Castrovido: un paseo por su rica historia y sus singulares rincones .

  • Tipo de ruta: circular.
  • Distancia: 9,15 kms.
  • Señalización: No hay
  • Dificultad técnica: fácil con exigencia baja.
  • Duración aproximada de la ruta: 2:30-3 horas
  • Desnivel: 200 m
  • Altitud mínima: 966 m
  • Altitud máxima: 1138 m

Foto: José Luis Benito

Reseña

La ruta está ubicada en Castrovido, barrio de la ciudad burgalesa de Salas de los Infantes (Sierra de la Demanda) desde que se integrara en este municipio en el año 1970. Es la típica villa que crece a los pies de una torre medieval. Lugar muy apacible, fue un importante asentamiento celtíbero, pero llegó a su plenitud cuando los romanos hicieron pasar por esta localidad la calzada romana que unía, por un lado, Clunia con Tritium (actual Tricio de la Rioja), y el valle del Duero con el valle del Ebro por otro.

El recorrido es muy sencillo y puede hacerse con niños perfectamente, siempre y cuando estén acostumbrados a hacer ejercicio físico. Es ideal para pasear un buen rato, conocer el precioso pueblo de Castrovido, disfrutar del interior del Castillo y de las impresionantes vistas que pueden verse desde lo más alto de la torre: Salas, Valle del Arlanza, Peña Carazo, Campiña, Mencilla, Pantano etc.., sin olvidarnos de los singulares rincones y de los interesantes elementos de arquitectura popular que encontramos en Castrovido.

Descripción del recorrido

El recorrido, diseñado por nuestros amigos Carmela y Emilio, vecinos de Castrovido, sale del centro del pueblo y se dirige hacia el este por la Calle San Martín. Pasa junto a una piedra coladera con un interesante cartel que nos informa sobre los pasos y secretos de “hacer la colada” en tiempos ya pasados. Deja a su izquierda la Iglesia de San Martín Obispo y abandona la pista para desviarse a la derecha unos metros más adelante. Recorre, ahora, la bonita Senda del Tenao, que, haciendo honor a su nombre, nos lleva a una tenada en ruinas y a otra en buen estado: Camarmas. Progresa, después, por la popular y fascinante Senda del Fraile, en la que se encuentran Peña Matanzas y la primera cantera de piedras coladeras: Las Loberas. Al final del sendero, el camino tuerce a la izquierda hacia las tenadas de Resellana. Desde aquí, merece la pena hacer el recorrido de ida y vuelta a Peña Madalé, hermoso balcón natural desde el que se pueden ver el embalse de Castrovido y varias grandes cumbres al fondo. ¡El lugar es maravilloso!. De vuelta a Resellana, nuestra caminata se dirige al Camino de la Quemada; pasa por la deteriorada Fuente del Hierro y la segunda cantera coladera: Peñalta, para conducirnos a la joya de la corona: el Castillo, donde uno no puede dejar de subir a lo alto de la fortaleza para contemplar las maravillosas vistas de los alrededores. Queda aún descender y visitar la Ermita del Carmen y bajar al pueblo para dar un último paseo por su pintoresco y bien rehabilitado casco urbano.

Mapa y elevación

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Puntos de interés / Waypoints

Senda del Fraile: Tenada de Camarmas, Peña Matanzas y Cantera de Las Loberas.

La Senda del Fraile, cuyo nombre parecer tener su origen en haber sido el camino que recorrían algunos frailes cuando se acercaban a Salas desde el Monasterio de Alveinte, pequeño monasterio de estilo gótico construido por los Velasco y en ruinas desde la desamortización de Mendizábal, es uno de los senderos más fascinantes y populares de esta zona de Salas. En él podemos encontrar una tenada en buen estado: Camarmas, Peña Matanzas, peñasco en el que una cruz grabada y una oquedad  acreditan que se trata de un lugar sagrado probablemente utilizado por celtas y cristianos, y la primera cantera de piedras coladeras: Las Loberas, en la que son muy visibles varios hoyos en los que fueron extraídos algunos pedruscos y piedras coladeras casi acabadas que quedaron sin arrancar.

Resellana. Tenadas. Peña Madalé.

