Circular al Pico/Risco Zurraquín y Picos de Urbión desde la Laguna Negra de Vinuesa. Nacedero del Duero.

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  • Tipo de ruta: circular.
  • Señalización: muy buena, con marcas de GR y tablillas, excepto la subida al Zorraquín (hitos)
  • Distancia: 10,300 Km. 14,150 km. desde el primer aparcamiento.
  • Dificultad: moderada con exigencia media.
  • Duración aproximada de la ruta: 4h-4.30
  • Desnivel positivo: 653 m.
  • Altitud mínima: 1742 m
  • Altitud máxima: 2228 m

Reseña

Querer visitar la Laguna Negra soriana y el Pico Urbión es irse a la comarca soriana de Pinares, en la parte septentrional del Sistema Ibérico, y rondar el corazón de un espacio natural protegido que, en el año 2010, fue proclamado Parque Natural Laguna Negra y Circos Glaciares del Urbión e incorporado , posteriormente, a la Red Natura 2000. Su territorio, de casi 5000 hectáreas repartidas en territorios situados a más de 1.700 metros de altitud, pertenece a los municipios de Duruelo, Covaleda y Vinuesa, y se extiende por los valles de Revinuesa y del río Duero. Presenta un paisaje típico de la alta montaña, en el que destacan los pastizales, las lagunas, los ríos, los arroyos y las morrenas. Como vegetación, sobresalen las coníferas y las hayas, siendo el pino albar el rey de los bosques de esta zona. Como núcleos importantes, presiden el parque el Pico/Risco Zurraquín (2.105m), los Picos o Muela del Urbión (2228 m) y la Laguna Negra, lugar de partida que siempre recomendamos. El primero es frecuentemente relegado al anonimato por muchos senderistas; la Muela es seguramente la cumbre más popular entre los senderistas y montañeros de la comarca soriana, sin embargo, la legendaria Laguna Negra, situada en el núcleo de la Comarca de Pinares, en la Soria verde, en el término municipal de Vinuesa, a unos 50 kms de la capital y a unos 75 kms de Salas de los Infantes, es la que ha dado una gran fama a este Parque Natural, repleto de admirables y singulares paisajes.

Es una bellísima ruta de montaña en la que seguramente vas a encontrar todo lo que puedes esperar de un largo e ideal paseo por la naturaleza: impresionantes acantilados y parajes, paisajes idílicos, lagunas con encanto, bravos arroyos, preciosas veredas, coloridos bosques, abundante vegetación etc… Salvo en épocas de nieve en las que debemos ir con mucha precaución y bien equipados con utensilios para el hielo, la ruta no es dura. Tiene, no obstante, algunos desniveles importantes en varias partes del recorrido, por lo que sólo se la recomendamos a senderistas que estén acostumbrados a trepar y bien dispuestos a disfrutar de nuevas sensaciones en un entorno de magia.

Descripción del itinerario

Aunque es muy habitual empezar en el primer aparcamiento (Paraje de la Serna), que es el parking más cercano hasta el cual se permite el acceso en coche a cualquier hora del día, iniciamos la ruta en el segundo aparcamiento. Para llegar aquí, hay que coger un autobús que te sube hasta la laguna desde el Paraje de la Serna (sólo hace el trayecto los fines de semana de verano y en fechas muy puntuales), o bien tomar la opción de los buenos senderistas: caminar por la carretera o seguir un precioso sendero turístico, la Senda del Bosque, que va junto al Arroyo de la Laguna durante unos dos kilómetros desde el Paraje de la Serna -este tramo no está incluido en el track, ya que, en esta ocasión, nosotros lo hicimos andando por la carretera-.

Como decíamos, la ruta comienza en el aparcamiento de arriba. Deja la mágica laguna para el final e inicia un suave ascenso hacia el Zurraquín. Entre pinos de gran porte y una enorme alfombra de brezos y helechos, avanza por una escondida vereda, bien señalizada con hitos. Poco a poco nos va enseñando los riscos del primer “dosmil”. En la cumbre (1,7 km) ofrece un panorama impresionante de los montes y valles que lo rodean. Sin dejar la loma, la excursión baja  hasta el Collado Zurraquín y  enlaza con la otra ruta que viene desde la Laguna Negra por el sendero ibérico soriano (GR 86.1).  Sus marcas  rojas y blancas nos guían hasta la Laguna Larga. En verano, su escaso nivel de agua contrasta con la imagen helada o el llenado que presenta esta cubeta en otras épocas del año. El camino remonta hasta el Portillo Arenoso y se dirige hacia la Muela (km 4,9). A sus pies, yacen una cruz y una gran ventana rocosa con espléndidas vistas al Valle de Revinuesa. Nos encaramamos hasta la cima, que con sus dos cúspides ha dado a esta montaña el nombre de “Picos”, por una angosta brecha. Vemos la segunda laguna: Urbión, que da origen al río del mismo nombre, y el circo que conforman Peñas Claras y el Camperón; más al fondo, Tres Provincias y Muñalba. La panorámica es espectacular y las sensaciones, inmejorables.

De vuelta a la senda principal, la cercanía del nacedero del Duero nos invita a una rápida visita. Cuesta imaginar que un pobre manantial sea la fuente nuestro gran río. La ruta regresa a la pista que viene de Covaleda y tuerce hacia la Laguna Helada más adelante (km 7,1). Protegido por la Sierra del Mojón Alto, el tercer lago de montaña toma su nombre de la gelidez de sus aguas, transformadas en puro hielo en los crudos inviernos. Por una quebrada senda, la aventura llega al Portillo. Nos detiene el maravilloso paisaje de la Laguna Negra desde un balcón natural magníficamente situado. Fuerte descenso y parada en un puente  de madera que mira hacia una bella cascada. Antes de concluir, larga estancia en la orilla de la laguna para admirar cómo el circo rocoso y los impresionantes peñascos se reflejan en sus verdes y plácidas aguas, y  comprender por qué este misterioso paraje se ha convertido en el lugar más visitado de Soria y  en musa de literatos tan importantes como Antonio Machado o Gerardo Diego. .


Mapa y elevación

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Puntos de interés / Waypoints

Pico o Risco Zurraquín o Zorraquín (1.105 m)

Quizás la Muela haya apagado la luz de este precioso risco, pero hay que recorrerlo para descubrir un entorno maravilloso. A nuestro juicio, es un complemento ideal para hacer una ruta intensa y completa de los lugares más sublimes de la Sierra de Urbión. En la cumbre podemos aventurarnos hasta lo más alto de las enormes rocas, pero no es necesario trepar para identificar las sierras del entorno: Urbión, Cebollera, la Demanda, o perderse en la contemplación de los impresionantes alrededores que rodean esta cima. A su lado, hay una hermosa altiplanicie con un curioso “cementerio” de lajas bellamente dispuestas horizontal y verticalmente por los caminantes que transitan la zona.

Laguna Larga

Situada a una altura de 2.011 m y a una distancia aproximada de 1,5 kms de la cima del Urbión, tiene el mismo origen glaciar que la Laguna Negra. De escasa profundidad, sus aguas son aprovechadas por el ganado y los animales salvajes para abrevar, y por las aves para habitar junto a la abundante vegetación que guarda en su interior.

Picos o Muela de Urbión (2228ms)

Los Picos de Urbión (2228 m), así denominados porque en su cumbre pueden verse dos salientes, es la montaña más alta de la Sierra de Urbión y una de las más elevadas del Sistema Ibérico. En su cima hay un belén y una cruz que invita a trepar para fotografiar e inmortalizar el momento. La sierra se localiza entre las comunidades de La Rioja y Castilla y León, dividiendo las tres provincias que lo limitan: Soria, Burgos y La Rioja. Abarca otras cumbres importantes tales como Zurraquín (2.105 m), Muñalba (2073 m) y Tres Provincias (2049 m). En sus alrededores pueden encontrarse varias lagunas de origen glaciar, entre las que cabe destacar las cuatro lagunas que visitamos en nuestro recorrido: Laguna Negra, Laguna Helada, Laguna Larga y Laguna de Urbión.

Nacedero del Duero

Es éste el lugar donde tiene su origen el río más importante del noroeste de nuestro país y el tercero más largo de de la península ibérica. Sus primeras aguas brotan de unas fuentes que se encuentran a unos 600 metros del Pico Urbión y a una altura de 2.160 m.

Laguna Helada

Del mismo origen que las lagunas Negra y Larga, se trata de otro recuerdo natural del periodo glaciar del Cuaternario. Precioso paraje que se encuentra a unos 2050 m de altitud y a unos 2 kilómetros de la Laguna Negra.

Laguna Negra de Vinuesa.

De origen glaciar, está ubicada en el centro mismo del Parque Natural Sierra de Urbión, entre las localidades de Vinuesa y Covaleda, y se ha alcanzado una profundidad de entre 8 o 10 metros. Encajada entre tres grandes cimas: Zurraquín, Urbión y Los Llanos y situada a unos 1.700 metros de altura, es seguramente una de las lagunas más elevadas de España. Está rodeada de hermosos y enormes pinares que han dado nombre a la comarca. Habitan en ella numerosas leyendas tales como que no tiene fondo -Antonio Machado hizo alusión a este aspecto en su libro Los hijos de Alvargonzález-, y que se comunica con el mar a través de corrientes subterráneas. Algunos naturales hablan también de la existencia de un animal devorador en el fondo, lo que , emulando al Lago Ness de Escocia, sólo podemos interpretar como una forma de evitar que los niños desprotegidos se aproximaran a sus peligrosas aguas. Acercarse a ella siempre es enigmático: contemplar el color cambiante de sus aguas, encontrar nieve en las paredes graníticas que la custodian o pasear por los pinares que la rodean siempre es una sorpresa que atrae la atención de muchos senderistas y miles de viajeros cada año. Antonio Machado escribe esto sobre la singularidad del lugar:

«Llegaron los asesinos hasta la Laguna Negra, agua transparente y muda que enorme muro de piedra, donde los buitres anidan y el eco duerme, rodea; agua clara donde beben las águilas de la sierra, donde el jabalí del monte y el ciervo y el corzo abrevan; agua pura y silenciosa que copia cosas eternas; agua impasible que guarda en su seno las estrellas«

Si eres amante de la naturaleza, es un lugar que no puedes dejar de visitar y, si eres aficionado a la natación o un buen nadador, no puedes perderte la travesía a nado que se celebra en sus aguas, desde hace 40 años, el primer domingo de agosto. !Un emocionante y singular espectáculo¡.

Avisos y recomendaciones

Si bien en la mayor parte del año la ruta no presenta ninguna dificultad y está muy bien señalizada con los signos de un GR y por hitos, en épocas de nieve y hielo es más difícil seguirla. Especialmente el recorrido de ida es MUY PELIGROSO por transcurrir, en alguno de sus tramos, paralelo a los acantilados. Por ello, recomendamos el USO DE CRAMPONES Y PIOLET o hacer tanto la ida como la vuelta por la Laguna Helada.

Si buscamos paisaje o disfrutar de una gama de colores verdes en pastizales y prados, la mejor época es la primavera.

Ayuntamiento de Vinuesa: http://www.vinuesa.es/

Ayuntamiento de Covaleda: http://www.covaleda.es/zona-pinares/senderismo-y-rutas

Ayuntamiento de Duruelo: http://www.duruelodelasierra.es/

https://es.wikipedia.org/wiki/Parque_natural_de_la_Laguna_Negra_y_los_Circos_Glaciares_de_Urbi%C3%B3n

La Fuentona, Cascada de la Hoz y Alto de la Peñota desde Muriel de la Fuente.

  • Tipos de ruta: circular.
  • Señalización: balizas y marcas de PRC
  • Distancia: 16,400 Km.
  • Dificultad: fácil con exigencia baja-media por su longitud.
  • Duración aproximada de la ruta:
  • Desnivel: 301 m.
  • Altitud mínima: 1009 m
  • Altitud máxima: 1246 m

Reseña

El Monumento Natural La Fuentona, que se extiende por tierras de Cabrejas del Pinar y Muriel de la Fuente, en la Comarca de Pinares, es uno de los parajes más bellos y curiosos de la provincia de Soria. En él se encuentra uno de los seis monumentos naturales de Castilla y León, conocido popularmente como La Fuentona. Este embudo geológico de origen kárstico, declarado Monumento Nacional en 1.988 por la espectacular belleza de sus aguas turquesas y cristalinas y por los altos atractivos naturales y ecológicos que alberga, es el valor central del parque y, probablemente, uno de los acuíferos más profundos y enigmáticos de todo nuestro país. La laguna, también conocida como Ojo de Mar, tiene una surgencia que es el nacedero del río Abión o Avión.

