el día, y los domingos sólo por la mañana. En diciembre y enero está cerrada.


Más información en los siguientes enlaces:

https://es.wikipedia.org/wiki/Monumento_natural_de_La_Fuentona

https://es.m.wikipedia.org/wiki/Archivo:La_Fuentona_de_Muriel.jpg

https://patrimonionatural.org/casas-del-parque/casas-del-parque/casa-del-parque-del-sabinar

Cruz de Guirlando, Senda de la Muñeca y Senda de los Batanes desde Pradoluengo.

  • Tipo de ruta: circular.
  • Señalización: la ruta está señalizada con balizas y marcas de PRC.
  • Distancia: 17, 239 kms.
  • Dificultad: Moderada con exigencia media.
  • Duración aproximada de la ruta: 5-530 horas.
  • Desnivel: 711 m.
  • Altitud mínima: 954 m
  • Altitud máxima: 1609 m

Reseña

Bañada por los ríos Tirón y Arlanzón y por los abundantes afluentes y arroyos que recorren el entorno; repleta de mágicos rincones, espectaculares sendas, paisajes muy variados, en perfecto estado natural y magníficamente conservados, la zona norte de la Sierra de la Demanda destaca, en general, por su gran belleza natural y, en particular, por sus espectaculares y maravillosos hayedos. Nos hemos acercado a un lugar idóneo para disfrutar, de lleno, de un espacio natural único, con una vegetación abundante y rica en robles, hayas, pinos, tejos, abedules y otras especies, y apreciar, de cerca, la paz y el silencio de uno de los parajes más bellos de la provincia burgalesa.

La ruta, que fue seleccionada para hacer la XV Ruta Nacional de Senderismo en el año 2016, parte de la villa de Pradoluengo, bella localidad situada en la vertiente septentrional de la Sierra de la Demanda, en la Comarca de Montes de Oca, a unos 47 kms al este de la capital de la provincia por las carreteras BU-825 y BU-820. Tiene el objetivo de subir a la Cruz de Guirlando, balcón natural desde el que se pueden contemplar maravillosas panorámicas de la Sierra de la Demanda; disfrutar de los colores propios de la primavera en los hayedos del Acebal y de La Muñeca para contrastarlos con los tonos amarillos, anaranjados y ocres que vimos en nuestra visita otoñal; observar la belleza y la armonía en la que convive la rica flora de la zona, con abundantes especies arbóreas tales como hayas, pinos negrales, robles, acebos, abedules, sauces y chopos entre otras; caminar al lado del río Oropesa o Pradoluengo y realizar el agradable paseo de la Senda de los Batanes, observando el antiguo patrimonio de la industria textil de Pradoluengo.

Aunque es un poco larga, la ruta es maravillosa. Llama la atención por la gran variedad de habitats naturales que divisamos, sus frondosos y abundantes bosques, sus valles fluviales…, y despierta un gran interés ambiental. Los amantes de la naturaleza, en esta época primaveral y en otoño, pueden disfrutar de múltiples y auténticos cuadros impresionistas con mezclas de colores pocas veces vistas. Los amantes de la paz pueden imbuirse en un lugar envuelto en un impresionante silencio. Los que busquen literatura, nada más sencillo que perderse en la magia de la Muñeca y reproducir el cuento de Caperucita y el lobo en medio de estos bosques. Los apasionados de la historia, revivir la época de gloria de la frenética actividad textil en la Senda de los Batanes. Porque, aquí, todo es divino, asombroso, inexplicable. En resumen, una gran marcha que estamos seguros que nunca olvidarás.