De propiedad municipal, las tenadas de Resellana o Rasallana son resquicios de las construcciones que se hicieron en la zona para proteger a los pastores y al ganado lanar, sobre todo ovejas merinas, de las duras inclemencias del tiempo y de animales depredadores tales como los lobos, muy frecuentes en esta zona en el pasado. Fueron construidas desde la Edad Media, aunque las actuales datan del siglo XVIII.

Peña Madalé es un magnífico lugar para contemplar una estampa completa de la presa de Castrovido desde lo alto, y perder la mirada en las grandes cumbres que se divisan al fondo: Mencilla, Otero, Mogosa etc..

Fuente del Hierro. Cantera de piedras coladeras: Peñalta

Castillo. Torre Medieval

Esta fortaleza es una de las torres más importantes en la defensa de las calzadas de la zona en época de los romanos y de los árabes. De hecho, la historia nos narra una importante derrota de Almanzor en tierras de Castrovido cuando volvía de su campaña por la Rioja, aunque otros investigadores como Abilio Abad opinan que procedía de la zona de Valdelaguna. De la fusión de Castro y Víctor o Vito surgió el nombre actual de villa: Castrovido. La construcción que podemos ver en la actualidad data del siglo XIV, no obstante, la original, que según el historiador Alberto Bengoechea tenía un pequeño cerco con saeteras para los ballesteros, fue levantada en el siglo IX por Don Victor, amigo de Gonzalo-Gustios, Señor de Salas a quien el Conde de Castilla Garci Fernández encargara su repoblación. Fue utilizada al menos hasta el siglo XIV, siglo en el que pasó a ser propiedad de la familia Velasco. Ha sido reconstruido recientemente gracias al gran trabajo de la Asociación de Amigos del Castillo de Castrovido. Desde lo más alto pueden contemplarse unas maravillosas vistas de la comarca de Salas; puede entenderse, también, por qué este promontorio fue elegido para vigilar las aceifas del califato de Córdoba y defender las calzadas que conducían a  Valdelaguna y la Rioja.

Puente Romano

Aunque ha sido restaurado recientemente, tiene su origen en la época de dominación romana. Sobre él pasaba la calzada romana que unía Clunia con Tritium-Magallum. Cruzar este estrecho puente es uno más de los encantos que nos ofrece esta humilde, pero preciosa villa.

Castrovido

Además de las dos grandes joyas que ya hemos comentado: Castillo y Puente Romano, Castrovido tiene dos monumentos religiosos destacados: la Ermita de la Virgen del Carmen (siglo XI, aunque ha sido restaurada recientemente) y la Iglesia de San Martín Obispo, que es una construcción moderna asentada sobre otra anterior, e importantes muestras de arquitectura popular castellana: ​tres molinos, un abrevadero con fuente, un potro, las piedras coladeras, chimeneas cónicas etc…., lo que hace que la visita a este bello y singular paraje castellano se convierta en un recuerdo inolvidable.

Avisos y recomendaciones

No olvidar coger la llave del Castillo en el bar Macanas antes de partir para visitar el interior de la torre medieval.
Es una ruta fácil y con el suelo en buen estado, por lo que es ideal para hacerla solo, en familia o con escolares.
Para disfrutar plenamente del paisaje y de su rica vegetación, es recomendable realizarla en primavera o en otoño.
En época de caza mayor, son frecuentes las monterías en el Camino de la Quemada. Consultar en la página de la Junta de Castilla y León: medioambiente.jcyl.es/web/es/caza-pesca(plataforma pública cacerías colectivas

Más información en los siguientes enlaces:

Asociación de Amigos del Castillo de Castrovido: https://www.facebook.com/pg/amigoscastillocastrovido/posts/

Castillos del Olvido: https://castillosdelolvido.com/?s=castrovido

Salas de los Infantes: río Arlanza, Peña Rota, Castrovido, Caminos anchos.

