Caminata desde Rabanera del Pinar a La Aldea entre bosques de pinos y robles.

  • Tipo de ruta: semicircular.
  • Distancia: 11,360 Km.
  • Dificultad: fácil con exigencia baja.
  • Duración aproximada de la ruta: 3h-3h.30 horas
  • Desnivel: 215 m.
  • Altitud mínima: 1070 m
  • Altitud máxima: 1166 m

Reseña

Esta ruta rinde homenaje a dos preciosos pueblos, Rabanera del Pinar y La Aldea del Pinar,  que comparten una rica micología de especies tales como el boletus, el níscalo o la senderilla o “culubruja” y una belleza urbanística que les ha hecho merecedores del Premio Provincial de Conservación del Patrimonio Urbano. Tomando como referencia el camino de ida de la antigua Ruta del Boletus y el camino de regreso al pueblo de la nueva Ruta del Boletus,  una gran carrera nocturna y una caminata en plena naturaleza que el Ayuntamiento de Rabanera organiza cada verano con la finalidad de sensibilizar a la sociedad sobre la enfermedad de la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA). Discurre entre las poblaciones de Rabanera del Pinar y La Aldea del Pinar, localidades ambas situadas en la Comarca de Pinares. El punto de partida en el frontón de Rabanera se encuentra a 21 kms de Salas de los Infantes, y a 76 km al sureste de la capital de provincia, Burgos.

La ruta es fácil de hacer para cualquier persona que esté acostumbrada a hacer ejercicio físico. Está diseñada con varias finalidades: conocer diferentes trazados de la Ruta del Boletus, modificado en diferentes ediciones; recorrer estos dos pueblos entre bosques de belleza paisajística singular, y visitar varios elementos interesantes de su arquitectura popular tales el Campanario exento roqueño y la Casa Consistorial de Rabanera, o las Casas Carreteras y el Museo de la Fragua en La Aldea del Pinar. El camino, que transcurre por amplias pistas forestales, flanqueadas por ricos bosques de pinos albares, robles rebollos, helechos etc…, es una magnífica oportunidad para acercarse a las sencillas y valientes gentes de estas tierras, e ideal para aquellos que quieran perderse, solos o en familia, en la serenidad y el silencio de esta Comarca de Pinares.

Descripción del recorrido

Tomando como base los tracks de varias Rutas del Boletus, que Roberto Martínez, vecino de Rabanera y Coordinador Deportivo de la zona, diseña con gran esmero, salimos del frontón siguiendo la dirección del centro del pueblo y torcemos a la izquierda para avanzar sobre la vieja vía del tren Burgos-Soria que atravesó el pueblo hasta los años 70. A la altura de un abrevadero y dos lavaderos, nos desviamos a la izquierda para coger un camino ancho que, durante 3 km, nos lleva hacia la Cruz de la Lobera -este camino es común a la antigua y la nueva Ruta del Boletus-. Sin llegar a la cruz, abandonamos la pista para seguir por la izquierda por otro camino forestal que, haciendo el recorrido de la vieja Ruta del Boletus y pasando por la Cruz de Valderrejas, nos conduce hasta el bonito pueblo de la Aldea del Pinar. Antes de llegar, hemos dejado a la izquierda un llamativo molino, al cual no podemos acceder por su carácter privado. Ya en el pueblo, fácilmente podemos comprobar por qué esta pequeña aldea ha sido reconocida, dos veces, con el Premio a la Conservación del Patrimonio Urbano Rural. La existencia de una gran casa carretera para albergar carros, de varias casas carreteras de tipo señorial o artesanal, de un Museo dedicado a la Fragua, junto con la magnífica conservación del lavadero y de numerosas casas de piedra bien dan fe de la justicia de estos premios.
Abandonamos la Aldea del Pinar por la Calle de Burgos y ascendemos por una estrecha y mal marcada senda hasta tomar de nuevo el camino de la ida. Lo desandamos durante unos tres kilómetros. Tenemos cuidado de no tomar un primer sendero que tiene una indicación a Rabanera del Pinar. Seguimos unos 400 metros y, ahora sí, nos vamos a la izquierda para dirigirnos hacia la Torre-campanario del pueblo. Las vistas desde esta torre-vigía son espectaculares y la estampa del pueblo, preciosa. Bordeando el campanario, descendemos hasta la Iglesia de San Juan Bautista y, posteriormente, hasta el bonito edificio del Ayuntamiento, desde donde nos vamos acercando a nuestro punto de partida.

Puntos de interés / Waypoints.

Rabanera del Pinar

Extendido sobre un hermoso vallejo, Rabanera esta dividido por el río Laisa en dos amplios barrios, a los que también separó, hasta los años 70, la antigua vía del tren Santander-Mediterráneo.

Aunque se sabe que estuvo habitado desde el siglo VI a.C. por los celtíberos pelendones, su fundación real no fue documentada hasta el año 1075. Hoy en día, su población supera ligeramente los 100 habitantes, pero, su magnífico emplazamiento y su belleza paisajística singular atraen a más de 500 personas en el periodo estival y en otras épocas vacacionales del año. Contribuye también a esta afluencia de convecinos y turistas, la magnífica conservación de sus casas, que brillan, principalmente, por su construcción en piedra arenisca, arrancada de las propias canteras que han existido hasta hace muy poco en el pueblo. Como curiosidad leemos en Wikipedia que «se encuentra en una de las zonas con menor peligro sísmico de la zona».

Posee y mantiene numerosos monumentos de interés tales como la Iglesia de San Juan Bautista, de finales del siglo XVI; la Casa Consistorial, tipo lonja, del siglo XVIII; su Campanario, tipo torre vigía, sobre un bellísimo paraje rocoso; sus tres lavaderos y sus fuentes de gran valor etnográfico; una cruz del siglo XV, situada a la entrada del pueblo etc…. ; elementos todos ellos que, junto a su bonito caserío y su patrimonio industrial bien ejemplificado en la vieja estación del ferrocarril, dan al pueblo una belleza urbanística que bien mereció el Premio Provincial de Conservación del Patrimonio Urbano (en su categoría B), que, en el año 2001, les otorgó la Diputación Provincial de Burgos.

La Aldea del Pinar

Aldea del pinar es un pequeño pueblo, perteneciente al municipio de Hontoria del Pinar, en el que hoy en día apenas habitan unos veinte habitantes, lo que contrasta con los más de 100 hogares que había en el pueblo en la época de gloria en la que sus gentes se dedicaban a la carretería. Sabemos que el pueblo celta de los Pelendones habría habitado sus tierras hace unos 2500 años y que los romanos también habrían pasado por aquí. El Pozo Airón, pequeña y legendaria laguna de origen kárstico que encontramos cerca del pueblo, y varios castros situados en los alrededores son claros vestigios de su origen celta; el Puente Soriano, de la influencia de los segundos. No hemos podido recoger, no obstante, el año exacto de su fundación. El pueblo se localiza en medio de una gran masa forestal de pinos, que dan el apellido al pueblo, mezclados con una rica vegetación de robles rebollos. Destaca, también, su rica micología, destacando especies tales como el boletus, el níscalo y la senderilla.

En su casco urbano, y a pesar de haber sufrido dos incendios a mediados del siglo pasado, llama poderosamente la atención la magnífica conservación de su caserío en piedra arenisca de la zona, con abundantes sillares y mampuestos, así como la extraordinaria adaptación de los edificios modernos a la vieja arquitectura. Sobresalen entre todas sus construcciones: la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, obra de estilo barroco del siglo XVII, varias casas carreteras de tipo señorial y artesano, y una gran casa carretera, de grandes dimensiones para albergar carros y corrales para los bueyes en su interior; es la más antigua que se conserva en la zona y un buen testimonio de que la carretería fue un importante medio de vida para esta zona desde que los Reyes Católicos decidieran establecer la Real Cabaña de Carreteros en la Comarca de Pinares.

Cuando paseas por el pueblo, fácilmente puedes comprobar por qué esta pequeña aldea ha sido dos veces reconocida con el Premio a la Conservación del Patrimonio Urbano Rural por la Diputación de Burgos. La buena conservación de las viviendas, ya mencionada, la existencia de abundantes elementos de arquitectura popular: un museo dedicado a la Fragua, el lavadero, un molino, un potro de herrar, una carreta etc…, dan buena fe de la justicia de estos premios.

Avisos y recomendaciones.

Esta ruta del boletus es un recorrido ideal para encontrar la paz, en medio de preciosas zonas boscosas, y conocer la amabilidad y la hospitalidad de las gentes de los dos pueblos que visitamos. No está balizada ni se ven hitos en el recorrido, por lo que es imprescindible hacer uso de un buen track para no perderse en un laberinto de caminos forestales que se cruzan continuamente .
Es muy recomendable hacerla en primavera para disfrutar plenamente del colorido de los bosques.
Si disponemos de tiempo, merece la pena visitar tranquilamente todos los lugares de interés que hemos mencionado. Os sorprenderán gratamente.

Como recomendaciones más importantes señalaríamos que, en verano o épocas de mucho calor, es recomendable hacer el recorrido a primera hora para evitar los mosquitos. También, no olvidéis coger una clave de acceso al Museo de la Fragua en la página http://www.museosvivos.com. Es gratuito.

Más información en los siguientes enlaces:

Ayuntamiento de Rabanera del Pinar: http://www.rabaneradelpinar.es/lugares-interes

https://es.wikipedia.org/wiki/Rabanera_del_Pinar

https://es.wikipedia.org/wiki/Aldea_del_Pinar

http://www.aldeadelpinar.com/historia/carreteria/generalidades/carreteria.html

La Fuentona, Cascada de la Hoz y Alto de la Peñota desde Muriel de la Fuente.

  • Tipos de ruta: circular.
  • Señalización: balizas y marcas de PRC
  • Distancia: 16,400 Km.
  • Dificultad: fácil con exigencia baja-media por su longitud.
  • Duración aproximada de la ruta:
  • Desnivel: 301 m.
  • Altitud mínima: 1009 m
  • Altitud máxima: 1246 m

Reseña

El Monumento Natural La Fuentona, que se extiende por tierras de Cabrejas del Pinar y Muriel de la Fuente, en la Comarca de Pinares, es uno de los parajes más bellos y curiosos de la provincia de Soria. En él se encuentra uno de los seis monumentos naturales de Castilla y León, conocido popularmente como La Fuentona. Este embudo geológico de origen kárstico, declarado Monumento Nacional en 1.988 por la espectacular belleza de sus aguas turquesas y cristalinas y por los altos atractivos naturales y ecológicos que alberga, es el valor central del parque y, probablemente, uno de los acuíferos más profundos y enigmáticos de todo nuestro país. La laguna, también conocida como Ojo de Mar, tiene una surgencia que es el nacedero del río Abión o Avión.

Muy cerca, a unos 700 metros, en épocas de lluvia y después del deshielo, podemos ver un maravilloso espectáculo, la Cascada de la Fuentona, también llamada de la Hoz o Chorro de Despeñalagua, lanzando dos grandes chorros de agua desde lo alto de las rocas sobre una preciosa poza del río Cabrejas o Arroyo de la Hoz. Ambos parajes pertenecen al término municipal de Cabrejas, aunque su acceso más fácil es desde la población de Muriel de la Fuente.