Muy cerca, a unos 700 metros, en épocas de lluvia y después del deshielo, podemos ver un maravilloso espectáculo, la Cascada de la Fuentona, también llamada de la Hoz o Chorro de Despeñalagua, lanzando dos grandes chorros de agua desde lo alto de las rocas sobre una preciosa poza del río Cabrejas o Arroyo de la Hoz. Ambos parajes pertenecen al término municipal de Cabrejas, aunque su acceso más fácil es desde la población de Muriel de la Fuente.

El recorrido, bien señalizado con balizas y marcas blancas y amarillas de PRC en la mayoría de sus tramos, se acerca al Alto de la Peñota, lugar de observación desde el que hay unas maravillosas vistas del Valle del río de Muriel Viejo. El punto de partida de la ruta está a menos de un kilómetro de Muriel de la Fuente, en la Comarca de Pinares, en pleno corazón de la provincia de Soria. Discurre sin grandes desniveles, pasa junto a una ermita románica dedicada a la Virgen del Valle, la Atalaya del Monte Umbriazo (1.109 m), numerosas tenadas en ruinas, un interesante centro de interpretación…, y atraviesa un páramo hermosamente adornado con bastantes pinos negrales y cientos de sabinas albares o enebros, árboles que han sido un distintivo de nuestras tierras castellanas desde el Periodo Terciario.

Pero la finalidad de nuestra visita a esta tierra va mucho más allá. Dada su cercanía, queremos aprovechar el viaje para conocer varios municipios que, además de ser destinos atractivos para los amantes de la naturaleza, destacan por su historia y pasión en el mantenimiento de su arquitectura popular y sus tradiciones. Nos acercaremos a Muriel de la Fuente, a Abioncillo de Calatañazor, un pueblo-escuela en el que varios profesores ofrecen talleres-escuela para aprender a disfrutar de la naturaleza, y visitaremos el Castillo y la localidad de Cabrejas del Pinar; emplearemos un buen espacio de tiempo en recorrer la villa medieval de Calatañazor para conocer bien la perfecta conservación del entramado medieval de sus casas y soportales, sus calles empedradas, su muralla defensiva, su desafiante castillo y la iglesia románica de una localidad que tiene el galardón de conjunto histórico-artístico. En resumen, naturaleza, historia, tradiciones…, todo un aliciente para perderse en la zona y conocer escenarios de ensueño e imágenes de esas que quedan para siempre en la retina.

Descripción del recorrido.

La ruta arranca en el parking que hay junto a la Casa del Parque del Sabinar y la Fuentona, situada a la entrada de la localidad soriana de Muriel de la Fuente. Cruza el río Abión y toma el Camino de la Fuentona que sale a la derecha. A unos 500 metros se encuentra la Ermita Virgen del Valle, y , a 1 km, un poste informativo que nos indica que hemos de abandonar el camino principal para ascender a la Atalaya del Monte Umbriazo. Esta pequeña subida es muy exigente, ya que ganamos 100 metros de altura en apenas 600 metros. El recorrido continua por la cresta del monte y atraviesa un páramo de rocas calizas que nos lleva al mirador de la Peñota.

Para el regreso, el itinerario desanda unos 4 kilómetros; aunque no está señalizado, tenemos la opción de hacerlo circular siguiendo un camino verde que avanza próximo al borde de los acantilados de la Visera de la Peñota y de la Sierra de Umbriazo. El sendero, flanqueado por innumerables tenadas en ruinas, es mucho más bonito que el de ida y merece la pena tomar esta alternativa en la ida o en la vuelta.

La caminata baja, ahora, por una empinadísima cuesta con 100 metros de desnivel en apenas 800 metros, al valor más importante de todo este espacio natural: La Fuentona. Es precioso ver cómo sale el agua cristalina de las rocas kársticas; es hermoso contemplar cómo sus aguas refractantes son tan nítidas y transparentes que permiten ver con toda claridad la flora y fauna que habita en el estanque natural y en el fondo del río; cuesta imaginar que este pozo pueda alcanzar una profundidad de más de 100 metros y que el origen de este manantial siga siendo un misterio. Desde aquí, una senda de ribera nos conduce a la Cascada de la Fuentona o Chorro de Despeñaelagua. Como es primavera, la cascada nos premia con un chorro abundante y con imágenes del agua alucinantes y sorprendentes, ya que el verano anterior tuvimos la triste experiencia de verla completamente seca. La senda regresa al puente de madera por el mismo camino y tuerce a la izquierda para coger el río Abión como compañero de viaje Cruzando varios puentes, sigue el curso de sus aguas cristalinas por su margen derecho, primero, y por el izquierdo, después, hasta encontrar el punto de partida en la Casa del Parque.

Mapa y elevación

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Ermita románica de la Virgen del Valle.

Construcción levantada en el siglo XII bajo los parámetros del estilo románico como atestiguan la puerta original del templo, el ábside y algunos canecillos. Está documentada la existencia de una necrópolis con siete enterramientos en el exterior de la cabecera de la ermita. Está cerrada y no se puede acceder al interior. Presenta un mal estado y varias grietas en sus muros.

El Mirador de Umbriazo (1.109 m).

Uno de los atractivos que tiene la ruta es subir a la atalaya de Umbriazo, avistar el vuelo de los buitres leonados y halcones en lo alto, descubrir las ruinas de un torreón de vigilancia y el vértice geodésico, observar los bellos desfiladeros que nos miran desde el norte, y contemplar una bella panorámica del pueblo de Muriel de la Fuente y de los campos floreciendo en esta época primaveral.

Páramo y Mirador de la Peñota (1.246m).

La meseta que va desde la Atalaya al punto más alto de la ruta es un terreno yermo, raso y desabrigado de unos tres kilómetros de distancia, en el que es frecuente ver aves rapaces que anidan en los acantilados del desfiladero sobrevolando el páramo y el valle. El páramo está habitado por numerosas tenadas de ganado, la mayoría en ruinas, verdes pastizales y un precioso y enorme sabinar que, más adelante, se mezcla con pinos pudios y algún pino albar, adornando y animando la tediosa pista forestal que nos lleva hasta el Mirador de La Peñota. El balcón natural está presidido por una gran torre de vigilancia de incendios. Dos carteles informativos nos ayudan a identificar la flora del valle: sauce, chopo, pino resinero, pino silvestre, abedul …, así como la ubicación de la Sierra de Ayllón, Sierra de Neila y el Cañón de río Lobos entre otros montes. El paisaje desde aquí es espectacular y bien merece una larga estancia.

La Fuentona.

La Fuentona es el rincón más significativo de todo este espacio natural. Es el resultado de un entramado de cuevas y galerías por las que fluyen aguas subterráneas que salen a la luz por un sifón que las deposita en esta especie de sima, desde donde fluyen por el río Abión hasta su desembocadura en el río Ucero en la localidad del Burgo de Osma. La laguna y las orillas del río tienen una riquísima vegetación y una excelente fauna que bien acreditan el título de Monumento Nacional con el que han sido galardonados. Destaca la presencia de la trucha común, la nutria, abundantes anfibios y reptiles etc…

El pozo es precioso y singular, pero gélido y muy peligroso, como lo demuestra el hecho de que 5 personas hayan dejado su vida en el reto de llegar al fondo, por lo que es comprensible y está bien justificado que el baño esté totalmente prohibido. Ha sido explorado varias veces, habiéndose alcanzado la profundidad de 115 metros de manos de los espeleobuceadores Amaia Olea y David Santamaria en el año 2010, pero su hondura sigue siendo un misterio.

El lugar tampoco es ajeno a las leyendas que corrían de boca en boca predicando que había monstruos en sus aguas, seguramente con la sana finalidad de persuadir a los niños de que no se acercaran a una laguna tan insegura y arriesgada.

La Cascada de la Fuentona o de la Hoz, o Chorro de Despeñalagua.

Antes de nada, recomendar que, si queremos ver la cascada con agua hemos de ir en primavera o en otoño. En verano suele estar seca. En la época del deshielo y en temporada de lluvias de considerable duración los dos saltos que brotan desde lo alto del barranco son impresionantes y muy vistosos.

Casa del Parque del Sabinar y la Fuentona.

La Casa del Parque es un centro de interpretación, ubicado en el antiguo Palacio de Santa Coloma. Diseñado para la investigación y conservación de los dos espacios naturales que lo rodean: el Monumento Natural de la Fuentona y la Reserva Natural del Sabinar de Calatañazor , es un buen punto de información y un lugar fantástico para disfrutar de juegos, fotografías, videos y pantallas táctiles sobre el entorno. Los niños lo pasan en grande.

Avisos y recomendaciones

La ruta es larga, pero no ofrece ninguna dificultad. Apenas alcanza los 300 metros de nivel acumulado, por lo que es muy apta para excursiones en familia. Para hacerla con niños, escolares etc…, recomendamos acortar el camino de ida y vuelta que va a la Peñota, bajar directamente a la Fuentona y dejarla en unos 8 kms.

Es recomendable en cualquier época del año, pero es en primavera cuando mejor podemos disfrutar el colorido de la Fuentona y el chorro de la cascada.

Si se dispone de tiempo, es muy recomendable hacer una visita a todos los pueblos que os hemos mencionado en nuestra reseña. Si estáis interesados en una visita a la Casa del Parque, recordad que sólo abre los viernes y sábados todo el día, y los domingos sólo por la mañana. En diciembre y enero está cerrada.


Más información en los siguientes enlaces:

https://es.wikipedia.org/wiki/Monumento_natural_de_La_Fuentona

https://es.m.wikipedia.org/wiki/Archivo:La_Fuentona_de_Muriel.jpg

https://patrimonionatural.org/casas-del-parque/casas-del-parque/casa-del-parque-del-sabinar

De Pinilla de los Barruecos a Mamolar por el Sendero de Fuentes del río Lobos y regreso por el Camino del Pinarito.

  • Tipos de ruta: circular.
  • Señalización: balizas y marcas locales y de PRC
  • Distancia: 11,7 Km.
  • Dificultad: fácil con exigencia baja.
  • Duración aproximada de la ruta: 3h – 3.30 horas.
  • Desnivel: 193 m.
  • Altitud mínima: 1059 m
  • Altitud máxima: 1157 m

Reseña

El Sendero de Fuentes del río Lobos PRC-BU 223, ruta circular de senderismo de unos 50 kilómetros de longitud, es un reconocimiento a las fuentes y arroyos que donan sus aguas al río Lobos desde su nacedero en la Majada Buena de Mamolar hasta entregarlas en Ucero 50 kilómetros más adelante. Une cinco pueblos burgaleses: Pinilla de los Barruecos y su pedanía de Gete, La Gallega, Rabanera del Pinar y Mamolar, con el importante objetivo de dinamizar la zona a través del senderismo y promocionar juntos todo el patrimonio natural, arquitectónico y paleontológico que albergan todas estas localidades. El recorrido, perfectamente señalizado con marcas blancas y amarillas de PRC, recupera caminos y dispone de carteles ilustrativos en balcones naturales desde los que contemplar magníficas estampas de pueblos y paisajes e identificar lugares divinos de esta tierra. En cada pueblo, se agradece encontrar información exhaustiva sobre el propio municipio, puntos de interés, su historia bellamente ilustrada con preciosas fotografías, la flora y la fauna de su entorno y bastantes curiosidades. Nuestra ruta tan sólo recorre cinco kilómetros del sendero, del kilómetro 31 al 36 aproximadamente, pero el tramo es altamente bello y representativo. El regreso discurre por el precioso paraje de El Pinarito, uno de los lugares preferidos por los pinillenses para darse un buen paseo. Ambas sendas, en las que es llamativo comprobar cómo sabinas albares, pinos y robles conviven en perfecta armonía, son extraordinarias e ideales para, a escasa distancia del pueblo, meterse de lleno en plena naturaleza, relajarse en familia y dejarse llevar por el silencio y la paz que reinan en este bello espacio natural.