Descripción del recorrido

Siguiendo el track y la descripción de C. Baci, gran experto en la zona, iniciamos la ruta en la Plaza del Mercado de Pradoluengo, donde vemos indicadores de las rutas Sendero del Nacedero y Sendero de la Muñeca, que recorremos en muchos de sus tramos. Callejeando abandonamos el pueblo y subimos hasta el Área Recreativa de la Cascada. Continuamos, entre hermosos pinos y verdes praderas, alternando el Camino de las Barrancas y Roblespeña, y coronamos la Cruz de Guirlando. Vemos la cruz de hierro que identifica este pequeño monte y quedamos impresionados de las maravillosas vistas del valle y de las grandes cimas de la provincia, todavía con algo de nieve en esta época del año. !Espectacular, de verdad¡.
Cuesta abandonar el lugar, pero hemos de seguir. Bajamos hacia el Collado Hondo (Km 5,5 y 1.386m), donde iniciamos una tendida subida que se desvía a la izquierda en La Piedra Luisito (km 6) para tomar una estrecha vereda que nos deja en el punto más alto de la ruta (Km 9,3 y 1.609m). Antes habremos atravesado la Fuente de la Berrugaña, donde aprovechamos una fuente y una mesa de madera colocada por la Asociación de Montañeros de la Demanda para comer algo y refrescarnos, y nos hemos adentrado en uno de los lugares más mágicos de la zona: la Senda de la Muñeca. El hayedo centenario es increíblemente bello, ofreciéndonos una imagen diferente a la que habíamos visto en otoño pero no menos hermosa, con un colorido verde-lima de las hayas escarchadas que te invita a no pestañear. Pasear bajo el palio que forman los árboles, sentarse en la mesa junto al camino que se cruza con la senda del Nacedero, sentir el sigilo y el sosiego del lugar o , simplemente, degustar la riquísima agua de las fuentes, son sensaciones únicas y muy gratificantes.
La Muñeca finaliza en un cortafuegos. Torcemos a la izquierda, descendemos por una pronunciada bajada durante un kilómetro y tomamos un camino que, saliendo desde la derecha, se dirige a la Pasada. Frondosos pinos y, de nuevo, impresionantes hayas adornan un recorrido fácil de tres kilómetros y medio que nos deja en un refugio también denominado la Pasada. Junto al puente en el que se funden el río Pradoluengo y el Arroyo Acebal arranca la Senda de los Batanes, una delicada y preciosa vereda que avanza paralela al río Oropesa, cuyas aguas, durante siglos, alimentaron los molinos que movían los batanes que producían el paño de la lana que dio el sobrenombre de “Villa Textil” a Pradoluengo. La senda nos devuelve al pueblo; cruzamos varias pasarelas, recientemente instaladas o recuperadas por carpinteros locales, y el bonito Puente de las Barrancas, que nos ayudan a sortear el río; vemos algunas fuentes curiosas como las de la Cagalera y La Sal; pasamos junto a una hilatura en buen estado, el Caserío y la Ermita de San Antonio, a quien los pradoluenguinos profesan una gran devoción como así lo demuestran en su romería cada 13 de junio, el precioso camping de la Trapera, bonita transformación de un antiguo batán, que luce una hermosa cascada, la vieja Plaza de Toros “El Frontal”, un área recreativa etc…; por el Camino del Sol, el Teatro la Glorieta, la Plaza, la calle Ignacio Martínez y la Plaza Clemente Zaldo llegamos al mercado que nos vio partir.

Mapa y elevación

Enlace Wikiloc

Puntos de interés / Waypoints

Cruz de Guirlando (1.421 m)

Ubicada a la derecha del río Urbión y a la izquierda del río Oropesa, esta modesta cumbre es conocida entre los naturales como el «Balcón de la Demanda». Ofrece una de las mejores vistas del valle de Urbión y de las cumbres más importantes de la provincia de Burgos: Pico San Millán y Trigaza. En su cima pueden verse dos cruces, una de las cuales tiene el típico buzón montañero y un original belén.

Collado de Celeicua. Piedra de Luisillo (1.428 m)

Lugar en lo alto desde el que podemos disfrutar de preciosas vistas del valle.

Fuente de la Berrugaña o Berrungaña (1523 m)

Alcanzamos uno de los lugares más antiguos de la Sierra a través de un pasadizo natural de pino negral perfectamente alineado. La fuente es un pequeño manantial de montaña que alimenta un minúsculo arroyo que lleva sus aguas al río Oropesa. Sitio idóneo para descansar, reponer agua y recuperar energías en la mesa que la Asociación de Montañeros de la Demanda ha colocado en este tranquilo y pintoresco paraje.

Senda de la Muñeca.

Intrigados por el nombre del lugar, pudimos averiguar que se trata de una leyenda sobre un lobo y una niña que los lugareños ubican en lo más profundo de un bosque repleto de connotaciones mágicas y misteriosas. La Senda de la Muñeca es una estrecha vereda forestal, de unos dos kilómetros y medio, que avanza, primeramente, entre inmensas y hermosas hayas y que, pronto, se adentra en un curioso pinar repleto de líquenes. Atraviesa amplias laderas, con bastante desnivel, que, en otoño, podemos ver cubiertas de hojas, troncos y preciosas piedras musgosas. Su recorrido angosto, serpenteando entre las hayas y pasando entre hileras de pinos perfectamente alineados, nos permite disfrutar de un magnífico paisaje, lleno de color, con una hermosa mezcla de los colores de las hayas: verdes-lima, amarillos, ocres, anaranjados y marrones, dependiendo de la época del año en que la recorramos, con los verdes intensos de pinos negrales y acebos.