El recorrido, bien señalizado con balizas y marcas blancas y amarillas de PRC en la mayoría de sus tramos, se acerca al Alto de la Peñota, lugar de observación desde el que hay unas maravillosas vistas del Valle del río de Muriel Viejo. El punto de partida de la ruta está a menos de un kilómetro de Muriel de la Fuente, en la Comarca de Pinares, en pleno corazón de la provincia de Soria. Discurre sin grandes desniveles, pasa junto a una ermita románica dedicada a la Virgen del Valle, la Atalaya del Monte Umbriazo (1.109 m), numerosas tenadas en ruinas, un interesante centro de interpretación…, y atraviesa un páramo hermosamente adornado con bastantes pinos negrales y cientos de sabinas albares o enebros, árboles que han sido un distintivo de nuestras tierras castellanas desde el Periodo Terciario.

Pero la finalidad de nuestra visita a esta tierra va mucho más allá. Dada su cercanía, queremos aprovechar el viaje para conocer varios municipios que, además de ser destinos atractivos para los amantes de la naturaleza, destacan por su historia y pasión en el mantenimiento de su arquitectura popular y sus tradiciones. Nos acercaremos a Muriel de la Fuente, a Abioncillo de Calatañazor, un pueblo-escuela en el que varios profesores ofrecen talleres-escuela para aprender a disfrutar de la naturaleza, y visitaremos el Castillo y la localidad de Cabrejas del Pinar; emplearemos un buen espacio de tiempo en recorrer la villa medieval de Calatañazor para conocer bien la perfecta conservación del entramado medieval de sus casas y soportales, sus calles empedradas, su muralla defensiva, su desafiante castillo y la iglesia románica de una localidad que tiene el galardón de conjunto histórico-artístico. En resumen, naturaleza, historia, tradiciones…, todo un aliciente para perderse en la zona y conocer escenarios de ensueño e imágenes de esas que quedan para siempre en la retina.

Descripción del recorrido.

La ruta arranca en el parking que hay junto a la Casa del Parque del Sabinar y la Fuentona, situada a la entrada de la localidad soriana de Muriel de la Fuente. Cruza el río Abión y toma el Camino de la Fuentona que sale a la derecha. A unos 500 metros se encuentra la Ermita Virgen del Valle, y , a 1 km, un poste informativo que nos indica que hemos de abandonar el camino principal para ascender a la Atalaya del Monte Umbriazo. Esta pequeña subida es muy exigente, ya que ganamos 100 metros de altura en apenas 600 metros. El recorrido continua por la cresta del monte y atraviesa un páramo de rocas calizas que nos lleva al mirador de la Peñota.

Para el regreso, el itinerario desanda unos 4 kilómetros; aunque no está señalizado, tenemos la opción de hacerlo circular siguiendo un camino verde que avanza próximo al borde de los acantilados de la Visera de la Peñota y de la Sierra de Umbriazo. El sendero, flanqueado por innumerables tenadas en ruinas, es mucho más bonito que el de ida y merece la pena tomar esta alternativa en la ida o en la vuelta.

La caminata baja, ahora, por una empinadísima cuesta con 100 metros de desnivel en apenas 800 metros, al valor más importante de todo este espacio natural: La Fuentona. Es precioso ver cómo sale el agua cristalina de las rocas kársticas; es hermoso contemplar cómo sus aguas refractantes son tan nítidas y transparentes que permiten ver con toda claridad la flora y fauna que habita en el estanque natural y en el fondo del río; cuesta imaginar que este pozo pueda alcanzar una profundidad de más de 100 metros y que el origen de este manantial siga siendo un misterio. Desde aquí, una senda de ribera nos conduce a la Cascada de la Fuentona o Chorro de Despeñaelagua. Como es primavera, la cascada nos premia con un chorro abundante y con imágenes del agua alucinantes y sorprendentes, ya que el verano anterior tuvimos la triste experiencia de verla completamente seca. La senda regresa al puente de madera por el mismo camino y tuerce a la izquierda para coger el río Abión como compañero de viaje Cruzando varios puentes, sigue el curso de sus aguas cristalinas por su margen derecho, primero, y por el izquierdo, después, hasta encontrar el punto de partida en la Casa del Parque.

Mapa y elevación

Enlace Wikiloc

Ermita románica de la Virgen del Valle.

Construcción levantada en el siglo XII bajo los parámetros del estilo románico como atestiguan la puerta original del templo, el ábside y algunos canecillos. Está documentada la existencia de una necrópolis con siete enterramientos en el exterior de la cabecera de la ermita. Está cerrada y no se puede acceder al interior. Presenta un mal estado y varias grietas en sus muros.

El Mirador de Umbriazo (1.109 m).

Uno de los atractivos que tiene la ruta es subir a la atalaya de Umbriazo, avistar el vuelo de los buitres leonados y halcones en lo alto, descubrir las ruinas de un torreón de vigilancia y el vértice geodésico, observar los bellos desfiladeros que nos miran desde el norte, y contemplar una bella panorámica del pueblo de Muriel de la Fuente y de los campos floreciendo en esta época primaveral.

Páramo y Mirador de la Peñota (1.246m).

La meseta que va desde la Atalaya al punto más alto de la ruta es un terreno yermo, raso y desabrigado de unos tres kilómetros de distancia, en el que es frecuente ver aves rapaces que anidan en los acantilados del desfiladero sobrevolando el páramo y el valle. El páramo está habitado por numerosas tenadas de ganado, la mayoría en ruinas, verdes pastizales y un precioso y enorme sabinar que, más adelante, se mezcla con pinos pudios y algún pino albar, adornando y animando la tediosa pista forestal que nos lleva hasta el Mirador de La Peñota. El balcón natural está presidido por una gran torre de vigilancia de incendios. Dos carteles informativos nos ayudan a identificar la flora del valle: sauce, chopo, pino resinero, pino silvestre, abedul …, así como la ubicación de la Sierra de Ayllón, Sierra de Neila y el Cañón de río Lobos entre otros montes. El paisaje desde aquí es espectacular y bien merece una larga estancia.

La Fuentona.

La Fuentona es el rincón más significativo de todo este espacio natural. Es el resultado de un entramado de cuevas y galerías por las que fluyen aguas subterráneas que salen a la luz por un sifón que las deposita en esta especie de sima, desde donde fluyen por el río Abión hasta su desembocadura en el río Ucero en la localidad del Burgo de Osma. La laguna y las orillas del río tienen una riquísima vegetación y una excelente fauna que bien acreditan el título de Monumento Nacional con el que han sido galardonados. Destaca la presencia de la trucha común, la nutria, abundantes anfibios y reptiles etc…

El pozo es precioso y singular, pero gélido y muy peligroso, como lo demuestra el hecho de que 5 personas hayan dejado su vida en el reto de llegar al fondo, por lo que es comprensible y está bien justificado que el baño esté totalmente prohibido. Ha sido explorado varias veces, habiéndose alcanzado la profundidad de 115 metros de manos de los espeleobuceadores Amaia Olea y David Santamaria en el año 2010, pero su hondura sigue siendo un misterio.

El lugar tampoco es ajeno a las leyendas que corrían de boca en boca predicando que había monstruos en sus aguas, seguramente con la sana finalidad de persuadir a los niños de que no se acercaran a una laguna tan insegura y arriesgada.

La Cascada de la Fuentona o de la Hoz, o Chorro de Despeñalagua.

Antes de nada, recomendar que, si queremos ver la cascada con agua hemos de ir en primavera o en otoño. En verano suele estar seca. En la época del deshielo y en temporada de lluvias de considerable duración los dos saltos que brotan desde lo alto del barranco son impresionantes y muy vistosos.

Casa del Parque del Sabinar y la Fuentona.

La Casa del Parque es un centro de interpretación, ubicado en el antiguo Palacio de Santa Coloma. Diseñado para la investigación y conservación de los dos espacios naturales que lo rodean: el Monumento Natural de la Fuentona y la Reserva Natural del Sabinar de Calatañazor , es un buen punto de información y un lugar fantástico para disfrutar de juegos, fotografías, videos y pantallas táctiles sobre el entorno. Los niños lo pasan en grande.

Avisos y recomendaciones

La ruta es larga, pero no ofrece ninguna dificultad. Apenas alcanza los 300 metros de nivel acumulado, por lo que es muy apta para excursiones en familia. Para hacerla con niños, escolares etc…, recomendamos acortar el camino de ida y vuelta que va a la Peñota, bajar directamente a la Fuentona y dejarla en unos 8 kms.

Es recomendable en cualquier época del año, pero es en primavera cuando mejor podemos disfrutar el colorido de la Fuentona y el chorro de la cascada.

Si se dispone de tiempo, es muy recomendable hacer una visita a todos los pueblos que os hemos mencionado en nuestra reseña. Si estáis interesados en una visita a la Casa del Parque, recordad que sólo abre los viernes y sábados todo el día, y los domingos sólo por la mañana. En diciembre y enero está cerrada.


Más información en los siguientes enlaces:

https://es.wikipedia.org/wiki/Monumento_natural_de_La_Fuentona

https://es.m.wikipedia.org/wiki/Archivo:La_Fuentona_de_Muriel.jpg

https://patrimonionatural.org/casas-del-parque/casas-del-parque/casa-del-parque-del-sabinar

De Pinilla de los Barruecos a Mamolar por el Sendero de Fuentes del río Lobos y regreso por el Camino del Pinarito.

  • Tipos de ruta: circular.
  • Señalización: balizas y marcas locales y de PRC
  • Distancia: 11,7 Km.
  • Dificultad: fácil con exigencia baja.
  • Duración aproximada de la ruta: 3h – 3.30 horas.
  • Desnivel: 193 m.
  • Altitud mínima: 1059 m
  • Altitud máxima: 1157 m

Reseña

El Sendero de Fuentes del río Lobos PRC-BU 223, ruta circular de senderismo de unos 50 kilómetros de longitud, es un reconocimiento a las fuentes y arroyos que donan sus aguas al río Lobos desde su nacedero en la Majada Buena de Mamolar hasta entregarlas en Ucero 50 kilómetros más adelante. Une cinco pueblos burgaleses: Pinilla de los Barruecos y su pedanía de Gete, La Gallega, Rabanera del Pinar y Mamolar, con el importante objetivo de dinamizar la zona a través del senderismo y promocionar juntos todo el patrimonio natural, arquitectónico y paleontológico que albergan todas estas localidades. El recorrido, perfectamente señalizado con marcas blancas y amarillas de PRC, recupera caminos y dispone de carteles ilustrativos en balcones naturales desde los que contemplar magníficas estampas de pueblos y paisajes e identificar lugares divinos de esta tierra. En cada pueblo, se agradece encontrar información exhaustiva sobre el propio municipio, puntos de interés, su historia bellamente ilustrada con preciosas fotografías, la flora y la fauna de su entorno y bastantes curiosidades. Nuestra ruta tan sólo recorre cinco kilómetros del sendero, del kilómetro 31 al 36 aproximadamente, pero el tramo es altamente bello y representativo. El regreso discurre por el precioso paraje de El Pinarito, uno de los lugares preferidos por los pinillenses para darse un buen paseo. Ambas sendas, en las que es llamativo comprobar cómo sabinas albares, pinos y robles conviven en perfecta armonía, son extraordinarias e ideales para, a escasa distancia del pueblo, meterse de lleno en plena naturaleza, relajarse en familia y dejarse llevar por el silencio y la paz que reinan en este bello espacio natural.

Pero la finalidad de nuestra visita a esta tierra va mucho más allá. Queremos aprovechar el viaje para conocer dos municipios que, además de ser destinos atractivos para los amantes de la naturaleza, destacan, como veremos más adelante, por su historia y pasión en el mantenimiento de su arquitectura popular y sus tradiciones: Pinilla de los Barruecos y Mamolar. En resumen, naturaleza, historia, cultura popular, tradiciones, todo un aliciente para visitar la zona y conocer las maravillosas gentes de estas tierras de la Demanda y Pinares.