Pero la finalidad de nuestra visita a esta tierra va mucho más allá. Queremos aprovechar el viaje para conocer dos municipios que, además de ser destinos atractivos para los amantes de la naturaleza, destacan, como veremos más adelante, por su historia y pasión en el mantenimiento de su arquitectura popular y sus tradiciones: Pinilla de los Barruecos y Mamolar. En resumen, naturaleza, historia, cultura popular, tradiciones, todo un aliciente para visitar la zona y conocer las maravillosas gentes de estas tierras de la Demanda y Pinares.

Descripción del recorrido.

Ruta realizada con una treintena de amigos de Hacinas, Salas, Barbadillo del Mercado y Castrovido.

La ruta sale de la Plaza Mayor de Pinilla de los Barruecos y asciende por la Calle Las Escuelas hasta un amplio camino forestal que viene desde La Gallega por el Sendero de Fuentes del río Lobos. Muy pronto, alcanza un precioso mirador desde el que tenemos unas magníficas vistas de varios pueblos y cumbres de la Demanda y Urbión.

El camino vuelve a la pista forestal, cruza un vallado eléctrico y, casi sin darnos cuenta, nos acerca a la frontera oriental del Parque Natural de Sabinares del Arlanza-La Yecla (km 3). Lo certifica un gran bosque de sabinas albares, que, posteriormente, se mezcla en bella armonía con algunos pinos sueltos. Más adelante, la ruta pasa junto a una tenada boyal en activo y a una antena; 700 metros después, abandona la pista forestal para coger a la izquierda una bellísima y angosta vereda que nos baja hasta el pueblo de Mamolar. El entorno invita a visitar la iglesia, ver las curiosas fotos que hay colgadas en los muros de la plaza y a refrescarse en la fuente que preside la plaza.
La vuelta a Pinilla desanda los dos primeros kilómetros y se adentra después en el denominado Camino del Pinarito, bien señalizado con marcas azules de ruta local. Llama la atención la extraordinaria belleza del sendero y del pinar. Corona en la Ermita de San Roque, desde donde hay preciosas vistas tanto del pueblo como de los peñascos que lo rodean y dan nombre y apellido al pueblo. Antes de terminar, merece la pena hacer una breve parada en el cobertizo que recoge varios elementos rústicos, el lavadero y, si hay suerte y la encontramos abierta, entrar en su interesante iglesia.


Mapa y elevación

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Pinilla de los Barruecos.

Sosegada y tranquila, rodeada de un inmenso bosque de pinos, robles y algunas sabinas, Pinilla de los Barruecos es una villa que se significa, sobre todo, por sus características formaciones rocosas, las cuales, además de dar nombre al pueblo -pinilla=peña diminuta con una pequeña torre de vigilancia, barruecos/berruecos=conjunto de peñascos que emergen desde el suelo-, lo adornan y protegen de los vientos y del frío serrano; se distingue, asimismo, por ser un pueblo que conserva fielmente varias casonas con sus típicas chimeneas cónicas o encestadas, y por seguir manteniendo algunas viejas tradiciones que lo identifican y lo definen. Sobresalen el canto de las Marzas y su rito más popular, la Pingada del Mayo. Es un multitudinario y tradicional espectáculo en el que se observa como las gentes del pueblo, el 1 de mayo, ponen en pie un pino de gran longitud utilizando un viejo carro carretero.

Pinilla cuenta, en su casco urbano, con innumerables monumentos arquitectónicos de interés, destacando, entre todos, su iglesia de estilo renacentista dedicada a San Cristóbal. En su interior, guarda cinco interesantes retablos clasicistas y una pila bautismal románica. En el exterior del templo, es curiosa la escalera que sube hasta el campanario, además de su torre rectangular con sus dos campanas y un campanillo. La ermita de San Roque es otro monumento religioso significativo. Se trata de una construcción sencilla, sin apenas valor arquitectónico pues no presenta ningún estilo definido. No obstante, cuenta con el aprecio y veneración de todos los pinillenses. El día 16 de agosto, festividad de San Roque, las cuadrillas de familias y amigos se reúnen para cenar en sus alrededores. Tras el festín, entonan cánticos populares dedicados al Santo y marchan para la plaza del pueblo donde continúan la fiesta con una animada verbena.

Merecen también una visita la Ermita de San Miguel y su mirador, las escuelas viejas, ahora en desuso, el lavadero, el frontón viejo, símbolo de la vieja afición de sus convecinos a la pelota vasca, y un cobertizo con diferentes elementos tradicionales tales como un potro de herrar, un carro de carretero, una diminuta fragua etc…

El Mirador y el Sendero de Fuentes de río Lobos.

Uno de los atractivos que tiene Pinilla es subir a a esta atalaya natural y descubrir, desde la ladera del balcón natural hasta el horizonte, una panorámica espectacular de todas las cumbres y sistemas montañosos que tenemos enfrente. De noroeste a sureste, vemos primero el cercano Cuerno de Gete, peña de roca caliza que tapa ligeramente las dos montañas más solemnes de este lado occidental: la Peña de Carazo/Villanueva y la Peña San Carlos. En la lejanía, un cartel informativo nos anima a buscar las cumbres del Mencilla, Trigaza, San Millán, el Alto de Haedillo, la Campiña etc… y, en la parte este, dos de los picos más emblemáticos de las Sierras de Neila y Urbión: Muñalba y la Muela de Urbión. Abajo, como protegiendo el pueblo de los fríos vientos del norte, los pequeños escarpados y el famoso «Peñuco» que brota del suelo y dibuja en el aire una hermosa figura libre a la imaginación del visitante para asemejarla a algo real o mágico. Y en medio de todo ello, un paisaje suave con la silueta de pequeños pueblos, una rica masa forestal de sabinares, pinares y robledales y extensas praderas y dehesas con escaso ganado, por cierto.

El Sendero de Fuentes del río Lobos PRC-BU 223, ruta circular de unos 50 kilómetros de longitud, es un reconocimiento a las fuentes y arroyos que donan sus aguas al río Lobos desde su nacedero en la Majada Buena de Mamolar hasta entregarlas en Ucero 50 kilómetros más adelante. Une cinco pueblos burgaleses: Pinilla de los Barruecos y su pedanía de Gete, La Gallega, Rabanera del Pinar y Mamolar, con el importante objetivo de dinamizar la zona a través del senderismo y promover juntos todo el patrimonio natural, arquitectónico y paleontológico que albergan estas localidades. El recorrido, perfectamente señalizado con balizas y marcas de PRC, tiene carteles ilustrativos en varios balcones naturales que ayudan a identificar lugares divinos de esta tierra castellana. En cada pueblo, se agradece encontrar información exhaustiva sobre el propio municipio, puntos de interés, su historia, la flora y fauna de su entorno y otras curiosidades. Nuestra ruta sólo recorre cinco kilómetros del sendero, del kilómetro 31 al 36 aproximadamente, pero el tramo es altamente bello y representativo.

Mamolar

El municipio de Mamolar, que significa «monte o peñasco con forma de muela», habita en la ladera sur de Peña Águila (1.381 m). A día de hoy, apenas cuenta con una treintena de habitantes, cuando en 1950 llegó a alcanzar los 360 habitantes. Al igual que su vecino Pinilla, al estar ubicado en un paraje montañoso típico de la Demanda que forma parte del Parque Natural de Sabinares del Arlanza, destaca por su patrimonio natural y por su riqueza micológica. Está situado en el Camino de la Lana y en el ramal del camino de Santiago que viene desde Gallur (Camino Jacobeo de Soria o Camino Castellano-Aragonés), como lo atestiguan su ermita dedicada al Apóstol Santiago y la concha del camino que hay justo encima del arco de entrada al templo. Su iglesia renacentista del siglo XVI está dedicada a Santa Centola, cuya fiesta celebran los lugareños el segundo fin de semana de agosto.

Camino del Pinarito

Seguramente uno de los senderos más hermosos de la Demanda. En primavera, sobresale el color intenso verde de toda su vegetación; en invierno, las piedras, los árboles y las laderas musgosas. En el camino encontrarás: vallas para el ganado, ruinas de viejas tenadas, una abundante vegetación de pinos, robles y sabinas y, lo más importante, una inmensa paz, solamente interrumpida por los cantos de los cientos de aves que habitan en la zona.

Avisos y recomendaciones

La ruta no ofrece ninguna dificultad. Apenas alcanza los 200 metros de nivel acumulado, por lo que es muy apta para excursiones en familia. Para hacerla con niñoas, escolares etc…, recomendamos la ruta I de este mismo usuario que, acortando los 2 últimos kilómetros de ida y vuelta a Mamolar, hace un itinerario muy parecido. Es recomendable en cualquier época del año, pero es en primavera cuando mejor podemos disfrutar del singular paisaje de todo el recorrido y, sobre todo, del Pinarito.

Si se dispone de tiempo, es muy recomendable hacer una visita al pueblo de Gete, perteneciente a Pinilla de los Barruecos, donde recientemente varias peñas han sido documentadas como altares de la Edad del Hierro, en los que los celtas ofrecían sacrificios y celebraban sus ritos paganos.


Más información en los siguientes enlaces:

https://es.wikipedia.org/wiki/Pinilla_de_los_Barruecos

https://pinilladelosbarruecos.es/inicio

https://www.mamolar.es/

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Ciudad Encantada de Monasterio de la Sierra: un paseo por el interior y las Calderas de Matalhierro desde el pueblo (Opción A, Ruta VII)

  • Tipo de ruta: circular.
  • Distancia: 10,170 Kms.
  • Dificultad: fácil con exigencia media.
  • Duración aproximada de la ruta: 3h-3.30 horas
  • Desnivel: 273 m.
  • Altitud mínima: 1161 m
  • Altitud máxima: 1390 m

Reseña

El Castillejo (1390m), llamado también «La Ciudad Encantanda» por los caprichosos conglomerados silíceos del Cretácico que constituyen este conjunto rocoso, es un enclave singular, cada vez más conocido y visitado, que se encuentra en el paraje denominado «El Burrero», a los pies de las sierras de Trasomo y Neila, en el término municipal de Monasterio de la Sierra (Sierra de la Demanda), a 12 kms de Salas de los Infantes y a 68 de Burgos. Por otro lado, las Calderas de Matalhierro son una serie de hoyas o marmitas que han sido esculpidas por las aguas del río Valladares. 

La ruta, un poco larga pero fácil de realizar para cualquier persona que esté acostumbrada a hacer ejercicio físico, está diseñada con un triple objetivo: visitar la ciudad encantada burgalesa, siempre espectacular y bellamente adornada de brezos púrpuras y blancos en el mes de mayo; pasear por la dehesa de este silencioso pueblo, repleta de hermosos robledales y hayas, y adornada con preciosos canchales de piedra cubiertos de musgo que hacen del lugar un espacio único y singular; finalmente, asomarnos a la impresionante garganta de Matalhierro y contemplar su modesta pero bella cascada.

El camino, que transcurre por preciosas veredas flanqueadas por una riquísima flora, es un entorno ideal para aquellos que quieran perderse, solos o en familia, en la serenidad y el silencio de la naturaleza y desconectar de toda su actividad diaria. ¡Bajaos el track y venid con nosotros!. Quedaréis encantados de este paraje burgalés.

Descripción del recorrido

Acompañados de un numeroso grupo de amigos de Hacinas, Salas, Castrovido y Barbadillo del Mercado, salimos del centro del pueblo y continuamos por las calles Mayor y Miguel de Cervantes hasta el denominado «Camino de Cargaduelo». Ascendemos por una amplia pista forestal que divide la dehesa. Nos salimos en el camino de Peñalrayo. Entre brezos, estepas, algunos helechos, gran cantidad de enormes robles albares a un lado y negrales al otro, cruzamos el río Valladares por un original puente de piedras, El Molar, y llegamos al punto donde arranca la vereda que nos subirá por todo el interior de la Ciudad Encantada. Cada cual más hermosa, vamos recorriendo las inimaginables formaciones una a una y comprobando que todas encajan perfectamente con el bellísimo paisaje y colorido de los brezos. Parada especial en lo más alto para ver, tocar a las reinas de la ciudad: Peña Amarilla y El Castillejo, e intentar adivinar donde se ubicaba el desaparecido pueblo de Butrón.
El lugar es único y de tal belleza que cuesta abandonarlo. Lo hacemos dirigiéndonos al camino forestal de Cargaduelo para continuar nuestra ruta por la derecha. Bajamos unos ochocientos metros y nos vamos en búsqueda de una angosta y escondida senda que nos da acceso a las calderas de Matalhierro. Encontramos la vereda a la parte derecha, unos pocos metros antes de llegar a un puente sobre el arroyo Valladares. La seguimos con cuidado, ya que, en algunos sitios, no es muy visible. Muy pronto encontramos la primera hoya. La cascada , que en otras épocas del año suele mostrarse silenciosa y con escasa agua, suelta un bello, inmenso y sonoro chorro de agua.
Cumplido nuestro segundo objetivo, iniciamos el regreso al pueblo por una angosta senda, bien marcada con múltiples hitos, que poco a poco se va convirtiendo en un camino rodado. En el trayecto, nos paramos a ver unas originales e interesantes colmenas rústicas o dujos, que aún siguen habitadas por las incansables abejas. Mientras seguimos avanzando, aún podemos contemplar preciosas vistas de la Ciudad Encantada y cruzar dos arroyos por dos puentes de piedra, únicos y muy representativos de la arquitectura popular de esta zona. Estamos ya desandando el camino inicial y de nuevo en el Camino de Cargaduelo, ahora en la otra dirección, que nos llevará hasta nuestro punto de partida.