  • Tipo de ruta: circular.
  • Distancia: 10,04 kms.
  • Señalización: no existe.
  • Dificultad técnica: fácil con exigencia baja.
  • Duración aproximada de la ruta: 2 – 2h30
  • Desnivel: 149 m
  • Altitud mínima: 934 m
  • Altitud máxima: 1074 m

Reseña

Es una de las rutas más populares y más visitadas de entre todas las que hemos diseñado en la ciudad burgalesa de Salas de los Infantes, ubicada en la Sierra de la Demanda. Es muy fácil de seguir con el track e ideal para caminar un buen rato, pasear por hermosas sendas junto a la orilla del río Arlanza, conocer el precioso pueblo de Castrovido con sus dos templos religiosos y sus interesantes elementos de arquitectura popular, subir al Castillo Medieval y disfrutar de las impresionantes vistas que pueden verse desde lo más alto de la torre: Salas, Valle del Arlanza, Peña Carazo, Campiña, Pantano etc..,; finálmente, para pasear por la Senda del Fraile, una de las veredas más bellas del municipio.

Descripción del recorrido

Salimos de la Plaza Mayor en dirección a la Calle San Roque por la carretera que divide en dos a los feligreses de Salas desde el Siglo XVI. A la izquierda, los de Santa María; a la derecha, los de Costana. Al final de esta calle, dejamos la calzada romana a la izquierda y tomamos el sendero de la derecha que va junto al río Arlanza. Pasamos por debajo del nuevo puente de hierro y del emblemático puente de Costana que sostiene la carretera nacional Burgos-Soria; poco después, cruzamos el puente de madera que nos deja en la Peña Rota, donde podemos ver las cuevas-eremitorios colgadas en las rocas de la izquierda al otro lado de la carretera, y el parque de la Chopera justo enfrente. Seguimos el sendero y pasamos el río por otro puente de madera para salir al popular Camino de Castrovido. Apenas 500 metros más adelante, giramos a la derecha para bordear el Castro de Los Pelendones y bajar de nuevo al Camino de Castrovido. Continuamos hasta el pueblo y, por una calle empinada, vamos en búsqueda de la Ermita del Carmen, desde donde arranca un precioso sendero, bien habilitado para la subida, que nos conduce hasta el Castillo. Poco antes y junto a la ermita, nos habremos encontrado dos tumbas antropomorfas y un pequeño monumento a Ángel García «el Sorejo», allí homenajeado por su esfuerzo y lucha por recuperar el castillo en ruinas.
Ya una vez arriba, pronto podemos comprobar por qué esta torre fue un lugar estratégico. Por el sur, oteamos todo el valle del Arlanza, con su Peña de Carazo al fondo que, como nos dijera el poeta, aparece ahí como abriéndonos la puerta a la Sierra. Miramos hacia el este para contemplar el pantano de Castrovido y el Alto de la Campiña (2048 ms) vigilando los pueblos de pinares.
Tras disfrutar de un impresionante paisaje, la vuelta la hacemos por la Senda del Tenao y un camino empedrado que corona en el cementerio de Santa María. Desde aquí, una pequeña senda que bordea el cementerio por su parte derecha nos bajará hasta el Camino de Castrovido. Ya estamos en el Barrio de La Loma ; sólo unos pocos metros para tomar el camino de La Carrera que sale a la derecha y acercarnos, casi si darnos cuenta, a nuestro punto de partida. Un paseo único en el pueblo para disfrutar de la ribera del río y de la belleza que lucen algunos de sus alrededores.

Mapa y elevación

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Puntos de interés / Waypoints

Ermita de San Roque

Ermita del siglo XVI junto a la calzada romana que encontramos tapada un poco más adelante. En su interior, llaman la atención la techumbre y el coro de madera, así como la bóveda de crucería gótica que hay en el presbiterio. En el exterior, el campanillo enmarcado en una preciosa espadaña. Tiene un bello crucero en el atrio del siglo XVI que está tallado en sus dos caras, lo que no es frecuente ver en los cruceros de Castilla. Los salenses muestran su gran devoción con su masiva afluencia a la misa y a una exhibición de bailes populares el día 16 de agosto.

Calzada Romana

Vestigio de las rutas romanas entre Clunia y la Rioja y de las campañas de los moros contra los cristianos; se encuentra situada al final del camino de San Roque, aunque hoy en día ha sido tapada para permitir el paso de vehículos.