Descripción del recorrido.

Ruta realizada con una treintena de amigos de Hacinas, Salas, Barbadillo del Mercado y Castrovido.

La ruta sale de la Plaza Mayor de Pinilla de los Barruecos y asciende por la Calle Las Escuelas hasta un amplio camino forestal que viene desde La Gallega por el Sendero de Fuentes del río Lobos. Muy pronto, alcanza un precioso mirador desde el que tenemos unas magníficas vistas de varios pueblos y cumbres de la Demanda y Urbión.

El camino vuelve a la pista forestal, cruza un vallado eléctrico y, casi sin darnos cuenta, nos acerca a la frontera oriental del Parque Natural de Sabinares del Arlanza-La Yecla (km 3). Lo certifica un gran bosque de sabinas albares, que, posteriormente, se mezcla en bella armonía con algunos pinos sueltos. Más adelante, la ruta pasa junto a una tenada boyal en activo y a una antena; 700 metros después, abandona la pista forestal para coger a la izquierda una bellísima y angosta vereda que nos baja hasta el pueblo de Mamolar. El entorno invita a visitar la iglesia, ver las curiosas fotos que hay colgadas en los muros de la plaza y a refrescarse en la fuente que preside la plaza.
La vuelta a Pinilla desanda los dos primeros kilómetros y se adentra después en el denominado Camino del Pinarito, bien señalizado con marcas azules de ruta local. Llama la atención la extraordinaria belleza del sendero y del pinar. Corona en la Ermita de San Roque, desde donde hay preciosas vistas tanto del pueblo como de los peñascos que lo rodean y dan nombre y apellido al pueblo. Antes de terminar, merece la pena hacer una breve parada en el cobertizo que recoge varios elementos rústicos, el lavadero y, si hay suerte y la encontramos abierta, entrar en su interesante iglesia.


Mapa y elevación

Enlace Wikiloc

Pinilla de los Barruecos.

Sosegada y tranquila, rodeada de un inmenso bosque de pinos, robles y algunas sabinas, Pinilla de los Barruecos es una villa que se significa, sobre todo, por sus características formaciones rocosas, las cuales, además de dar nombre al pueblo -pinilla=peña diminuta con una pequeña torre de vigilancia, barruecos/berruecos=conjunto de peñascos que emergen desde el suelo-, lo adornan y protegen de los vientos y del frío serrano; se distingue, asimismo, por ser un pueblo que conserva fielmente varias casonas con sus típicas chimeneas cónicas o encestadas, y por seguir manteniendo algunas viejas tradiciones que lo identifican y lo definen. Sobresalen el canto de las Marzas y su rito más popular, la Pingada del Mayo. Es un multitudinario y tradicional espectáculo en el que se observa como las gentes del pueblo, el 1 de mayo, ponen en pie un pino de gran longitud utilizando un viejo carro carretero.

Pinilla cuenta, en su casco urbano, con innumerables monumentos arquitectónicos de interés, destacando, entre todos, su iglesia de estilo renacentista dedicada a San Cristóbal. En su interior, guarda cinco interesantes retablos clasicistas y una pila bautismal románica. En el exterior del templo, es curiosa la escalera que sube hasta el campanario, además de su torre rectangular con sus dos campanas y un campanillo. La ermita de San Roque es otro monumento religioso significativo. Se trata de una construcción sencilla, sin apenas valor arquitectónico pues no presenta ningún estilo definido. No obstante, cuenta con el aprecio y veneración de todos los pinillenses. El día 16 de agosto, festividad de San Roque, las cuadrillas de familias y amigos se reúnen para cenar en sus alrededores. Tras el festín, entonan cánticos populares dedicados al Santo y marchan para la plaza del pueblo donde continúan la fiesta con una animada verbena.

Merecen también una visita la Ermita de San Miguel y su mirador, las escuelas viejas, ahora en desuso, el lavadero, el frontón viejo, símbolo de la vieja afición de sus convecinos a la pelota vasca, y un cobertizo con diferentes elementos tradicionales tales como un potro de herrar, un carro de carretero, una diminuta fragua etc…

El Mirador y el Sendero de Fuentes de río Lobos.

Uno de los atractivos que tiene Pinilla es subir a a esta atalaya natural y descubrir, desde la ladera del balcón natural hasta el horizonte, una panorámica espectacular de todas las cumbres y sistemas montañosos que tenemos enfrente. De noroeste a sureste, vemos primero el cercano Cuerno de Gete, peña de roca caliza que tapa ligeramente las dos montañas más solemnes de este lado occidental: la Peña de Carazo/Villanueva y la Peña San Carlos. En la lejanía, un cartel informativo nos anima a buscar las cumbres del Mencilla, Trigaza, San Millán, el Alto de Haedillo, la Campiña etc… y, en la parte este, dos de los picos más emblemáticos de las Sierras de Neila y Urbión: Muñalba y la Muela de Urbión. Abajo, como protegiendo el pueblo de los fríos vientos del norte, los pequeños escarpados y el famoso «Peñuco» que brota del suelo y dibuja en el aire una hermosa figura libre a la imaginación del visitante para asemejarla a algo real o mágico. Y en medio de todo ello, un paisaje suave con la silueta de pequeños pueblos, una rica masa forestal de sabinares, pinares y robledales y extensas praderas y dehesas con escaso ganado, por cierto.

El Sendero de Fuentes del río Lobos PRC-BU 223, ruta circular de unos 50 kilómetros de longitud, es un reconocimiento a las fuentes y arroyos que donan sus aguas al río Lobos desde su nacedero en la Majada Buena de Mamolar hasta entregarlas en Ucero 50 kilómetros más adelante. Une cinco pueblos burgaleses: Pinilla de los Barruecos y su pedanía de Gete, La Gallega, Rabanera del Pinar y Mamolar, con el importante objetivo de dinamizar la zona a través del senderismo y promover juntos todo el patrimonio natural, arquitectónico y paleontológico que albergan estas localidades. El recorrido, perfectamente señalizado con balizas y marcas de PRC, tiene carteles ilustrativos en varios balcones naturales que ayudan a identificar lugares divinos de esta tierra castellana. En cada pueblo, se agradece encontrar información exhaustiva sobre el propio municipio, puntos de interés, su historia, la flora y fauna de su entorno y otras curiosidades. Nuestra ruta sólo recorre cinco kilómetros del sendero, del kilómetro 31 al 36 aproximadamente, pero el tramo es altamente bello y representativo.

Mamolar

El municipio de Mamolar, que significa «monte o peñasco con forma de muela», habita en la ladera sur de Peña Águila (1.381 m). A día de hoy, apenas cuenta con una treintena de habitantes, cuando en 1950 llegó a alcanzar los 360 habitantes. Al igual que su vecino Pinilla, al estar ubicado en un paraje montañoso típico de la Demanda que forma parte del Parque Natural de Sabinares del Arlanza, destaca por su patrimonio natural y por su riqueza micológica. Está situado en el Camino de la Lana y en el ramal del camino de Santiago que viene desde Gallur (Camino Jacobeo de Soria o Camino Castellano-Aragonés), como lo atestiguan su ermita dedicada al Apóstol Santiago y la concha del camino que hay justo encima del arco de entrada al templo. Su iglesia renacentista del siglo XVI está dedicada a Santa Centola, cuya fiesta celebran los lugareños el segundo fin de semana de agosto.

Camino del Pinarito

Seguramente uno de los senderos más hermosos de la Demanda. En primavera, sobresale el color intenso verde de toda su vegetación; en invierno, las piedras, los árboles y las laderas musgosas. En el camino encontrarás: vallas para el ganado, ruinas de viejas tenadas, una abundante vegetación de pinos, robles y sabinas y, lo más importante, una inmensa paz, solamente interrumpida por los cantos de los cientos de aves que habitan en la zona.

Avisos y recomendaciones

La ruta no ofrece ninguna dificultad. Apenas alcanza los 200 metros de nivel acumulado, por lo que es muy apta para excursiones en familia. Para hacerla con niñoas, escolares etc…, recomendamos la ruta I de este mismo usuario que, acortando los 2 últimos kilómetros de ida y vuelta a Mamolar, hace un itinerario muy parecido. Es recomendable en cualquier época del año, pero es en primavera cuando mejor podemos disfrutar del singular paisaje de todo el recorrido y, sobre todo, del Pinarito.

Si se dispone de tiempo, es muy recomendable hacer una visita al pueblo de Gete, perteneciente a Pinilla de los Barruecos, donde recientemente varias peñas han sido documentadas como altares de la Edad del Hierro, en los que los celtas ofrecían sacrificios y celebraban sus ritos paganos.


Más información en los siguientes enlaces:

https://es.wikipedia.org/wiki/Pinilla_de_los_Barruecos

https://pinilladelosbarruecos.es/inicio

https://www.mamolar.es/

https://www.pinilladelosbarruecos.es/sendero-de-fuentes-de-rio-lobos

Betterville y Cementerio de Sad Hill desde Carazo (Ruta II BFM)

  • Tipo de ruta: circular.
  • Señalización: balizada en su primera parte.
  • Distancia: 12,850 km.
  • Dificultad: fácil con baja exigencia (apta para niños)
  • Duración aproximada de la ruta: 3.30-4 horas.
  • Desnivel: 294 m.
  • Altitud mínima: 1095 m
  • Altitud máxima: 1217 m

Reseña

Esta preciosa ruta se localiza entre los términos municipales de Carazo, Contreras y Santo Domingo de Silos, en la Sierra de la Demanda, a 12 kms de Salas de los Infantes y a 67 de Burgos. Tiene el objetivo de recorrer dos de los cuatro lugares burgaleses en los que tuvo lugar el rodaje de la película «El Bueno, el Feo y el Malo» en el año 1966: el campo de prisioneros de Betterville y el cementerio de Sad Hill. En Betterville, próximo a la localidad de Carazo, que también visitamos, recientemente se han reconstruido, con las sabinas que ardieron en el aparatoso y desgraciado incendio de 2022, la pasarela que atravesaban los prisioneros para sortear el foso, la empalizada y algunas torretas de vigilancia. Quedarían todavía pendientes las demás torres, las casetas y algunas cabañas que aparecen en la película. En este campo es donde acabaron como prisioneros Tuco (Eli Wallach) y Rubio (Clint Eastwood), y donde se rodó una escena emulando un campo de concentración. Para ello, se construyeron un fuerte con profundos fosos, una empalizada y varias construcciones anejas donde se producían las torturas, las ejecuciones y todo tipo de atrocidades propias de la guerra. Inspirado en la Prisión de Andersonville, Georgia, Estados Unidos, Sergio Leone hizo que, mientras se realizaban las torturas, un grupo de músicos traídos de Salas, Covaleda, Arauzo de Miel y Barbadillo del Pez entre otros, interpretara música de banda para acallar los gritos de las torturas.

Por otro lado, en Sad Hill se rodó la escena más importante de la película en la que Clint Eastwood, Eli Wallach y Lee Van Cleef se disputan en un duelo a tres o «triello» los 200.000 dólares que están escondidos en la tumba del desconocido. La zona fue elegida por Sergio Leone por la similitud de estos escenarios naturales con los de Nuevo México y río Grande. El cementerio estuvo totalmente abandonado hasta el año 2015 en el que fue recuperado gracias al gran trabajo y colaboración de voluntarios de la Asociación Cultural Sad Hill. De paso, una breve visita al pueblo de Carazo, que, si actualmente no tiene muchas cosas destacables, está cargado de historia y rodeado de impresionantes y hermosas peñas.