Puntos de interés / Waypoints.

Dehesa de Monasterio.

Destaca esta tierra acotada y arbolada por tener una de las masas más extensas de roble albar (quercus petraea) del país, así como por el perfecto estado de conservación de una gran cantidad de estos bellos ejemplares únicos. Todo ello se debe fundamentalmente a que se trata de una especie que se adapta perfectamente al suelo y a las duras condiciones climatológicas que sufren estos montes. Lucen a su lado preciosas estampas de rocas musgosas, desprendidas de las cumbres próximas por la acción de los glaciares y traídas hasta aquí por los torrentes que azotan la zona.

Ciudad Encantada / Castillejo.

A plena vista o en recónditos rincones, tanto en el alto de el Burrero como a lo largo de todo el recorrido de la ruta, podemos encontrar espectaculares relieves y formas más pequeñas de piedra tales como setas, mesas, arcos, oquedades etc…, que se han ido puliendo a lo largo de millones de años por la acción del agua, el hielo y el viento, y que impresionan por su espectacular originalidad y belleza.

Calderas de Matalhierro.

Las Calderas de Matalhierro son unas concavidades cilíndricas de gran profundidad que han sido labradas en las rocas por la acción del agua del río Valladares a lo largo de millones de años. Durante la mayor parte del año, puede contemplarse en ellas una modesta pero preciosa cascada.

Elementos rústicos: colmenas o dujos, puentes de piedra etc… y más formaciones rocosas.

Monasterio de la Sierra (núcleo urbano)

Se trata de un pequeño pueblo de montaña que siempre fue lugar de paso de rutas ganaderas como las cañadas. Yace apartado en la ladera sur de la Sierra de Neila y está rodeado de espesos y preciosos bosques de roble albar, lo que le convierte en un lugar de una gran paz y un impresionante silencio. Esto, lejos de ser un óbice, le ha dado un enorme atractivo, siendo en estos momentos un enclave idóneo para el descanso y para estar en permanente contacto con la naturaleza.

El pueblo tiene numerosos monumentos, destacando el Monasterio de Alveinte (1440), que da nombre al pueblo. Apartado unos 3 kms, sólo conserva la iglesia y en un estado bastante ruinoso. Tiene también una hermosa iglesia: San Pedro Apóspol, una ermita: San Cosme y San Damián, unas tumbas antropomorfas traídas desde el antiguo pueblo medieval de Gozmediano o Aguamediano, y múltiples elementos que son un buen testimonio de la arquitectura que se ha desarrollado en la zona a lo largo de los años: una fuente de piedra maciza, un lavadero, un potro para herrar, una fragua, un abrevadero, chimeneas cónicas, la Torre del reloj, izada por los habitantes del pueblo, y un molino reconstruido.

Avisos y recomendaciones.

Esta ruta ha sido diseñada con un recorrido casi idéntico a la Opción B de este mismo usuario. Recomendamos esta Opción A para hacer la ruta, de una forma más segura, con niños, en familia o con un grupo, ya que, a diferencia de la Opción B, el tramo que va desde el primer colmenar (km 6,4) hasta el Camino de Peñalrayo (km 7,10) transcurre por el camino de arriba y evita avanzar junto al río Valladares, donde el camino es más difícil de seguir y es más peligroso porque las rocas próximas al río suelen estar mojadas y muy resbaladizas. El punto negativo de esta opción A es que nos perdemos un segundo colmenar rústico que es muy interesante. Tu decides qué opción tomar. Con niños, con un grupo, en épocas de lluvias y en invierno, no lo dudes: la opción A siempre es más segura.

La ruta es una variante a nuestra ruta VI, que no se adentra en la ciudad, para conocer el interior de la ciudad encantada de manera exhaustiva. Para ver los brezos en flor, debemos hacer la ruta en el mes de mayo.

La ruta es fácil y el desnivel no alcanza los 300 m. Debemos estar muy atentos al track, sobre todo en la zona de la caldera, ya que el sendero es un poco difuso y, a veces, difícil de seguir. Hay que tener mucho cuidado al acercarse a la caldera si se hace la ruta en época de lluvias. El suelo es muy resbaladizo y uno puede caerse al fondo de la caldera. Por todos estos motivos, la hemos calificado de exigencia media.

Si disponemos de tiempo, merece la pena hacer una breve visita a la iglesia parroquial, a las tumbas antropomorfas que reposan junto al templo, refrescarse en la fuente que nos recibe en su atrio y echar un vistazo a algunos elementos arquitectónicos del pueblo tales como el lavadero, el abrevadero, la fragua, el potro de herrar, la Torre del Reloj, la fuente de piedra y algunas chimeneas cónicas.

Más información en los siguientes enlaces:

Ayuntamiento de Monasterio de la Sierra: http://www.monasteriodelasierra.es/lugares-interes

https://es.wikipedia.org/wiki/Monasterio_de_la_Sierra

Monasterio de la Sierra : interior de la Ciudad Encantada, el Castillejo y Calderas de Matalhierro desde el pueblo (Opción B, Ruta VII)

  • Tipo de ruta: circular.
  • Distancia: 10,690 Kms.
  • Dificultad: fácil con exigencia media.
  • Duración aproximada de la ruta: 3h-3.30 horas
  • Desnivel: 349 m.
  • Altitud mínima: 1052 m
  • Altitud máxima: 1401 m

Reseña

El Castillejo (1390m), llamado también «La Ciudad Encantanda» por los caprichosos conglomerados silíceos del Cretácico que constituyen este conjunto rocoso, es un enclave singular, cada vez más conocido y visitado, que se encuentra en el paraje denominado «El Burrero», a los pies de las sierras de Trasomo y Neila, en el término municipal de Monasterio de la Sierra (Sierra de la Demanda), a 12 kms de Salas de los Infantes y a 68 de Burgos. Por otro lado, Por otro lado, las Calderas de Matalhierro son una serie de hoyas o marmitas que han sido esculpidas por las aguas del río Valladares. 

La ruta, un poco larga pero fácil de hacer para cualquier persona que esté acostumbrada a hacer ejercicio físico, está diseñada con un triple objetivo: visitar la ciudad encantada burgalesa, siempre espectacular pero bellamente adornada de brezos púrpuras y blancos en el mes de mayo; pasear por la dehesa de este silencioso pueblo, repleta de hermosos robledales y hayas, y adornada con preciosos canchales de piedra cubiertos de musgo que hacen del lugar un espacio único y singular; finálmente, asomarnos a la impresionante garganta de Matalhierro y contemplar su modesta pero bella cascada.

El camino, que transcurre por preciosas veredas flanqueadas por una riquísima flora, es un entorno ideal para aquellos que quieran perderse, solos o en familia, en la serenidad y el silencio de la naturaleza y desconectar de toda su actividad diaria.

Descripción del recorrido

Guiados por Ramón, lugareño y gran amante de la naturaleza, salimos del centro del pueblo y continuamos por la Calle Mayor hasta una bifurcación de caminos forestales. Nos vamos a la izquierda por el denominado «Camino de Cargaduelo» y ascendemos por una amplia pista forestal que divide la dehesa. Nos salimos en el camino de Peñalrayo y, entre brezos, estepas, algunos helechos, gran cantidad de enormes robles albares a un lado y negrales al otro, llegamos al punto donde arranca la vereda que nos subirá por todo el interior de la Ciudad Encantada. Cada cual más hermosa, vamos recorriendo las inimaginables formaciones, una a una, y comprobando que todas encajan perfectamente con el bellísimo paisaje y colorido de los brezos. Parada especial en lo más alto para ver y tocar a las reinas de la ciudad: Peña Amarilla y El Castillejo, e intentar adivinar donde se ubicada el desaparecido pueblo de Butrón.
El lugar es único y de tal belleza que cuesta abandonarlo. Lo hacemos regresando al camino forestal para continuar nuestra ruta por la derecha de la pista forestal. Bajamos unos ochocientos metros y nos vamos en búsqueda de una angosta y escondida senda que nos da acceso a las calderas de Matalhierro. La encontramos a la parte derecha, unos pocos metros antes de llegar a un puente sobre al arroyo Valladares. La seguimos con cuidado, ya que, en algunos sitios, no es muy visible. Muy pronto encontramos la primera caldera. La cascada , que en otras épocas del año suele mostrarse silenciosa y con escasa agua, suelta un bello, inmenso y sonoro chorro de agua.
Cumplido nuestro segundo objetivo, iniciamos el regreso al pueblo por una angosta senda, bien marcada con múltiples hitos, que va junto a los acantilados. En el trayecto hemos podido ver dos originales e interesantes colmenares rústicos. Mientras seguimos avanzando, podemos contemplar preciosas vistas de la Ciudad Encantada y cruzar dos arroyos por dos puentes de piedra, únicos y muy representativos de la arquitectura popular de esta zona. Estamos ya desandando el camino inicial y de nuevo en el Camino de Cargaduelo, ahora en la otra dirección, que nos llevará hasta nuestro punto de partida.

Puntos de interés / Waypoints.

Dehesa de Monasterio.

Destaca esta tierra acotada y arbolada por tener una de las masas más extensas de roble albar (quercus petraea) del país, así como por el perfecto estado de conservación de una gran cantidad de estos bellos ejemplares únicos. Todo ello se debe fundamentalmente a que se trata de una especie que se adapta perfectamente al suelo y a las duras condiciones climatológicas que sufren estos montes. Lucen a su lado preciosas estampas de rocas musgosas, desprendidas de las cumbres próximas por la acción de los glaciares y traídas hasta aquí por los torrentes que azotan la zona.

El Castillejo / Ciudad Encantada.

A plena vista o en recónditos rincones, tanto en el alto de el Burrero como a lo largo de todo el recorrido de la ruta, podemos encontrar espectaculares relieves y formas más pequeñas de piedra tales como setas, mesas, arcos, oquedades etc…, que se han ido puliendo a lo largo de millones de años por la acción del agua, el hielo y el viento, y que impresionan por su espectacular originalidad y belleza.





Calderas de Matalhierro.

Las Calderas de Matalhierro son unas concavidades cilíndricas de gran profundidad que han sido labradas en las rocas por la acción del agua del río Valladares a lo largo de millones de años. Durante la mayor parte del año, puede contemplarse en ellas una modesta pero preciosa cascada.

Elementos rústicos:: colmenas,puentes.

Monasterio de la Sierra (núcleo urbano)

Se trata de un pequeño pueblo de montaña que siempre fue lugar de paso de rutas ganaderas como las cañadas. Yace apartado en la ladera sur de la Sierra de Neila y está rodeado de espesos y preciosos bosques de roble albar, lo que le convierte en un lugar de una gran paz y un impresionante silencio. Esto, lejos de ser un óbice, le ha dado un enorme atractivo, siendo en estos momentos un enclave idóneo para el descanso y para estar en permanente contacto con la naturaleza.

El pueblo tiene numerosos monumentos, destacando el Monasterio de Alveinte (1440), que da nombre al pueblo. Apartado unos 3 kms, sólo conserva la iglesia y en un estado bastante ruinoso. Tiene también una hermosa iglesia: San Pedro Apóspol, una ermita: San Cosme y San Damián, unas tumbas antropomorfas traídas desde el antiguo pueblo medieval de Gozmediano o Aguamediano, y múltiples elementos que son un buen testimonio de la arquitectura que se ha desarrollado en la zona a lo largo de los años: una fuente de piedra maciza, un lavadero, un potro para herrar, una fragua, un abrevadero, chimeneas cónicas, la Torre del reloj, izada por los habitantes del pueblo, y un molino reconstruido.