Peña Rota y cuevas-eremitorios. Parque de La Chopera

A la salida del pueblo y junto a la carretera que va a Nájera, podemos encontrar estas cuevas-eremitorios en las que vivieron los anacoretas entre los siglos VI y VIII. En ellas y tal y como reza la placa que custodia la entrada «La vida en Peña Rota estaba dedicada, casi en exclusiva, a la oración y a la meditación». Se accede a ellas por una escalera y en su interior pueden verse 10 cuevas independientes que han sido excavadas en las rocas.

Junto a la Peña Rota encontramos el popular parque de La Chopera. Lugar de recreo, junto al río Arlanza, está dotado con un parque infantil, cocinas de asar y una fuente. Es uno de los rincones favoritos de los salenses para pasear, comer al aire libre o disfrutatr un buen rato con los niños. Es tradicional la comida de hermandad, en la que se departen pan, vino, chorizo y carne con patatas, que los salenses celebran el día 17 de agosto, siempre animada por las magníficas charangas de las peñas.

El Castro

En el camino a Castrovido, sobre un altozano situado a nuestra derecha, está documentada la existencia de un Castro que fuera habitado por uno de los múltiples pueblos celtas que poblaron las tierras de Salas entre los siglos V-III a.C.: los Pelendones. Es fácilmente reconocible porque aún se conservan algunos restos de su muralla defensiva y, principalmente, por la presencia de un cartel informativo y de un miliario que nos recuerda que estamos caminando por una antigua calzada romana.

Castrovido

Barrio de Salas de los Infantes desde que se integrara en este municipio en el año 1970, es la típica aldea medieval que crece a los pies de una torre medieval. Lugar apacible, ya fue un importante asentamiento celtíbero, pero llego a su plenitud con los romanos cuando estos hicieron pasar por esta localidad la calzada romana que unía Clunia con Tritium, actual Tricio en la Rioja.

Además de dos grandes perlas: su Castillo y su Puente Romano -no está incluido en este track, pero se puede visitar fácilmente- , tiene esta villa dos monumentos religiosos destacados: la Ermita del Carmen (siglo XI, aunque ha sido restaurada recientemente) y la Iglesia de San Martín, que es una construcción moderna asentada sobre otra anterior, e importantes muestras de arquitectura popular castellana: ​tres molinos, un abrevadero con fuente, un potro, las piedras coladeras, chimeneas cónicas etc….; todo ello convertirá nuestra visita en un recuerdo inolvidable de este bello y singular paraje.

Castillo

Una de las torres más importantes en la defensa de las calzadas que conducían a Valdelaguna y la Rioja en época de los romanos; fue construida en el siglo IX por Don Victor, amigo de Gonzalo-Gustios, Señor de Salas al que el Conde de Castilla Garci Fernández encargara su repoblación. Fue utilizado al menos hasta el siglo XIV, siglo en el que pasó a ser propiedad de la familia Velasco. Nos narra la historia una importante derrota de Almanzor en tierras de Castrovido cuando volvía de su campaña por la Rioja. De la fusión de Castro y Víctor o Vito surgió el nombre actual de villa: Castrovido. Ha sido reconstruido recientemente gracias al gran trabajo de la Asociación de Amigos del Castillo de Castrovido. En la actualidad, es un paraje singular desde donde disfrutar de impresionantes vistas de toda la comarca de Salas.

Barrio de La Loma

Una de las zonas más populares de Salas de los Infantes. Junto a La Botica, Costana, La Plaza, El Valle y el nuevo de San Roque, constituyen el conjunto de barrios que forman el pueblo.

Avisos y recomendaciones

Puede hacerse con niños, siempre y cuando estén muy acostumbrados a hacer ejercicio físico, ya que es un poco larga para ellos y la subida al Castillo es bastante empinada y exige un importante esfuerzo.

El track no incluye la bajada al Puente Romano de Castrovido. Aunque tenemos que desviarnos unos 400 metros, la visita es muy recomendable.

Más información en los siguientes enlaces:

Ayuntamiento de Salas: https://www.salasdelosinfantes.net/turismo/rutas

Asociación de Amigos del Castillo de Castrovido: https://www.facebook.com/pg/amigoscastillocastrovido/posts/

Castillos del Olvido: https://castillosdelolvido.com/?s=castrovido

Salas de los Infantes: un paseo a Castrovido y Castillo Medieval.