La ruta, que transcurre entre bellísimas sabinas albares o enebros, robles centenarios y alguna encina suelta, ofrece un paisaje espectacular. El impresionante silencio que reina en la zona, junto con la ausencia de cables, postes y otros signos de la civilización moderna, hace que estemos paseando por un lugar único e irrepetible en el que uno sólo puede dejarse llevar por la exquisita belleza de este entorno. Si vas a Sad Hill, no te conformes con ver el cementerio, date un paseo hasta Betterville y Carazo (ruta I) o desde Carazo pasando por Betterville (ruta II), que no lo olvidarás nunca.

Descripción del recorrido

Se trata de una ruta circular que podemos hacer en las dos direcciones. Nosotros optamos por subir primero a Betterville y dejar el tramo menos interesante para el final. Salimos desde la fuente de la Calle Huertas, que está al final del pueblo y, tras cruzar el Puente de la Tejera que cuelga sobre el recién nacido rio Mataviejas, nos vamos a buscar la senda que nos sube hasta la Majada de las Merinas, que es donde está Betterville. Nos entretenemos en recrearnos con la reciente reconstrucción y en imaginar cómo sería el campo completo; leemos curiosas informaciones y anécdotas sobre Betterville, y nos perdemos en las fantásticas vistas de las dos peñas que rodean Carazo: Soncarazo a la derecha, y El Enebral a la izquierda. Con la mirada vigilante de la Peña de Soncarazo primero y de San Carlos después, entre brezos, robles, bellísimos enebros y alguna encina suelta, avanzamos por el GR-82, cerca de los términos de Valdemuerto, donde se rodó la película de El Valle de las Espadas, y de la Cerca hasta llegar al Cementerio de Sad Hill. Después de recorrerlo de arriba a abajo, salimos por la parte de atrás y, tras pasar por un abrevadero, buscamos el camino que nos trajo hasta aquí. Tenemos que desandar medio kilometro y dejarlo un poco más adelante para irnos hacia el pinar que hay a la derecha. Lo atravesamos inmersos en una inmensa paz. Con la hermosa vista de La Copeta a la derecha, bajamos hasta la Dehesa de Carazo, donde nos sorprende la gran cantidad de reses de ganado vacuno que pacen en el entorno. El último tramo, de escaso interés, transcurre por un camino rodado y por la carretera BU-910 durante unos 400 metros. Nos adentramos en el pueblo para pasearlo, hacer una visita a su bonita iglesia y refrescarnos en la fuente que nos vio partir. En resumen, una magnífica ruta que siempre recordarás por su preciosa vegetación y por estar ubicada en un entorno que es una auténtica maravilla de la naturaleza.

Mapa y elevación

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Puntos de interés / Waypoints

Betterville (Campo de prisioneros).

Recientemente, 8 de septiembre de 2024, ha tenido lugar la inauguración de una parte de este campo de prisioneros, en el que ya pueden verse la pasarela, la empalizada y algunas torres de vigilancia. Gracias a la apuesta de la Junta de Castilla y León, al trabajo del equipo del Parque Natural y al asesoramiento de la Burgos Film Commission, la Asociación Cultural Sad Hill ha podido ver cumplido su sueño de ver el fuerte levantado con más de 1000 sabinas, madera que también fue utilizada en el campo original, provenientes del gran incendió que asoló la zona en el verano de 2022, una gran desgracia que ahora vemos algo aliviada por el renacer de este peculiar recinto.

Reproducimos aquí literalmente parte de la información que podemos encontrar en el cartel informativo colocado en la majada en la que estuvo enclavada la prisión: «El visitante se encuentra frente a una de las cuatro localizaciones burgalesas de «El Bueno, el Feo y el Malo» (1966) de Sergio Leone. El campo de concentración de Betterville fue construído en el verano de 1966. La escena se rodó en este altozano cercano a la localidad de Carazo (Burgos) conocido como Majada de las Merinas». Para la construcción del fuerte «Sergio Leone se inspiró en grabados y fotografías reales de la Guerra de Secesión americana y del campo nordista de Andersonville (Georgia) tomadas en 1864 por Mathew Brady y donde se cometieron ejecuciones masivas de prisioneros, hacinamiento y hasta canibalismo».

Robledales y sabinares albares.

Todo el trayecto entre Betterville y Sad Hill está poblado de hermosos ejemplares de roble primero y de frondosas sabinas albares en el entorno del cementerio.

Cementerio Sad Hill

Como mencionábamos más arriba, en este lugar tuvo lugar la escena del «Triello», duelo por dinero a tres bandas entre Rubio (Clint Eastwood), Tuco (Eli Wallach) y Sentencia (Lee Van Cleef). Una poderosa escena con tres rostros que dicen de todo sin hablar, una puesta en escena sobria y bellamente fotografiada por Tonino Delli Colli y una partitura suprema del gran Ennio Morricone. Reproducimos aquí literalmente parte de la información que podemos encontrar en el cartel informativo que preside el cementerio: «El visitante se encuentra frente a uno de las localizaciones cinematográficas más importantes de la historia del séptimo arte… . El set se construyó según el diseño del escenógrafo Carlos Simi en apenas tres días por 250 soldados del ejército español recreando un soberbio cementerio circular con más de 5000 tumbas dispuestas en círculos concéntricos y radios rodeando una plazoleta central empedrada de 30 metros donde se sitúa el clímax. Las imágenes están montadas como en un videoclip al ritmo de la banda sonora de Ennio Morricone que va «in crescendo» hasta la resolución final. Esta escena es una de las más recordadas del género y denota una maestría en el montaje admirable».

Dehesa de Carazo

Carazo

La existencia de varios castros celtas en su peña y en los alrededores del pueblo nos dice que estamos ante una localidad muy antigua. De hecho, aparece citada en el Poema de Fernán González. Se sabe que, en el lugar que hoy ocupa, hubo importantes asentamientos celtas y romanos, de los que aún quedan algunos vestigios. Debido a su situación estratégica, estaba cruzada por una gran vía de comunicaciones, construida por los romanos, que unía Clunia con Tritium Magallum, actual Tricio en la Rioja. Hoy en día, es una pequeña villa con apenas 40 habitantes que viven principalmente de la ganadería y la agricultura. Es conocida fundamentalmente por haberse rodado allí dos películas: El Valle de las Espadas y el Bueno, el Feo y el Malo. Tiene dos monumentos destacados: la Iglesia de Santa Eugenia (siglo XVI), con un interesante retablo clasicista de madera policromada y una pila bautismal románica, y la Ermita de la Virgen del Sol, junto al nacedero del río Mataviejas o Ura.

Avisos y recomendaciones

Es una ruta sencilla, pero muy curiosa e interesante. No presenta ninguna dificultad y es fácil de seguir, ya que la primera parte ha sido recientemente balizada por la Asociación Cultural Sad Hill, y la segunda parte transcurre por caminos rodados. Es inevitable que, al llegar al pueblo de Carazo, tengamos que andar un tramo de 400 metros por la carretera, lo que exige un especial cuidado, sobre todo si vamos acompañados de niños. Es asequible en cualquier época del año, pero es recomendable hacerla en primavera o en otoño para evitar los barrizales de la dehesa y disfrutar del verde de los pastizales y del colorido de las hojas de los robles.

Más información en los siguientes enlaces:

Asociación Cultural Sad Hill:

http://www.acsadhill.es/

Ayuntamiento de Carazo:

http://www.carazo.es/

Parque Natural de Sabinares del Arlanza-La Yecla

https://patrimonionatural.org/espacios-naturales/parque-natural/parque-natural-sabinares-del-arlanza-la-yecla

Pinilla de los Barruecos: sendero de Fuentes del río Lobos y Camino del Pinarito.

  • Tipos de ruta: circular.
  • Señalización: balizas y marcas locales y de PRC
  • Distancia: 7,04 Km.
  • Dificultad: Fácil con exigencia baja.
  • Duración aproximada de la ruta: 2 h – 2.30 horas.
  • Desnivel: 193 m.
  • Altitud mínima: 1059 m
  • Altitud máxima: 1157 m

Reseña

Sosegada y tranquila, rodeada de un inmenso bosque de pinos, robles y algunas sabinas, Pinilla de los Barruecos, es una villa que se significa, sobre todo, por sus características formaciones rocosas, que, además de dar nombre al pueblo -pinilla=peña diminuta con una pequeña torre de vigilancia, barruecos/berruecos=conjunto de peñascos que emergen desde el suelo-, lo adornan y protegen de los vientos y del frío serrano; se distingue, asimismo, por ser una villa que conserva fielmente varias casonas con sus típicas chimeneas cónicas o encestadas, y por seguir manteniendo algunas viejas tradiciones que lo identifican y lo definen. Sobresalen el canto de las Marzas y su rito más popular, la Pinga del Mayo. Es un multitudinario y tradicional espectáculo en el que se observa como las gentes del pueblo, el 1 de mayo, ponen en pie un pino de gran longitud utilizando un viejo carro carretero. Cuna de buenos pelotaris, el juego de pelota a mano es otro de los aspectos que hace popular entre los comarcanos a este bonito pueblo, situado en la Comarca de la Sierra de la Demanda pero más típico de Pinares, a unos 11 kms de Salas de los Infantes y a 66 de Burgos.

Hacemos la ruta con el triple objetivo de conocer un poco mejor la villa de Pinilla de los Barruecos, recorrer un pequeño tramo del Sendero de Fuentes del Río Lobos PRC-BU 223, que se inicia en esta localidad burgalesa para regresar al mismo después de atravesar las poblaciones de La Gallega, Rabanera del Pinar, Mamolar y Gete, pedanía de Pinilla, y dar un paseo por el precioso paraje de El Pinarito, uno de los lugares preferidos por los pinillenses para darse un buen paseo.

Aunque la ruta puede y suele alargarse hasta Mamolar, hoy hemos elegido este recorrido más fácil para hacerla asequible a todos los públicos y , sobre todo, a los niños. Está balizada y tiene buena señalización con marcas de ruta local y de PRC. En resumen, una ruta muy recomendable para relajarse en familia y meterse de lleno en plena naturaleza.

Descripción del recorrido.

Guiados por las marcas de PRC que señalan el sendero de Fuentes del río Lobos, iniciamos la ruta en la plaza mayor de Pinilla de los Barruecos. Ascendemos hasta un amplio camino forestal y , muy pronto, subimos a un precioso mirador natural, desde el que tenemos unas magníficas vistas del pueblo de Pinilla y de varias formaciones rocosas. Volvemos al camino principal y nos introducimos en un gran bosque de sabinas albares, que se mezcla en bella armonía con algunos pinos sueltos. La abandonamos hacia el kilómetro 4 para bajar al denominado Camino del Pinarito, bien señalizado con marcas azules de ruta local. Llama la atención la extraordinaria belleza del sendero y del pinar. Lo coronamos en la Ermita de San Roque, desde donde tenemos bonitas vistas tanto de Pinilla como de los peñascos que lo rodean. Antes de terminar, una vuelta al pueblo para admirar varios elementos rústicos y una visita a la interesante iglesia renacentista.


Mapa y elevación

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Ermita de San Roque.

Se trata de una construcción sencilla, sin apenas valor arquitectónico pues no presenta ningún estilo definido; no obstante, cuenta con el aprecio y veneración de todos los pinillenses. El día 16 de agosto, festividad de San Roque, las cuadrillas de familias y amigos se reúnen para cenar en sus alrededores. Tras el festín, entonan cánticos populares dedicados al Santo y marchan para la plaza del pueblo donde continúan la fiesta con una animada verbena.