Avisos y recomendaciones.

Esta ruta fue diseñada con un recorrido casi idéntico a la opción A de este mismo usuario.
Esta Opción B es diferente en el tramo desde el primer colmenar (km 6,4) hasta el Camino de Peñalrayo (km 7,10), ya que avanza junto al río Valladares. Aquí el camino es más obscuro y las rocas en invierno y en épocas de lluvia suelen estar mojadas y resbaladizas; en consecuencia, es más arriesgada y más difícil de seguir, pero más emocionante. Además, vemos un segundo colmenar rústico que es muy interesante. Tu decides qué opción elegir.

Esta ruta VII es una variante a nuestra ruta VI, que no se adentra en la ciudad, para conocer el interior de la ciudad encantada de manera exhaustiva. Para ver los brezos en flor, debemos hacer la ruta en el mes de mayo.

La ruta es fácil y el desnivel no alcanza los 400 m. Debemos estar muy atentos al track, sobre todo en la zona de la caldera, ya que el sendero es un poco difuso y, a veces, difícil de seguir. Hay que tener mucho cuidado al acercarse a la caldera si se hace la ruta en época de lluvias. El suelo es muy resbaladizo y uno puede caerse al fondo de la caldera. Por todos estos motivos, la hemos calificado de exigencia media.

Si disponemos de tiempo, merece la pena hacer una breve visita a la iglesia parroquial, a las tumbas antropomorfas que reposan junto al templo, refrescarse en la fuente que nos recibe en su atrio y echar un vistazo a algunos elementos arquitectónicos del pueblo tales como el lavadero, el abrevadero, la fragua, el potro de herrar, la Torre del Reloj, la fuente de piedra y algunas chimeneas cónicas.

Más información en los siguientes enlaces:

Ayuntamiento de Monasterio de la Sierra: http://www.monasteriodelasierra.es/lugares-interes

https://es.wikipedia.org/wiki/Monasterio_de_la_Sierra

Ruta de las Cascadas de Duruelo y paraje de Castroviejo desde Majafalsa.

  • Tipos de ruta: circular.
  • Señalización: buena con marcas de GR y ruta local (azules y blancas).
  • Distancia: 8, 54 Km.
  • Dificultad: Moderada con exigencia media.
  • Duración aproximada de la ruta: 3-3.30 horas.
  • Desnivel: 652 m.
  • Altitud mínima: 1.285m
  • Altitud máxima: 1.702m

Reseña

La ruta de las Cascadas de Duruelo tiene como principales protagonistas el agua y las rocas. En apenas cinco kilómetros de recorrido contemplamos tres hermosas cascadas con saltos de agua muy llamativos sobre todo en invierno y en el deshielo de primavera, mágicas cuevas, grandes moles rocosas y enormes bosques de pinos albares; escuchamos el relajante sonido de las caídas del agua desde lo alto de las rocas; paseamos entre originales peñascos y un bonito desfiladero moldeados por el paisaje kárstico de Castroviejo; disfrutamos de espectaculares vistas de la Sierra de Urbión y la Comarca de Pinares desde el mirador de Roca Alta, balcón colgado sobre un berrocal a 125 metros de altura.  El punto de partida se localiza en Majafalsa, pequeño parking situado a 2 kms de Castroviejo, a 5 kms de la localidad de Duruelo de la Sierra, en la Comarca de Pinares, a 41 kms de Salas de los Infantes (Burgos) y a 58 kms de la capital soriana. La ruta puede hacerse en versión larga desde Duruelo, o corta desde Majafalsa, que es la opción por la que hemos optado en esta ocasión.

Aunque el desnivel es relativamente importante en la primera subida y hay algunas pequeñas trepadas que hemos de salvar con la ayuda de grapas insertadas en el suelo o de una pequeña cuerda, la ruta es bastante cómoda en la mayoría de sus tramos. Es bellísima y, en ella, vas a encontrar todo lo que puedes esperar de un largo e ideal paseo por la naturaleza: una inmensa paz, impresionantes roquedos, cuevas mágicas y rincones idílicos, cascadas con encanto, bravos arroyos que flanquean los caminos, preciosas veredas, coloridos bosques, dulces y excitantes aromas, el recién nacido Duero… . En resumen, reúne todos los alicientes para gozar de un día inolvidable en un entorno natural excelente y único. Como colofón, también recomendamos una visita al precioso pueblo de Duruelo, donde una necrópolis altomedieval junto a la iglesia de San Miguel es su principal atractivo.

Descripción del recorrido.

Para llegar al punto de partida de la ruta, hemos de ir al pueblo de Duruelo de la Sierra. Cogemos la pista forestal asfaltada de Castroviejo que parte desde la carretera CL-117 a la altura de Duruelo. A unos 5 kms, vemos a la izquierda un pequeño aparcamiento con un cartel informativo, ubicado en el paraje conocido como Majafalsa, que indica el punto de partida de la ruta Cascadas I. La ruta, bien señalizada con marcas azules y blancas de ruta local, se inicia con una bajada hasta un puente de madera, conocido como el Paso de Chalán, que cruza el río Duero. Un poco más adelante, unas balizas nos señalan que hemos de tomar el camino de la derecha en dirección a la Cascada de la Chorla y a Castroviejo (GR.86). Rodeados de un frondoso bosque de pinos albares y helechos -vegetación típica de esta zona-, y sorprendidos por algunas rocas sueltas de gran tamaño, nos acercamos al primer gran chorro de agua: La Chorlita. Está a la izquierda del camino (0.900 m). La entrada no está señalizada. Arranca junto a un gran cubo de roca. Topamos con ella siguiendo el sonido del agua. Hay una bajada de unos 100 metros, bastante empinada, que hacemos con cuidado por la presencia de barro resbaladizo y algo de hielo. Tras una larga estancia para hacer varias fotos de la bella cortina de agua, regresamos al camino y seguimos hasta la segunda cascada: La Chorla (1.300m). Este salto, menos caudaloso por esta época invernal, está escondido en un tranquilo y paradisíaco rincón; en esta época lanza un enorme chorro de agua. Desde una gruta que hay debajo podemos contemplar que, en su caída y con la ayuda del viento, el agua va dibujando preciosas figuras en el aire. El lugar invita a quedarse largo tiempo, pero hemos de continuar. Lo hacemos regresando al sendero principal y desviándonos a la izquierda. Sorteando enormes y peculiares roquedos, trepando, algunas veces ayudados de grapas incrustadas en las rocas, y después de hacer dos breves paradas para ver la curiosa oquedad con un tejo en el centro brotando desde las rocas y la cueva de las Ventanas, ascendemos hasta Castroviejo. Lo primero es hacer una visita al mirador de Roca Alta, que encontramos muy concurrido de turistas que han llegado en coche. Nos hacemos un hueco para fotografiar y disfrutar de las vistas. Acosados por la lluvia, abandonamos el lugar con prontitud. Bajamos a la pradera donde una fuente natural con varios caños nos premia con un agua riquísima, aunque muy fría. De paso, aprovechamos para comer algo y reponer energías.
Dejamos este evocador lugar y bajamos por la carretera que va a Duruelo. A unos 400 metros abandonamos el asfalto y nos vamos por la derecha para ascender hasta Cueva Serena. Su preciosa cascada suelta abundante chorro, circunstancia que aprovechamos para inmortalizarla con nuestra cámara, pues es una estampa poco habitual. Seguimos subiendo y pasamos junto a la vía ferrata “Cuerda la Graja”, lugar muy frecuentado por senderistas y aficionados a los clavos, los pasamanos, las cadenas, los puentes colgantes y las tirolinas. Vamos ganando altura por un sendero bien señalizado con marcas de PRC (blancas y amarillas) hasta el Raso de Cespedillo, espacio abierto en el que arranca por la derecha un camino forestal que nos bajará de nuevo hasta Castroviejo. Una vez allí, cerca del aparcamiento, buscamos una estrecha vereda que, en fuerte pendiente, nos dejará en el sendero de partida. Cruzamos de nuevo el puente Chalán. Una pequeña subida y estaremos de nuevo en Majafalsa.


Mapa y elevación

Enlace Wikiloc

Puntos de interés / Waypoints

Cascada de la Chorlita.

No está indicada en la señalización, pero sabiendo que está a unos 900 metros del punto de partida junto a una gran roca, y estando atentos al sonido del salto del agua podemos dar con ella fácilmente. La bajada es bastante pindia, pero merece la pena acercarse con cuidado. De las muchas cascadas que podemos ver en este entorno, cuando tenemos la fortuna de verla con mucha agua o helada, el agua cayendo sobre una pequeña hoya en forma de herradura se convierte en un espectáculo natural fantástico y único.

Cascada de la Chorla

Si bien es cierto que en invierno y cuando está helada y repleta de carámbanos se convierte en uno de los tesoros naturales de esta zona, durante muchas épocas del año el agua no suele ser muy abundante. Cuando esto ocurre, llama más la atención por la frescura y el silencio del lugar que por la belleza del chorro de agua.

Cuevas del Tejo y de las Ventanas.

Hemos dejado el agua por un rato y nos adentramos en dos sorprendentes rincones, muy próximos entre sí, magníficamente esculpidos por la erosión: la Cueva del Tejo y la Cueva de las Ventanas. El primero parece estar diseñado para celebrar rituales con el testigo de un tejo, creciendo en medio de este lugar mágico y misterioso, y un bello arco natural de piedra. El segundo, parece más bien una cavidad para esconderse, pasar inadvertido y descansar fresquito en un hueco oculto, bañado en su entrada por pequeños hilos de agua.

Castroviejo.

Se trata de un rincón cargado de una belleza increíble. Es como una ciudad encantada y un jalón en la ruta. Está repleto de grandes rocas con formas muy originales, incluso caprichosas, que han sido esculpidas a lo largo de millones de años por la acción del agua y otros fenómenos atmosféricos que azotan la zona. Destaca, poco antes de entrar en el paraje, un gran cañón rocoso con callejones y moles rocosas que pronto nos evocan otros lugares similares tales como la Serranía de Cuenca, la Ciudad Encantada de Monasterio de la Sierra o la Peña el Vaso de Quintanar de la Sierra, ambas en Burgos.

Ya dentro del enclave, llama la atención una moderna estructura de acero y madera tratada que nos sube hasta una plataforma: el Mirador de Roca Alta, desde la cual las vistas son impresionantes y muy impactantes. Se divisan bellas imágenes de los pueblos de Duruelo y Covaleda, de la Sierra de Urbión y de la Comarca de Pinares. Mirando alrededor, es difícil pensar en otro lugar que reúna una masa de pinos tan espectacular en tan sólo unos kilómetros a la redonda. En la otra entrada y junto al parking, hay una fuente natural con un agua riquísima y un área recreativa con mesas para comer. En verano, este espacio natural se convierte en un magnífico emplazamiento para que «Músicos en la Naturaleza» ofrezcan y ensalcen su música clásica en uno de los enclaves más bellos de Castilla y León.

Cascada de Cueva Serena

Cueva Serena es de uno de los lugares más visitados por los senderistas y turistas que se acercan a Castroviejo. Se trata de una cueva, ubicada en la parte baja de las rocas donde se precipita el agua que cae desde lo alto. Suele tener chorro todo el año, pero es en invierno y en primavera cuando presenta mayor interés, ya que la cortina de agua es muy copiosa o , en días duros de invierno, puede aparecer helada y espectacular. En épocas de intenso calor, no es extraño ver al ganado refrescándose en sus aguas o refugiándose en la cueva para protegerse del sol y del calor.

Vía ferrata «Cuerda la Graja».

De propiedad municipal (Duruelo de la Sierra), en perfecto estado de uso, ofrece dos recorridos, uno de iniciación y otro para mayores de 12 años experimentados. El primero es para principiantes y tiene unos 70 metros. El segundo es una variante más difícil que cuenta con varios puentes tibetanos, un puente nepalí, una pasarela y una tirolina de 164m. Para poder utilizar estas instalaciones es necesario reservar en la empresa concesionaria (Aventura Urbión, teléfono 617 37 10 69, email: info@aventuraurbion.com), o te expones a una multa de 400 euros.