  • Tipo de ruta: circular.
  • Distancia: 7,62 kms.
  • Señalización: Buena
  • Dificultad técnica: fácil con exigencia muy baja (apta para niños).
  • Duración aproximada de la ruta: 1h30- 2 horas
  • Desnivel: 127 m
  • Altitud mínima: 998 m
  • Altitud máxima: 1136 m

Reseña

La ruta, ubicada en la ciudad burgalesa de Salas de los Infantes (Sierra de la Demanda), es muy sencilla y puede hacerse con niños perfectamente, siempre y cuando estén acostumbrados a hacer ejercicio físico, ya que la subida al Castillo es bastante empinada y exige un pequeño esfuerzo. Es ideal para caminar un buen rato, pasear junto a la orilla del río Arlanza, conocer el precioso pueblo de Castrovido, disfrutar del interior del Castillo y de las impresionantes vistas que pueden verse desde lo más alto de la torre: Salas, Valle del Arlanza, Peña Carazo, Campiña, Pantano etc.., sin olvidarnos de los interesantes elementos de la arquitectura popular castellana que encontraremos en Castrovido.

Descripción del recorrido

Salimos de la Plaza Mayor para dirigirnos por La Carrera hacia el Barrio de La Loma. Al llegar a la fuente, giramos a la izquierda y tomamos un camino asfaltado, denominado de Castrovido, lugar favorito de los salenses para sus paseos diarios. Avanzamos junto al margen del río Arlanza y , a unos 800 metros a la derecha y sobre un altozano, nos encontramos con el Castro celtíbero de los pelendones. Continuamos nuestro paseo hasta el pueblo de Castrovido y nos dirigimos directamente a la casa de Begoña y Felipe (Bar Macanas), donde nos dejarán una llave para nuestra visita al interior del Castillo. Por una calle empinada, vamos en búsqueda de la Ermita del Carmen, desde donde arranca un precioso sendero, bien habilitado para la subida, que nos conduce hasta el Castillo. Poco antes y junto a la ermita, nos habremos encontrado las dos tumbas antropomorfas y un pequeño monumento a Ángel García «el Sorejo», allí homenajeado por su esfuerzo y lucha por recuperar el castillo en ruinas.
Ya una vez arriba, subimos a su torre para comprobar por qué fue un lugar estratégico. Por el sur, oteamos todo el valle del Arlanza, con su Peña de Carazo al fondo que aparece ahí como abriéndonos la puerta a la Sierra. Miramos hacia el este para contemplar el pantano de Castrovido y el Alto de la Campiña (2048 ms) vigilando los pueblos de pinares.
La vuelta la hacemos por el mismo itinerario para cumplir religiosamente con la devolución de la llave del Castillo. Si estamos hambrientos, es muy recomendable degustar la comida casera de Begoña. Saliendo desde el bar, ahora tomamos la dirección contraria y nos vamos por la izquierda a hacer una visita obligada al Puente Romano. De nuevo y sin cruzarlo, volvemos hacia el pueblo por la carretera asfaltada que atraviesa la aldea hasta la Iglesia de San Martín. Terminada la visita, volvemos de nuevo al centro del pueblo para tomar la vía que nos llevará hasta Salas por el mismo camino.

Mapa y elevación

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Puntos de interés / Waypoints

El Castro

En el camino a Castrovido, sobre un altozano situado a nuestra derecha, está documentada la existencia de un Castro que fuera habitado por uno de los múltiples pueblos celtas que poblaron las tierras de Salas entre los siglos V-III a.C.: los Pelendones. Es fácilmente reconocible porque aún se conservan algunos restos de su muralla defensiva y, principalmente, por la presencia de un cartel informativo y de un miliario que nos recuerda que estamos caminando por una antigua calzada romana.

Castrovido

Pedania de Salas de los Infantes desde que se integrara en este municipio en el año 1970, es la típica aldea medieval que crece a los pies de una torre medieval. Lugar apacible, ya fue un importante asentamiento celtíbero, pero llego a su plenitud con los romanos cuando estos hicieron pasar por esta localidad la calzada romana que unía Clunia con Tritium, actual Tricio en la Rioja.