El Mirador

Uno de los atractivos que tiene Pinilla es subir a a esta atalaya natural y descubrir, desde la ladera del balcón natural hasta el horizonte, una panorámica espectacular de todas las cumbres y sistemas montañosos que tenemos enfrente. De noroeste a sureste, vemos primero el cercano Cuerno de Gete, peña de roca caliza que tapa ligeramente las dos montañas más solemnes de este lado occidental: la Peña de Carazo/Villanueva y la Peña San Carlos. En la lejanía, un cartel informativo nos anima a buscar las cumbres del Mencilla, Trigaza, San Millán, el Alto de Haedillo, la Campiña etc… y, en la parte este, dos de los picos más emblemáticos de las Sierras de Neila y Urbión: Muñalba y la Muela de Urbión. Abajo, como protegiendo el pueblo de los fríos vientos del norte, los pequeños escarpados y el famoso «Peñuco» que brota del suelo y dibuja en el aire una hermosa figura libre a la imaginación del visitante para asemejarla a algo real o mágico. Y en medio de todo ello, un paisaje suave con la silueta de pequeños pueblos, una rica masa forestal de sabinares, pinares y robledales y extensas praderas y dehesas con escaso ganado, por cierto.

El casco urbano

Además de la ermita de San Roque y las típicas casas serranas con chimenea cónica ya mencionadas, Pinilla cuenta, en su casco urbano, con innumerables monumentos arquitectónicos de interés, destacando, entre todos, su iglesia de estilo renacentista dedicada a San Cristóbal. En su interior, guarda cinco interesantes retablos clasicistas y una pila bautismal románica. En el exterior del templo, es curiosa la escalera que sube hasta el campanario, además de su torre rectangular con sus dos campanas y un campanillo. Merecen también una visita la Ermita de San Miguel y su mirador, las escuelas viejas, ahora en desuso, el lavadero, el frontón viejo, símbolo de la vieja afición de sus convecinos a la pelota vasca, y un cobertizo con diferentes elementos tradicionales tales como un potro de herrar, un carro de carretero, una diminuta fragua etc…

Avisos y recomendaciones

La ruta no ofrece ninguna dificultad. Apenas alcanza los 200 metros de nivel acumulado, por lo que es muy apta para excursiones con niños, mayores y discapacitados.

Si se dispone de tiempo, es muy recomendable hacer una visita al pueblo de Gete, perteneciente a Pinilla de los Barruecos, donde recientemente varias peñas han sido documentadas como altares de la Edad del Hierro, en los que los celtas ofrecían sacrificios y celebraban sus ritos paganos.

Más información en los siguientes enlaces:

https://es.wikipedia.org/wiki/Pinilla_de_los_Barruecos

https://pinilladelosbarruecos.es/inicio

https://www.pinilladelosbarruecos.es/sendero-de-fuentes-de-rio-lobos

Pico Curavacas. Montaña Palentina.

  • Tipos de ruta: ida y vuelta
  • Señalización: algún hito suelto.
  • Distancia: 10,980 Km.
  • Dificultad: Difícil con exigencia alta.
  • Duración aproximada de la ruta: 6.30h-7 horas.
  • Desnivel: 1.182 m.
  • Altitud mínima: 1.342 m
  • Altitud máxima: 2.524 m

Reseña

Considerada como la cima más alta de la montaña palentina por encontrarse íntegramente dentro de la provincia, el Pico Curavacas es un lugar único y lleno de encanto que se caracteriza por estar formado de una roca oscura de color verdinegro a la que se adhieren numerosos líquenes, y por estar compuesta por tres cumbres, la Este (el pico al que habitualmente se asciende), el Pico Enmedio y la Oeste. Sus faldas, repletas de enormes pedreros en continuo ascenso, la convierten en una de las cotas de Castilla y León más difíciles de coronar. En invierno, se añaden la presencia de aludes, los cambios bruscos de tiempo, las frecuentes nevadas y las constantes heladas que han provocado la muerte a varios montañeros que han intentado su ascenso en el periodo invernal. Con todo, nada ha impedido que, hoy en día y dentro de la montaña palentina, sea considerado como uno de los picos más atractivos para los verdaderos amantes de la alta montaña.

Esta bellísima ruta, que, en sus inicios, transita principalmente entre bosques de brezos y arándanos que flanquean el arroyo Cabriles, se encuentra en las estribaciones de la Cordillera Cantábrica, concretamente en el Parque Natural Montaña Palentina (antes Fuentes Carrionas y Fuente Cobre-Montaña Palentina), junto a la localidad de Vidrieros, en el término municipal de Triollo, a unos 138 kms. de la capital de provincia. Tiene el objetivo de ascender, por la cara sur, a uno de los picos más culminantes de la montaña palentina para contemplar, desde lo alto, varias cimas de la montaña palentina, los Picos de Europa, el extenso Valle de Pineda, el Pozo Curavacas y los Pozos del Ves, lagunas de origen glaciar que, junto a la laguna de Fuentes Carrionas, alimentan el río Carrión. En resumen, una fascinante y seductora ruta que cautiva, pero exige una gran preparación física y técnica. Si reúnes ambas, ¡no te lo pierdas!. Pasarás un día inolvidable perdido entre los dientes y las torres del Curavacas y te quedarás muchas veces con la boca abierta contemplando las espeluznantes vistas que lo rodean.

Descripción del recorrido

Salimos de Vidrieros, pedanía de Triollo, sobre las 9 de la mañana, y nos vamos por el Camino de Valdenievas hasta llegar a un puente que nos ayuda a cruzar el arroyo de Cabriles. Tomamos el sendero que sale a la derecha, muy pedregoso y, a veces, resbaladizo por la presencia de agua del arroyo, que nos conduce por la izquierda de la corriente hasta la Majada Cabriles. Desde aquí, ya podemos divisar la cara sur del Curavacas, con sus dos cimas más importantes al fondo: el propio Curavacas a la derecha y el Pico Enmedio (2.495m) a la izquierda. Impresiona el perfil, que iniciamos con tranquilidad, sabedores de que esta subida no da tregua y es muy dura por la abundancia de pindios y tediosos pedregales que hacen muy difícil avanzar. Después de dos largas horas, nos encontramos a las puertas del Canal Callejo Grande, a 4.5 kms de nuestro punto de partida y a unos 2.200 m de altitud. Dejando a la derecha el Collado del Hospital y el Diente del Oso, nos dirigimos hacia la Torre del Callejo Grande. Buscamos un pasadizo que nos da acceso al Paso de la Llana, en la cara noroeste, desde donde abordamos los últimos metros que nos dejarán en el vértice geodésico de nuestro ansiado objetivo: el Pico Curavacas. Hacemos una larga estancia para saborear las impresionantes vistas e identificar los pozos mencionados, el valle de Pineda y las cumbres del Pico Murcia, las Lomas, Peña Prieta y nuestro querido Espigüete, la otra cumbre más simbólica de esta montaña palentina.
Para regresar, tenemos buen cuidado de localizar la entrada al canal de bajada, e iniciamos el descenso por el mismo camino del ascenso. Aprovechamos los pedreros para avanzar rápidamente por el Canal Callejo Grande y enlazar con el camino que va paralelo al Arroyo Cabriles. Tras seis horas de vertiginoso esfuerzo, estamos de nuevo en Vidrieras, donde aprovecharnos para alimentarnos y reponer el gran desgaste sufrido.

Mapa y elevación

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Puntos de interés / Waypoints

Pico Curavacas (2.524m)

Esta alta montaña, de roca desnuda, es una de las joyas de la montaña palentina que todo amante de la alta montaña desea coronar. No debemos desdeñar, no obstante, el peligro que acarrea su ascenso en épocas de nieve y hielo. Su majestuosa cima, cargada de sueños y secretos y rodeada de lugares increíbles y paisajes típicos de la alta montaña, es el techo palentino, a pesar de que muchos montañeros consideran al Pico del Infierno, prolongación del Peña Prieta cuyo vértice geodésico tiene una altitud de 2.537 m, la cumbre de más altura.

Pernoctando en el Curavacas. Fotos de Rodrigo Pérez Miguel

Vidrieros

Habitado por apenas 30 habitantes, dedicados principalmente a la agricultura y a la ganadería, Vidrieros es una pedanía del municipio de Triollo, en el norte de la provincia de Palencia. Está situada al pie del pico Curavacas, en el Valle del río Carrión, cerca del embalse de Camporredondo. En su interior, llama la atención una cruz celta y una iglesia románica del siglo XII ligeramente apartada del pueblo, lo que podía haberse producido por el progresivo desplazamiento de sus habitantes hacia la parte baja de la localidad, donde se encuentra la carretera.

Avisos y recomendaciones

La ruta es muy exigente, ya que hemos de superar un desnivel positivo de unos 1200 metros aproximadamente y el estado del suelo es muy pedregoso, por lo que la calificamos de difícil. Además, ofrece algunas dificultades técnicas, sobre todo en el tramo que va desde la Portilla hasta el Paso de la Llana, donde hemos de tomar serias precauciones y andar con cuidado para no deslizarnos y caer por la casi vertical cara norte.
No está señalizada, por lo que debemos estar muy atentos al track que utilicemos o al GPS. Para evitar los pedreros, algunos expertos recomiendan hacerla con nieve. De optar por esta opción, hemos de extremar todas las precauciones, mirar muy bien el pronóstico del tiempo para ver las condiciones de la nieve y prever que el paso del portillo mencionado pueda estar helado y ser muy peligroso. Por supuesto, obligatorio el uso de buen material técnico, con casco, crampones y piolets como material imprescindible.
Es muy conveniente llevar abundante alimentación/suplementos y mucha agua, ya que se trata de uno de los picos que presenta mayores dificultades para los montañeros y, por otro lado, no tenemos fuentes en todo el recorrido.

Más información en los siguientes enlaces

https://es.wikipedia.org/wiki/Vidrieros

https://es.wikipedia.org/wiki/Parque_natural_Monta%C3%B1a_Palentina

https://es.wikipedia.org/wiki/Curavacas

Rabanera del Pinar y La Aldea del Pinar: «Antigua Ruta del Boletus».

  • Tipo de ruta: circular.
  • Distancia: 12,820 Kms.
  • Dificultad: fácil con exigencia baja.
  • Duración aproximada de la ruta: 3h-3h.30 horas
  • Desnivel: 181 m.
  • Altitud mínima: 1055 m
  • Altitud máxima: 1161 m

Reseña

La Ruta del Boletus, travesía que suele realizarse en verano, con diferentes recorridos, en las modalidades de carrera nocturna, senderismo y marcha nórdica para sensibilizar a la sociedad sobre la enfermedad de la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), discurre entre las poblaciones de Rabanera del Pinar y La Aldea del Pinar, localidades ambas situadas en la Comarca de Pinares. El punto de partida en Rabanera se encuentra a 21 kms de Salas de los Infantes, y a 76 km al sureste de la capital de provincia, Burgos. El recorrido rinde homenaje a una zona de pinares rica en aprovechamiento micológico, en la que se pueden coger numerosas setas comestibles tales como el campiñon, la senderilla, el níscalo, pero, sobre todo, destaca una variedad que es la que da nombre a esta gran fiesta del deporte en plena naturaleza: el boletus.