Recomendaciones

Ruta moderada que se hace un poco dura por las pequeñas trepadas y por el estado resbaladizo del terreno en las bajadas a las dos primeras cascadas y en algunos tramos rocosos. Por lo demás, no es de una gran exigencia, ya que, salvo la subida a Castroviejo, el trayecto es bastante asequible. Si hay nieve, el recorrido se complica y hay que avanzar con cuidado. Es vital llevar un buen calzado alto para evitar esguinces en las rocas.
Transcurre en su mayoría por senderos bien señalizados con marcas de ruta local, PRC o de la GR-86. Es fácil de seguir. Aunque en la ruta oficial no esté señalizada y no hayamos puesto un waypoint, bajar a ver la cascada del Chorlito (0.900 m) es visita obligatoria.
Puede hacerse en cualquier época del año, pero en verano y en otoño los saltos de agua a veces están secos o echan poco agua. En cambio, en invierno puedes encontrarles helados con preciosos carámbanos; en primavera, siempre sueltan un gran chorro.

Más información en los siguientes enlaces:

Ayuntamiento de Duruelo de la Sierra: http://www.duruelodelasierra.es/

https://es.wikipedia.org/wiki/Picos_de_Urbi%C3%B3n

Cañón del río Lobos: Senda de Gullurías, Ojo del Diablo, Ermita y Cueva de San Bartolomé, Colmenar de los Frailes desde Casa del Parque de Ucero (Soria)

  • Tipos de ruta: circular.
  • Señalización: marcas de PRC en una gran parte del recorrido.
  • Distancia: 12, 640 Km.
  • Dificultad: Fácil con exigencia media.
  • Duración aproximada de la ruta: 3.30h – 4 horas.
  • Desnivel: 438 m.
  • Altitud mínima: 1.123 m
  • Altitud máxima: 956 m

Reseña

Esta senda toma su nombre de una pequeña ave, la Alondra Totovía, que en esta tierra es conocida como Gulluría, probablemente una eufonía del significante gulloría o calandria, pájaro perteneciente a la familia de los alaúdidos, con su plumaje de color pardo y tono terroso, que guarda un gran parecido con el que podemos ver corretear entre las sabinas de este bellísimo bosque. El recorrido, que avanza principalmente por la bien señalizada Senda de Gullurías, nos permite tener una perspectiva diferente y de altura del popular Parque Natural del Cañón del Río Lobos (declarado en 1985), y evita el tradicional paseo desde el nacimiento del río Ucero hasta la Ermita de San Bartolomé y la Cueva Grande, siempre masificado y, a veces, intransitable e intranquilo.

Nos salimos del recorrido oficial hacia el km 3,5 para visitar unas curiosas oquedades, próximas a la ermita y la cueva, y adentrarnos, muy brevemente, en la transitada senda del cañón. Hacer Gullurías y recorrer este kilómetro del Cañon del río Lobos hasta el Colmenar de los Frailes es suficiente para disfrutar, tranquilamente, de la gran obra que han ido tallando las aguas del río Lobos sobre las rocas calizas de este singular desfiladero a lo largo de millones de años. Un accidente geográfico que atrae a miles de senderistas, ansiosos de pasear por un espacio natural que, además de un paisaje de gran belleza, guarda en su interior un auténtico tesoro botánico: sabinas albares o enebros para los lugareños, pinos silvestres y pudios, variedad típica del cañón, quejigos, plantas aromáticas como el espliego y el romero, plantas acuáticas como los nenúfares o medicinales como las gayubas; y una abundante fauna, representada, principalmente, por las aves rapaces: buitres leonados, unas pocas águilas reales, algún alimoche, y otras especies perfectamente integradas en su dominio como jabalíes, ardillas, tejones y nutrias.

Pero la Senda de Gullurías y esta pequeña parte del Cañon del Río Lobos es mucho más que unos relieves caprichosos o una deslumbrante riqueza botánica y biológica; es contemplar, primero desde arriba y posteriormente desde las riberas de los dos ríos, los grandes cortados anidados por una gran multitud de aves rapaces y adornados de abundante vegetación en sus pendientes rocosas; es conocer la historia y muchas de las costumbres que tenían las gentes que habitaron estas tierras. El Castillo de Ucero que dejamos a nuestras espaldas al inicio de la ruta, la historia que guarda la Ermita de San Bartolomé, los restos arqueológicos en forma de concha que pisamos por el camino, las colmenas clásicas de tronco y las antiguas caleras son magníficos vestigios de tiempos pasados y de la cultura y formas de vida de diferentes civilizaciones que han habitado estas tierras.

El lugar no es exótico ni de difícil acceso. El inicio de la ruta se encuentra junto a la Casa del Parque Natural del Cañon del río Lobos, paraje natural enclavado entre las provincias de Soria y Burgos, en el término municipal de Ucero, a 50 kms de Salas de los Infantes y a 62 de la capital soriana. Tomes el camino que tomes o recorras el cañón en parte o en su totalidad, nunca olvides que estás transitando por un conjunto paisajístico único, que está considerado como uno de los lugares más bellos de nuestro país. ¡No te pierdas este singular espacio natural y, si quieres evitar masificaciones, Gullurías es una buena alternativa¡.

Descripción del recorrido.

Tomando como modelo la sugerencia de nuestro amigo Raúl Peñaranda el Hontoriano, usuario «Senderos de la Comarca de Pinares», que propone hacer una extensión a la bien señalizada ruta del Sendero de Gullurías hasta la Ermita de San Bartolomé por la Senda del Calvario, salimos del Parking que hay en frente de la Casa del Parque Natural del Río Lobos, junto a la carretera SO-920. Bajo la atenta mirada del espectacular Castillo de Ucero, auténtica huella del poder medieval de la zona, vamos ascendiendo por una empinada cuesta y dejamos a la izquierda a Mónica, bella formación rocosa en la que suelen posarse los buitres leonados de la zona. Continuamos subiendo por el Barranco del Molino y , entre sabinas albares, llegamos a una calera, bien reconstruida y con amplia información sobre el proceso de elaboración, en estos pozos y a partir de la roca caliza, de la cal viva, antiguamente utilizada para blanquear las paredes de las casas.
Siguiendo las balizas que señalan perfectamente el camino, llegamos a una segunda calera, ésta en estado ruinoso. Sin hacer parada, perdidos en un impresionante silencio y en una hermosa paz, con multitud de buitres sobrevolando la zona, pasamos por un páramo, conocido como el Esplegar, y por varias vaguadas y, entre frondosas arboledas de enebros y pinos pudios, alcanzamos el Mirador de Gullurías. Tenemos unas maravillosas vistas de una pequeña parte del Cañon del río Lobos que no nos cansamos de fotografiar. Volvemos al Sendero de Gullurías y seguimos avanzando, ahora entre pinos silvestres y quejigos y con la presencia de algunas gayubas en las laderas, hasta un poco más adelante donde, haciendo caso omiso de las balizas del camino oficial, nos desviamos a la izquierda por un sendero que rodea el Monte Calvario y baja hasta la Ermita de San Bartolomé. Antes de llegar a la iglesia, hacemos dos paradas; una primera, para recorrer, con mucho cuidado, las bellas formaciones rocosas en las que se ubican una preciosa oquedad y el famoso Mirador de El Ojo del Diablo, desde el que tenemos unas magníficas vistas del sendero del Cañon del río Lobos. La segunda, en El Balconcillo junto a la ermita.
Ya en el templo, aprovechamos para visitarlo por dentro y nos acercamos a la Gran Cueva o Cueva de San Bartolomé. Regresamos al camino y nos vamos en dirección hacia el Puente de los Siete Ojos durante casi un kilómetro a ver, colgado sobre el acantilado, el hermoso Colmenar de los Frailes y los preciosos farallones y cantiles que lo protegen.
Desandamos el camino y volvemos sobre nuestros pasos hasta la ermita e iniciamos el camino de vuelta siguiendo una angosta senda que va por la parte derecha del río Lobos sin cruzar la pasarela. Por esta preciosa vereda, llegamos primero al Parking de Valdecea; después, al de Cueva Fría, y, finálmente, al paraje de Fuente Engómez, próximo al restaurante y al parking del Cañón del Río Lobos, teniendo que vadear varias veces el río por unas grandes rocas en forma de puente, bien dispuestas para cruzar el río por lugares seguros.
El resto del camino lo hacemos por la Senda del río Ucero, que nace en las proximidades del puente que cruza la carretera SO-920, Pasamos junto al camping y nos acercamos a nuestro punto de partida por la parte de atrás de la Casa del Parque.
En resumen, preciosa ruta con un paisaje único, de rica vegetación e impresionantes vistas de una buena parte de los acantilados del cañón del río Lobos que se han ido formando a lo largo de millones de años por la erosión fluvial y los fenómenos atmosféricos del agua, el hielo y el viento sobre las rocas. ¡Muy, muy recomendable!.

Puntos de interés.

Caleras

Eran una especie de hornos que servían para producir la cal, sustancia alcalina que, hasta tiempos recientes, ha sido utilizada como conglomerante o para blanquear y encalar las paredes de las casas y de otras construcciones. Como materia prima, se utilizaban las rocas calizas que pueden encontrarse fácilmente en la zona. Como muy bien explica el panel informativo que encontramos en la puerta de acceso «la piedra caliza se transforma por la acción del calor, para lo cual el horno alcanzaba temperaturas superiores a los 900ºC, dando lugar a la cal, base fundamental de la arquitectura tradicional».

Mirador de las Gullurías

Colgado de los acantilados que forman el cañón, este balcón natural nos ofrece una panorámica espectacular desde lo alto. Contemplamos, en primer plano, la tierra de Pinares de Soria y de Burgos y, al fondo, el Sistema Ibérico con las inconfundibles siluetas de la Sierras de Urbión y Cebollera. Con un poco de suerte, también se pueden observar parejas o manadas de aves rapaces posadas o aleteando en el cielo.

El Balconcillo del Diablo u Ojo del Diablo.

Es éste el lugar más mágico y espectacular de todo el recorrido. Se trata de una curiosa oquedad, en forma de ventana, desde la que podemos avistar una preciosa estampa del cañón; observar, con suerte, el majestuoso vuelo de las aves rapaces o identificar la senda que viene por el río desde el Puente de los Siete Ojos. A su lado, hay también otra preciosa oquedad, sin salida, que llama la atención por su original relieve.

Ermita de San Bartolomé de Ucero y la Cueva Grande

Son, sin lugar a dudas, los símbolos más distintivos del Cañón de río Lobos. Cargados de magia y de múltiples leyendas, son visita obligada en nuestro paso por este enigmático y místico entorno.

La ermita, también conocida como San Bartolo por los lugareños, data de la primera mitad del siglo XIII y fue construida en un estilo de transición entre el románico y el gótico sobre un cenobio anterior del que tan sólo se conserva la capilla. Situada en el Comunero de San Bartolomé (Herrera de Soria, Navafría y Ucero), en un punto equidistante de los dos extremos de nuestro país , el Cabo Creus y el Cabo Finisterre, y céntrico respecto a los principales bastiones de los templarios en la Península Ibérica, son varios los elementos que nos permiten relacionarla con la Orden de los Caballeros del Temple, que eran propietarios del convento de San Juan de Otero, hoy desaparecido , ubicado a apenas unos metros del majestuoso Castillo de Ucero. Entre estos elementos de identificación, hemos de destacar algunos canecillos y capiteles, el rosetón de seis corazones entrelazados, las estrellas invertidas de cinco puntas, la losa de la salud etc.., que tienen símbolos o referencias muy frecuentemente utilizadas por la orden templaria.

Por otro lado, la Gran Cueva o Cueva de San Bartolomé, espacio de culto a la diosa gran madre, es una gran oquedad de unos 100 metros de profundidad, separada de la ermita por un puente de madera y un río adornado con preciosos nenúfares. Desde su interior, en el que encontramos algunos restos de grabados rupestres de la Edad del Bronce hechos mediante incisiones en las rocas, puede observarse cómo las paredes de la entrada sirven para enmarcar la ermita en una estampa única.

Colmenar de los Frailes.

Estas colmenas o dujos, pertenecientes a la comunidad templaria, son un buen testimonio de que la apicultura siempre ha sido un importante recurso, no solo para los monjes, sino también para los habitantes de estas tierras. Las que aquí podemos contemplar están colocadas en los resaltes de las rocas de un acantilado. Son colmenas clásicas, hechas de troncos huecos de árboles, con algunos agujeros para permitir la entrada de las abejas, y con una losa de piedra sobre la madera haciendo de tapa.