Además de dos grandes perlas: su Castillo y su Puente Romano, que luego comentaremos, tiene esta villa dos monumentos religiosos destacados: la Ermita del Carmen (siglo XI, aunque ha sido restaurada recientemente) y la Iglesia de San Martín, que es una construcción moderna asentada sobre otra anterior, e importantes muestras de arquitectura popular castellana: ​tres molinos, un abrevadero con fuente, un potro, las piedras coladeras, chimeneas cónicas etc….; todo ello convertirá nuestra visita en un recuerdo inolvidable de este bello y singular paraje.

Castillo

Una de las torres más importantes en la defensa de las calzadas que conducían a Valdelaguna y la Rioja en época de los romanos; fue construida en el siglo IX por Don Victor, amigo de Gonzalo-Gustios, Señor de Salas al que el Conde de Castilla Garci Fernández encargara su repoblación. Fue utilizado al menos hasta el siglo XIV,, siglo en el que pasó a ser propiedad de la familia Velasco. Nos narra la historia una importante derrota de Almanzor en tierras de Castrovido cuando volvía de su campaña por la Rioja. De la fusión de Castro y Víctor o Vito surgió el nombre actual de villa: Castrovido. Ha sido reconstruido recientemente gracias al gran trabajo de la Asociación de Amigos del Castillo de Castrovido. En la actualidad, es un paraje singular desde donde disfrutar de impresionantes vistas de toda la comarca de Salas.

Puente Romano

Aunque ha sido restaurado recientemente, tiene su origen en la época de dominación romana. Sobre el pasaba la calzada romana que unía Clunia con Tritium-Magallum. Cruzar este estrecho puente es uno mas de los encantos que nos ofrece esta humilde, pero preciosa villa.

Avisos y recomendaciones

Ruta apta para hacerla con niños que estén acostumbrados a andar.

Más información en los siguientes enlaces:

Ayuntamiento de Salas: https://www.salasdelosinfantes.net/turismo/rutas

Asociación de Amigos del Castillo de Castrovido: https://www.facebook.com/pg/amigoscastillocastrovido/posts/

Castillos del Olvido: https://castillosdelolvido.com/?s=castrovido

Monasterio de la Sierra: ida y vuelta al Monasterio de Alveinte.

  • Tipo de ruta: circular.
  • Distancia: 7,80 Kms.
  • Dificultad: muy fácil con exigencia muy baja (apta para niños).
  • Duración aproximada de la ruta: 1h30- 2 horas
  • Desnivel: 156 m.
  • Altitud mínima: 1115 m
  • Altitud máxima: 1231 m

Reseña

A pesar del esfuerzo de los vecinos por limpiar la vegetación que lo rodea e intentar mantener en pie sus escasos restos, el Monasterio de Nuestra Señora de los Lirios de Alveinte tiene el honor de ser ahora el primer monumento incluido en la Lista Roja del Patrimonio, elaborada por Hispania Nostra, debido a su total abandono por parte de los organismos públicos competentes. Es el monumento más importante del patrimonio cultural de Monasterio de la Sierra. Está situado a unos 3,5 kms del núcleo urbano. Fue fundado en 1440 por los monjes franciscanos sobre otro edificio anterior; fue saqueado e incendiado por las tropas francesas en 1810, expropiado con la desamortización de Mendizábal y abandonado de forma definitiva en 1835. Desde entonces, ha sido frecuentemente expoliado, sabiéndose que, a principios del siglo pasado, fue destruido casi completamente para utilizar sus piedras en la construcción de una central eléctrica próxima al monasterio que alimentó durante varios años las fábricas madereras de Salas de los Infantes. Todo ello, ha tenido graves consecuencias en un edificio que ya tan solo conserva el altar la iglesia, la bóveda de crucería, algunos ventanales góticos y unos pocos muros a su alrededor. De su historia destacamos que fue refugio del Cura Merino y de la Junta Provincial de Defensa de Burgos durante la Guerra de la Independencia, y que, según la leyenda, este fue un lugar de castigo para los monjes: «Fraile, ¿qué hiciste, que Alveinte viniste?, te recitan los lugareños cuando te hablan del lugar. Recientemente hemos sabido que se salvó de las aguas del pantano porque se rebajó la altura de la presa.