La ruta es fácil de hacer para cualquier persona que esté acostumbrada a hacer ejercicio físico. Está diseñada con varias finalidades: conocer el nuevo trazado de la Ruta del Boletus, modificado en esta VI edición de 2022; recorrer estos dos pueblos de belleza paisajística singular, y visitar varios elementos interesantes de su arquitectura popular tales el Campanario exento roqueño y la Casa Consistorial de Rabanera, o las Casas Carreteras y el Museo de la Fragua en La Aldea del Pinar. El camino, que transcurre por amplias pistas forestales, flanqueadas por ricos bosques de pinos albares, robles rebollos, helechos etc…, es una magnífica oportunidad para acercarse a las sencillas y valientes gentes de estas tierras, e ideal para aquellos que quieran perderse, solos o en familia, en la serenidad y el silencio de esta comarca de pinares.

Descripción del recorrido

Tomando como base un track de Juan Ángel, usuario Ledanías, salimos del frontón siguiendo la dirección de la marcha nocturna, pero de día. Avanzamos por la C/ de la Cuesta y , antes de llegar al Ayuntamiento, nos desviamos a la izquierda para coger una pista forestal que, durante 3 kms y tras pasar por un precioso lavadero, nos lleva próximos a la Cruz de la Lobera. Sin llegar a ella, abandonamos la pista para seguir por la izquierda por otro camino forestal que, pasando por la Cruz de Valderrejas, nos conduce hasta el bonito pueblo de la Aldea del Pinar. Antes de llegar, hemos dejado a la izquierda un llamativo molino, al cual no podemos acceder por su carácter privado. Ya en el pueblo, pronto nos damos cuenta de que hemos llegado a un lugar muy bien cuidado, de gente muy amable con los visitantes, con un rico patrimonio arquitectónico y etnográfico, que recorremos detenidamente haciendo una parada especial en el Museo de la Fragua. Abandonamos la Aldea del Pinar por el camino del Cementerio. Pasamos al lado del Circuito MX y Enduro Fuente del Olivar y atravesamos el río Laisa o Rabanera por el llamado Puente Soriano, de los llamados romanos aunque el actual date del siglo XV. Estamos próximos a la vía del antiguo Santander-Mediterráneo y a punto de tomar una amplia pista forestal que, avanzando entre el río Rabanera y la vía, nos lleva primero hasta el Centro de Turismo Rural, ubicado en la vieja estación del ferrocarril y, poco después, a nuestro punto de partida.

Puntos de interés / Waypoints.

Rabanera del Pinar

Extendido sobre un hermoso vallejo, Rabanera esta dividido por el río Laisa en dos amplios barrios, a los que también separó, hasta los años 70, la antigua vía del tren Burgos-Soria.

Aunque se sabe que estuvo habitado desde el siglo VI a.C. por los celtíberos pelendones, su fundación real no fue documentada hasta el año 1075. Hoy en día, su población supera ligeramente los 100 habitantes, pero, su magnífico emplazamiento y su belleza paisajística singular atraen a más de 500 personas en el periodo estival y en otras épocas vacacionales del año. Contribuye también a esta afluencia de convecinos y turistas, la magnífica conservación de sus casas, que brillan, principalmente, por su construcción en piedra arenisca, arrancada de las propias canteras que han existido hasta hace muy poco en el pueblo. Como curiosidad leemos en Wikipedia que «se encuentra en una de las zonas con menor peligro sísmico de la zona».

Posee y mantiene numerosos monumentos de interés tales como la Iglesia de San Juan Bautista, de finales del siglo XVI; la Casa Consistorial, tipo lonja, del siglo XVIII; su Campanario, tipo torre vigía, sobre un bellísimo paraje rocoso; sus tres lavaderos y sus fuentes de gran valor etnográfico; una cruz del siglo XV, situada a la entrada del pueblo etc…. ; elementos todos ellos que, junto a su bonito caserío y su patrimonio industrial bien ejemplificado en la vieja estación del ferrocarril, dan al pueblo una belleza urbanística que bien mereció el Premio Provincial de Conservación del Patrimonio Urbano (en su categoría B), que, en el año 2001, les otorgó la Diputación Provincial de Burgos.

La Aldea del Pinar

Aldea del pinar es un pequeño pueblo, perteneciente al municipio de Hontoria del Pinar, en el que hoy en día habitan unos veinte habitantes, lo que contrasta con los más de 100 hogares que había en el pueblo en la época de gloria en la que sus gentes se dedicaban a la carretería. Sabemos que el pueblo celta de los Pelendones habría habitado sus tierras hace unos 2500 años y que los romanos también habrían pasado por aquí. El Pozo Airón, pequeña y legendaria laguna de origen kárstico que encontramos cerca del pueblo, y varios castros situados en los alrededores son claros vestigios de su origen celta. El Puente Soriano, de la influencia de los segundos. No hemos podido recoger, no obstante, el año exacto de su fundación. El pueblo se localiza en medio de una gran masa forestal de pinos, que dan el apellido al pueblo, mezclados con una rica vegetación de robles rebollos. Destaca, también, su rica micología, destacando especies tales como el boletus, el níscalo y la senderilla.

En su casco urbano, y a pesar de haber sufrido dos incendios a mediados del siglo pasado, llama poderosamente la atención la magnífica conservación de su caserío en piedra arenisca de la zona, con abundantes sillares y mampuestos, así como la extraordinaria adaptación de los edificios modernos a la vieja arquitectura. Sobresalen entre todas sus construcciones: la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, obra de estilo barroco del siglo XVII, varias casas carreteras de tipo señorial y artesano, y una gran casa carretera, de grandes dimensiones para albergar carros y corrales para los bueyes en su interior; es la más antigua que se conserva en la zona y un buen testimonio de que la carretería fue un importante medio de vida para esta zona desde que los Reyes Católicos decidieran establecer la Real Cabaña de Carreteros en la Comarca de Pinares.

Cuando paseas por el pueblo, fácilmente puedes comprobar por qué esta pequeña aldea ha sido dos veces reconocida con el Premio a la Conservación del Patrimonio Urbano Rural por la Diputación de Burgos. La buena conservación de las viviendas, ya mencionada, la existencia de abundantes elementos de arquitectura popular: un museo dedicado a la Fragua, el lavadero, un molino, un potro de herrar, una carreta etc…, dan buena fe de la justicia de estos premios.

Avisos y recomendaciones.

Esta ruta del boletus es un recorrido ideal para encontrar la paz, en medio de preciosas zonas boscosas, y conocer la amabilidad y la hospitalidad de las gentes de los dos pueblos que visitamos. No está balizada ni se ven hitos en el recorrido, por lo que es imprescindible hacer uso de un buen track para no perderse en un laberinto de caminos forestales que se cruzan continuamente .
Es muy recomendable hacerla en primavera para disfrutar plenamente del colorido de los bosques.
Si disponemos de tiempo, merece la pena visitar tranquilamente todos los lugares de interés que hemos mencionado. Os sorprenderán gratamente.

Como recomendaciones más importantes señalaríamos que, si vamos por la mañana en épocas de verano o de mucho calor, es recomendable hacer el recorrido en sentido a las manecillas del reloj para aprovechar la sombra de los bosques. También, no olvidéis coger una clave de acceso al Museo de la Fragua en la página http://www.museosvivos.com. Es gratuito.

Más información en los siguientes enlaces:

Ayuntamiento de Rabanera del Pinar: http://www.rabaneradelpinar.es/lugares-interes

https://es.wikipedia.org/wiki/Rabanera_del_Pinar

https://es.wikipedia.org/wiki/Aldea_del_Pinar

http://www.aldeadelpinar.com/historia/carreteria/generalidades/carreteria.html

Acantilados del Infierno: de Cuerres/Guadamía a Ribadesella por la costa. Bufones de Pría (Asturias)

  • Tipos de ruta: ida y vuelta.
  • Señalización: marcas blancas y amarillas de PRC.
  • Distancia: 10,330 Km.
  • Dificultad: Fácil con exigencia baja.
  • Duración aproximada de la ruta: 3h-3.30 horas.
  • Desnivel: 219 m.
  • Altitud mínima: 9 m
  • Altitud máxima: 69 m

Reseña

Los Acantilados del Infierno, cuyo nombre posiblemente proceda del cortado más alto de todo el recorrido: El Infierno, es uno de los senderos costeros más bonitos de Asturias y, seguramente, de todo nuestro país. Se localiza en la costa este de Asturias, entre el Área Recreativa de Cuerres o Guadamía y el Área Recreativa del Infierno, próxima a la localidad de Ribadesella. Caminando en paralelo junto a la línea de costa, serpenteando entre una gran masa forestal de helechos, pequeños enebros, cotoyas, algún pino suelto y unos pocos eucaliptos, nos vamos adentrando en distintos balcones naturales, desde donde se puede contemplar la belleza de estas impresionantes escarpaduras, así como de los múltiples elementos geográficos y caprichosas formaciones rocosas que conforman este singular paisaje: acantilados, islotes, cuevas, arcos, ensenadas, playas, escarpes, arrecifes etc…. Sin olvidar las cavidades en las rocas que dan lugar, en épocas de agua agitada y brava, al espeluznante espectáculo de los bufones que rugen y lanzan agua hacia el cielo en los primeros metros de nuestro recorrido y al otro lado de la cercana playa de Guadamía (Bufones de Pría), haciendo de este lugar, un espacio mágico.

El recorrido puede hacerse circular, regresando por el interior y siguiendo un tramo del Camino de Santiago, pero optamos por hacerlo de ida y vuelta para disfrutar de los paisajes de la costa con diferentes perspectivas y tonos de luz. Por otro lado, queremos evitar volver por la carretera. Asesorados por nuestro amigo Rául Falcón, gran conocedor y amante de estas tierras asturianas, decidimos también hacerlo en sentido contrario a las agujas del reloj. Salimos desde Guadamía para gozar de la zona más espectacular: los Acantilados de Castro Arenas, tanto al principio como al final del camino e irnos a casa con un gran sabor de boca. La ruta esta muy bien señalizada con marcas amarillas y blancas de PRC y transcurre por veredas bien marcadas por el uso de los senderistas. En resumen, una ruta fácil y muy recomendable para dar un largo paseo en familia o en grupo -si lo hacemos con niños, el control ha de ser máximo por la cercanía y peligrosidad de los acantilados-, y volver a casa con el sentimiento de haber pasado un gran día envuelto en un entorno único y espectacular.

Descripción del recorrido.

Salimos desde el parking de Cuerres o Guadamía y seguimos las figuras de color azul con la figura de un caminante y las marcas de PRC. Ya, desde el principio, el recorrido es fascinante y siempre que la orografía lo permite avanzamos, muy despacio para no perder detalle del impresionante paisaje que tenemos delante, próximos al mar. En los primeros trescientos metros ya observamos algunos bufones que no lanzan agua, pero impresionan por sus enormes rugidos. Los primeros cortados los encontramos antes de llegar al km 1: Castro Arenas. Hacia el km 1.5, apreciamos una verdadera maravilla, La Ensenada de Olienco. Cerca del km 3.5, otros dos islotes, uno grande y otro diminuto, denominados Palo Verde y Palo pequeño respectivamente, junto a los acantilados que lo protegen, nos ofrecen otra preciosa estampa singular. Hacia el km 4.5, la última maravilla del recorrido: Punta Canto de Cabo Verde, saliente desde el que se tienen unas preciosas panorámicas de la costa. Llegados al Área recreativa del Infierno, rechazamos la idea de volver por el interior siguiendo el Camino de Santiago y optamos por desandar lo andado, para disfrutar de nuevo de estos impresionantes paisajes que la fuerza del mar ha ido modelando a lo largo de millones de años.


Mapa y elevación

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Puntos de interés / Waypoints.