Casa del Parque Natural del Cañon del río Lobos

Este magnífico edificio de piedra, que, en tiempos pasados, se utilizó como fábrica de papel y de chocolate, de batán o de molino tradicional, está situado a la salida del pueblo de Ucero. Sus tres plantas son un buen punto de información para programar una buena visita al Parque Natural, ya que nos proporcionan claras e importantes aclaraciones sobre la riqueza de este espacio natural. Una maqueta del cañón, una exposición permanente, ilustrándonos sobre los principales ambientes y ecosistemas del parque, una colección de animales disecados y una «micoteca» son sus atractivos más importantes. En el exterior, hay una balsa de pesca y un canal naturalizado para el aprendizaje y práctica del arte de la pesca.

Avisos y recomendaciones:

La ruta, salvo en el paraje del Ojo del Diablo, donde es fácil resbalar, no ofrece ninguna dificultad importante. El recorrido, bien señalizado, ha sido renovado y ya no es necesario ir por la carretera en ningún tramo. La propuesta de ampliar el sendero de Gullurías por la Ermita de San Bartolomé nos parece acertadísima y hace la ruta mucho más interesante y atractiva.
Es recomendable en cualquier época del año, pero es en la primavera y en otoño cuando mejor podemos disfrutar del colorido del paisaje y de la vegetación.

Más información en los siguientes enlaces:

https://es.wikipedia.org/wiki/Ermita_de_San_Bartolom%C3%A9_(Comunidad_de_Herrera_de_Soria,_Nafr%C3%ADa_de_Ucero_y_Ucero)

https://patrimonionatural.org/casas-del-parque/casas-del-parque/casa-del-parque-del-canon-del-rio-lobos

https://www.xn--caondelriolobos-zqb.com/

https://www.soriaestademoda

Pinilla de los Barruecos: sendero de Fuentes del río Lobos y Camino del Pinarito.

  • Tipos de ruta: circular.
  • Señalización: balizas y marcas locales y de PRC
  • Distancia: 7,04 Km.
  • Dificultad: Fácil con exigencia baja.
  • Duración aproximada de la ruta: 2 h – 2.30 horas.
  • Desnivel: 193 m.
  • Altitud mínima: 1059 m
  • Altitud máxima: 1157 m

Reseña

Sosegada y tranquila, rodeada de un inmenso bosque de pinos, robles y algunas sabinas, Pinilla de los Barruecos, es una villa que se significa, sobre todo, por sus características formaciones rocosas, que, además de dar nombre al pueblo -pinilla=peña diminuta con una pequeña torre de vigilancia, barruecos/berruecos=conjunto de peñascos que emergen desde el suelo-, lo adornan y protegen de los vientos y del frío serrano; se distingue, asimismo, por ser una villa que conserva fielmente varias casonas con sus típicas chimeneas cónicas o encestadas, y por seguir manteniendo algunas viejas tradiciones que lo identifican y lo definen. Sobresalen el canto de las Marzas y su rito más popular, la Pinga del Mayo. Es un multitudinario y tradicional espectáculo en el que se observa como las gentes del pueblo, el 1 de mayo, ponen en pie un pino de gran longitud utilizando un viejo carro carretero. Cuna de buenos pelotaris, el juego de pelota a mano es otro de los aspectos que hace popular entre los comarcanos a este bonito pueblo, situado en la Comarca de la Sierra de la Demanda pero más típico de Pinares, a unos 11 kms de Salas de los Infantes y a 66 de Burgos.

Hacemos la ruta con el triple objetivo de conocer un poco mejor la villa de Pinilla de los Barruecos, recorrer un pequeño tramo del Sendero de Fuentes del Río Lobos PRC-BU 223, que se inicia en esta localidad burgalesa para regresar al mismo después de atravesar las poblaciones de La Gallega, Rabanera del Pinar, Mamolar y Gete, pedanía de Pinilla, y dar un paseo por el precioso paraje de El Pinarito, uno de los lugares preferidos por los pinillenses para darse un buen paseo.

Aunque la ruta puede y suele alargarse hasta Mamolar, hoy hemos elegido este recorrido más fácil para hacerla asequible a todos los públicos y , sobre todo, a los niños. Está balizada y tiene buena señalización con marcas de ruta local y de PRC. En resumen, una ruta muy recomendable para relajarse en familia y meterse de lleno en plena naturaleza.

Descripción del recorrido.

Guiados por las marcas de PRC que señalan el sendero de Fuentes del río Lobos, iniciamos la ruta en la plaza mayor de Pinilla de los Barruecos. Ascendemos hasta un amplio camino forestal y , muy pronto, subimos a un precioso mirador natural, desde el que tenemos unas magníficas vistas del pueblo de Pinilla y de varias formaciones rocosas. Volvemos al camino principal y nos introducimos en un gran bosque de sabinas albares, que se mezcla en bella armonía con algunos pinos sueltos. La abandonamos hacia el kilómetro 4 para bajar al denominado Camino del Pinarito, bien señalizado con marcas azules de ruta local. Llama la atención la extraordinaria belleza del sendero y del pinar. Lo coronamos en la Ermita de San Roque, desde donde tenemos bonitas vistas tanto de Pinilla como de los peñascos que lo rodean. Antes de terminar, una vuelta al pueblo para admirar varios elementos rústicos y una visita a la interesante iglesia renacentista.


Mapa y elevación

Enlace Wikiloc

Ermita de San Roque.

Se trata de una construcción sencilla, sin apenas valor arquitectónico pues no presenta ningún estilo definido; no obstante, cuenta con el aprecio y veneración de todos los pinillenses. El día 16 de agosto, festividad de San Roque, las cuadrillas de familias y amigos se reúnen para cenar en sus alrededores. Tras el festín, entonan cánticos populares dedicados al Santo y marchan para la plaza del pueblo donde continúan la fiesta con una animada verbena.

El Mirador

Uno de los atractivos que tiene Pinilla es subir a a esta atalaya natural y descubrir, desde la ladera del balcón natural hasta el horizonte, una panorámica espectacular de todas las cumbres y sistemas montañosos que tenemos enfrente. De noroeste a sureste, vemos primero el cercano Cuerno de Gete, peña de roca caliza que tapa ligeramente las dos montañas más solemnes de este lado occidental: la Peña de Carazo/Villanueva y la Peña San Carlos. En la lejanía, un cartel informativo nos anima a buscar las cumbres del Mencilla, Trigaza, San Millán, el Alto de Haedillo, la Campiña etc… y, en la parte este, dos de los picos más emblemáticos de las Sierras de Neila y Urbión: Muñalba y la Muela de Urbión. Abajo, como protegiendo el pueblo de los fríos vientos del norte, los pequeños escarpados y el famoso «Peñuco» que brota del suelo y dibuja en el aire una hermosa figura libre a la imaginación del visitante para asemejarla a algo real o mágico. Y en medio de todo ello, un paisaje suave con la silueta de pequeños pueblos, una rica masa forestal de sabinares, pinares y robledales y extensas praderas y dehesas con escaso ganado, por cierto.

El casco urbano

Además de la ermita de San Roque y las típicas casas serranas con chimenea cónica ya mencionadas, Pinilla cuenta, en su casco urbano, con innumerables monumentos arquitectónicos de interés, destacando, entre todos, su iglesia de estilo renacentista dedicada a San Cristóbal. En su interior, guarda cinco interesantes retablos clasicistas y una pila bautismal románica. En el exterior del templo, es curiosa la escalera que sube hasta el campanario, además de su torre rectangular con sus dos campanas y un campanillo. Merecen también una visita la Ermita de San Miguel y su mirador, las escuelas viejas, ahora en desuso, el lavadero, el frontón viejo, símbolo de la vieja afición de sus convecinos a la pelota vasca, y un cobertizo con diferentes elementos tradicionales tales como un potro de herrar, un carro de carretero, una diminuta fragua etc…

Avisos y recomendaciones

La ruta no ofrece ninguna dificultad. Apenas alcanza los 200 metros de nivel acumulado, por lo que es muy apta para excursiones con niños, mayores y discapacitados.

Si se dispone de tiempo, es muy recomendable hacer una visita al pueblo de Gete, perteneciente a Pinilla de los Barruecos, donde recientemente varias peñas han sido documentadas como altares de la Edad del Hierro, en los que los celtas ofrecían sacrificios y celebraban sus ritos paganos.

Más información en los siguientes enlaces:

https://es.wikipedia.org/wiki/Pinilla_de_los_Barruecos

https://pinilladelosbarruecos.es/inicio

https://www.pinilladelosbarruecos.es/sendero-de-fuentes-de-rio-lobos

Monasterio de la Sierra (Ruta VII/variante corta): interior de la Ciudad Encantada y Calderas de Matalhierro desde el Castillejo.

  • Tipo de ruta: circular.
  • Distancia: 4,330 Kms.
  • Dificultad: fácil con exigencia baja.
  • Duración aproximada de la ruta: 1h.30-2 horas
  • Desnivel: 186 m.
  • Altitud mínima: 1231 m
  • Altitud máxima: 1394 m

Reseña

El Castillejo (1390m), llamado también «La Ciudad Encantanda» por los caprichosos conglomerados silíceos del Cretácico que constituyen este conjunto rocoso, es un enclave singular, cada vez más conocido y visitado, que se encuentra en el paraje denominado «El Burrero», a los pies de las sierras de Trasomo y Neila, en el término municipal de Monasterio de la Sierra (Sierra de la Demanda), a 12 kms de Salas de los Infantes y a 68 de Burgos. Por otro lado, las Calderas de Matalhierro son una serie de hoyas o marmitas que han sido esculpidas por las aguas del río Valladares. 

La ruta es fácil de hacer para cualquier persona que esté acostumbrada a hacer ejercicio físico. Está diseñada con un doble objetivo: visitar la ciudad encantada burgalesa, siempre espectacular pero especialmente adornada de preciosos brezos púrpuras y blancos en el mes de mayo, y asomarnos a la impresionante garganta de Matalhierro para escuchar su suave canto y contemplar su modesta pero bella cascada.

El camino, que transcurre por preciosas veredas flanqueadas por una riquísima flora, es un entorno ideal para aquellos que quieran perderse, solos o en familia, en la serenidad y el silencio de la naturaleza y desconectar de toda su actividad diaria.

Descripción del recorrido

Para hacer la ruta, hemos de llegar hasta Monasterio y conducir después por el Camino de Cargaduelo hasta el alto de El Castillejo (1390 m). Para ello, salimos en coche -mejor si es un todoterreno, pero un coche alto es suficiente-, del centro del pueblo y continuamos por la Calle Mayor hasta una bifurcación de caminos forestales. Nos vamos a la izquierda por el denominado «Camino de Cargaduelo» y ascendemos por una amplia pista forestal, que divide la dehesa, durante unos 5 kms, hasta el El Castillejo.
En lo alto, pronto percibimos que el lugar es único y que tiene unas vistas de tal belleza que te quedas extasiado. Dejamos el Castillejo para el final y, sin mucha demora, iniciamos el paseo regresando al camino forestal y continuando por la derecha. Bajamos unos ochocientos metros y nos vamos en búsqueda de una angosta y escondida senda que nos da acceso a las calderas de Matalhierro. La encontramos a la parte derecha de la pista, unos pocos metros antes de llegar a un puente sobre al arroyo Valladares. La seguimos con cuidado ya que en algunos sitios no es muy visible y muy pronto llegamos a la primera caldera. La cascada , que en otras épocas del año suele soltar un bello, inmenso y sonoro chorro de agua, se nos muestra silenciosa y con escasa agua.
Cumplido nuestro primer objetivo, nos vamos en dirección al pueblo por una angosta senda, bien marcada con múltiples hitos. En el trayecto hasta la zona de Peñalrayo, donde está la senda de subida a la Ciudad Encantada, hemos podido ver un original e interesante colmenar rústico, cruzar por un puente de piedras, único y muy representativo de la arquitectura popular de esta zona, y seguir contemplando preciosas vistas de la Ciudad Encantada.
Estamos ya en el punto donde arranca la vereda que nos subirá por todo el interior de la Ciudad Encantada. Cada cual más hermosa, vamos recorriendo las inimaginables formaciones una a una y comprobando que todas encajan perfectamente con el bellísimo paisaje y colorido de los brezos. Largas paradas en lo más alto para ver, tocar, inmortalizar a las reinas de la ciudad: Peña Amarilla y El Castillejo, e intentar adivinar donde podía ubicarse el desaparecido pueblo de Butrón.
Cumplidos los objetivos, regresamos en coche a Monasterio por el mismo Camino de Cargaduelo, mientras vamos disfrutando de la rica flora de robles albares, brezos, estepas y algunos helechos que flanquean ambos lados de la pista forestal.