La ruta se localiza en el término municipal de Monasterio de la Sierra, en la Comarca de la Sierra de la Demanda, a 12 kms de Salas de los Infantes y a 68 de Burgos. El recorrido es muy fácil e ideal para darse un paseo con niños. Discurre por un camino bien señalizado -hay carteles anunciadores en algunos puntos del trayecto-, y también algunos hitos desperdigados. La rica flora del camino y las ruinas del cenobio, evocando melancolía y tristeza, hacen que nos encontremos en uno de los lugares más recónditos y misteriosos de la Sierra de la Demanda.

Descripción del recorrido

Salimos del centro del pueblo, junto a la iglesia y , al principio de la Calle Mayor, nos vamos a la derecha por la Calle dedicada a nuestro célebre Miguel de Cervantes. Bajamos una cuesta bastante empinada y cruzamos un puente sobre el arroyo Valladares. Al otro lado del río, tomamos un camino que sale a la derecha y continuamos por él durante unos tres kilometros y medio. A mitad camino, atravesaremos una larga pradera y, siguiendo todo recto, nos vamos acercando al Monasterio.
Podemos acceder a las ruinas por un sendero-arroyo que arranca en la parte derecha del camino. Lo hemos señalizado con un waypoint, pero lo más recomendable es seguir hasta un prado vallado, saltar la pared de piedra que rodea el portón y cruzarlo hasta el final. Salimos del prado y bordeando la pared por fuera, a unos 100 metros habremos llegado al Monasterio.
La vuelta la hacemos por el mismo camino. Llegados al pueblo, sólo nos queda una visita a la iglesia parroquial, a las tumbas antropomorfas que reposan junto al templo, refrescarnos en la fuente que nos recibe en su atrio y echar un vistazo a algunos elementos arquitectónicos del pueblo tales como el lavadero, el abrevadero, la fragua, el potro de herrar y algunas chimeneas cónicas.

Puntos de interés / Waypoints

Dehesa y robles centenarios.

Destaca esta tierra acotada y arbolada por tener una de las masas más extensas de roble albar (quercus petraea) del país, así como por el perfecto estado de conservación de una gran cantidad de estos bellos ejemplares únicos. Todo ello se debe fundamentalmente a que se trata de una especie que se adapta perfectamente al suelo y a las duras condiciones climatológicas que sufren estos montes. Lucen a su lado preciosas estampas de rocas musgosas, desprendidas de las cumbres próximas por la acción de los glaciares y traídas hasta aquí por los torrentes que azotan la zona.

Monasterio de Alveinte

Monasterio de la Sierra (núcleo urbano).

Se trata de un pequeño pueblo de montaña que siempre fue lugar de paso de rutas ganaderas como las cañadas. Yace apartado en la ladera sur de la Sierra de Neila y está rodeado de espesos y preciosos bosques de roble albar, lo que le convierte en un lugar de una gran paz y un impresionante silencio. Esto, lejos de ser un óbice, le ha dado un enorme atractivo, siendo en estos momentos un enclave idóneo para el descanso y para estar en permanente contacto con la naturaleza.

El pueblo tiene numerosos monumentos, destacando el Monasterio de Alveinte (1440), que da nombre al pueblo. Apartado unos 3 kms, sólo conserva la iglesia y en un estado bastante ruinoso. Tiene también una hermosa iglesia: San Pedro Apóspol, una ermita: San Cosme y San Damián, unas tumbas antropomórficas traidas desde el antiguo pueblo medieval de Gozmediano o Aguamediano, y múltiples elementos que son un buen testimonio de la arquitectura que se ha desarrollado en la zona a lo largo de los años: una fuente de piedra maciza, un lavadero, un potro para herrar, una fragua, un abrevadero, chimeneas cónicas, la Torre del reloj, izada por los habitantes del pueblo, y un molino reconstruido.

Avisos y recomendaciones

Si se dispone de tiempo, se pueden visitar unos robles orejones, verdadera obra de arte en la naturaleza, que están a 1 km del pueblo (ver Ruta I ).

Mas información en el siguiente enlace:

Ayuntamiento de Monasterio de la Sierra: http://www.monasteriodelasierra.es/lugares-interes

Monasterio de la Sierra: robles orejones, naturaleza y arte.