Área Recreativa de Cuerres o Guadamía.

Es el lugar ideal para aparcar, pasar la noche en caravana o , simplemente, disfrutar de un buen día de campo comiendo en una de las múltiples mesas de madera, perfectamente colocadas para gozar de preciosas vistas al mar.

Al otro lado, separados por la Playa de Guadamía, se encuentran los acantilados del mismo nombre que acogen, en sus pareces escarpadas, los famosos Bufones de Pría, que más abajo comentaremos.

Acantilados de Castro Arenas.

Se trata de majestuosos cortados con caprichosas formas rocosas en la zona conocida como Tuzarrizu.

Ensenada de Olienco / Oliencu.

Preciosa entrada del mar en forma circular en la que vemos un arco que se suspende sobre el agua y un islote saliendo de las profundidades, convirtiendo esta cala en el lugar más bonito de toda la ruta.

Palo Verde y Palo Pequeño.

Son dos islotes que brotan desde las profundidades del mar cerca de los acantilados del infierno. Acercándose a ellos puede observarse una gran colonia de aves marinas que tienen estos peñascos como refugio.

Punta Canto de Cabo Verde.

Punta Canto de Cabo Verde es un balcón natural desde el que se tienen unas maravillosas vistas de la costa, y una bonita estampa de los Palos Verde y Pequeño.

Mirador y Área recreativa del Infierno.

Junto al área recreativa de «El Infierno», encontramos el punto más alto de toda la ruta. Se trata de un saliente desde el cual tenemos una vista inmejorable de las abruptas paredes que parecen ahí puestas, de forma natural, como para frenar la bravura del oleaje del mar.

Bufones de Pría. Playa de Guadamía.

Al finalizar la ruta de los Acantilados del Infierno, existe la posibilidad de completar el recorrido con una visita a los Acantilados de Guadamía, donde se encuentran los populares Bufones de Pría. Podemos acercarnos andando desde el Área Recreativa de Cuerres, o podemos coger el coche y conducir hasta la pequeña aldea de Llames de Pría, que es donde arranca el itinerario más concurrido que nos conduce hasta los acantilados de Guadamía. En ambos casos, pasaremos por la bonita playa de Guadamía, hermoso paraje natural excavado en la roca por la fuerza del mar, que divide los concejos de Llanes y Ribadesella. Siguiendo los carteles indicativos, llegaremos a la zona conocida como Bramadoriu, donde es obligatorio pararse a contemplar la actividad de los bufones. Si tenemos suerte, podemos ver los sifones o chimeneas de agua a presión que brotan desde las cuevas subterráneas procedentes del mar cuando hay marea viva, temporal o fuerte oleaje; y si no la tenemos, como nos ocurrió a nosotros, al menos escuchar los espeluznantes bramidos del aire que recorre las grietas de las rocas calizas ofreciendo auténticas maravillas musicales.

Avisos y recomendaciones

Al tratarse de una ruta lineal, puede hacerse en ambos sentidos. Nosotros recomendamos partir desde el Área recreativa de Cuerres y , si tenemos tiempo, completar el recorrido con los bufones de Pría que están próximos al punto de partida. La ruta es recomendable en cualquier época del año, pero es conveniente hacerla con el agua brava para observar la fuerza del mar golpeando los acantilados. También tendremos más posibilidades de escuchar los rugidos de los bufones y contemplar el hermoso espectáculo de las aguas elevándose hacia el cielo.
Si estamos particularmente interesados en ver los bufones, hemos de acercarnos a los de Pría que están justo al otro lado de la playa de Guadamía. Se puede ir fácilmente en coche hasta Llames de Pría y hacer andando unos 4 kms entre la ida y la vuelta.
El recorrido es muy fácil, está bien señalizado con marcas amarillas y blancas de PRC y algunas balizas con la figura de un senderista, por lo que no ofrece ninguna dificultad, pero es recomendable no acercarse demasiado a los cortados, avanzar con cuidado y siempre vigilantes de donde pisamos.
También es recomendable llevar pantalones largos, ya que hay muchas cotoyas, arbustos con pequeñas espinas y púas que pueden dañarnos.

Más información en los siguientes enlaces:

Ayuntamiento de Ribadesella: https://www.ayto-ribadesella.es/sendas-del-municipio

http://www.turismoasturias.es

inicio

Necrópolis de Palacios de la Sierra: El Castillo, Prado de Nava, Prados de Bañuelos. Centro de visitantes Necrópolis del Alto Arlanza.

  • Tipos de ruta: circular.
  • Señalización: solo algunas balizas sueltas.
  • Distancia: 14,50 Km.
  • Dificultad: Fácil con exigencia baja.
  • Duración aproximada de la ruta: 4h-4.30 horas.
  • Desnivel: 244 m.
  • Altitud mínima: 1053 m
  • Altitud máxima: 1203 m

Reseña

Palacios de la Sierra, municipio ubicado en medio de una gran masa forestal, es un pueblo típico serrano y pinariego que se sitúa en una ramificación de la Sierra de la Demanda, en una solana de la Sierra de Neila, en la Comarca de Pinares, a 18 kms de Salas de los Infantes y a 73 de Burgos. Como expondremos más adelante, la localidad presenta importantes lugares de interés que visitaremos en este recorrido, en el que descubriremos tres maravillosas necrópolis que hace mas de mil años formaban parte de poblados ya desaparecidos: Nava, Bañuelos y El Castillo, uno de las mayores cementerios altomedievales del país; pasaremos también por bellas zonas de recreo como el área de las piscinas y por parajes de gran interés ambiental como La Charca; veremos grandes praderas rodeadas de frondosos pinos silvestres, que crecen fácilmente gracias a los suelos poco profundos, magníficamente mezclados con robles rebollos; finalmente, nos perderemos en su casco urbano para ver sus casas nobles con escudos de los siglos XVI, VVII y XVIII, acercarnos a la Iglesia de Santa Eulalia y hacer una visita más exhaustiva, por largo tiempo deseada, al Centro de Visitantes Necrópolis del Alto Arlanza.

Como el recorrido es circular y puede hacerse en ambos sentidos, hemos elegido dirigirnos en primer lugar al Camino de Monasterio para hacer primero este largo trayecto por pista forestal de más de 5 kms hasta la Nava, que, a decir verdad, se hace un poco largo comparándolo con el tramo posterior que avanza por hermosas veredas, entre exuberantes pinos y bonitos robles. La ruta no está balizada y tan sólo tiene algunos carteles sueltos que nos indican la llegada a las necrópolis, pero, si exceptuamos los 400 metros que vamos campo a través desde el Camino de la Relumbrosa hasta la Charca, la aventura trascurre por amplios caminos rodados o veredas bien marcadas por el uso de los senderistas. En resumen, una ruta fácil y muy recomendable para dar un largo paseo en familia o en grupo y meterse de lleno en pleno paisaje pinariego.

Descripción del recorrido.

Salimos de la Plaza Mayor de Palacios, tomando como referencia un track de nuestro amigo Juan Ángel Benito, usuario Ledanías, que hace una ruta parecida, pero en sentido inverso desde la Dehesilla. Nos dirigimos primero a la Necrópolis de El Castillo, situada en lo más alto del pueblo. Ofrece un aspecto un tanto descuidado. Vemos primero los restos de una fortaleza del siglo V, aunque otros autores la fechan en el siglo X, y la primitiva iglesia románico-gótica de la localidad, Santa Olalla o Eulalia, que fue abandonada y expoliada a principios del siglo XIX. Un poco más adelante, una impresionante necrópolis altomedieval, con innumerables tumbas de diferentes estilos. Echamos de menos las estelas de los sepulcros que, posteriormente, leemos que están custodiadas en el Centro de Visitantes. Al terminar la visita, descendemos al pueblo y nos dirigimos hacia la carretera local CL-117. La cruzamos y avanzamos, durante unos 5.5 kms, por el Camino de Monasterio y un camino rodado que nos deja en la segunda necrópolis que vamos a visitar: Prado de Nava. Esquivando el ganado vacuno que pasta la pradera, llegamos a un pequeño prado vallado donde está el cementerio medieval. Antes de entrar vemos unas improntas o encajes en el suelo que nos dan pistas para imaginar una pequeña ermita y la situación del poblado. De nuevo en ruta, por otro camino rodado, entre robles rebollos y pinos perfectamente mezclados, bajamos hacia Bañuelos. Cruzamos el amplio Camino de la Relumbrosa y descendemos al río que da nombre a la necrópolis. Lo sorteamos por un paso de grandes piedras y, siguiendo los carteles, llegamos a la necrópolis de Prados de Bañuelos. Fácilmente encontramos los restos de una ermita con 5 tumbas próximas y otras 6 algo alejadas. En una peña próxima, nos llama la atención un posible aljibe de unos 2 metros cuadrados. Desandamos el camino hasta la pista forestal y , unos 200 metros más adelante, nos adentramos en el bosque para, campo a través, llegar a La Charca. Lo abandonamos por un preciosa vereda que sale de la parte de atrás del muro del estanque y nos dirigimos hacia las piscinas, desde donde seguimos la pista asfaltada que nos baja a la carretera comarcal y nos devuelve a nuestro punto de partida.

Antes de abandonar el pueblo, hacemos un visita obligada al interesante Centro de Visitantes Necrópolis del Alto Arlanza, del que quedamos gratamente sorprendidos por su contenido y la gran cantidad de fósiles que se exponen.


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Puntos de interés / Waypoints.

Conjunto Arqueológico de El Castillo

Investigaciones llevadas a cabo por el profesor Alberto del Castillo entre los años 1968 y 1975, con la estrecha colaboración de los vecinos Lino Juanes y el párroco Julián Manrique, nos dicen que El Castillo es un conjunto arqueológico cuyas ruinas denotan la existencia pasada de una fortificación, una iglesia-ermita y una necrópolis, suponiéndose también la vida de un poblado próximo aún sin descubrir.

  • Fortificación: situada en la parte accidental del cerro, de sus restos puede deducirse que se trataba de una torre cuadrangular de 8 metros de lado, que servía como centro de poder sobre la población, así como de vigilancia y control de las vías de comunicación del valle. Su construcción data del año 974, aunque otros historiadores creen que ya existía en el siglo V.
  • Iglesia-Ermita: conocida con el nombre de Santa Olalla o Eulalia, fue la primitiva iglesia de la localidad. Dejó de serlo cuando el culto se trasladó a la actual iglesia del pueblo en 1591, convirtiéndose en ermita. Por la cimentación se sabe que hubo dos fases constructivas, la primera de estilo románico, y la segunda, gótico. Situada en el centro de del cerro, solamente conserva la base de sus muros y los suelos. En ruinas desde 1816, fue completamente expoliada.
  • Necrópolis: con más de medio millar de enterramientos de diferentes estilos: de lajas, sarcófagos y excavados en la roca, desarrollados entre los siglos XI y XIII, nos encontramos ante una de las mayores necrópolis altomedievales de Europa. La mayoría yacen en la ladera sur y junto a la iglesia. Muchas fueron halladas con estelas que presentaban el signo de la cruz e inscripciones. Hoy podemos ver algunos excelentes ejemplares en el Centro de Visitantes. Solo se excavaron 161, encontrándose restos intactos de seres humanos en 47. No se encontraron ajuares, pero sí clavos, lo que nos indica que también utilizaban ataúdes de madera.

Puente de La Dehesilla.