Hayedo del Acebal

Precioso y salvaje hayedo atravesado por un amplio camino que transcurre, entre oscuros y sombríos bosques de pinos silvestres y hayas que desprenden una curiosa humedad, por la parte alta del Arroyo del Acebal. A pesar de su nombre, llama la atención al escasa existencia de acebos a lo largo del hayedo, aunque pueden encontrarse algunas muestras en el sotobosque.

Refugio de la Pasada.

El Refugio de la Pasada se encuentra situado en un cruce de caminos, a unos 2 kilómetros al sureste de la villa de Pradoluengo y al noreste de la Cruz de Guirnaldo, en la confluencia del río Oropesa con el Arroyo del Acebal, pertenecientes a la cuenca del Ebro. Se ubica en una apacible área recreativa con varias mesas, pero sin instalaciones para el uso del fuego. Se trata de una choza silvestre o refugio libre diseñado para protegerse del mal tiempo.

Senda de los Batanes.

Precioso y clásico sendero, de unos 2 kilómetros lineales, que avanza junto al río Oropesa, en cuyos márgenes se edificaron batanes, hilaturas y tintes que aprovechaban la fuerza de las aguas para mover las máquinas que dieron a Pradoluengo, desde el siglo XVI y de forma importante a partir de la primera mitad del siglo XIX, la época de oro de su industria textil. Aunque sí que se conservan algunas fábricas en mal estado, hoy en día apenas quedan unos retazos de las 20 construcciones documentadas; la mayoría de los batanes e hilaturas han desaparecido; varias conservan algunas ruinas y otras como La Trapera, viejo batán convertido en un precioso camping, han sido trasformadas.

La desaparición de la industria ha dado protagonismo a la naturaleza, resultando de este proceso un sendero que luce una belleza exquisita. Todo está perfectamente colocado: la abundante vegetación que habita junto al río, los setos de los prados, las múltiples pasarelas de madera que ayudan a sortear el río, el recoveco que acoge el Rincón de Lara, las fuentes, el camping etc etc… ¡Qué maravilla pasear al lado del río y cruzar sus puentes, mientras te detienes a contemplar los destellos y el sinfónico ruido de las aguas!. ¡Una pasada y una experiencia única en uno de los paseos más populares y más bellos de toda la Sierra de la Demanda!.

Pradoluengo.

Habitada en su orígenes por tribus celtíberas como los berones y autrigones, refugio de muchos vasallos vascones que se asentaron en estas tierras burgalesas en los siglos IX y X, hoy la villa de Pradoluengo es conocida por su impresionante belleza natural y por la producción de calcetines y boinas de una industrial textil, exultante durante casi dos siglos, pero hoy tristemente venida a menos por culpa de una globalización que ha arrollado todas estas pequeñas industrias familiares. Llegó a tener casi tres mil habitantes en su época de prosperidad en el siglo XIX, cuando hoy su población apenas alcanza los 1.200 vecinos. Esto no ha sido óbice para que todavía conserve varios palacetes de estilo indiano y bellas casonas de los siglos XIX y XX en la zona que los propios lugareños conocen como «la acera de los ricos». Sus gentes destacan también por su apasionado amor a la música y a las tradiciones; ´tiene una de las bandas más antiguas de la provincia de Burgos y un Coro Parroquial que no han cesado de hacer música desde hace 200 años, así como un buen Grupo de Danzas.

Entre su patrimonio monumental, destacan su iglesia neorrenacentista, dedicada a la Asunción de Nuestra Señora, la Ermita de San Roque, y la Casa Consistorial de 1843.

Avisos y recomendaciones.

Se trata de una de los parajes más hermosos de la Sierra de la Demanda burgalesa, en el que vas a quedar deslumbrado por los paisajes singulares que vas encontrando por el camino. La ruta está muy bien señalizada con marcas de PRC, lo que facilita mucho la realización del recorrido. Aunque la hemos calificado de moderada por su desnivel (720m), la longitud del trayecto la convierten en una ruta bastante exigente. Si dispones de poco tiempo o no estás en buena forma, siempre tienes el recurso de hacer el trayecto de la Senda de los Batanes -4 kms ida y vuelta-, desde el Parque de los Patos ubicado en el pueblo.
La ruta puede realizarse en cualquier estación del año, pero, en otoño, es espectacular contemplar el colorido y el liquen de las hayas. La primavera también es otra estación muy propicia para caminar por el lugar.

Más información en los siguientes enlaces:

Ayuntamiento de Pradoluengo: https://www.pradoluengo.es

Asociación de Montañeros de la Demanda: https://www.amlademanda.com/index.html?body4.html

http://www.turismoburgos.org

agalsa.es/localidades/pradoluengo/