  • Tipo de ruta: circular.
  • Distancia: 3,64 Kms.
  • Dificultad: fácil con exigencia muy baja (apta para niños).
  • Duración aproximada de la ruta: 1h – 1h30 horas
  • Desnivel: 102 m.
  • Altitud mínima: 1219 m
  • Altitud máxima: 1328 m

Reseña

Los robles orejones son un arte desarrollado por la acción de los pastores en varios árboles de la zona, logrando, con el paso del tiempo y el propio desarrollo natural de troncos y ramas, figuras inimaginables. En la ruta también puede verse un bello árbol seco, con singulares formaciones rugosas, que hay en el camino, y conocer algunos lugares de interés ubicados dentro del pueblo tales como su iglesia, las tumbas antropomorfas y varios elementos de arquitectura popular: chimeneas cónicas, fragua, lavadero, potro etc…

El recorrido es muy sencilo; transcurre en su mayoría por caminos rodados y puede realizarse en plan familiar. Se localiza en el término municipal de Monasterio de la Sierra, a 12 kms de Salas de los Infantes, en la comarca de la Sierra de la Demanda, en la provincia de Burgos.

Descripción del recorrido

Salimos de la plaza del pueblo, junto a la iglesia, y continuamos por la Calle San Pedro, acompañados del Sr. Teodoro, lugareño amable y muy servicial, gran conocedor de estas tierras, quién nos guiará todo el recorrido contándonos miles de curiosidades y leyendas sobre el pueblo y la zona. Al llegar a una bifurcación , nos vamos a la izquierda para ir en búsqueda del árbol seco. Lo encontramos al lado izquierdo del camino forestal, a unos 50 metros, en el Alto de La Lastra.
Tras disfrutar de su singular belleza e inmortalizarlo con nuestra cámara, volvemos al camino principal y proseguimos hasta El Cerrito Los Campos, donde se encuentran las preciosas y artísticas figuras. Larga estancia para disfrutar de tanto arte natural y vuelta al pueblo por el camino que nos vió partir.
Llegados al pueblo, sólo nos queda una visita a la iglesia parroquial, a las tumbas antropomorfas que reposan junto al templo, refrescarnos en la fuente que nos recibe en su atrio y echar un vistazo a los elementos arquitectónicos del pueblo, anteriormente mencionados.

Mapa y elevación

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Puntos de interés / Waypoints

Árbol seco

Robles Orejones

Monasterio de la Sierra (núcleo urbano).

Se trata de un pequeño pueblo de montaña que siempre fue lugar de paso de rutas ganaderas como las cañadas. Yace apartado en la ladera sur de la Sierra de Neila y está rodeado de espesos y preciosos bosques de roble albar, lo que le convierte en un lugar de una gran paz y un impresionante silencio. Esto, lejos de ser un óbice, le ha dado un enorme atractivo, siendo en estos momentos un enclave idóneo para el descanso y para estar en permanente contacto con la naturaleza.

El pueblo tiene numerosos monumentos, destacando el Monasterio de Alveinte (1440), que da nombre al pueblo. Apartado unos 3 kms, sólo conserva la iglesia y en un estado bastante ruinoso. Tiene también una hermosa iglesia: San Pedro Apóspol, una ermita: San Cosme y San Damián, unas tumbas antropomórficas traidas desde el antiguo pueblo medieval de Gozmediano o Aguamediano, y múltiples elementos que son un buen testimonio de la arquitectura que se ha desarrollado en la zona a lo largo de los años: una fuente de piedra maciza, un lavadero, un potro para herrar, una fragua, un abrevadero, chimeneas cónicas, la Torre del reloj, izada por los habitantes del pueblo, y un molino reconstruido.

Avisos y recomendaciones

Si no se dispone de mucho tiempo, se puede seguir el track en sentido inverso e ir directamente a ver los robles orejones, realizando la vuelta por el mismo camino.

Si se quieren visitar las ruinas del Monasterio de Alveinte, es necesario andar unos 7 kms entre ida y vuelta (ver Ruta II ).

Más información en el siguiente enlace:

Ayuntamiento de Monasterio de la Sierra: http://www.monasteriodelasierra.es/lugares-interes