Rehabilitado en 2002, se trata de un puente de cuatro ojos, hecho de piedra arenisca, muy abundante en la zona. Investigaciones llevadas a cabo ese mismo año han concluido que, aunque siempre se le ha considerado de estilo renacentista, podríamos estar ante una construcción románica de los siglos XIII o XIV.

Necrópolis de Nava.

Situada junto al arroyo Barranco de las Gargantas, la necrópolis de Prado de Nava está como escondida en un robledal vallado. Aunque se cree que hubo más de 50, resaltan 25 tumbas de piedra musgosa, algunas antropomorfas y varios sarcófagos sin tapa. El cementerio pertenecía al poblado medieval de Nava, que ya aparece documentado en el año 1092. Muy próximo al área sepulcral, pueden identificarse los restos de una ermita y numerosas marcas en las rocas que atestiguan la existencia del poblado. Como objeto llamativo del poblado, una bañera labrada en una roca de gran tamaño, que curiosamente se mueve con una cierta facilidad, la cual bien podría haber servido para el lavado de los cuerpos previo al enterramiento.

Necrópolis de Bañuelos.

Situada junto a las aguas del río Bañuelos, en este conjunto arqueológico podemos encontrar los restos de una ermita con 5 tumbas simétricas, con capacidad para dos personas, próximas al santuario, y otras 6 tumbas antropomorfas desordenadas en el lado más apartado de la ermita. Cabe destacar también un baptisterio que en aquellos tiempos pudo utilizarse para el bautismo por inmersión. En el lado sur de la necrópolis, restos de estructuras antiguas pertenecientes al poblado con un aljibe rectangular de 2 m de largo como elemento más destacado.

La Charca

Paraje de gran interés medioambiental con un estanque situado en medio de un bonito pinar.

Las Piscinas

Incomparable paraje para disfrutar de un día en plena naturaleza, comer o darte un buen baño.

Palacios de la Sierra

De origen celtíbero y romano -se conservan varios vestigios que así lo constatan-, Palacios de la Sierra debe su nombre a los numerosas casas de nobles o palacios que tiene el pueblo. Tuvo su esplendor inicial en el siglo X cuando formaba parte del Alfoz de Lara y participaba de los privilegios del Fuero de Salas. Posteriormente, como muchas otras localidades de la comarca de Pinares, también destacó por su pertenencia a la Cabaña Real de Carreteros hasta el siglo XIX, fidelidad de mas de 4 siglos que le otorgó múltiples privilegios tales como el pasto para sus ganados, la corta de madera para la construcción de casas y caminos, la exención de las milicias, y la popular «suerte de pinos», de la que disfrutan la mayoría de los vecinos de la comarca.

Hoy en día, tiene unos 800 habitantes que basan su economía en la ganadería y en la explotación maderera. En su casco urbano, cuenta con dos lugares de gran interés:

  • Iglesia de Santa Eulalia: construida en estilo gótico-renacentista en el siglo XVI sobre otra anterior de estilo románico de la que aún se conserva gran parte de la torre y algunos canecillos. En su interior, hay una valiosa pila bautismal románica del siglo XII y pueden encontrarse también varias estelas medievales de la necrópolis de «El Castillo».
  • Centro de Visitantes Necrópolis del Alto Arlanza: recoge información muy relevante sobre todas las necrópolis del Alto Arlanza, además de una excelente colección de fósiles de la zona donada, en su mayoría, por el vecino de la localidad Lino Juanes. Puede visitarse de martes a sábado. Recomendable consultar horarios en internet, ya que suelen cambiar con frecuencia e, incluso, en el mismo día.

Por otro lado, la villa tiene un curioso lavadero, algunos elementos de arquitectura popular como chimeneas cónicas y otras dos necrópolis de menor entidad: San Miguel y Pajares, que no hemos podido incluir en la ruta por encontrarse muy distantes de nuestro recorrido.

Avisos y recomendaciones

La ruta es larga, pero no ofrece ninguna dificultad importante, salvo el pequeño tramo que va campo a través, y el desnivel apenas se supera los 200 m, por lo que la hemos calificado de fácil. No tiene apenas señalización, por lo que es imprescindible el uso de Wikiloc o GPS. Es recomendable en cualquier época del año, pero es en primavera y en otoño cuando mejor podemos disfrutar del colorido de la flora.

Más información en los siguientes enlaces:

Ayuntamiento de Palacios de la Sierra: http://www.palaciosdelasierra.es/

http://www.necropolisaltoarlanza.es/

https://es.wikipedia.org/wiki/Palacios_de_la_Sierra

La Tejeda de Tosande. Dehesa de Montejo (Palencia).

  • Tipos de ruta: circular.
  • Señalización: balizas y marcas PRC
  • Distancia: 10,11 Km.
  • Dificultad: Fácil con exigencia baja.
  • Duración aproximada de la ruta: 3.30h-4 horas.
  • Desnivel: 447 m.
  • Altitud mínima: 1071 m
  • Altitud máxima: 1435 m

Reseña

Considerada como una de las reliquias de la era terciaria y una verdadera joya botánica, la Tejeda de Tosande es un lugar mágico y único que se caracteriza por poseer una de las concentraciones de tejos centenarios más importantes de la península ibérica.

Esta bellísima ruta, que transita por bosques de encinas, robles rebollos y albares, hayas y tejos, se encuentra en el corazón del Parque Natural Montaña Palentina, antes Fuentes Carrionas y Fuente Cobre-Montaña Palentina, concretamente en la Sierra de la Peña, en el término municipal de Dehesa de Montejo, a unos 6 kms de Cervera de Pisuerga (Palencia). Tiene el objetivo de pasear por uno de los rincones más visitados de la Montaña Palentina, disfrutando del encanto del Valle de Tosando, precioso vallejo abierto entre las peñas calizas de la Sierra de la Peña, y del sepulcral silencio que envuelve el hermoso hayedo en el que estos tejos centenarios, por no decir milenarios si tenemos en cuenta su gran porte y grosor, están perfectamente integrados. En resumen, una ruta muy recomendable e ideal para pasar un día maravilloso en familia o en grupo descubriendo un mundo natural mágico y lleno de secretos.

Descripción del recorrido

Siguiendo el track de nuestro amigo Ángel Olivares y guiados por él personalmente, iniciamos la ruta en el parking que se ha habilitado para realizar la ruta junto a la CL-626, entre las localidades de Cantoral de la Peña y la Estación. Tras una breve parada para visitar el interesante Jardín Interpretativo de la Tejeda que hay junto al aparcamiento, descendemos por una pista y cruzamos un paso bajo el ferrocarril Bilbao-León, para, poco después, remontar hacia el Valle de Tosande. Siguiendo la angosta senda, pasamos junto a las ruinas de una antigua mina y nos vamos de nuevo por la pista forestal hasta encontrar una portilla. La cruzamos sin necesidad de abrirla, por el paso habilitado para los senderistas, y continuamos hasta llegar a un cruce de caminos en el que empieza la ruta circular del hayedo. Dejamos el puente de madera a la izquierda y nos vamos por la derecha, aunque aquí también se puede tomar la decisión de hacerla en sentido contrario. Pronto, el valle se abre y nos muestra una especie de cuenco verde abierto con un paisaje idílico, cubierto de pastizales. Nos desviamos a la izquierda para adentrarnos en el hayedo. Antes leemos un panel con información muy interesante sobre los enormes tejos que vamos a encontrar.
Ya en el hayedo, comenzamos una pronunciada subida , perfectamente escalonada en alguno de sus tramos y cubierta de hojarasca en casi todo el recorrido, que nos asciende hasta la parte superior de este bosque en cuyo interior se encuentra la Tejeda de Tosande. Impresionados por los magníficos ejemplares que flanquean la senda, nos detenemos varias veces a contemplar varios grupos de tejos singulares. Seguimos ascendiendo para apreciar una hermosa vista de la Sierra Palentina, en la que identificamos el Curavacas nevado.
Salimos de la Tejeda por el lado este y nos detenemos en un bonito mirador, donde, con las vistas de la Montaña Palentina al fondo y del Valle de Tosande abajo, aprovechamos para comer algo. Por una hermosa senda con peldaños abordamos un pequeño pero pronunciado descenso que nos baja hasta el puente de madera que habíamos dejado a la izquierda en la ida. Desde aquí, hacemos el recorrido de vuelta, por el mismo camino y en sentido inverso, hasta nuestro punto de partida en el aparcamiento.


Mapa y elevación

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Puntos de interés / Waypoints

Valle de Tosande

También conocido como Tosante en algunas localidades próximas, Tosande, regado por un arroyo del mismo nombre, es un valle repleto de fértiles praderas y abundantes pastos que son el sustento imprescindible para el ganado, sobre todo vacas, de los habitantes de Dehesa de Montejo. Está rodeado de peñas calizas, cubiertas de magníficos bosques que proporcionan la madera necesaria a los habitantes de la zona para calentarse en los duros inviernos, cocinar y construir sus viviendas y casonas.

Tiene una gran variedad de ecosistemas, lo que hace que presente una rica flora y una variada y abundante fauna. Además de ser lugar de paso para el oso pardo cantábrico, el jabalí, el corzo y el ciervo, entre otras especies, encuentran alimento en los frutos de las especies arbóreas del valle. Entre el resto de la fauna, aves como el pico, el mirlo, la curruca, y rapaces como el buitre leonado, el azor y el águila culebrera son el contingente más numeroso. En lo que a la masa forestal se refiere, el valle alberga bosques de encinas, robles rebollos y albares, hayas, tejos y algún acebo suelto entre otros.

Hayedo Mayor y Tejeda de Tosande

En la ladera septentrional de la Peña Oracada (1818 m) se encuentra un bosque mayor de hayas que da cobijo en su interior a un numeroso grupo de tejos centenarios, conocido como la Tejeda de Tosande. Están inventariados 743 ejemplares, relevantes por su gran tamaño y longevidad (algunos alcanzan los 150 cm de diámetro, lo que nos indica que tienen edades próximas al milenio), y tres especímenes de especial interés recogidos en la Agenda 21, proyecto de la ONU que promueve el desarrollo sostenible detallando acciones que han de ser acometidas a nivel mundial, nacional y local.

En estos bosques, los tejos crecen en una cota comprendida entre los 1300 y los 1500 m y prefieren sustratos calizos para su desarrollo. Cabe destacar que no aparecen aislados, sino formando pequeños grupos, así como sus curiosas y raras formas con troncos retorcidos y huecos en los que anidan aves y mamíferos de escaso tamaño.

Mirador de Tosande

Precioso balcón natural, bien habilitado, con magníficas vistas del Pico del Roblillo enfrente, y de varias cumbres de la Montaña Palentina al fondo.

Avisos y recomendaciones

Bellísima ruta, muy asequible a todo tipo de públicos. Ideal para hacerla en familia o con escolares. Está muy bien balizada y es muy fácil de seguir en todo su recorrido. El entorno está perfectamente conservado y nos invita a cuidar esta reliquia natural.
Tratándose de un hayedo, la primavera y el otoño son las estaciones más adecuadas para disfrutar del colorido de este espacio natural, aunque el hermoso valle de Tosande, las rocas calizas cubiertas de encinas que lo rodean y el inmenso bosque de tejos centenarios que queda al descubierto con la caída de las hojas, hacen que la ruta también tenga su encanto en invierno.

Más información en los siguientes enlaces

https://es.wikipedia.org/wiki/Tejeda_de_Tosande

https://es.wikipedia.org/wiki/Parque_natural_Monta%C3%B1a_Palentina

https://patrimonionatural.org/casas-del-parque/casas-del-parque/casa-del-parque-de-fuentes-carrionas-y-fuente-cobre-montana-palentina