Puntos de interés / Waypoints.

Calderas de Matalhierro.

Las Calderas de Matalhierro son unas concavidades cilíndricas de gran profundidad que han sido labradas en las rocas por la acción del agua del río Valladares a lo largo de millones de años. Durante la mayor parte del año, puede contemplarse en ellas una modesta pero preciosa cascada.

Elementos rústicos: colmenar, puente de losas.

Ciudad Encantada / El Castillejo.

A plena vista o en recónditos rincones, tanto en el alto de el Burrero como a lo largo de todo el recorrido de la ruta, podemos encontrar espectaculares relieves y formas más pequeñas de piedra tales como setas, mesas, arcos, formas de animales etc, que se han ido puliendo a lo largo de millones de años por la acción del agua, el hielo y el viento, y que impresionan por su espectacular originalidad y belleza.

Monasterio de la Sierra (núcleo urbano)

Se trata de un pequeño pueblo de montaña que siempre fue lugar de paso de rutas ganaderas como las cañadas. Yace apartado en la ladera sur de la Sierra de Neila y está rodeado de espesos y preciosos bosques de roble albar, lo que le convierte en un lugar de una gran paz y un impresionante silencio. Esto, lejos de ser un óbice, le ha dado un enorme atractivo, siendo en estos momentos un enclave idóneo para el descanso y para estar en permanente contacto con la naturaleza.

El pueblo tiene numerosos monumentos, destacando el Monasterio de Alveinte (1440), que da nombre al pueblo. Apartado unos 3 kms, sólo conserva la iglesia y en un estado bastante ruinoso. Tiene también una hermosa iglesia: San Pedro Apóspol, una ermita: San Cosme y San Damián, unas tumbas antropomorfas traídas desde el antiguo pueblo medieval de Gozmediano/Bustomediano o Aguamediano, y múltiples elementos que son un buen testimonio de la arquitectura que se ha desarrollado en la zona a lo largo de los años: una fuente de piedra maciza, un lavadero, un potro para herrar, una fragua, un abrevadero, chimeneas cónicas, la Torre del reloj, izada por los habitantes del pueblo, y un molino reconstruido.

Avisos y recomendaciones.

Esta variante de la Ruta VII es la forma más sencilla de conocer el Castillejo y el hermoso paraje de rocas que conforman su entorno. La hemos diseñado exclusivamente para hacerla en familia y para aquellas personas que no tengan buena forma física y les cueste caminar. Para todos los demás, recomendamos hacer la Ruta VII íntegra, que es más completa y nos permite pasear por la singular dehesa de Monasterio.
Sin lugar a dudas, se trata de una de las rutas más bellas de la zona de Salas. No está balizada y, aunque el itinerario está repleto de hitos o señuelos, como los denominan los lugareños, hay que estar atentos al track para coger algunos senderos que están poco visibles.
Hay que tener mucho cuidado al acercarse a la caldera si se hace la ruta en época de lluvias. El suelo es muy resbaladizo y uno puede esbarar y precipitarse al fondo de la caldera. Por lo demás, la ruta es fácil y cómoda y el paisaje espectacular.
Es muy recomendable hacerla en el mes de mayo para disfrutar plenamente del colorido púrpura y blanco de los brezos.
Si disponemos de tiempo, merece la pena parar en el pueblo a la vuelta y hacer una breve visita a la iglesia parroquial, a las tumbas antropomorfas que reposan junto al templo, refrescarse en la fuente que nos recibe en su atrio y echar un vistazo a algunos elementos arquitectónicos del pueblo tales como el lavadero, el abrevadero, el potro de herrar y algunas chimeneas cónicas.

Más información en los siguientes enlaces:

Ayuntamiento de Monasterio de la Sierra: http://www.monasteriodelasierra.es/lugares-interes

https://es.wikipedia.org/wiki/Monasterio_de_la_Sierra

Acantilados del Infierno: de Cuerres/Guadamía a Ribadesella por la costa. Bufones de Pría (Asturias)

  • Tipos de ruta: ida y vuelta.
  • Señalización: marcas blancas y amarillas de PRC.
  • Distancia: 10,330 Km.
  • Dificultad: Fácil con exigencia baja.
  • Duración aproximada de la ruta: 3h-3.30 horas.
  • Desnivel: 219 m.
  • Altitud mínima: 9 m
  • Altitud máxima: 69 m

Reseña

Los Acantilados del Infierno, cuyo nombre posiblemente proceda del cortado más alto de todo el recorrido: El Infierno, es uno de los senderos costeros más bonitos de Asturias y, seguramente, de todo nuestro país. Se localiza en la costa este de Asturias, entre el Área Recreativa de Cuerres o Guadamía y el Área Recreativa del Infierno, próxima a la localidad de Ribadesella. Caminando en paralelo junto a la línea de costa, serpenteando entre una gran masa forestal de helechos, pequeños enebros, cotoyas, algún pino suelto y unos pocos eucaliptos, nos vamos adentrando en distintos balcones naturales, desde donde se puede contemplar la belleza de estas impresionantes escarpaduras, así como de los múltiples elementos geográficos y caprichosas formaciones rocosas que conforman este singular paisaje: acantilados, islotes, cuevas, arcos, ensenadas, playas, escarpes, arrecifes etc…. Sin olvidar las cavidades en las rocas que dan lugar, en épocas de agua agitada y brava, al espeluznante espectáculo de los bufones que rugen y lanzan agua hacia el cielo en los primeros metros de nuestro recorrido y al otro lado de la cercana playa de Guadamía (Bufones de Pría), haciendo de este lugar, un espacio mágico.

El recorrido puede hacerse circular, regresando por el interior y siguiendo un tramo del Camino de Santiago, pero optamos por hacerlo de ida y vuelta para disfrutar de los paisajes de la costa con diferentes perspectivas y tonos de luz. Por otro lado, queremos evitar volver por la carretera. Asesorados por nuestro amigo Rául Falcón, gran conocedor y amante de estas tierras asturianas, decidimos también hacerlo en sentido contrario a las agujas del reloj. Salimos desde Guadamía para gozar de la zona más espectacular: los Acantilados de Castro Arenas, tanto al principio como al final del camino e irnos a casa con un gran sabor de boca. La ruta esta muy bien señalizada con marcas amarillas y blancas de PRC y transcurre por veredas bien marcadas por el uso de los senderistas. En resumen, una ruta fácil y muy recomendable para dar un largo paseo en familia o en grupo -si lo hacemos con niños, el control ha de ser máximo por la cercanía y peligrosidad de los acantilados-, y volver a casa con el sentimiento de haber pasado un gran día envuelto en un entorno único y espectacular.

Descripción del recorrido.

Salimos desde el parking de Cuerres o Guadamía y seguimos las figuras de color azul con la figura de un caminante y las marcas de PRC. Ya, desde el principio, el recorrido es fascinante y siempre que la orografía lo permite avanzamos, muy despacio para no perder detalle del impresionante paisaje que tenemos delante, próximos al mar. En los primeros trescientos metros ya observamos algunos bufones que no lanzan agua, pero impresionan por sus enormes rugidos. Los primeros cortados los encontramos antes de llegar al km 1: Castro Arenas. Hacia el km 1.5, apreciamos una verdadera maravilla, La Ensenada de Olienco. Cerca del km 3.5, otros dos islotes, uno grande y otro diminuto, denominados Palo Verde y Palo pequeño respectivamente, junto a los acantilados que lo protegen, nos ofrecen otra preciosa estampa singular. Hacia el km 4.5, la última maravilla del recorrido: Punta Canto de Cabo Verde, saliente desde el que se tienen unas preciosas panorámicas de la costa. Llegados al Área recreativa del Infierno, rechazamos la idea de volver por el interior siguiendo el Camino de Santiago y optamos por desandar lo andado, para disfrutar de nuevo de estos impresionantes paisajes que la fuerza del mar ha ido modelando a lo largo de millones de años.


Mapa y elevación

Enlace Wikiloc

Puntos de interés / Waypoints.

Área Recreativa de Cuerres o Guadamía.

Es el lugar ideal para aparcar, pasar la noche en caravana o , simplemente, disfrutar de un buen día de campo comiendo en una de las múltiples mesas de madera, perfectamente colocadas para gozar de preciosas vistas al mar.

Al otro lado, separados por la Playa de Guadamía, se encuentran los acantilados del mismo nombre que acogen, en sus pareces escarpadas, los famosos Bufones de Pría, que más abajo comentaremos.

Acantilados de Castro Arenas.

Se trata de majestuosos cortados con caprichosas formas rocosas en la zona conocida como Tuzarrizu.

Ensenada de Olienco / Oliencu.

Preciosa entrada del mar en forma circular en la que vemos un arco que se suspende sobre el agua y un islote saliendo de las profundidades, convirtiendo esta cala en el lugar más bonito de toda la ruta.

Palo Verde y Palo Pequeño.

Son dos islotes que brotan desde las profundidades del mar cerca de los acantilados del infierno. Acercándose a ellos puede observarse una gran colonia de aves marinas que tienen estos peñascos como refugio.

Punta Canto de Cabo Verde.

Punta Canto de Cabo Verde es un balcón natural desde el que se tienen unas maravillosas vistas de la costa, y una bonita estampa de los Palos Verde y Pequeño.

Mirador y Área recreativa del Infierno.

Junto al área recreativa de «El Infierno», encontramos el punto más alto de toda la ruta. Se trata de un saliente desde el cual tenemos una vista inmejorable de las abruptas paredes que parecen ahí puestas, de forma natural, como para frenar la bravura del oleaje del mar.

Bufones de Pría. Playa de Guadamía.

Al finalizar la ruta de los Acantilados del Infierno, existe la posibilidad de completar el recorrido con una visita a los Acantilados de Guadamía, donde se encuentran los populares Bufones de Pría. Podemos acercarnos andando desde el Área Recreativa de Cuerres, o podemos coger el coche y conducir hasta la pequeña aldea de Llames de Pría, que es donde arranca el itinerario más concurrido que nos conduce hasta los acantilados de Guadamía. En ambos casos, pasaremos por la bonita playa de Guadamía, hermoso paraje natural excavado en la roca por la fuerza del mar, que divide los concejos de Llanes y Ribadesella. Siguiendo los carteles indicativos, llegaremos a la zona conocida como Bramadoriu, donde es obligatorio pararse a contemplar la actividad de los bufones. Si tenemos suerte, podemos ver los sifones o chimeneas de agua a presión que brotan desde las cuevas subterráneas procedentes del mar cuando hay marea viva, temporal o fuerte oleaje; y si no la tenemos, como nos ocurrió a nosotros, al menos escuchar los espeluznantes bramidos del aire que recorre las grietas de las rocas calizas ofreciendo auténticas maravillas musicales.

Avisos y recomendaciones

Al tratarse de una ruta lineal, puede hacerse en ambos sentidos. Nosotros recomendamos partir desde el Área recreativa de Cuerres y , si tenemos tiempo, completar el recorrido con los bufones de Pría que están próximos al punto de partida. La ruta es recomendable en cualquier época del año, pero es conveniente hacerla con el agua brava para observar la fuerza del mar golpeando los acantilados. También tendremos más posibilidades de escuchar los rugidos de los bufones y contemplar el hermoso espectáculo de las aguas elevándose hacia el cielo.
Si estamos particularmente interesados en ver los bufones, hemos de acercarnos a los de Pría que están justo al otro lado de la playa de Guadamía. Se puede ir fácilmente en coche hasta Llames de Pría y hacer andando unos 4 kms entre la ida y la vuelta.
El recorrido es muy fácil, está bien señalizado con marcas amarillas y blancas de PRC y algunas balizas con la figura de un senderista, por lo que no ofrece ninguna dificultad, pero es recomendable no acercarse demasiado a los cortados, avanzar con cuidado y siempre vigilantes de donde pisamos.
También es recomendable llevar pantalones largos, ya que hay muchas cotoyas, arbustos con pequeñas espinas y púas que pueden dañarnos.

Más información en los siguientes enlaces:

Ayuntamiento de Ribadesella: https://www.ayto-ribadesella.es/sendas-del-municipio

http://www.turismoasturias.es

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